El debate entre monarquía y república me parece que muestra el buen estado de la democracia española. Es un debate denso, muy interesante, y un diálogo que se debe dar, sin llegar a las manos. Ni la sangre al río. Algo que debe suceder sin dramas ni aspavientos ni calamidades. Ni catastrofismos ni apocalipsis en el horizonte. Que un estado de Europa piense cómo quiere ser, o se lo repiense, me parece algo bueno por naturaleza. Un buen síntoma. Del mismo modo que uno, a lo largo de la vida, se toma un tiempo para pensar si le gusta la vida que lleva, si anda conforme con ella: a veces la respuesta es "todo va bien", pero la respuesta también puede ser, sin tragedia: un divorcio, un cambio de trabajo o de domicilio, engendrar hijos, matricularse a un curso de origami. O atreverse a cantar canciones de la Motown ante el espejo o ante los amigos, sin vergüenza ninguna. La edad adulta es la edad de escoger sin dar explicaciones a los padres, ya sean los padres José y María o Foucault y Derrida.
España somos todos. Algunos somos más republicanos y otros más monárquicos, aunque creo que se debe matizar el término "monárquico". La mayoría de los que nos declaramos "monárquicos" estamos a favor de una monarquía parlamentaria (o constitucional), adjetivo que establece un matiz no solo muy importante, si no que esencial. Y cuento algo más: personalmente, prefiero la república en términos teóricos y abstractos, aunque en el día de hoy esté a favor de la monarquía, siempre que sea una monarquía democrática: constitucional, parlamentaria. Es más: el discurso del rey de España del 3 de octubre de 2017 me parece un discurso mucho más republicano que las muchas declaraciones de los políticos catalanes que se declaran republicanos pero hablan poseídos por un espíritu totalitario de muy escasa enjundia democrática. El rey habló de igualdad, los secesionistas catalanes hablaron de diferencias.
Pero volvamos al asunto: es bueno que España, una España adulta en democracia tras 40 años, se piense y se repiense y que de ese repensamiento no saque la conclusión de que debe sacar los sables a la calle. Vamos bien. O muy bien: jamás tuvimos 40 años de democracia en paz en este bendito país, y si eso no es un valor considerable que baje San Gabriel y me lo cuente. Es por eso que algunos republicanos nos sentimos monárquicos de una monarquía parlamentaria.
El asunto es que nuestro parlamento no está, a día de hoy, por la labor de un cambio de régimen. Y no lo está porque es dudoso que la ciudadanía lo esté, y menos en momentos tan complejos y tan arduos.
Leo que los políticos procesistas (esa cosa del "procés" catalán) se frotan las manos ante la apertura del debate, ya que una posible caída de la monarquía les anima a seguir con sus delirios y sus ansias de poder a costa de la República Catalana que proclamarían en caso de que España decidiese ser republicana. No han leído historia, o quizás han leído muy poca o solo la pseudohistoria de los suyos. Si la monarquía española tiende a la corrupción y el desastre, deberían analizar a qué nos han llevado las repúblicas: las conclusiones no son muy halagüeñas.
Y deberían tener algo importante en cuenta: si España se repiensa y decide, luego de pensar, que quiere ser republicana, debe entender que volvemos al punto cero, es decir, a replantear el "régimen del 78". ("Régimen del 78" no significa nada más que "democracia" tras la dictadura). Si volvemos al punto cero y suprimimos la monarquía deberían saber mis queridos nacionalistas catalanes que también se anula (o se repiensa) el estado de las autonomías. Punto cero es eso: lo pensamos todo. Todo significa todo. Es decir: se repiensa el modus vivendi de los políticos regionales. ¿Como se puede repensar España con una vuelta al punto cero, si decidiese ser republicana? A mi me parece evidente:
- Anular el estado de las autonomías y debatirlo de nuevo. ¿Qué alcance debe tener la administración autonómica, en caso de que este sea el modelo? La recentralización de algunas competencias sería lo primero: educación, sanidad, prisiones, bienestar. No es de recibo que se creen diferencias entre ciudadanos: si el republicanismo tiene un principio básico es la igualdad de los ciudadanos.
- Los traspasos de competencias del estado a las administraciones regionales deben tener una fecha de salida y una de llegada: no se puede permitir la negociación infinita, sujeta a estrategias partidistas y, por lo tanto, tendentes a crear diferencias entre iguales en función de coyunturas variables a lo largo del tiempo.
- El asunto plurinacional y el plurilingüístico: Francia, nada sospechosa de ser franquista, es monolingüe y mononacional, y eso no genera problemas convivenciales. La nación es una, lo demás son reconocimientos de especificidades regionales. Una lengua regional no puede prevalecer en ningún ámbito sobre la lengua de la nación, parece una perogrullada pero no lo es (visto lo visto). Se deben proteger las minorías, por supuesto: las lingüísticas, las étnicas, las sexuales o las religiosas. Pero del mismo modo que en una región con presencia de mormones o de musulmanes no se puede imponer esa opción (¡incluso por encima de una mayoría atea!) a los demás, debe quedar claro que el estado tiene una lengua (y esa lengua es la española, que no es la inuit -con todos mis respetos a los lapones, por descontado).
- La movilidad entre los ciudadanos de España debe garantizarse, no solo por una cuestión de derechos y de igualdad, sino por una cuestión de salud nacional: los trabajadores, los funcionarios y los profesionales de todos los ámbitos deben poder circular del este al oeste, del norte al sur: la convivencia sale beneficiada con ello. No se puede tolerar que se pongan trabas al catalán que quiere ejercer su profesión en Andalucía, ni al murciano que quiere ejercer en las Vascongadas. Del mismo modo, cuando un gallego enferma en Murcia, es ridículo que deba gestionar una burocracia infame para poder ser atendido. Kafka escribió "El castillo", y el gallego que trabaja en Murcia podría escribir "El hospital".
Aún así, debemos poder hablarlo todo, sin tragedias ni referéndums: los referéndums son escasamente o nada democráticos y poco recomendables para las cuestiones graves. Eso sí, que nos quede claro: el debate para una república debe ser consciente de que supone la anulación automática de la España autonómica que hoy sufrimos. Sería oportuno, también, que una refundación de la democracia española incluyese el redactado de una nueva constitución que quizás debería tratar, sin manías, la exclusión de los partidos secesionistas o nacionalistas. República es, ante todo, igualdad. A lo mejor resulta que los constitucionalistas tenemos ahí nuestra mejor oportunidad.
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Este texto se ha inspirado en el fantástico artículo de Alejandro Tercero en Crónica Global.
Creo que el punto de partida de la república en su proceso constituyente no sería el que tú piensas. Las autonomías son un objetivo logrado aunque el sistema funcione mal, nadie querría ser menos aunque solo sea para alimentar a una panda de parásitos regionales. Al País Vasco y Navarra que nadie le toque los fueros y sus derechos históricos, eso olvídate. Si no, se rompe la baraja, y estamos en manos de los vascos. ¿Limitar los partidos secesionistas? Ja. Serían el eje de todo. España es un país débil, cada vez más, por nuestra desunión. La república nacería sin nuevos proyectos y más débil todavía. Y la Cataluña secesionista rompería la baraja y no habría nadie que la pudiera atajar. Proclamaría la independencia unilateralmente y promovería la de las islas y de Valencia. Y no creo posible que la nueva república tuviera un proyecto económico diferente al de la monarquía, es decir, turismo y ladrillo, más servicios. No cambiaría en nuestro modelo nada. Somos un país que cada dos o tres generaciones ha de hacerse de nuevo totalmente, con guerra o sin guerra -mejor sin guerra-. Y además en sus símbolos tricolores e himno, nuevamente crearía una polémica que alejaría a más del cincuenta por ciento de sus objetivos. No todos quieren una república aunque no sean tampoco monárquicos. La bandera tricolor nos dividirá de nuevo, no será un símbolo compartido. Auguro males mayores, pero esto es ser español, siempre empezando desde cero. El país más estúpido de la tierra. Solo ha habido un momento en que España ha sido inteligente y fue en la transición aunque fuera por miedo. El miedo es un buen consejero. Pero ya ves qué se cuenta de la transición. Si algo ha salido bien hay que destrozarlo. Yo si pudiera me exiliaría a Portugal o a Islandia, lejos de este país de orates.
ResponEliminaSi eso fuese posible, yo estaría en Portugal, país que no sufre de nacionalismos estúpidos. España debería aprender de Portugal. Según Paul Preston, en su libro (muy recomendable) "Un pueblo traicionado", España no ha sabido salir de la corrupción y del tradicionalismo, y así nos va. Se nota que España no pasó por una revolución burguesa. El carlismo vasco y el catalán, que dieron pie a los nacionalismos respectivos, son una prueba de la supervivencia medieval y del feudalismo que inspira incluso a los CDR o a los idiotas abertzales (aunque no se den cuenta: ser burro se nota incluso en los bares de Alsasua en donde le pegan a uno por no ser la tribu correcta). Eso es un problema de educación que nos puede llevar muchos años y exige mucha valentía e inteligencia en los políticos españoles. Yo no creo que sea imposible. De serlo, lo mejor es largarse de Cataluña, sin duda alguna. Es decir: rendirse a los ignorantes y a los medievales.
Elimina¿Inteligencia en los políticos españoles? ¿Hablas en serio? Si surgiera, que lo dudo, un político inteligente, el propio partido lo machacaría. Solo medran los mediocres.
EliminaYo también tengo mis dudas, muy serias, sobre la inteligencia de los políticos españoles. En principio parece muy simple rebatir a los nacionalistas, a las Cup, Cdrs y demás burros del espectro nacionalista, pero parece que sean incapaces. Si admitimos que en España no hay inteligencia para combatir a la estupidez supina de los nacionalistas, aceptaremos que lo único sensato es marcharse de Cataluña para así, por lo menos, dejar de contribuir a las arcas de esos catetos antiilustrados que no han salido del XIX. Pero eso es muy triste.
EliminaPersonalmente creo que el debate monarquía-república en un sistema político moderno europeo está fuera de la realidad, teniendo en cuenta el régimen de monarquía constitucionalista que tenemos ahora.
ResponEliminaTenemos los de izquierda ( no es mi caso ) una fijación insana de mirar al pasado sin tener en cuenta el presente, y lo mas importante, el futuro. La Segunda República murió ahogada en sus propios errores y contradicciones, y en política, la nostalgia es un grave error.
Además, teniendo en cuenta el "frikismo" simplista de nuestra política actual, me puedo imaginar una Tercera República presidida por un viejo verde como es Berlusconi, un idiota como Trump, o un incompetente como Boris Johnson.
A la vista de la alternativas, me quedo con lo que tenemos.
Estoy muy de acuerdo contigo y eso es lo que quiero dejar claro: una república no es, necesariamente, mejor que una monarquía (siempre que hablemos de una monarquía parlamentaria y democrática). Una república uuede ser mucho peor en términos de calidad democrática. Tampoco veo a España lo bastante madura para afrontar el debate, pero no pasa nada si el debate se produce: nos hará mejores debatir que callarnos, sin duda. Felipe VI es un hombre sin atribitos nada especiales que debe ganarse su puesto. Yo le admiro por el discurso del 3 de octubre del 2017, pero eso no basta. En cualquier caso, romper la baraja del 1978 nos puede ayudar a repensar la penosa España autonómica y a pensar en un estado recentralizado siguiendo el modelo francés. Liquidar las autonomías para empezar, y prohibir los partidos regionalistas e independentistas. No se puede ir contra el estado que te ampara y te paga.
EliminaEl asunto es que nuestro parlamento no está, a día de hoy, por la labor de un cambio de régimen.."
ResponEliminaNo lo está porque tampoco interesa. Jamás se ha vivido mejor que ahora en los 17 feudos españoles; unos por arrastre de subvenciones, otros por prebendas en sus Fueros o derechos Históricos.
"...El rey habló de igualdad, los secesionistas catalanes hablaron de diferencias..."
Ni el uno está autorizado, fue puesto a dedo, como todos los reyes, ni los otros gobiernan para todos, sino que lo hacen para su clientela y mantenimiento en el poder copando y poniendo a dedo a lo que después se llaman altos cargos con iguales sobresueldos.
"...una posible caída de la monarquía les anima a seguir con sus delirios y sus ansias de poder a costa de la República Catalana que proclamarían en caso de que España decidiese ser republicana..." Lo de siempre, ¿qué es mejor, una monarquía española o una república venezolana, haitiana, congoleña, zaireña o libanesa, por poner al caso?
"...si España se repiensa y decide, luego de pensar, que quiere ser republicana, debe entender que volvemos al punto cero, es decir, a replantear el "régimen del 78"...."
Desde luego, porque si la monarquía es anacrónica, ¿acaso no lo son los Fueros o los derechos históricos? creados al mismo tiempo y con el mismo fin (privilegios por nacer en una parte y no en la otra).
La república que se propondría no tendría más remedio que ser Federal. O sea, acabáronse los privilegios para dos autonomías (Navarra y Vasca), y cada palo aguante su vela con su PIB.
No creo que interesa a nadie, como he dicho antes, porque no hay quien no viva de subvenciones o privilegios, dando siempre la responsabilidad a un gobierno central cuando las cosas no cuadran.
Aquí los 17 feudos viven muy bien así. No creo que nadie, nadie desee en su interior cambiar de sillón. El cuero se ha amoldado tan bien a los culos que dudo quieran cambiar.
salut
Has desmenuzado los argumentos, y eso está muy bien. El debate sigue ahí y seguirá por mucho tiempo. La España de hoy, que revive la feudal y la de las taifas, debe ser repensada, eso es una obligación no solo de los políticos si no de los ciudadanos en tanto que ciudadanos, es decir, de electores.
EliminaSoberbio artículo! Y comentarios de alto nivel. Felicidades
ResponEliminaGracias en nombre también de los que dejan comentarios.
EliminaComo ciudadano de este país, comparto al ciento por ciento tu artículo.
ResponEliminaPersonalmente yo quitaba todas las autonomías, eliminaba tanto "parlamento" y tanto "parlamentario" y tanto ególatra... no creo en "pueblos libres", sin embargo creo firmemente en personas libres,en el concepto Libertad que es un atributo o cualidad de las personas, no de los pueblos ni de los países. Conceptos libertad de pueblos y libertad humana que en muchos casos no van unidos.
Establecia la circunscripción única para las elecciones, todos los votos deben tener el mismo valor, listas abiertas para que los ciudadanos verdaderamente elijamos a nuestros representantes.
Eliminaba la ley de partidos que de facto es un freno para la representación de los ciudadanos y algún otro detalle, estos para mi son los pilares de una democracia.
Quitaba el sistema de D´Hont para el recuento y establecía una doble vuelta en caso de no haber un ganador claro. Cosas sencillas y que todo el mundo pueda entender.
Y sobre todo, que todos seamos iguales en derechos y obligaciones, sin distinciones.
Monarquia o republica da igual, el coste es parecido y los resultados no los da el Presidente o el Rey, al rey dicen que no le han elegido, ni a Sanchez, simplemente te han dado unas listas previamente cocinadas y cerradas, ni a Sánchez ni a ningún presidente regional, que conste y de este "pequeño detalle" no se habla y a mi me parece fundamental.
Un saludo.
Estamos de acuerdo. Hay varios asuntos a revisar, pero si el modelo es monarquía (parlamentaria) o república no cambiaría muchos nuestras vidas. Veo más importante revisar la ley electoral, eso desde luego.
EliminaEmpezaré mi escrito con la misma frase con la que lo terminaré: “cuando una constitución no es perfecta para nadie, es buena para todos.” No sé si es mía o tiene copyright, pero por si acaso me la apropio.
ResponEliminaYendo al sempiterno debate entre república o monarquía parlamentaria, que lo mismo se plantea desde los sectores más marxistas de espectro político, que desde los sectores más contrarios, como podrían ser los falangistas y sus adláteres, a mi modo de ver es una alternativa caduca y poco realista en la España (y Europa) del siglo XXI: ¿acaso si ahora tuviéramos una república, la situación económica o pandémica sería mejor? Y si hablamos de nuestros derechos fundamentales, ¿los preservaría mejor una república que una monarquía como la actual?
A la vista de todos tenemos casos y casos de toda índole y condición política: Holanda vs Irán; Suecia vs Turquía; Noruega vs Guinea Ecuatorial; España vs Rusia…
Si abriéramos el debate para modificar la Constitución del 78 y votar si queremos seguir como estamos (hablo sólo del cambio de modelo de jefatura del Estado), habría que saber primero qué tipo de república querríamos: federal, confederal, cantonal o jacobina. Porque los cuatro modelos citados son totalmente distintos entre sí y diametralmente opuestos al modelo de república que quieren, por ejemplo, y sin buscar más, los nacionalistas.
Y si vamos al modelo de jefatura de esa república, ¿cómo la queremos? Ojo, porque no es lo mismo el modelo alemán, que el suizo, el norteamericano o el francés.
Si volvemos al tipo república, los nacionalistas jamás aceptaría un modelo federal, cantonal o jacobino; los socialistas (entre los que estoy) en un porcentaje alto nos gustaría (al menos a mi) un modelo jacobino; a los partidos regionalistas un modelo cantonal; y a los de derechas, ¡como mucho! uno federal.
En este apartado concreto, en España encima se plantea un problema añadido: ¿qué hacemos con los fueros vascos? En una república todos somos iguales y todos tenemos los mismos derechos: ¿qué hacemos con los (anacrónicos y extemporáneos) derechos vascos? Y más problemas: ¿y qué hacemos con el (supuesto) derecho histórico (e histérico) de los nacionalistas gallegos, vascos o catalanes? ¿La constitución republicada contemplaría (un supuesto) derecho a decidir?
Y si hablamos de jefaturas, por ejemplo, el modelo francés (o incluso el ruso después del reciente cambio de la constitución) te hacen plantearte para qué quiere un jefe de gobierno si el presidente de ese modelo de república es una especie de “Rey Sol”, que todo lo controla y vigila, y que puede cambiar de jefe del gobierno cuando le da la gana.
O también podría hacernos plantear otro debate: ¿para qué tener, al mismo tiempo, un jefe del estado y un jefe de gobierno si podemos cambiarlos a ambos cada cuatro o cinco años? ¿No podría hacer el trabajo al mismo tiempo una única persona?
Hasta ahora sólo he hablado de esa poquita cantidad de variables que se nos presentaría ante un cambio de modelo constitucional, pero no hablé de las distintas opciones que se abrirían si en el debate entraran los distintos modelos de poder real, el de la calle, el de la vida diario (tipo de justicia, de policía, modelo sanitario o educación toda pública o privada, o una mezcolanza); en este caso, los distintos modelos de todo lo que compete a la ciudadanía no es igual para VOX, que para el PP, o el PSOE, o Unidas Podemos, o el PNV, o ERC,... O el todos los partidos de esta España cainita y visceral. Y no hablé del PACMA, porque ellos también tienen su propio modelo de constitución. O los ecologistas. O los…
Por eso, remato mi escrito con la misma frase (que si no tiene copyright, me la adjudico) con la que lo empecé: “cuando una constitución no es perfecta para nadie, es buena para todos.”
Alfredo
A:
ResponEliminaUnknown18 d’agost de 2020 a les 11:05
Me sabe mal no poner nombres, y que al menos no firme con una inicial, pero no he podido dirigirme a ud porque es una carta sin firmar.
Bien a lo que voy. Completamente de acuerdo en todo su escrito. Punto por punto. También yo quiero el modelo jacobino, es el que más se aproxima a mi forma de pensar.
Y si, no lo dude, ni a los vasos y las vascas, ni a los catalanes les gustaría una república federal, por más que hablen de Pi i Maragall.
Un saludo
Hola Tot Barcelona (perdón por poner así, pero no sé tu nombre)
ResponEliminaAl final de mi escrito puse Alfredo, no sé si salió o no el nombre escrito.
Soy de Galicia, en concreto de A Coruña pero residente en Pontevedra.
Tenía (y tengo) un blog que se llama musicayvino.com, que desde hace una semana tuve que desconectar por un pirateo. Me lo están "poniendo al día y limpiándolo" de virus.
Un saludo,
Alfredo
Si señor Alfredo...lo veo ¡¡
ResponEliminaGracias
salut
https://www.youtube.com/watch?v=N1W3Zfc_v2o
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