22 de juny 2023

LA MUERTE POR 250.000€


En el fondo del mar hay 5 hombres (y ninguna mujer, por cierto) que pagaron 250.000€ por morir en una muerte transmitida en directo. En 1980, un joven Bertrand Tavernier rodó "La muerte en directo", una macabra premonición de los reality shows extremos que tiene puntos de contacto con el suceso del submarino para multimillonarios. El espectáculo de la muerte televisado minuto a minuto.

Hay cinco personas que pueden dilapidar esa cantidad en unas horas de crucero exclusivo, solo por poder decir: yo he gastado esto, yo estuve allí. Porque yo lo valgo, me imagino que pensaban decir, luego, de haber salido con vida. La muerte les ha llegado de la mano de la vanidad. Quizás no hay nada más grotesco que morir por un exceso de vanidad. Como en un cuento medieval, la muerte les ha recordado que no eran diferentes, y que podían morir como el más miserable de los hombres: como Aylan Kurdi.

Uno no se puede alegrar de la muerte del prójimo, y la muerte que han encontrados esos cinco (a 250.000€ por muerto), debe de haber sido especialmente atroz. Pero hay algo que nos lleva a otras cuestiones: al mismo tiempo en que los medios se vuelcan en esa muerte de cinco señores muy ricos, hay hombres y mujeres ahogados en la misma agua, sin retransmisiones ni titulares tan grandes. Si los del Ocean Gate murieron por ricos, esas decenas, centenares y miles que se ahogan en el Mediterráneo se ahogan por pobres. Pobres posiblemente engañados por mafias, por esperanzas ensoñadas. El agua es idéntica. La asfixia también. Solo cambian los titulares, los medios para el rescate. 

Si para rescatar a los cinco ricos del Ocean Gate no se repara en gastos (aviones, buques, submarinos), para salvar a los miles de ahogados pobres todo son excusas, vagas declaraciones de enmienda o, en el peor de los casos, la absoluta indiferencia -cuando no el rechazo- que ciertos políticos sienten por el pobre que intenta cruzar el mar hacia una vida más digna. A algunos políticos, el mar les hace el trabajo sucio. Esa inmensa tumba azul oculta celosamente lo que se traga: si no hay cadáver no hay delito. Si no hay culpa, no hay pecado.

Escribo eso cuando, según algunos medios, todavía hay esperanzas de encontrar a los cinco millonarios con vida. Es improbable pero no imposible. Sin embargo, sería una vergüenza inmensa para la humanidad, una paradoja insalvable.

Pero vamos a ser buenos, y a imaginar que les salvan. Y que dedican el resto de sus vidas y de sus millones a rescatar a esos hombres y mujeres pobres que se ahogan en el Mediterráneo.


25 de gen. 2023

MIL DEMONIOS MENOS



Hubo un momento en el que el infierno se quedó vacío y todos los demonios anduvieron por la tierra. Pero los demonios se cansaron de su deambular por la puta tierra y se volvieron a su hogar.

Cuando empecé este blog, en julio de 2010, me propuse llegar a los mil. Pero era un mil impreciso: ¿mil días? ¿mil entradas? ¿mil comentarios?

Ya no me acuerdo.

Y por eso les dejo el enlace a ese "ya no me acuerdo" que ganaron los únicos ganadores de la Cruz de San Jorge que retiene mi memoria.

En cualquier caso, los mil de lo que sea se han cumplido y yo estoy muy satisfecho un poquillo cansado. Así que aquí les dejo. Me voy para empezar otras cosillas y espero reencontrarme con ustedes en esas otras dimensiones, por aquí, si los dioses quieren. Todo tiene un tiempo para morir, y el tiempo para morir de los Mil demonios ha llegado. Ese tiempo se cumple hoy.

22 de gen. 2023

CALLES RIGUROSAMENTE VIGILADAS

La inscripción que pueden ver en la foto apareció en algún momento, cuando algunos ya dábamos al "procés" por muerto. Las primeras que vi estaban estampadas con pintura amarilla y te las encontrabas bajo los pies, en las aceras y los pasos cebra. Más tarde, en una escalada amenazadora, aparecieron en negro y a la altura del rostro. Hubo un aumento de lo lúgubre.

El independentismo, como todos los nacionalismos extemporáneos, nos habituó a frases y eslóganes rayanos en lo naif y lo ridículo, y siempre se preocupó de evitar lo sublime: "no tenemos miedo", "independencia para cambiarlo todo", etc.

Este "hi som" (aquí estamos) se sitúa en otro nivel, más agresivo o por lo menos con la intención de crear miedo, algo parecido a "os estamos vigilando", "no te confíes". ¿A quién se dirige la severa advertencia? ¿A los políticos? Yo, presa de un impulso neurótico, sentí que se referían a mi. Sentí que me prometían el regreso de su pesadilla.

En cierto modo, es lógico: el nacionalismo debe permanecer siempre con las banderas y las lanzas enhiestas. Un nacionalismo pacífico y sensato, dialogante, no tiene sentido. El nacionalismo solo tiene sentido en su versión agresiva, como los guerreros icónicos de Braveheart, mezcla de hooligans y campesinos airados dispuestos a cargarse lo que se les ponga por delante, al son de sus gritos guturales y precivilizados, esa testosterona patriótica tan frecuente. Y por cierto: si ustedes recuerdan la lamentable cinta de Mel Gibson, se habrán dado cuenta de que los que ocuparon el Congreso de EUA y los asaltantes bolsonaristas estaban emulando al las hordas escocesas del cine.

Quienes se niegan a reconocer las tremendas similitudes entre todos esos movimientos antidemocráticos y antiilustrados (como por ejemplo lo niega el señor Junqueras) es porque no se han fijado bien, o porqué no les conviene. La democracia está en peligro de muerte. Eso es lo que nos cuentan por varios lados.

Y este "hi som" solo significa: estás vigilado. Si eres un ñordo o un botifler que sepas que no nos hemos olvidado de ti.

19 de gen. 2023

LOS CATALANES HACEN COSAS

Y las catalanas también hacen cosas, por la mañanita, con el fresco y ese aire vigorizante de las mañanitas de enero. Hoy mismo, sin ir más lejos, el señorito Pere Aragonès ha hecho dos cosas a la vez: saludar a Sánchez y a Macron y, a la vez, protestar por su visita. Por ahí estaba la señora Borràs también, que suele hacer varias cosas, aunque siempre de dudosa procedencia. Andaba ella acompañada por unos señores bajitos, con cara de frío, y también protestaban contra un Tratado hispano-francés... pero del siglo XVII. 

Más tarde apareció el señor Junqueras, que tras un monumental abucheo de sus amigos independentistas, hizo la siguiente cosa: montarse en un monovolumen y salir zumbando.

Últimamente, la cosa más practicada por la caterva independentista es insultarse entre ellos, en la lucha de siempre para saber quien es el más gallina y coger unos votos de la huevera del socio. Ahora la gallina le ha tocado a Junqueras.

Otro que hace cosas (y a su edad tiene mucho mérito) es el señor Xavier Trias, catalán de buenísima familia, que se presenta para alcalde pero soslaya con agilidad de bailarín la protesta en la calle de sus camaradas, y se va unos días a Murcia (¡a Murcia!). Trias sabe cosas: sabe que parte de sus votantes están hartos del procés y no le quieren ver en una manifestación antieuropea al más puro estilo de la ultraderecha.

Luego había muchos catalanes (y catalanas) anónimos pasando frío y levantando banderitas, y gritando contra los traidores de entre sus filas, y dicen que estaban allí pasando frío para demostrar que el "procés" no ha muerto. Y digo yo (por hacer algo, ya que al fin y al cabo soy tan catalán como los de las banderas): si algo está vivo... ¿qué sentido tiene proclamarlo con gritos, bocinazos y banderas? ¿No será que murió pero quieren que resucite? ¿No será eso de hoy más bien una procesión de semana santa?

Los catalanes hacen cosas. Y hacen incluso una manifestación para advertir de que el procés es un zombi: murió pero camina (cn cierta dificultad y algo de torpeza) y amenaza con comerse el cerebro de algún inacuto. A veces creo que es toda Cataluña un zombi, desgañitándose por la calle para recordarnos que algún día, lejano y neblinoso, estuvo vivo.

15 de gen. 2023

MUJERES MALAS

Como ustedes saben, la mismísima Biblia reporta la maldad femenina en su Génesis y el relato, bastante escabroso, de una tal Eva (por no hablar de Lilith). En el primer libro de Samuel está la bruja de Endor, que a mi me gusta especialmente por mi afición a la cosa de lo sobrenatural. Como ustedes sabrán sin duda (asiduos lectores de textos sagrados), la bruja de Endor era una médium que la lió de lo lindo tras invocar a un tal Saúl, un rey de Israel muerto que habló por boca de la bruja. Les confesaré una sospecha que tengo: el relato de la bruja de Endor lo podría haber escrito Jesús Franco, el director de cine más especial de la historia de España.

En la mitología clásica abundan esas mujeres malas, cuyo paradigma podría ser Medea, la que se cargó a sus hijos en el primer texto sobre lo que ahora se llama "violencia vicaria": Medea mató a sus retoños para fastidiar a Jasón, que era el padre.

El cine y la literatura rezuman de mujeres malas, femmes fatales y súcubos (demonios que toman la forma de mujer atractiva para llevar a la perdición a buenos hombres, de preferencia clérigos y monjes). En Hereditary (grandiosa cinta de terror de 2018), una adorable viejecita no duda ni un instante en ofrecer al diablo a sus nietecitos, para que el Adversario les posea.

En los chascarrillos populares, la suegra es un demonio.

Ahora le ha tocado el turno a una tal Shakira, señora cantante del género pop que nunca me ha interesado mucho y cuya única canción que soy capaz de tararear es algo así como "Waka waka", gracias a la insistencia apabullante de la prensa del fútbol, que machacó este temita hasta la extenuación. Por lo visto, la señora Shakira se separó de un futbolista con quien tuvo la ocurrencia de casarse años atrás, y ahora anda a la greña con él (y con la Agencia Tributaria).

Lo complicado del asunto es que un medio como "Núvol", de la izquierda muy izquierda y muy intelectual le dedique un artículo, y "Crític", otro digital de la izquierda dura, conceptual y en la órbita de la Cup y esas personas, también escribe una columna, bajo el título: "Te gusta la canción de Shakira y no por eso eres menos feminista". Me encanta eso: que den permiso a las feministas para gozar de una canción pop. De no haber obtenido la bula, se hubiesen sentido muy mal. Tras tanta insistencia, me puse la canción de Shakira en youtube y la escuché de cabo a rabo (perdón por la referencia fálica).

Les diré algo. La canción de la señora Shakira es bastante flojilla y yo soy más de Bowie y de Pink Floyd, por no hablar de Beethoven o de Wagner, más que nada por la edad. Por eso me choca tanto que una canción tal olvidable sea motivo de debate en la prensa radical, y que la intelectualidad más sesuda se esfuerce en redactar sobre tan banal asunto. Yo les preguntaría: Si soy feminista y me gusta la Medea de Eurípides... ¿tengo derecho a seguir siendo feminista? Espero su respuesta. Atentamente y tal y tal.