25 de gen. 2023

MIL DEMONIOS MENOS



Hubo un momento en el que el infierno se quedó vacío y todos los demonios anduvieron por la tierra. Pero los demonios se cansaron de su deambular por la puta tierra y se volvieron a su hogar.

Cuando empecé este blog, en julio de 2010, me propuse llegar a los mil. Pero era un mil impreciso: ¿mil días? ¿mil entradas? ¿mil comentarios?

Ya no me acuerdo.

Y por eso les dejo el enlace a ese "ya no me acuerdo" que ganaron los únicos ganadores de la Cruz de San Jorge que retiene mi memoria.

En cualquier caso, los mil de lo que sea se han cumplido y yo estoy muy satisfecho un poquillo cansado. Así que aquí les dejo. Me voy para empezar otras cosillas y espero reencontrarme con ustedes en esas otras dimensiones, por aquí, si los dioses quieren. Todo tiene un tiempo para morir, y el tiempo para morir de los Mil demonios ha llegado. Ese tiempo se cumple hoy.

22 de gen. 2023

CALLES RIGUROSAMENTE VIGILADAS

La inscripción que pueden ver en la foto apareció en algún momento, cuando algunos ya dábamos al "procés" por muerto. Las primeras que vi estaban estampadas con pintura amarilla y te las encontrabas bajo los pies, en las aceras y los pasos cebra. Más tarde, en una escalada amenazadora, aparecieron en negro y a la altura del rostro. Hubo un aumento de lo lúgubre.

El independentismo, como todos los nacionalismos extemporáneos, nos habituó a frases y eslóganes rayanos en lo naif y lo ridículo, y siempre se preocupó de evitar lo sublime: "no tenemos miedo", "independencia para cambiarlo todo", etc.

Este "hi som" (aquí estamos) se sitúa en otro nivel, más agresivo o por lo menos con la intención de crear miedo, algo parecido a "os estamos vigilando", "no te confíes". ¿A quién se dirige la severa advertencia? ¿A los políticos? Yo, presa de un impulso neurótico, sentí que se referían a mi. Sentí que me prometían el regreso de su pesadilla.

En cierto modo, es lógico: el nacionalismo debe permanecer siempre con las banderas y las lanzas enhiestas. Un nacionalismo pacífico y sensato, dialogante, no tiene sentido. El nacionalismo solo tiene sentido en su versión agresiva, como los guerreros icónicos de Braveheart, mezcla de hooligans y campesinos airados dispuestos a cargarse lo que se les ponga por delante, al son de sus gritos guturales y precivilizados, esa testosterona patriótica tan frecuente. Y por cierto: si ustedes recuerdan la lamentable cinta de Mel Gibson, se habrán dado cuenta de que los que ocuparon el Congreso de EUA y los asaltantes bolsonaristas estaban emulando al las hordas escocesas del cine.

Quienes se niegan a reconocer las tremendas similitudes entre todos esos movimientos antidemocráticos y antiilustrados (como por ejemplo lo niega el señor Junqueras) es porque no se han fijado bien, o porqué no les conviene. La democracia está en peligro de muerte. Eso es lo que nos cuentan por varios lados.

Y este "hi som" solo significa: estás vigilado. Si eres un ñordo o un botifler que sepas que no nos hemos olvidado de ti.

19 de gen. 2023

LOS CATALANES HACEN COSAS

Y las catalanas también hacen cosas, por la mañanita, con el fresco y ese aire vigorizante de las mañanitas de enero. Hoy mismo, sin ir más lejos, el señorito Pere Aragonès ha hecho dos cosas a la vez: saludar a Sánchez y a Macron y, a la vez, protestar por su visita. Por ahí estaba la señora Borràs también, que suele hacer varias cosas, aunque siempre de dudosa procedencia. Andaba ella acompañada por unos señores bajitos, con cara de frío, y también protestaban contra un Tratado hispano-francés... pero del siglo XVII. 

Más tarde apareció el señor Junqueras, que tras un monumental abucheo de sus amigos independentistas, hizo la siguiente cosa: montarse en un monovolumen y salir zumbando.

Últimamente, la cosa más practicada por la caterva independentista es insultarse entre ellos, en la lucha de siempre para saber quien es el más gallina y coger unos votos de la huevera del socio. Ahora la gallina le ha tocado a Junqueras.

Otro que hace cosas (y a su edad tiene mucho mérito) es el señor Xavier Trias, catalán de buenísima familia, que se presenta para alcalde pero soslaya con agilidad de bailarín la protesta en la calle de sus camaradas, y se va unos días a Murcia (¡a Murcia!). Trias sabe cosas: sabe que parte de sus votantes están hartos del procés y no le quieren ver en una manifestación antieuropea al más puro estilo de la ultraderecha.

Luego había muchos catalanes (y catalanas) anónimos pasando frío y levantando banderitas, y gritando contra los traidores de entre sus filas, y dicen que estaban allí pasando frío para demostrar que el "procés" no ha muerto. Y digo yo (por hacer algo, ya que al fin y al cabo soy tan catalán como los de las banderas): si algo está vivo... ¿qué sentido tiene proclamarlo con gritos, bocinazos y banderas? ¿No será que murió pero quieren que resucite? ¿No será eso de hoy más bien una procesión de semana santa?

Los catalanes hacen cosas. Y hacen incluso una manifestación para advertir de que el procés es un zombi: murió pero camina (cn cierta dificultad y algo de torpeza) y amenaza con comerse el cerebro de algún inacuto. A veces creo que es toda Cataluña un zombi, desgañitándose por la calle para recordarnos que algún día, lejano y neblinoso, estuvo vivo.

15 de gen. 2023

MUJERES MALAS

Como ustedes saben, la mismísima Biblia reporta la maldad femenina en su Génesis y el relato, bastante escabroso, de una tal Eva (por no hablar de Lilith). En el primer libro de Samuel está la bruja de Endor, que a mi me gusta especialmente por mi afición a la cosa de lo sobrenatural. Como ustedes sabrán sin duda (asiduos lectores de textos sagrados), la bruja de Endor era una médium que la lió de lo lindo tras invocar a un tal Saúl, un rey de Israel muerto que habló por boca de la bruja. Les confesaré una sospecha que tengo: el relato de la bruja de Endor lo podría haber escrito Jesús Franco, el director de cine más especial de la historia de España.

En la mitología clásica abundan esas mujeres malas, cuyo paradigma podría ser Medea, la que se cargó a sus hijos en el primer texto sobre lo que ahora se llama "violencia vicaria": Medea mató a sus retoños para fastidiar a Jasón, que era el padre.

El cine y la literatura rezuman de mujeres malas, femmes fatales y súcubos (demonios que toman la forma de mujer atractiva para llevar a la perdición a buenos hombres, de preferencia clérigos y monjes). En Hereditary (grandiosa cinta de terror de 2018), una adorable viejecita no duda ni un instante en ofrecer al diablo a sus nietecitos, para que el Adversario les posea.

En los chascarrillos populares, la suegra es un demonio.

Ahora le ha tocado el turno a una tal Shakira, señora cantante del género pop que nunca me ha interesado mucho y cuya única canción que soy capaz de tararear es algo así como "Waka waka", gracias a la insistencia apabullante de la prensa del fútbol, que machacó este temita hasta la extenuación. Por lo visto, la señora Shakira se separó de un futbolista con quien tuvo la ocurrencia de casarse años atrás, y ahora anda a la greña con él (y con la Agencia Tributaria).

Lo complicado del asunto es que un medio como "Núvol", de la izquierda muy izquierda y muy intelectual le dedique un artículo, y "Crític", otro digital de la izquierda dura, conceptual y en la órbita de la Cup y esas personas, también escribe una columna, bajo el título: "Te gusta la canción de Shakira y no por eso eres menos feminista". Me encanta eso: que den permiso a las feministas para gozar de una canción pop. De no haber obtenido la bula, se hubiesen sentido muy mal. Tras tanta insistencia, me puse la canción de Shakira en youtube y la escuché de cabo a rabo (perdón por la referencia fálica).

Les diré algo. La canción de la señora Shakira es bastante flojilla y yo soy más de Bowie y de Pink Floyd, por no hablar de Beethoven o de Wagner, más que nada por la edad. Por eso me choca tanto que una canción tal olvidable sea motivo de debate en la prensa radical, y que la intelectualidad más sesuda se esfuerce en redactar sobre tan banal asunto. Yo les preguntaría: Si soy feminista y me gusta la Medea de Eurípides... ¿tengo derecho a seguir siendo feminista? Espero su respuesta. Atentamente y tal y tal.

13 de gen. 2023

MÉDICOS EN UNA NACIONALIDAD HISTÓRICA

Aunque lo sabíamos, nunca está de más recordarlo. La pregunta ¿para que sirve el nacionalismo? tiene una respuesta, hoy, en los hospitales y en los centros de atención primaria (CAP) de Cataluña. 

El nacionalismo sirve para hablar del nacionalismo cuando las cosas van mal. O muy mal, como en este caso. Resulta muy difícil comprender como ha ido la secuencia: antes de la COVID, la atención sanitaria primaria iba razonablemente mal en Cataluña, al igual que los centros de urgencias y los hospitales. Llegó la pandemia y algo sucedió que no soy capaz de descifrar, puesto que nada ha sido igual. Así, mientras se aplaudía a los sanitarios des de los balcones, alguien planificaba la devastación de esos servicios.

Y devastados se han quedado. Ayer mismo, en el mayor hospital de la comarca del Vallès (cerca de 1 millón de habitantes), hubo 400 entradas por urgencias: un 65% de ellas acudieron por haber sido rechazados en sus CAP. Como ustedes se pueden imaginar, el hospital no dio 400 altas en un solo día, de modo que no es que los pacientes se amontonasen en los pasillos: también les tocó esperar horas en la ambulancia, aparcada en el párking. Eso es la sanidad catalana, sin desmerecer de la madrileña.

Ustedes, si fuesen extraterrestres (o suecos, que viene a ser lo mismo) dirían: el escándalo es mayúsculo, debe de haber gritos y manifestaciones y protestas y la prensa no debe hablar de otra cosa que del colapso monumental de un servicio básico del estado del bienestar.

Pues bien: la prensa de ayer solo habló del posible regreso del fantoche de Waterloo y de si Pere Aragonès debe acudir o no a la cumbre hispano-francesa (o franco-hispana). Un debate encendido, mayúsculo, muy importante. Para la prensa local el tema es el nacionalismo, sus víctimas, sus suspiros, sus quejíos y sus waterloos. Como se pueden imaginar, en la calle Génova no han perdido el tiempo y se han añadido al ruido (con altavoces) sobre el asunto nacionalista catalán: en Génova también les conviene entretenerse con el nacionalismo catalán, ya que sus servicios sanitarios están hechos unos zorros, un poco a la catalana manera.

En honor a la verdad, debo decir que la prensa también habló mucho de la señora Shakira, de si está muy empoderada o no, y de si es feminista o no que te guste Shakira. En las salas de espera de los hospitales de Cataluña, los enfermos escuchaban la cancioncilla de Shakira y los lamentos de Puigdemont, el eterno oprimido.



11 de gen. 2023

LOS RATONES Y LOS NAUFRAGIOS

Titular "El naufragio" a la crónica del "procés" fue idea de Lola García, gran periodista de La Vanguardia. Ello intuyó el hundimiento antes que muchos (yo entre ellos), e incluso hay quien todavía lo niega. Entre los negacionistas del hundimiento están quienes muchas veces me dicen: eres demasiado optimista, esta gente volverá a la andadas, son incorregibles y etcétera.

Pero yo les voy a dar unos datos, y juzguen ustedes:

Un señor afiliado a la cosa del Consell per la República (el chiringuito organizado por Puigdemont y que debía ser un gobierno "legítimo en el exilio") nos cuenta por twitter que se da de baja por la nula transparencia y la gran inutilidad del invento: se niegan a publicar las cuentas e incluso han borrado de su web el apartado de "transparencia" en donde se suponía que publicaban los números. Dice el dimisionario que en dos años solo han hecho una colección de sellos, y que para eso no valía la pena tanto ruido.

En el local de la ANC de mi barrio siguen convocando reuniones. A la última acudieron dos señoras mayores. Al cabo de un rato bajaron la puerta y se fueron a sus cosas. Esa información es de primera mano: les veo des de mi balcón.

La señora Ponsati le pide a la juventud catalana que se arriesgue a entrar en la cárcel por la patria. La señora Ponsati reside en el Reino Unido, según creo. Por toda respuesta, los expresos (ya indultados y en la calle) recurren a sus abogados para lograr la exculpación.

Un señor, hoy concejal de pueblo y antaño poeta, cuenta que ha dado con la mejor opción para lograr la independencia, y va más allá del sacrificio carcelario de la juventud: que la gente joven agarre las armas y se líen a tiros, que corra la sangre y que todo el mundo lo vea, y tal. Nadie le ha seguido por esta senda: los findes, la juventud catalana se agolpa para ir al Waka a celebrar la vida. Y los cachorros de la tribu más cercanos al nacionalismo creo que andan más bien por la Cerdaña a ver si hay algo de alguna clase de nieve.

Un día de estos, Macron y Sánchez se han dado cita en Barcelona para hablar de sus cosas (un tubo para llevar gas arriba y abajo, creo), y el independentismo furibundo creyó que esa cita iba a despertar al zombi de 2017. Mal pensado: el independentismo está tan dividido que no solo sus partidos andan a la greña, si no que el mismo partido protesta y a la vez saluda a los mandatarios de sus dos naciones opresoras. Hoy, en la radio, he escuchado a una señora muy independentista mencionar el Tratado de los Pirineos, algo que sucedió el el siglo XVII: "vienen los dos firmantes del Tratado de los Pirineos, dice la señora (creo que tuvo algún cargo tiempo atrás) y el dueño de la casa sale a recibirles" Todo suena a viejo e inútil, a ridículo. Me pregunto quien sabe contar qué carajo es el Tratado de los Pirineos. A quién le importa lo que diga un tratado de 1635.

Digan lo que digan esto se hundió. Y puede doler que los culpables del dislate antidemocrático y  antiliberal de 2017 estén por ahí a sus anchas, pero su barco ya no es barco. Es pecio y ningún submarinista anda tras él.

10 de gen. 2023

EDUCANDO MACHITOS

Cuando trabajaba como profesor de primaria, un día vino a verme la madre de uno de los alumnos. Estaba indignada:

-¿Cómo puede ser que mi niño de 8 años todavía no sepa abrocharse los cordones de los zapatos? ¿Qué tipo de profesor es usted?

No es una ocurrencia ni una anécdota cualquiera: ese tipo de preguntas se repiten a menudo. Jamás resolveremos la pregunta ¿se educa en la escuela o en casa?, ya que hay tantas respuestas como personas y, además, uno se olvida de la capacidad de influencia (de educación) que ejerce la calle, la tele (y no solos los programas "educativos") y, ahora, las redes y todo lo que se puede encontrar en internet con una facilidad extrema.

Todo eso viene a cuenta de la oleada de violencia machista con la que hemos empezado el año, con una retahíla de caos muy llamativos, tan llamativos como espeluznantes. ¿Qué nos está pasando? La educación igualitaria lleva ya muchos años en solfa, y la coeducación (en su sentido más elemental: el aula mixta) lleva más de 40, de modo que la mayoría de los asesinos machistas de hoy han pasado por esa educación y coeducación. Con resultados muy pobres, como se puede ver.

Alguien me cuenta que la sociedad es estrictamente machista: solo hay que mirar al ejército, a la iglesia o a la alta empresa para descubrir que el modelo masculino sigue siendo hegemónico. Y, aunque esto es cierto, no creo que explique la violencia del hombre que apuñala, quema o tira por la ventana a una mujer. Por más patriarcal que sea una sociedad ¿eso empuja a un hombre a matar a su pareja? Tampoco me parece muy argumentable.

Algunos, deterministas (y por consiguiente pesimistas) lo achacan todo a la testosterona y a sus excesos. Aunque si la testosterona fuese la explicación de todo, creo que la especie se habría extinguido hace siglos.

Otros acusan de todo a la familia, que es el mayor problema de la humanidad según Freud. Para otros, la familia es "el fundamento de la sociedad", aunque yo siempre he dudado de que la familia sea el lugar del amor, la tolerancia, el respeto y tal: muchos (y muchas) nos contarán que la familia fue el primer círculo del infierno. Yo me temo que el asunto va por aquí, pero no me voy a meter en camisa de once varas.

Solo diré que es una pena que, en un mundo en donde se pide un certificado o un título para casi todo, no se pida algún certificado para fundar una familia.


8 de gen. 2023

EL COCIDO IMPERIAL CATALÁN

 

En 2003, el profesor Enric Ucelay-Da Cal publicó su obra central, El imperialismo catalán. Estamos hablando de un libro de algo más de 1000 páginas y que, por consiguiente, no debió de ser leído por amplias capas de la población. Tampoco lo pretendía. Sin embargo, unos años más tarde (alrededor de 2012) empezó a ser citado en las redes, más que nada para ponerlo de vuelta y media. Eran los años previos al auge independentista, cuando la palabra más frecuente en la esfera patriótica era "soberanismo". Quizás algunos de ustedes recordarán aquel instante, que hoy parece perdido en la neblina.

Por el mismo tiempo apareció el concepto de "el català emprenyat", con gran predicación en las redes: el catalán mosqueado también era el prólogo del desastre, aunque la expresión solo se refería a la ciudadanía molesta por el maltrato en las inversiones de Renfe y los peajes de las autopistas. Por aquéllos años yo intercambiaba correos con una señora, hija de un industrialito catalán de nivel medio -pero muy soberanista- que un día se vino arriba y, sin ton ni son (y prejuzgándome por mis apellidos muy catalanes) me dijo que había dado con la solución para el encaje de Cataluña en España:

-Lo que debemos hacer -me contó tras haber sufrido una revelación epifánica- es pedirles a todos los grandes millonarios catalanes que se vayan comprando Cataluña a cachos, hasta convertirla en un territorio privado. Entonces seremos independientes.

Recuerdo parte de mi respuesta, más bien lacónica, que fue algo así como: ¿Te suena una cosa llamada democracia?. La señora soberanista no me escribió nunca más.

Volvamos al libro del profesor Ucelay: se trata de una ensayo muy denso y sesudo sobre la influencia del partido regionalista Lliga Regionalista de Cambó en la política española de principios del XX. Me abstendré de resumirles el asunto, que es complejo y requiere mucha dedicación. Me limito a exponer que parte de la tesis es, justamente, que el pensamiento identitario catalán pretendió inspirar una nueva visión de España, una vez perdidas las colonias. Francesc Cambó (algo más tarde un ferviente franquista y mecenas del levantamiento de 1936) ejerció de reformista español basándose en los presupuestos del catalanismo (entonces regionalismo). Recuerden que la Convergència de Jordi Pujol es una fotocopia remasterizada de la Lliga de Cambó: nacionalismo, catocilicismo, conservadurismo.

Quizás faltan años para un nuevo estudio académico y serio como el del profesor Ucelay, pero creo que el nacionalismo catalán sigue siendo el faro de la política conservadora y derechista de España. Si uno se fija un poco descubrirá que la señora Ayuso plagia sin cesar las estrategias del nacionalismo catalán e incluso sus argumentos cuando recorta servicios públicos para ponerlos en manos privadas. Y también descubrirá que el señor Feijóo, en su etapa gallega, practicaba un regionalismo con grandes dosis de inspiración regionalista catalana. Feijóo, a su manera, es un émulo discreto (lo llaman moderado) del nacionalismo de Pujol, aunque con menos hijos y sin esa Lady Machbet Ferrusola. No se me tomen a la ligera, por favor: presténme un poco de crédito aunque yo no sea un profesor universitario de la talla de Enric Ucelay. 


6 de gen. 2023

COSAS QUE NUNCA TE DIJE SOBRE EL ISLAM

Ejercicio de clase: observar una pintura clásica y, tras analizar brevemente la parte técnica (composición, color, pincelada, etc) contar la historia que nos sugiere, las emociones que nos despierta. Cada alumna tiene su propia historia. Una historia que, inevitablemente, tiene algo que ver con ella, con cada espectadora. El ejercicio es delicado y uno debe estar atento: pueden aparecer sentimientos dolorosos. (Hablo de alumnas porque en este grupo solo hay dos chicos).

Una de las alumnas, Hakima, mira la pintura de Delacroix que pueden contemplar en la cabecera. Ella comprende enseguida: se trata de una mujer que se ha fugado de casa y la están persiguiendo su padre y su novio, está desesperada, teme que la alcancen y por eso mira hacia atrás con miedo. Eso es lo que Hakima ha visto en el cuadro. En otros cuadros, Hakima ve: una mujer castigada por su padre y encerrada un fin de semana entero en su cuadro, una mujer a la que acusan de ladrona. El esquema se repite.

Aquí está el asunto, ya que las demás alumnas imaginaron escenas que nada tenían que ver con ese relato: rebeldía, libertad, juventud... Uno de los chicos vio algo erótico en ese rostro.

Llevo bastantes años en el gremio de la educación y, por lo tanto, llevo años tratando a alumnado musulmán. Como ustedes se pueden imaginar, muchas horas semanales de convivencia permiten sacar conclusiones. No me iré por los cerros de Úbeda: ninguna religión monoteísta apareció para hacer felices a las personas, pero de entre ellas hay una que, en el siglo XXI, crea malestar y miedo. Especialmente entre las mujeres sometidas a esa creencia. No pretendo emular a Houellebecq cuando se queda tan ancho tras proclamar que el islam lo pergeñó un árabe aburrido de relacionarse solo con su camello en medio del desierto, pero las alumnas de familia musulmana que he tenido me parecen tremendamente infelices. Conocen lo que les depara la vida.

Y lo que les depara la vida dentro del islam les da grima: he visto jóvenes vestidas con tejanos y camisetas que de repente aparecen con hiyab, de la noche a la mañana, y con una túnica de pies a cabeza, esa pieza de ropa que niega la silueta y la reserva para el uso del marido. ¿Lo han elegido ellas? ¿De veras se puede afirmar que una chica española de 18 años ha elegido esa humillación? Recuerdo el cinismo de la señora Lena de Botton y su "El velo elegido", en el que usa los argumentos del feminismo para contar que la repulsa al velo de la mujer islámica es lo mismo que la crítica a la minifalda en occidente: según ella, el machismo desaprueba el velo que ha sido elegido libremente por la mujer islámica del mismo modo que critica la minifalda. Hay que ser muy ignorante para afirmar eso.

Por supuesto que la mujer islámica que de repente se pone el velo contará que lo eligió libremente: como no lo cuente así le caerá todo el peso de la familia y del entorno, y se arriesga a sufrir las consecuencias tan funestas como difíciles de concretar: el interior de una familia musulmana es impenetrable. El mundo musulmán intenta escapar de la incertidumbre manteniendo a raya a sus mujeres, y en ese férreo control pretende mantener unas esencias lamentables. Sin duda alguna, el tiempo les alcanzará y las mujeres musulmanas terminarán con el abuso.

No debemos ser ingenuos: el catolicismo sometió a la mujer de un modo similar, es cierto. Y en especial a la mujer de clase humilde. Tan cierto como que la mujer occidental supo resquebrajar el entramado católico conservador, incompatible con la democracia y los valores de la Ilustración. Lo mismo sucederá con el Islam, sin duda alguna. Pero nadie habla de ello y ahí tenemos a esas mujeres de familia musulmana por las cuales no veo yo que se haga nada en concreto, y esa dejación se perpetra en nombre del respeto a la multiculturalidad y otras sandeces.


1 de gen. 2023

EL ALCALDE LES DESEA FELICES FIESTAS


Me encuentro el panfleto en el suelo, enmedio de la calle. Alguien se lo ha encontrado en el buzón y lo ha lanzado con un gesto incívico pero comprensible. Es un tríptico en donde destaca la foto del señor alcalde y el eslógan: "Fem-ho tot". Hagámoslo todo. Me froto los ojos y me pellizco el muslo antes de volver a mirar. Pero el panfleto sigue ahí. El alcalde me desea felices fiestas con una frase propagandística y esa sonrisa demasiado cínica. Fallaron el fotógrafo y el publicista: prometer hacerlo todo es lo mismo que prometer no hacer nada, y eso deberían saberlo.

El señor alcalde aparece solo en la foto: no hay equipo, no hay colaboradores. Es el solo quien lo hace todo. Entro, más tarde, en la web del partido "Tot per Terrassa", un partido montado aprisa y corriendo para mayor gloria del señor alcalde, que también aparece en cada una de las imágenes. La última noticia en el apartado "novedades" es un texto de la entonces teniente de alcalde fechado en enero de 2021. ¿Para qué esforzarse en mantener una web cuando solo importa la foto del alcalde?

"Hagámolso todo", propone el alcalde. ¿Hay algo procaz en la propuesta?. Y, a la vez, uno no puede evitar el recuerdo del "Ho tornarem a fer" que tuvieron la desfachatez de proponer los delincuentes del procés y que resuena en la frase omnipotente. Ballart siempre ha flirteado con los eslóganes independentistas (aunque también lo hace Ayuso y se queda tan pancha) y, sobretodo, ha insinuado que todo lo puede, como cuando dirigió el ayuntamiento a distancia y usaba la enfermedad de un familiar para generar empatía sin vergüenza alguna.

Me resulta difícil digerir el egocentrismo de algunos políticos y me sorprende su falta de decoro: Feijóo suprimió el logotipo del PP en las elecciones gallegas. Xavier Trías, que se postula para alcalde de Barcelona, ya ha advertido de que prescindirá de las siglas de "Junts per Cat" y aparecerá él mismo como "marca" (fíjense en que los partidos hablan de sí mismos como de "marcas", tal como lo hace Starbucks o Ikea: las ideologías han muerto, vivan las marcas). Y si el ego resulta de difícil digestión, más lo resulta cuando el propietario de ese ego no puede ofrecer ninguna hoja de servicios brillante, ningún mérito notable). La legislatura presente ha sido mediocre y decepcionante, gris, llena de vacíos y ausencias, de cambios inexplicables e inexplicados en el equipo de gobierno.

La política catalana -también la municipal- navega sin rumbo y sin proyectos. No se me ocurre un eslógan más inane que "Hagámoslo todo". Todo incluye lo derechgo y lo torcido, lo bueno y lo malo, lo blanco y lo negro. Cuando no hay idea ni propuesta, caben todas. ¿Es posible contentar a todo el mundo? Y si es así ¿cómo pretende hacerlo?. ¿Con qué subterfugios argumentará luego lo que no ha hecho?

Quizás nada de eso preocupa al señor alcalde y nuevo candidato, dedicado en cuerpo y alma a alimentar a su narcisismo patológico y a su ansia de promoción personal. Quizás todo se deba a la resaca del procés, el tiempo en el que los políticos más cínicos prometieron la felicidad con discursos tan emocionales como estúpidos. "Hagámoslo todo" es un poco más de aquello.