21 d’oct. 2020

Patria

Empecé a ver la serie "Patria" con alguna prevención: me habían advertido sobre la calidad literaria más bien precaria de la obra de la cual parte, y por otro lado vi la pelotera mediática que se formó con el cartel publicitario de la serie, que, por decirlo de algún modo, no es muy afortunado.  Sin embargo, sentía curiosidad y me puse a ello: nadie sensato juzgaría a una cinta por su anuncio.

En el primer capítulo uno ya se da cuenta de que está ante una buena producción. La fotografía, el ritmo, el tono, los diálogos. Los grises, el cielo encapotado, los tonos blancuzcos, esa tristeza infinita que suena como el bajo contínuo de Bach y que envuelve a todos, la oscuridad perenne que acecha, como en un cuento gótico, y que se adueña de todos: del héroe y del villano. "Patria" es un serie más que digna, muy buena. Luego están el tema y el argumento, el diseño de los personajes y etcétera. Yo no le reprocho nada. No hay sentimentalismos ni ñoñerías, y los actores (y actrices) hablan tal como se habla, sin esas angustiosas declamaciones que se ven en otras producciones televisivas y especialmente en la Tv3, en donde parecen recitar versos románticos (¿qué les enseñan en el Institut del Teatre?). Los actores (y las actrices) están sobrios, medidos, justos, en su lugar.

Entre las principales virtudes de "Patria" está algo tan sencillo y tan bello como que la serie permite repensar a todos lo que sucedió en España durante los años de ETA cuando ya estábamos en régimen democrático. Y eso no es nada fácil en tiempos de crispación populista por todas partes. Nos lo permite a todos porque no hay maniqueísmos ni tragedias facilonas: "Patria" cuenta un drama colectivo con un tono de clásico que se puede comprender en Afganistán, en Alabama y, por supuesto, en Irlanda. "Patria" va camino de ser un clásico, sí, sin duda alguna: es válido para varios lugares del mundo y para varias épocas. España necesita series como "Patria". Lo que sucedió en el País Vasco reclama ser recordado y repetido. No vaya a ser que se nos olvide la malignidad del nacionalismo, que no se nos olvide el daño que nos puede infligir la pesadilla patriótica. El nacionalismo es la muerte, y eso es una verdad como un templo.

Algunas críticas le critican por ser tendenciosa, cosa que no es. El guión es ecuánime: lo que no se puede pretender es que, en 2020, alguien se posicione del lado del terrorismo nacionalista ni de cualquier otro terrorismo. Creo que está bien contado e incluso no se soslaya que la lucha contra ETA incluyó las torturas, acreditadas judicialmente. Pero bueno: ¿alguien me puede contar la lucha antiterrorista en algún país de la Europa democrática que no haya incluído esos crímenes? Preguntense qué pasó en Alemania, en Italia, en Francia, en Inglaterra. En todos esos países, que nadie duda que sean democracias liberales, la lucha del estado contra las organizaciones criminales cayó en crímenes a su vez. Eso es triste, lamentable y penoso. El estado no puede igualarse al terrorismo, eso debe quedar claro y, si se da, se debe juzgar. Y así se hizo, por cierto. Lo que diferencia al estado democrático de ETA es que al funcionario que ha incurrido en el crimen se le lleva ante el juez. El GAL, amén de otros descontroles, llegó a los juzgados y tuvo sus imputados, culpables y sentencias. Y sus cárceles.

No han faltado los colectivos que se han sentido ofendidos, de algún modo, por el tratamiento que les da la serie. El problema que tenemos es, justamente, la facilidad con que la gente se ofende. Imagínense ahora ustedes que se rueda la X serie en la que hay un bombero que por las noches es un asesino en serie. O la serie Y, en la cual un maestro de escuela practica el canibalismo. ¿Los sindicatos de bomberos y de maestros denunciarían a los productores de la serie? Pues, visto lo visto, parece que así sería, y dirían: "la serie X o la Y denigran y ofenden a nuestro colectivo". De haberse rodado en nuestros días, Apocalypse Now habría sido llevada a los juzgados por el Pentágono, y Alien, el octavo pasajero lo mismo, denunciada por el sindicato de alienígenas. Y quizás por el de los pasajeros de estrangis, muy cabreados por el trato vejatorio que se les da en la cinta. La transaccionalidad no tiene límites, y solo ha empezado a manifestarse.

Lo de la transaccionalidad y los colectivos oprimidos es el tema de "La masa enfurecida" (The Madness of Crowds), libro que deberíamos leer todos. Y todas (perdón). De lo contrario, admitiremos que existe un colectivo oprimido llamado "ex-etarras y sus famílias", que se situarán en la base de la opresión y exigirán un trato no ya de respeto si no de privilegio, del mismo modo que hoy, muchos catalanes --por el mero hecho de ser catalanes-- se autodenominan oprimidos y pretenden obtener privilegios de esa condición, aunque dispongan de un Lexus y un Toyota, y de dos residencias (una de las cuales en la Cerdaña). Quizás el partido Podemos les brindaría su ayuda en la lucha por el reconocimiento.

Me parece que "Patria" es una serie excelente, de lo mejor de las series españolas. Aborda sin miedos lo que sucedió en el País Vasco durante los años de ETA y va situando a cada uno en su lugar, y va nombrando uno por uno los elementos de lo que sucedió allí: la espiral de silencio, el efecto del terrorismo en las familias y en los pueblos, el papelón de la iglesia católica, la capacidad destructiva del nacionalismo en una sociedad democrática y liberal, los intentos ambiguos (ambiguos en el propósito y los resultados) de las políticas mediadoras entre víctimas y verdugos, la potencia seductora de las ideas irracionales, la malignidad del ideal patriótico/medieval, un ideal que destruye a sus creyentes y a sus oponentes. He sondeado en víctimas del terrorismo de ETA sobre su percepción de la serie pero no tengo respuestas. Espero que me lleguen.

Durante las horas que fluyen por esa serie, uno, que la ve desde un pueblo de Cataluña, no puede dejar de pensar, con el ánimo y el corazón (y las gónadas) encogidos, lo que podríamos estar viviendo. De momento sin balas, y esperemos que así siga. Pero aún sin balas, la situación no pinta bien.

12 comentaris:

  1. Es excelente. Y por ello duele en ciertos sectores. No se hace bien la digestión si se come mientras se mira.

    Alguna vez, cuando algún valiente de aquí se proponga levantar las vendas desde un principio, nos explicará cómo empezó todo de la mano del ex-honorable con su partido particular, CiU, desde el expolio de la Banca Catalana, pasando por la defenestración de El Gran Tibidabo, siguiendo por la dilapidación millonaria y fallida de El Observador y siguiendo por las comisiones del 17% en toda obra pública que se quisiera hacer. Y de aquello y para que no se destapase, la contaminación a la ciudadanía, culpando de todo a Madrid, fracturando la sociedad, quebrando la confianza y haciendo huir a las máximas empresas del Ibex radicadas en Barcelona.

    Pero el ciego se niega a que lo operen para ver, y creo que por mucha serie copiada de la realidad que se nos ponga, los de la Eta dirán que son un pueblo ocupado y que era una guerra, y los de aquí dirán que los feixistes les quitan la libertad.

    PD: Avisar al final de la película, allí donde pone fin, que el ex-honorable jamás pisará la cárcel y que si fuera por mi, no saldría de ella, le estafó a mi madre todos sus ahorros, 100.000 pesetas de 1983 con el cierre de Banca Catalana sin previo aviso, de la oficina de la Ronda Universidad (Mdo Sant Antoni).

    salut

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    1. Pues si no paro de temblar al verla...voy por el 4ª capítulo pero creo que lo vivo cada día aquí con eso de no poder hablar de segun qué...Te diré que hay gente que a pesar de "valorarme" en el pasado ahora ni me menta...y no es que ya haya caducado... no, sigue exponiendose en el blog del arriba publicitado.
      Yo en giros al lado, toses y carraspeos estoy doctorado,así que no me viene de nuevo y sé muy bien y se lo agradezco que "resuelvan´" así pues me permite saber mas a quien me enfrento...son como VOX pero mutando el calor verde por el amarillo-clasista.
      Pues bien a lo del día.... Patria me parece genial , aunque tambien te recomiendo la serie La línea invisible....genial,
      Un saludo !!

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    2. Sin olvidar la defenestración del "Área Metropolitana de Barcelona", ente que podía entorpecer sus planes (enaltecimiento de la Cataluña medieval contra progreso de una comarca y conurbación modernas que, encima, no le votaban)

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    3. CHORDI, J. VICENTE: no he visto la linea invisible, y creo que dejaré de ver Patria. Me duele la gente, el tema, los asesinatos a sangre fría, la indiferencia y, el odio al semejante por ideas...
      Salut

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    4. Pues vale mucho la pena ver ambas aunque quizá lo bueno sería que las vieran los que son susceptibles de caer en la trampa de los nacionalismos y los patrioterismos. Porque la moraleja final es que no vale la pena esa lucha cuando se ha de pagar un precio tan alto como convertirte en asesino o en asesinado.

      Vale la pena señalar que "Patria" es como más humana, es más fácil sentirse identificado con personajes y situaciones, mientras que "La línea invisible" es una visión más fría del tema aunque no por ello menos realista.

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  2. Por razones que no vienen al caso, yo he visto en primera persona lo que se ha hecho en el País Vasco, he visto a indigentes mentales ponerse el dedo en la boca pidiendo silencio a una persona que por su Cultura, por su saber estar y por su aporte a la sociedad les daba cien mil vueltas. He visto desterrados que nunca volverán, echados de sus casas por una jalea de rufianes indecentes que a los que no piensan como ellos les extorsionaban, les robaban, les secuestraban o directamente les mataban. A un buen amigo mio que le cogio por el pescuezo a un par de abogados de ETA que le querian extorsionar, mejor dicho, ROBAR, a la semana siguiente le enseñaron fotos de sus hijos y su mujer, si no pagaba le mataban a la familia, estos son así de demócratas y pagó. Ahora vive en algún lugar de España, ya no vota allí, esa es la visión de la democracia de estos hijos de la gran puta. Y no fue lucha armada, fueron asesinatos, secuestros, robos, extorsión. Los que murieron eran gente desarmada asesinada, muerta con mando a distancia o a traición. Mujeres, niños, funcionarios, ancianos, les daba igual. He olido ese ambiente y tengo familia directa que lo ha sufrido. Ver como salio Ortega Lara, peor que los que salían de los campos de concentración nazis, (estos veían el sol) dice mucho de estos animales, de estos salvajes, como lo dice lo que ocurrió a Miguel Angel Blanco.
    Eta acabó cuando Francia colaboró. es así de sencillo. El asco que me dan no justifican los GAL, pero es bueno recordar que en aquellos tiempos había entre 80 y 100 muertes al año, y los "demócratas" de ahora, pedían otras "soluciones". Que mala memoria tienen algunos.
    No he visto la serie, apenas veo TV y no puedo hablar de ella.
    Un saludo

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  3. No opinaré sobre la serie ya que no la estoy viendo, pero leí la novela. Tengo que decir que en cuanto a calidad literaria, en mi modesta opinión, nada de precariedad. Salvo que te moleste que los personajes populares hablen la lengua del pueblo, con los modismos locales del castellano hablado en Euskadi como, mismamente, pasa con el castellano hablado en Barcelona.

    A mí la novela me encantó a la vez que me acojonó porque, salvo los asesinatos, se aprecian muchas similitudes con situaciones que se viven aquí (no tanto en Barcelona y su entorno pero sí en algunas localidades de la Cataluña profunda en las que tengo familia y amigos y que visito a menudo). Esos silencios forzados en plan "tengamos la fiesta en paz", esos amigos de juventud rebeldes y reivindicativos como corresponde a la edad que en un momento dado se convirtieron en seres irracionales...

    Por lo demás, muy buena tu crónica. Sólo me preocupa un cierto seguidismo del mantra que nos imbuyen desde que nació Podemos ("Podemos es maaalooo..." "Son comunistaaaas..." "Quieren hundir Espaaañaaaa..."). Y no es que yo sea partidario de ese partido pero sólo con ver de dónde parten esas consignas ya me hago una idea de la situación.

    Er... Por cierto, hay también otra serie, en Movistar Plus, "La línea invisible", que cuenta el inicio de ETA, desde su creación hasta su primer atentado, muy buena también. Desde cómo se puede alienar a la gente joven y "encarrilar" su energía hacia donde nos interesa hasta cómo se puede manipular una votación supuestamente democrática (no informando de la asamblea a aquellos que sabemos votarían contra nuestros intereses), pasando por la colaboración necesaria de ciertos estamentos religiosos y el innegable juego sucio de las fuerzas del orden. Es otro enfoque pero yo diría que esta "Línea invisible" y "Patria" se complementan.

    Otro por cierto: el tema de la actividad del clero queda también muy bien reflejado en "Patria". No sé si en la serie, pero desde luego en la novela queda retratado el p.t. cura dels cullons.

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    1. Más que en el tema de la calidad literaria, lo que si se ha cuestionado es el sospechoso parecido de partes de la novela con otra obra ("Lo difícil es perdonarse a uno mismo", biografía del exetarra Iñaki Rekarte escrita por Mikel Urretabizkaia). Pero aún en el caso de que fuera cierto, esa circunstancia para mí da más valor a la obra, ya que está copiando hechos y circunstancias muy reales.

      https://www.eldiario.es/cultura/libros/aramburu-defiende-parecidos-patria-son-fruto-documentacion-no-hay-novela-sola-frase-no-sea_1_6229434.html

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  4. A mí me parece que "Patria", la novela de Aramburu, tiene potencia y calidad, aunque haya sido denostada en ambientes independentistas para desacreditarla. También la tiene un "Patria" en pequeño como es "Los peces de la amargura": son varias historias escritas de forma muy limpia, sin adornos; al grano; prosa seca y cortada, casi documental, pero muy eficaz a mi modo de ver.

    Yo tenía también familia que vivió en Sestao todo eso, que lo pasó muy mal y que tuvo que marcharse a Zaragoza. Pero aunque no hayas sido perseguido, las pocas veces que estuve por allí (me daba miedo ir) pude palpar el miedo y el temor permanente; bastaba con entrar en una Herriko Taberna de cualquier pueblo para percibir las miradas de desconfianza y los silencios repentinos por si acaso.

    Tenía miedo a ver la serie porque estaba casi seguro de que me decepcionaría: le tengo mucho miedo al cine español, a la dulzonería que suele destilar, al habitual alambicamiento de la fotografía, a la pésima dicción de los actores y actrices (o hablan declamando angustiosamente, como dices, o entre precipitados susurros; sería mejor que los subtitularan, porque a veces no se les entiende un pijo lo que dicen).

    Nada de todo eso tiene la serie, que me parece muy buena en todos los aspectos. Estoy de acuerdo al cien por cien todo lo que dices de ella.

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  5. Leí la novela cuando apareció hace un par de años, y no aprecié ninguna "mala calidad literaria" en el relato de esas dos familias y esos dos mundos enfrentados.

    Eso debe ser cosa de algún crítico literario de la izquierda naif, que aún trata de justificar aquellos años de plomo

    A mi, veinte kilos de goma-dos que estallaron casi bajo mi trasero en Octubre de mil novecientos ochenta y uno ( por suerte sin víctimas ) me hicieron despertar a la realidad de aquella pesadilla cotidiana, aquel año hubo un centenar de víctimas mortales de ETA.

    Y caí en la cuenta de que había una colección de hijos del la gran ( piiiiiip ) que invocando una entelequia muy manoseada,a la que denominaban "el oprimido pueblo vasco", habían estado a punto de matarme, aunque ellos no tuviesen nada personal contra mí.

    Antes de aquello, no me despertaba ninguna simpatía su causa, y después de aquello, podrás imaginar lo que sentía.

    Sentía como propios a todos aquellos a los que asesinaban o secuestraban, sentía como mío el dolor de las familias a quienes arrebatan un miembro.

    Particularmente dolorosa fue para mí la muerte de Enest Lluch, a escasos centenares de metros de mi casa.

    Sentía una rabia tremenda contra la sinrazón, la violencia y el odio, sentía rabia por la manipulación a la que sometían a los familiares de los presos etarras, sentía rabia por el miedo al que sometían a todos aquellos vascos que no comulgaban con el odio y la muerte.

    Hasta el día en que se sintieron derrotados. Aquella noche abrí una botella de orujo casero, y brindé por la nueva época con un par de "lingotazos", pensando en que era un gran día para seguir vivo, aunque desgraciadamente, casi un millar de personas como yo no estaban aquí para saberlo.

    Perdonar quizás, pero olvidar nunca.

    Dwight Eisenhower visitó personalmente uno de los campos de exterminio nazis. Al acabar la visita y al salir del campo, se dirigió a los periodistas que esperaban entrar con estas palabras :

    "Pasen, vean y cuéntenlo, porque dentro de unos años, algún hijo de puta negará que todo esto sucedió"

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  6. Por lo que veo, quien más quien menos hemos tenido alguna experiencia cercana. En una ocasión estalló un artefacto en el puerto de Barcelona, en un lugar en el que yo había estado media hora antes. Y a Hipercor ibamos mi pareja y yo con bastante frecuencia por aquella época en que nuestra situación económica no era muy boyante y teníamos que tirar de la tarjeta de ECI para poder llegar a fin de mes. Fue cuestión de suerte que no estuviéramos allí el día del atentado.

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  7. Una excelente producción que vale la pena desde el primer minuto. El alma de la serie podría resumirse en la escena final del primer capítulo(impresionante). El castigo de la soledad a través del miedo. Me pareció sobrecogedor. Y desengañémonos Fernando Aramburu puede tener defectos, pero el libro está escrito de modo impecable.

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