16 d’oct. 2020

El bar de la Plaza Triana amaneció cerrado




Trabajo en el turno de la tarde y entro a las 3, es decir, a las 15. De camino al trabajo paso ante varios chiringuitos. En el barrio de Campoamor abundan, y suelen estar llenos de la gente del barrio amén de algunos currantes. Los currantes están terminando la comida, que a veces son bocatas llevados de casa acompañados por un quinto, un cafelito al terminar. Esa pausa en la terraza del chino es como una bendición.

Pero en la terracita de la Plaza de Triana no hay solo currantes. Están esos hombres mayores y solitarios, amargados, tristes, a veces furiosos. Su furia encuentra un oasis de paz en el bar. Fuman tranquilos: sus hijos no les ven cometer el delito del fumar, que le prohibió el médico. Y también están las señoras, jubiladas, que se reúnen para compartir un cortado y sus cosas. Cosas banales, sin duda, pero sus cosas. A veces las he oído como critican al gobierno.

A la terraza de la Plaza Triana, ahora regentada por una familia china que fía y permite pagar menos si no llevas todo el dinero, también acuden dos mujeres que contemplo y me hacen pensar. Una de ellas debe ser peruana o ecuatoriana, joven casi cuarentona, y la otra, muy viejita, es una autóctona con acento andaluz. La andaluza en silla de ruedas, empujada por la peruana o ecuatoriana. Se sientan con un ritual impuesto por la mayor, sin duda. Quiere que la orienten al sol, cual lagarto. Luego, con una sonrisita cómplice, la americana pide dos cañitas. Se las beben en silencio. La viejecita ya no puede hablar, pero la ecuatoriana o peruana habla por las dos. La viejecita se ríe. Es obvio que la cervecita es una licencia, un secreto entre las dos. En la sonrisa de la vieja, teñida de espumita de cerveza, uno sabe que está el secreto: que mi hija no se entere de que me casco una cerveza cada tarde. Eso y nada más que eso explica todo lo que hay que saber sobre la vida humana en la Tierra.

A la terracita del Bar Triana acuden, también, madres e hijas gitanas del barrio. Despotrican de todo. Ese es un espacio de libertad. Me sorprende y me gusta que no haya reuniones mixtas: mujeres con mujeres, hombres con hombres (y los hombres solos, esos raros héroes mitológicos). Los espacios no mixtos son, sin duda alguna, espacios de libertad: lo que vale para ellos vale para ellas.

La familia china que lleva el bar me caen bien. Estoy seguro de que antes de llegar aquí estuvieron en otras partes de España. El padre y la madre hablan un español muy malagueño. Las dos hijas hablan catalán, castellano, inglés y chino. Esas niñas se podrían comer el mundo en menos de 20 años. Y luego está la abuela, que solo habla chino y me responde "gracias" ("glacia", en verdad) cuando le digo "buenas tardes". Debe de tener mi edad o incluso algo menos. Y se mueve ágil, tan lejos, tan lejísimos del pueblecito chino en donde vivió su infancia. Ahí hay un buen tema.


Hoy, la terraza del Bar Triana (porque está en la Plaza de Triana) amaneció ausente, un erial, las hojas secas arrastradas por el viento, sin mesas ni sillas. La puerta del bar, cerrada. Un señor poderoso, a quién la ujier le ha llevado un café y dos bollos a media mañana, ha decidido cerrar el bar por lo del virus. Así todos sabemos que es él quien manda aquí.


12 comentaris:

  1. Son pequeñas historias de personas que pueblan el barrio, el barrio donde se hace raíz, como los chinos, a los que jamás verás poner una mala cara, se rigen por un refrán milenario que dice así : Si no sabes sonreír, no pongas una tienda.

    Me gustan esas historias. Son pequeñas, chispeantes y reales, tan reales que parece que nos pertenecen.

    No deberías dejar de acotarlas para tu futuro proyecto.

    PD: por cierto, cuando quieras devolverle las gracias a la abuela en mandarín, sólo tienes que decirle: shi-shi, inclinando levemente la cabeza en señal de respeto.

    Salut

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    1. Me apunto el "gracias" en chino mandarín. En cuanto el Pere Aragonès me lo permita lo haré y luego te cuento.

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  2. Hoy , hay otra historia que duele, en el hospital de la Vall d´Hebrón, han encontrado muerto un anciano en un wc...levaba tres días allí, y nadie se enteró

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    1. Leí esa historia, es lamentable y terrorífica. Y eso sucede cuando hay grandes garantías de salubridad y etc.

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  3. Por mis bemoles y por vuestra seguridad decido que se cierre el bar y ya está, seguiré con mis bollos y mi café y vosotros os aguantáis.
    Salud

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    1. Creo que Aragonès está muy volcado en darse a conocer. las elecciones se acercan. Estate a tento a sus apariciones en la prensa. Me consta que el Aragonès está removiendo cielo y tierra para salir en la foto cada día. Te lo contaría en privado, es fascinante lo que remueve el chico para hacerse visible en los medios.

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  4. Yo soy cliente asiduo de algunos bares. Por las mañanas me voy a uno a leer durante dos o tres horas y el camarero, que ya me conoce, me sirve el cafecito con sacarina y un agua con gas. Mientras leo me doy cuenta de la vida interna del bar, de sus clientes y de la personalidad humilde de sus camareros que el día anterior al cierre despótico estaban, aunque no lo dijeran explícitamente, lógicamente angustiados por el caciquismo de la decisión.

    Los bares son las universidades populares, tal vez mucho más sabias que las otras, las oficiales, las que tienen profesores y catedráticos si es que sigue habiendo catedráticos. El declive de la universidad como fuente de conocimiento y de democracia -solo hay que ver el sectarismo y fanatismo de las universidades catalanas-, va paralelo al crecimiento de los bares como lugar de reunión y sabiduría profunda donde las clases populares se citan para convivir pacíficamente, algo que no se da en los mafiosos parlamentos, congresos y casas de putas políticas que aquí se estilan.

    El cabrón de turno tendrá sus dos bollitos y café por las mañanas pero nosotros hemos perdido un lugar de convivencia y el cierre no durará quince días, es absurdo. Va para mucho más tiempo. Los camareros quedarán en paro o irán al ERTE lo que sabemos lo que significa.

    Odio al estado bienhechor que nos protege. No quiero que me protejan.

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    1. El Aragonès ha adoptado una postura paternalista que quizás le enlaza con su abuelito, el alcalde falangista de Premià de Mar. Pero creo que sus decretos, autoritarios y chapuceros, solo pretenden darle visibilidad para las próximas elecciones regionales.

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  5. Si antes yo tenia la sospecha de que quienes nos mandan no sabían muy bien como gestionar esta crisis, ahora tengo la certeza absoluta de que no tienen ni put...( piiiip) idea.

    Lo único bueno en este asunto, es que creo que van a perder votantes de esta.

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    1. Nadie sabe como gestionar la crisis de la COVID, ni en Cataluña ni en Albacete. Eso es una evidencia. Estaría bien que lo reconociesen. Cuando yo tomo una decisión equivocada en mi terreno profesional no dudo en reconocerlo y pedir disculpas. Generalmente, mi reconocimiento del error se toma como algo positivo.

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