8 de gen. 2023

EL COCIDO IMPERIAL CATALÁN

 

En 2003, el profesor Enric Ucelay-Da Cal publicó su obra central, El imperialismo catalán. Estamos hablando de un libro de algo más de 1000 páginas y que, por consiguiente, no debió de ser leído por amplias capas de la población. Tampoco lo pretendía. Sin embargo, unos años más tarde (alrededor de 2012) empezó a ser citado en las redes, más que nada para ponerlo de vuelta y media. Eran los años previos al auge independentista, cuando la palabra más frecuente en la esfera patriótica era "soberanismo". Quizás algunos de ustedes recordarán aquel instante, que hoy parece perdido en la neblina.

Por el mismo tiempo apareció el concepto de "el català emprenyat", con gran predicación en las redes: el catalán mosqueado también era el prólogo del desastre, aunque la expresión solo se refería a la ciudadanía molesta por el maltrato en las inversiones de Renfe y los peajes de las autopistas. Por aquéllos años yo intercambiaba correos con una señora, hija de un industrialito catalán de nivel medio -pero muy soberanista- que un día se vino arriba y, sin ton ni son (y prejuzgándome por mis apellidos muy catalanes) me dijo que había dado con la solución para el encaje de Cataluña en España:

-Lo que debemos hacer -me contó tras haber sufrido una revelación epifánica- es pedirles a todos los grandes millonarios catalanes que se vayan comprando Cataluña a cachos, hasta convertirla en un territorio privado. Entonces seremos independientes.

Recuerdo parte de mi respuesta, más bien lacónica, que fue algo así como: ¿Te suena una cosa llamada democracia?. La señora soberanista no me escribió nunca más.

Volvamos al libro del profesor Ucelay: se trata de una ensayo muy denso y sesudo sobre la influencia del partido regionalista Lliga Regionalista de Cambó en la política española de principios del XX. Me abstendré de resumirles el asunto, que es complejo y requiere mucha dedicación. Me limito a exponer que parte de la tesis es, justamente, que el pensamiento identitario catalán pretendió inspirar una nueva visión de España, una vez perdidas las colonias. Francesc Cambó (algo más tarde un ferviente franquista y mecenas del levantamiento de 1936) ejerció de reformista español basándose en los presupuestos del catalanismo (entonces regionalismo). Recuerden que la Convergència de Jordi Pujol es una fotocopia remasterizada de la Lliga de Cambó: nacionalismo, catocilicismo, conservadurismo.

Quizás faltan años para un nuevo estudio académico y serio como el del profesor Ucelay, pero creo que el nacionalismo catalán sigue siendo el faro de la política conservadora y derechista de España. Si uno se fija un poco descubrirá que la señora Ayuso plagia sin cesar las estrategias del nacionalismo catalán e incluso sus argumentos cuando recorta servicios públicos para ponerlos en manos privadas. Y también descubrirá que el señor Feijóo, en su etapa gallega, practicaba un regionalismo con grandes dosis de inspiración regionalista catalana. Feijóo, a su manera, es un émulo discreto (lo llaman moderado) del nacionalismo de Pujol, aunque con menos hijos y sin esa Lady Machbet Ferrusola. No se me tomen a la ligera, por favor: presténme un poco de crédito aunque yo no sea un profesor universitario de la talla de Enric Ucelay. 


5 comentaris:

  1. No lo había visto de esa manera, es claro que no he leído el libro que citas y que ahora tengo pendiente, pero si, Cambó fue un mecenas, a la altura de March.
    Hoy nadie pondría dinero en esta causa, primero porque no cotiza en bolsa, nos hemos vuelto poco productivos, y segundo porque pocos, y entre esos pocos están muchísimos neoconvergentes, han recolocado sus industrias con domicilio fiscal fuera de Cataluña.
    Y ya se sabe, nadie apuesta a caballo perdedor.
    salut

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    1. March y Cambó tenían muchas similitudes y me consta que los viejos convergentes admiraban mucho al banquero mallorquín.

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  2. No entiendo de política, pero si que me interesa la Economía, desde ese punto de vista es interesante y viable lo que dices.

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  3. Bueno, todos los nacionalismos tienen un sesgo derechista, cuando no de ultra-derecha, así que los patrones de la señora Ayuso, Feijoó, Pujol son el mismo : "Esta tierra es mía, ergo el dinero de esta tierra también es mío". Solo hay que ver los recortes en servicios públicos que arrastramos en todas las autonomías dominadas por el nacionalismo, con la excepción del País Vasco.

    Sobre los paralelismos entre Cambó y Juan March, para mi solo tienen en común su adscripción a la derecha. March fue un personaje bastante siniestro.
    Recomiendo leer el libro de Pere Ferrer, historiador mallorquin, sobre Juan March, al que calificaron como "El Ultimo Pirata del Mediterraneo". Y creo que quién lo calificó así se quedo incluso corto.

    Si a alguien le interesa leerlo, puedo facilitárselo en formato Epub. En el se puede ver claramente reflejada la trastienda económica de la rebelión de Franco, y como le fue posible afianzarse en los primeros meses de la guerra incivil.

    Un abrazo.

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