13 de febr. 2022

Padre Saturno

Entre el exceso y la falta: así se sitúan los modelos de paternidad conocidos. En el libro (librito, de 68 páginas) que pueden ver en la foto, Eduardo Halfon (Ciudad de Guatemala, 1971) le escribe al padre excesivo y ausente a la vez, el padre tirano del que se debe huir, el padre devorador y castrador que incluso tras la fuga del hijo sigue devorándole para siempre.

Halfon le escribe una carta al padre saturnal y por el camino transcurren los escritores suicidas, que no son pocos. Des de Klaus Mann a Alejandra Pizarnik, de Horacio Quiroga a Leopoldo Lugones, de Hemingway a Lowry, y luego Jack London, Silvia Plath, George Trakl, Virginia Woolf, Mishima, y luego muchos más. La poesía de Trakl me impresionó mucho en la juventud, por su escalofriante brillo oscuro. El caso de Klaus es especialmente estremecedor, una relación paterno filial compleja y tenebrosa que implica a un hombre laureado, premiado con el Nobel de Literatura.

Por estos días, precisamente, he tenido la desdicha de conocer un caso cercano de excesos paternos que ya va camino de los tribunales: una padre que viola a su hija, un padre que viola a su hija de trece años en nombre de algún tipo de derecho natural que se otorga. Y luego están los padres maristas y salesianos, por nombrar solo a dos familias de padres, aunque su paternidad sea metafísica en estos casos.

Algunos dirán que el mundo está fatal, o peor que nunca. Pero todos sabemos que la humanidad avanza lentamente y a trompicones y a veces da dos pasos p'alante y tres p'atrás, pero el balance es de progreso: por lo menos, los que antes se callaban y se comían sus penas ahora las cuentan. Y las denuncian. Lo que sucede en los colegios religiosos debe ser contado. Y sus culpables, llevados ante el juez. No se entiende que haya políticos renuentes, políticos que miran hacia otras partes, políticos que juegan a la política en vez de hacer política. El sentido de la política no es otro que buscar lo mejor para la mayoría, y la mayoría exige justicia siempre y sin lugar a dudas. Y la protección de los débiles. Los violadores deben ser juzgados en los tribunales humanos: al César lo que es del César. Violar a niños y a niñas no está en manos de Dios, ni de sus ambiguos y sorprendentes ministros del Vaticano.

Resulta muy chocante que los defensores de la vida a ultranza y a toda costa (los que están en contra del aborto o la eutanasia) se posicionen en contra o a medias, tibiamente, cuando se trata de defender la vida buena o la vida digna. En España tenemos unos políticos de derechas poco homologables con sus socios europeos. Quienes defienden las "familias bien entendidas", la familia como centro de la cultura y de la patria, deberían comprender algo que ya contó Freud hace años: la familia puede ser el infierno. Muchas veces la familia es el infierno.

La familia es el infierno estricto para esa niña de trece años violada por su padre. No se me ocurre un infierno más horrendo que este, en el que una es violada en el hogar, dulce hogar. Nada bueno se puede construir en ese hogar que debe ser abolido sin tapujos. Del mismo modo que quizás se debe replantear el asunto de la escuela religiosa, concertada o no, en este país -y posiblemente en muchos otros.

Hay un Saturno vestido con sotana y adornado con una cruz en el pecho que anda entre nosotros, revestido de mística y de bondad, y unos politiquillos que miran hacia los campos de remolachas para hacer oídos sordos al dolor inenarrable. Parafraseando al Tolstoi que dijo "amo a la humanidad pero soy incapaz de amar a un hombre en particular", por ahí se pasean unos padres saturnos que proclaman "no amo a la humanidad pero amo a algunos niños y niñas en privado", andando enhebrados a unos políticos que aman a España pero no sienten nada hacia el dolor de los españolitos.


2 comentaris:

  1. Cuando siendo muy jovencito leí "Justine", del Marqués de Sade (sade,... sadismo) me pareció que realmente aquellas páginas salían de la mente de un pervertido, ni por un momento pensé que pudieran ser reflejo de algo que se pareciera a la realidad (los frailes, los abusos casi que organizados y estructurados). Aquel hombre describía la oscura realidad, la que seguramente era más real que la que podríamos llamar "clara realidad".

    Yo fui a una de las Salles; nunca tuve ningún problema de este tipo, pero en segundo de EGB (7 años) ya sabíamos que habían despedido a un profesor, no era un hermano, en este caso, por manosear a varios niños de primero de EGB.

    podi-.

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  2. No entiendo la postura de la iglesia. O si la entiendo, no quieren responsabilidades y abogan porque el cuerpo es débil. Hay quien hace religión y hay quien la utiliza. Estos hacen religión y se perdonan así mismos.
    No me extraña que cada vez más las personas sean menos creyentes.
    Un abrazo

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