6 de febr. 2020

No leer a Manuel Chaves Nogales


Dedicado a Andrés Trapiello

Cuando era joven quería comprender el mundo. ¿El mundo? ¡No! El universo entero. Quería conocer los entresijos y las razones del universo entero. Y quería saber si existe un solo universo o más de uno, y si los otros son paralelos o están en serie. Y qué significa la vida humana.

Y no solo eso. También quería saber si existe Dios, y si hay uno o más de uno. ¿Eran mejores los dioses griegos que el dios Yahvé? ¿Jesucristo es una construcción judía inspirada en Osiris? ¿El cristianismo surge de una mala traducción al griego de una frase escrita en hebreo? Pasé años con esas preguntas en mi cabeza y mi cabeza devino en cabezota y será por eso que en cuanto me quedé calvo y empecé a comprarme gorras, las dependientas de las sombrererías se asombraban del tamaño de mi cráneo.

Pasaron los años y mi cabeza menguó. Ahora compro sombreros y gorras de talla estándar. Ahora me hago preguntas pequeñas.

Me conformo con comprender una cosa tan pequeña como España, que es el lugar que me ha tocado. Para comprender España (para intentar comprenderla) se pueden leer muchas cosas distintas. Los mejores textos que he encontrado, a día de hoy, son los de Manuel Chaves Nogales, sevillano y periodista y genial. Creo que no he leído nada mejor en los últimos diez años que los textos de Chaves Nogales, nada que sirva tan bien para comprender España. Quien comprende España comprende el mundo. Quienes pretenden separarnos de España pretenden separarnos del conocimiento.

No creo que la vida me de los años necesarios para comprender España. En los 50 y pico, uno no solo piensa que ya no dispone del tiempo suficiente para tamaña empresa si no que intuye que quizás sea mejor así: marcharse sin haberla comprendido del todo, o solo a medias.

Chaves Nogales me sugiere que el resto me la pase leyendo, pero temo la frase del poeta francés: la carne es triste y he leído todos los libros. Por eso mismo leo despacio a Chaves Nogales y engaño la lectura de sus libros y la soslayo mediante ocupaciones banales o solo necesarias a medias: poner la lavadora, corregir los trabajos de los alumnos, contemplar el avance de las nubes y calcular la velocidad del viento a ojo de buen cubero, lavar los platos, pasar el mocho, mirar películas viejas en blanco y negro, calcular el ritmo de mi empobrecimiento futuro en el duermevela, estudiar dietas sanas y que prometen la longevidad o que aumenten la líbido, leer cosas grises y mediocres, poner más lavadoras y tender la ropa, preocuparme por los destinos de Cataluña, poner notas a los alumnos y luego cambiarlas por otras notas que me parecen más justas. Lo que sea para no terminar con las lecturas de Chaves Nogales.

Los ingleses dicen que todo está en Shakespeare. Los yanquis, que todo está en Los Simpson. Los españoles sabemos (o deberíamos saber) que todo está en Chaves Nogales.

Por eso mismo no me lo quiero terminar a Chaves Nogales. Por eso mismo demoro la lectura de Chaves Nogales como sea, y le pido tanto a Dios como al Diablo que me permitan procrastinar la lectura de ese genio deslumbrante, para no terminarla nunca.

13 comentaris:

  1. No se deje " La agonía de Francia "

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  2. Sobre los temas y preguntas profundas llevo muchos años desgañitándome la cabeza para cada vez quedarme más confuso y extrañado, así que ahora he empezado una fase gradual de abandono en esas cuestiones filosóficas.

    Salut

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    1. No recomiendo abandonar las cuestiones filosóficas, solo ceñirse más a lo real y lo cercano y optar por el estoicismo.

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  3. A ver, entre tu y el Sr PACO CID, me habeís puesto los dientes largos.
    he de devolver un par de libros a la biblio, y ahora a buscar uno de CH N...
    Gracias

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  4. "A sangre y fuego" son relatos desgarradores sobre la condición inhumana e incluso despiadada de muchos paisanos. "El maestro Juan Martínez" se desarrolla por los días de la Revolución Rusa del 17 y y Chaves Nogales ya habla de la barbarie de la guerra civil consecuente y la implantación del totalitarismo. Tengo pendiente de leer otras narraciones que se han ido publicando los últimos años. Fue todo un descubrimiento, porque no es un simple novelista, en realidad hizo periodismo en el sentido histórico y aportador. Y se mojó en su visión de la catástrofe española, de tal modo que fue mal visto por ambos bandos, porque no estaba en línea con ninguno de ellos. Coincido en el interés que muestra Lluis Bosch. Así que no dudes, Miquel, en hincar el diente a alguno de ellos. Para empezar, el de "A sangre y fuego" ya es mucho. Te estremecerá.

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    1. El prólogo de "A sangre y fuego" es, también, un texto que podía haberse escrito hoy.

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  5. Ah, hay otro libro de artículos suyos con el título "Qué pasa en Cataluña". A veces no sabes si es tema de aquel tiempo o se está refiriendo a lo de ahora.

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    1. Estoy seriamente tentado de leer el libro sobre lo que pasa en Cataluña. Me temo que lo que pasaba entonces es igual a lo que pasa ahora, incluso con el mismo lenguaje. La verdad es que me da un poco de miedo leerlo.

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  6. Tomo nota https://lostbarcelona.blogspot.com/2020/02/los-tres-salen-ganando-o-no-divertimento.html

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  7. No os equivocáis, lo que pasa ahora en Cataluña es exactamente lo mismo que sucedía en la época de Nogales, la misma enfermedad.

    Nogales fue ante todo, un periodista. Y como buen periodista, un espíritu libre y crítico con todo aquello que oliese a falsedad y a política de vuelo bajo.

    Le tocó lidiar con una época violenta y sangrienta, en la que la humanidad y el sentido común desaparecieron en nuestra tierra, y en la que los eternos demonios hispanos salieron sueltos a pasearse.

    Me gustaria imaginar lo que el escribiría de el "processss" si viviese en nuestros dias.

    No tendría desperdicio, seguro.

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  8. Leí siendo un adolescente su libro sobre el torero que me impresionó y luego leí el de Cataluña. Sin conocerlo bien, me pareció una persona que tomaba distancia, como una manera de comprender mejor, escéptico, y libre, valores necesarios siempre para contar historias. En la politica catalana hay dos personajes que me llaman la atención. Una es Bou, el concejal del PP en BArcelona, que habla con el corazón, fuera del burocratismo discursivo de la mayoría de los políticos. Y la otra persona es Astrid Barrio, no se implica emocionalmente, toma tambien distancias, y eso en este momento creo que es un buen puente. Saludos amigos desde el corazón del Cabo de Gata en Almería.

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