22 de març 2020

Rousseau y Hobbes con virus de fondo


Domingo 22 de Confinamiento

El debate se planteó en la clase. ¿El hombre es bueno por naturaleza y le corrompe la sociedad? ¿O bien es por instinto malo y debe someterse a las leyes de un estado que regule su conducta?. Los alumnos, mayoritariamente, optaron por Rousseau. Incluso les parecía un debate sin sentido. Muy pocos se cuestionaron de veras. Creo que el "buenismo" o como quieran llamarle ha penetrado hondo en la juventud. Eso sería una buena noticia, una nota de optimismo: si los jóvenes creen en la bondad del ser humano será porqué su experiencia se lo dice. Me resulta algo difícil de creer: muchos de esos jóvenes viven realidades que, empíricamente, no responden a su idea. Sin embargo, proclaman su fe en la bondad intrínseca.

Pero cuando llega una crisis como la del virus ¿se sigue pensando en la bondad que ilumina nuestra vida social?
¿Qué se debe pensar del hombre que acumula doscientos rollos de papel higiénico mientras piensa: que se jodan los demás? 
¿En qué piensa el concejal de la CUP que propone toser en la cara de los militares españoles para que se vayan de Cataluña? 
¿En qué piensa Elisenda Paluzie cuando el día 13 de marzo pide dinero para la Caja de Solidaridad de la Asamblea Nacionalista? 
¿En qué piensa el señor Torra cuando acusa y lanza bulos contra el Gobierno para promover el secesionismo catalán y mantener encendida la llama de su causa? 
El debate sobre la bondad se planteó en una clase con alumnos de alrededor de los 18 años. Luego, más tarde, cuando reflexionaba sobre la sesión, intenté recordar lo que pensaba yo a mis 18. No pude. Tras haber leído a los 15 "El Señor de las Moscas" de Golding, quizás hubiese optado por Hobbes. Bueno, lo dejé: es demasiado complejo. Y además he leído muchas más cosas desde entonces. Tantas, que soy incapaz de pensar sin que me interfieran las lecturas. Quizás leímos demasiado. Quizás leímos cosas que no deberíamos haber leído jamás. Sin que de eso se infiera una apología de la ignorancia ni una exaltación de la estupidez.

También recuerdo experiencias (de otros la mayoría, y alguna propia) que me cuentan que las personas somos capaces de atrocidades enormes con nuestros congéneres pero también, impensadamente, de grandes gestos solidarios. En una charla de Médicos Sin Fronteras a la que acudí hace años pusieron ejemplos escalofriantes de ambas actitudes. Las dos opciones parecen convivir eternamente, en todas partes. En un lugar de África de cuyo nombre no me acuerdo, la milicia nacionalista permitía que MSF instalase su campamento para acoger a los refugiados. Lo contemplaban desde la colina de enfrente. Estaban allí, quietos, sin pegar un solo tiro. Cuando el campamento estaba lleno de refugiados entraban en él a sangre y fuego. Eso sucedía una vez tras otra, hasta de MSF decidió dejar de montar campamentos. Sin embargo, había relatos muy estremecedores de solidaridad, de bondad, de altruísmo más allá de toda razón de la supervivencia.

Con todo el lío, vuelvo a pensar en la necesidad de la filosofía, maltratada cuando no simplemente abandonada en los currículums educativos. Llevo muchos años en el gremio de la educación y las respuestas a preguntas como ¿es lícito robar comida cuando tienes hambre? han ido empeorando no solo en la calidad del razonamiento si no también en la cantidad de las respuestas obtenidas. Los que opinan son pocos, y su opinión es pobre.

Bondad o egoísmo, supervivencia, miedo, protección. Si el hijo del vecino puede contagiar a tu hijo ¿estarías dispuesto a matarle?. ¿Sería eso un acto de maldad?.

Solidaridad o nacionalismo. Si el ejército español se ofrece a ayudar a los enfermos catalanes, a los sinhogar catalanes o a los más frágiles catalanes ¿lo rechazaría en nombre de la identidad y de la soberanía catalanas?. ¿En qué orden situamos los valores y qué dice de nosotros el orden en que situamos la protección de los débiles y la identidad nacional?.

19 comentaris:

  1. Empecemos por tu último párrafo:

    "...Si el ejército español se ofrece a ayudar..." Tenemos un ejemplo del que nos hemos olvidado porque somos frágiles de memoria, contumaces en el equívoco y reacios a aceptar la realidad.

    ¿Quién cojones se acuerda en estos momentos que Joaquín Beltrán y Alberto Sololuze, desaparecieron aplastados por toneladas de mierda en un vertedero de Zaldibar (Vizcaya), allá por el 6 de febrero?

    ¿Y quién se acuerda que el día 8 de febrero, los especialistas del Ejército en desescombros y terremotos, se ofrecieron a buscarlos con todos los medios disponibles a su alcance?

    ¿Y quién se acuerda que el lendakari en el poder dijo que no, que no hacía falta el Ejército en Euskadi?, que ya los encontrarían ellos por sus propios medios.

    Resultado: ni los han encontrado, ni los encontrarán, porque la mente del lendakari tiene más basura ideológica que toda la acumulada allí.

    Y pregunto: ¿si hubieran sido sus hijos (los del lendakari), hubiera aceptado la ayuda del ejercito para encontrarlos lo más rapidamente posible a ver si aún respiraban debajo de la porcuna?

    Y dos) En el método deductivo tiene que haber dos premisas válidas para que la tercera sea verdadera. Así el enunciado sería:
    Todo hombre es mortal
    Lluis es hombre
    Lluis es mortal

    Y aquí nos daría la respuesta con razonamiento, pero resulta que partimos de una premisa errónea de Hobbes; recordemos cual es y porque se le significa. En su libro "Leviatan", él conminó una cita, cita harto famosa: " El hombre es un lobo para el hombre", y resulta que en las conductas de estos mamíferos no se dan estas características. Las manadas no atacan al más débil, antes bien lo defienden, y no se agreden entre ellos, a no ser por conductas sexuales, conductas que se dan en todos los animales.

    Yo hubiera puesto el ejemplo de Glaucón (hermano de Platón) y su anillo de Giges. Con ese ejemplo, no te quepa duda, hubiera ganado por goleada que "al hombre hay que atarlo corto", porque es malo por naturaleza.

    Dejo enlace para quien no recuerde el simil: https://es.wikipedia.org/wiki/Anillo_de_Giges

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  2. Es un largo tema de debate y aqui no arrimo "el ascua a ninguna sardina", mi experiencia me dice que en todos los sitios y todas la ideologías hay gente buena y gente mala, que hay empresarios que son unos cabrones y otros que son bellas personas, que hay obreros magníficos y auténticos hijos de puta.
    Que nadie es mejor o peor por su actividad, pensamiento o discurso, que eso lo que lo marca son los hechos. Y que incluso en sitios marginales fuera de la ley, los negocios ilícitos habituales (donde yo no he estado, ni pienso volver) hay gente buena y formal o como cantaba aquel otro "Hay que ser muy honrado para vivir fuera de la ley".
    Vivimos en épocas de apóstoles, de predicadores que venden "remedios medicinales", volvemos a tiempos de inquisidores y no me gusta, no me gusta nada.

    Miquel lo ha bordado, Joaquín Beltrán y Alberto Sololuze ya no cuentan para nadie.

    Un saludo

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  3. POr cierto, hay muchas personas que tenemos concepto de Justicia, un concepto elevado de lo que es el bien y el mal. Pero estamos bastante perdidos en la actualidad.

    Un saludo

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  4. He leído a Hobbes, pero más los escritos metafísicos que los políticos. La verdad es que no quiero entrar en detalles, pero mi visión del ser humano es bastante negativa. Hay excepciones claro está. Me gusta ver la transparencia y bondad de los animales. Por desgracia en este universo cuando el bien consigue dar un paso adelante en la esquina de enfrente el mal da tres.

    Salut.

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  5. Lluís, dices: si los jóvenes creen en la bondad del ser humano será porqué su experiencia se lo dice.
    La experiencia de los jóvenes es corta, pasarán los años y el tiempo podrá demostrarles cómo puede ser de perserva la maldad gratuita que muchos practican.
    Saludos
    Francesc Cornadó

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  6. En los momentos de dificultad es cuando se ve la cara espantosa que se esconde tras la máscara del "buenismo"
    Salud
    Francesc Cornadó Estradé

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  7. Esto se que va a sonar a locura, pero estoy convencido de que el bien, el bien verdadero es aquel que se hace sin esperar ningún tipo de compensación a cambio. Si pudiera ser incluso sin sentir auto-placer cuando se hace una buena acción para que sea más perfecto. O sea, que el bien no puede tener segundas motivaciones para ser Bien. Soy consciente que este tipo de declaración puede generar polémica, acepto las criticas que se puedan dar.

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    1. Cert Joan. Jo sóc així però fou pels condicionants vitals i de fet tambvé per un goig. Anomeneu-me narcisita d'haver arribat a ser veguer del Barcelonès d'Escoltes Catalans. Si bé hi havia un adoctrinament esdevenia l'educació vers l'altre, la coeducació (Igualisme?), el respecte a al natuera, el país i el món i conèixer que el fràgil no podia ser malmès pel superior o cercaria al cosí d'un suc de fruites per tal d'esdevenir també al·liat i poderós. Posicionant-nos amb la ràbia i ira del "cupaire" al camp de les teories sistèmiques dels 70, Amb un Russeau ja més existencialista i del "aqui i ara". La frase de Hobbes que no coneixia, la del "Lluís moral" que rectifica "Tot Barcelona" y se expande en los superegos olvida colectivo en pleno estres agudo, que aún no post-traumàtico, esperemos unos meses a las reacciones. Es decir y ya acabo: Aquel "hombre lobo del hombre" y de la ficción del "Dr Jekill & Mr Hyde" de Stevenson, le añadiría la alocución sin ánimos de estigmatizar al ser humano del " hombre loco que vuelve loca a la humanidad". Si un sabio conocedor de Nietzsche quiere aportar bienvenido sea.

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    2. No hay critica es forma de hacer el bien, es conocida y reconocida en muchas películas y novelas, y esta bien, pero mucho me temo que esa forma de actuar se tropieza con la vanidad. La vanidad es un mecanismo de supervivencia que bien administrado puede dar sus frutos, ¿que hay de malo que una persona haga el bien a raudales si con ello su alma se ve recompensada con afectos ajenos?, para mi nada. Pero hay muchos que aparte de no dar, no reconocen los hechos, tan solo porque estos hayan proporcionado bienestar o reconocimiento a quienes les hicieron.
      Un saludo

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    3. No hay nada de malo en que una alma se vea recompensada por afectos ajenos, pero si la INTENCIÓN y el fin último es conseguir esos afectos utilizando el hecho de las buenas acciones entonces eso no creo que se pueda considerar "Bien". Será un bien de segunda categoría por llamarlo de alguna manera. Un bien más encarado al utilitarismo.

      Salut.

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  8. Nunca he creído en la bondad intrínseca del ser humano, quizás porque crecí viendo y leyendo las portadas de "El Caso" en los kioscos de La Rambla, je, je. Bromas aparte, haber nacido y crecido el el barrio Chino de Barcelona ( ahora conocido como Raval ), siendo testigo de auténticos dramas humanos, creo que inmuniza de por vida contra el "buenismo".

    Y tu podrás juzgar, es una zona que conoces bién, ya que colaboras con las hermanas de Teresa de Calcuta.

    Cincuenta y tantos años mas tarde, allí, los actores son diferentes, pero la obra teatral y los papeles siguen siendo los mismos.

    Y lo poco que me reconcilia con la raza humana, son la gente como Miquel y las hermanas, que reparten comida sin preguntar a nadie quien es y a que Diós le reza.

    No diré que la gente joven crece entre algodones, pero si creo que la mayoria lo hace dentro de una burbuja de confort.

    Y la realidad suele tener aristas bastante cortantes.

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    1. RODERICUS, me adscribo bastante a lo que dice.

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  9. Quizá la primera pregunta debiera de ser que es aquello que nosotros consideramos "el bien".
    A los hombres y sus características los juzgamos, entre otras cosas, como buenos o malos, en tanto que las acciones las enjuiciamos como correctas o incorrectas.
    Si nos limitamos al "bien moral", que es del que estamos hablando en este momento, habremos de concordar que es aquel que nos hace actuar con ética, independiente de la compensación posterior (sea esta trascendente o inmanente). Uno actua, como bien dice Ud. JOAN FOSCATERRA, porque le sale de allí dentro, y no puede explicarlo
    Su afirmación no genera polémica, antes bien, creo, como ha dicho Francisco I, la manera de actuar de "los Santos de la Puerta de al Lado", o sea, la de todos aquellos que no son creyentes y están dispuestos "per se", por humanismo diría yo, a dar su tiempo por otro ser humano.

    Aquí, para mi, esto tiene más valor que el acto de aquel que creé, pues el que creé, en ocasiones actua por miedo no al castigo, sino a NO SER premiado (en el más allá), se entiende.
    Un placer JOAN FOSCATERRA. (de todo corazón)
    UN placer RODERICUS (gracias)
    Un placer CORNADÓ (bon amic)
    Un placer LLUIS...t´estimo

    Salut ¡

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  10. TEMUJIN...no me he olvidado de ti..un abrazo grande y un placer.Cuidate

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  11. Y digo yo ¿no será posible que ambos, Rousseau y Hobbes, tengan razón? ¿Que haya personas buenas por naturaleza y otras malas por naturaleza, independientemente de que a lo largo se su vida y a causa de experiencias vividas algunos buenos acaben volviéndose malos y viceversa? Es así como lo veo yo, independientemente de que en esto, como en tantas cosas de la vida, hay pocos blancos y negros y muchas escalas de grises.

    Y que hay gente que no es tan mala como parecía... y otros que parecían buenos y resultaron ser odiosos y egoístas (ahora que alguien ha mencionado a la Madre Teresa de Calcuta)

    En otro orden de cosas habría que concretar dónde está la verdadera bondad, si sólo es verdadera cuando es desinteresada o también lo es cuando esperas algo a cambio. Y aquí se nos caería casi todo el santoral, porque si hiciste el bien con la finalidad de ganarte el cielo tu bondad ya no era desinteresada. Desde este punto de vista, quizá los únicos buenos de verdad son los ateos buenos, que hacen el bien aún sabiendo que no va a haber un padre supremo que los premie al final de su vida.

    Yo tengo mi filosofía propia sobre esto, que es: si todos hicieramos el bien, el mundo sería un lugar mucho más agradable y feliz. Yo no puedo controlar lo que hacen los demás pero sí lo que hago yo, luego aporto mi granito de arena para ese mundo utópico. Lo que, por otra parte, no impediría que si alguien me hiciera una putada y estuviera en mi mano vengarme, lo hiciera. Qué le vamos a hacer, nadie es perfecto.

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  12. Por cierto, lo del papel higiénico... hasta ha tenido el honor de un artículo dedicado en National Geographic: https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/coronavirus-y-compra-compulsiva-papel-higienico_15318

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  13. J. VICENTE, le voy a poner una paradoja, de seguro le hará pensar, (yo todavía estoy en el asunto). Ya nos dirá lo que piensa.
    Cuando la Hermana Agnes (Teresa de Calcuta), iba en busca de niños por las calles de esa ciudad, (lo hacía cada día), en muchas ocasiones no sólo se llevaba a la misión los niños que deambulaban por la calle sin techo donde cobijarse, en otras muchas convencía a los padres, parias desheredados de la tierra, de que con ella en la misión estarían mejor que cualquier futuro en brazos de ellos (los padres). Algunos eran entregados de buena gana, otros de buena fe, pero otros padres (que los hubo) no sintieron la necesidad de darle el hijo, y sin embargo, en más de una ocasión, ella se los llevó.

    Comprenderá que no pondré por la fuerza (no es el caso, ni el momento, ni estoy en la posesión de la verdad absoluta). Eso fue causa de problemas con el gobierno hindú. Y ahora la pregunta:

    ¿Tiene (no digo puede) una persona la autoridad moral de llevarse un crío/a de los brazos de sus padres bajo la argumentación de que en su centro comerá cada día, y que con ellos no tiene futuro?

    He aquí la idea del bien. Unos dirán que si; otros dirán que no.
    Yo siempre he tenido la duda.
    Un abrazo y salut

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    1. Con respecto a la "bondad" de la santa de marras, hay bastante información por la red, estos son un par de artículos bastante esclarecedores:

      https://news.culturacolectiva.com/noticias/madre-teresa-de-calcuta/
      https://eluniversal.cl/contenido/233/angel-del-infierno-investigacion-revela-que-teresa-de-calcuta-era-de-todo-menos-

      En cuanto al dilema que planteas, ciertamente es una prueba de lo difícil que puede llegar a ser determinar la bondad o maldad de alguien puesto que una misma acción puede parecer buena a unos y mala a otros. Yo te respondería que no, que ninguna persona tiene autoridad moral para separar a un hijo de sus padres en contra de la voluntad de estos pero, en realidad, depende. Por ejemplo, un niño que sufre habitualmente maltrato físico o psicológico o abusos sexuales sí se debería separar; mientras que no me parecería justificado por el hecho de que vaya a pasar penurias a causa de dificultades económicas a no ser que los propios padres lo prefirieran.

      Es decir, si yo fuera enormemente rico (la santa manejaba millones de dólares) y supiera de niños condenados a vivir en la miseria, lo que haría sería ayudar a la familia al completo a mejorar sus condiciones de vida, no dejarles en la miseria y encima robarles sus niños.

      Cosa que, por cierto, ocurre hoy en día en nuestra propia sociedad. Servicios sociales extremadamente celosos que separan a hijos de padres por causas no siempre justificadas:

      https://www.elsaltodiario.com/menores-tutelados/presentan-denuncia-colectiva-contra-el-sistema-de-proteccion-del-menor

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    2. Perdón, me olvidaba, otro abrazo (pero desde metro y medio) y, ahora más que nunca, salud para todos.

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