16 de jul. 2019

Lengua y patio, lengua y patria

dedicado al colectivo Koiné y, especialmente, a las autoridades españolas de educación y de cultura

Resultat d'imatges de hable en cristiano


[El primer redactado de este artículo lo escribí en septiembre del 16, lo colgué en el blog y poco después lo retiré. Creo que por temor a ser leído por según quien. Ahora, revisado, insisto en el asunto. No soy más valiente, solo más viejo].


En el cuento "El vestido nuevo del emperador" aparece un niño que grita: "¡el emperador está desnudo!". La desnudez del emperador es la verdad que nadie quiere pronunciar para no incomodar al poderoso. La voz del pueblo, genuflexa, se empeña en admirar unos ropajes inexistentes.

En el patio de las escuelas catalanas se habla castellano. Y en las interacciones entre iguales en el aula, lo mismo. Decir eso es como afirmar: el sol sale por el este. Lo que pasa ahora, en la desdichada Cataluña, es que al emperador se le ha ocurrido proclamar la verdad tras años de ocultarla. Con la intención de reprimir al niño que habla en la lengua escogida para relacionarse.

*

Esto es el patio de una escuela catalana. 11 de la mañana. En este barrio la población inmigrada en las últimas décadas alcanza el 60%. Magrebíes y latinoamericanos en su mayor parte. Los autóctonos llegaron en las décadas anteriores y deben ser alrededor del 30%. Y luego hay algunos "catalanes de toda la vida", pero esos llevan a sus hijos a las escuelas concertadas del centro. No vaya a ser que se mezclen: el mestizaje adorna el discurso pero no se quiere para los hijos. El mestizaje es para salir a la calle durante la fiesta mayor, pero en pijama mejor no.
Un niño se acerca al maestro y se queja de que otro niño le ha agredido. El tutor interrumpe la queja del niño por tres veces. Por tres veces le espeta:
-No t'entenc. Parla'm en català.
Cuando por fin el niño consigue comprender la extraña respuesta, ensaya la frase en catalán. El niño es inteligente y prueba por ensayo/error. Su nueva oración contiene varios vocablos en castellano, pero sin embargo, ahora, el tutor accede a escucharle y por fin le responde:
-No té importància, ha estat sense voler.

Mi padre vivió, durante su escasa escolarización, situaciones equivalentes. La diferencia es anecdótica: cambie usted el catalán por el castellano. La diferencia grave está en que a mi padre le obligaban a cambiar de lengua cuando España era una dictadura militar. Ahora, España es una democracia de la unión europea, y un estado descentralizado en autonomías. El poder autonómico de esta autonomía en la que me ha tocado vivir pide democracia y libertad cada día, y no hay día sin que lo pida. Y uno se pregunta: Más libertad ¿para qué?.

El maestro del ejemplo no es una mala persona. Aunque mejorable, creo que no actúa como cómplice por maldad o negligencia, quizás solo actúa así por miedo. He visto ese miedo muchas veces en las escuelas: miedo a discrepar o a dudar del dogma, ya sea el dogma educativo o el nacional, dos cuestiones que suelen confundirse mediante la invocación de la diferencia (el famoso "fet diferencial català" que ningún científico ha definido jamás). Es un miedo de silencios y acatamientos a regañadientes. Al fin y al cabo, eso es un puesto de trabajo y el fantasma del paro o la exclusión (el fantasma de la soledad y el desamparo) recorre los pasillos. Al maestro le pido que piense por su cuenta, cuando pueda.

Las víctimas son los niños que sobrellevan la represión de su lengua materna o adoptiva sin comprender qué está pasando y aceptan que la lengua de sus padres (la materna o la que se esfuerzan por dominar) está prohibida entre los muros de la escuela. Aunque solo exista ahí, entre esas paredes.
-El catalán les da oportunidades, les abre puertas en el futuro.
Eso me lo dijo la directora. La directora es de lengua materna castellana, y se aporta a sí misma como prueba. Este argumento ha prevalecido y resulta difícil rebatirlo en el contexto de la autonomía catalana, en donde la administración se dirige al ciudadano solo en catalán, en donde se exige el dominio de esta lengua para acceder a estudios superiores y puestos de trabajo bien valorados.

La cuestión está en el hecho de que esa administración monolingüe, por más autonómica que sea, es la administración del estado. Un estado que renuncia a ser estado en asuntos tan sensibles como la lengua de sus ciudadanos. Cualquiera está más o menos de acuerdo en que el catalán, por minoritario, debe ser protegido. Pero entonces ¿quién protege al ciudadano castellanohablante en esta parte de España? ¿En nombre de qué se desprotege al ciudadano que habla la lengua oficial de España? Visto así, la respuesta "el catalán les da oportunidades" es menos convincente, y eso sin detenerse en que el castellano les abre puertas a medio mundo, por número de hablantes y por algo que importa mucho: el acceso a la cultura española, a la lengua de Cervantes, Vargas Llosa, Javier Pérez Andújar o Javier Cercas.

Sería buena idea fijarse en el tratamiento de las lenguas en las escuelas de países plurilingües como Suiza. ¿Se prohíbe el francés, el italiano o el alemán en los patios de las escuelas romanches?

El papel del estado en el tratamiento de las lenguas de España debería estar en la agenda. Me cuesta comprender que, bajo el pretexto de abrir puertas y oportunidades, la educación pública le responda "no te entiendo, habla catalán" al niño al que un malote le ha soltado un sopapo.

Pruebe usted a decir "me han agredido y me duele" en una lengua que no sea la que usa cuando expresa los sentimientos y las emociones. Y ahora imagínese que una autoridad le responde: "no le entiendo, repítamelo en la lengua del poder".

2 comentaris:

  1. El poetastro del Catastro17 de juliol del 2019, a les 17:12

    Se. Bosch, no espere de las autoridades localistas la suficiente comprensión lectora de su diáfano escrito, no han de progresar adecuadamente....

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  2. "...Sería buena idea fijarse en el tratamiento de las lenguas en las escuelas de países plurilingües como Suiza..."

    Ud sabe mejor que yo que eso es imposible al menos en este país. Y es imposible porque nuestros políticos son cortoplacistas. Le explico mi punto de vista.

    No creo que haya ningún maestro que se niegue a dar clases en los dos idiomas oficiales, pero ud mejor que yo sabe que eso es imposible. ¿Cómo se podría pagar una doble nómina cuando el dinero de educación lo utilizamos para otras obras que no son para educación?...¡¡¡¿Pero que dice ud, sr Miquel ?¡¡¡¡, les digo que aquí le dejo el listado de este año:

    https://cronicaglobal.elespanol.com/politica/escuelas-catalanas-llevan-22-anos-en-barracones_229104_102.html

    y le digo que mientras esto suceda, es imposible que el aula sea plurilingüe, que es lo que tendría que ser, con dos maestros vernáculos, con dominio de los dos idiomas, así de sencillo. Pero es más fácil no hacer nada porque no hay cash para tamaña "locura", es mejor hacer comisiones de investigación, protocoles de información, estudios de actuación y todo lo que lleve acompañado un grupo de personas con cargo a un cobro añadido al cargo, que además les de autonomía para poder ir a hacer "comidas de trabajo" a costa del erario.

    Siempre he pensado que si con la cultura ( dos idiomas en la enseñanza son cultura), no les parece bien, que sigan haciendo pruebas con la incultura, los resultados se verán no muy lejanos, y lo pagaremos todos, de una forma u otra.

    Un abrazo; salut.

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