15 de nov. 2021

PAU JUVILLÀ, PERSEGUIDO POR MAL ESCRITOR

La señora Borràs y el señor Aragonès han firmado un documento (manifiesto, declaración solemne, yo que se) en el que le piden a la Justicia que retire el caso contra un tal Pau Juvillà, diputado de la Cup imputado por desobediencia y colgar lazos amarillos donde no debía.

En el texto de Borràs y Aragonés se nombra, como no, la insoportable represión del "Estado Español" y otras lindezas al más puro estilo victimista. Lo de siempre, a saber: altos cargos públicos del Estado, extraordinariamente bien remunerados, acusan al Estado de persecución. Que baje Aleksei Navalni y lo vea. 

La verdad es que hasta hace poco desconocía a Juvillà, y fue cuando me enteré de que su nombre sonaba como presidente de la Mesa del Parlament y es entonces cuando me dijeron: ese escribe novelas negras, como tu. ¡Vaya! No me sorprendí mucho, ya que ando muy desconectado de los jóvenes escritores del género policial en catalán por un motivo muy simple: me aburren soberanamente y la inmensa mayoría de lo publicado en catalán en la última década bajo el sello "novela negra" me parece un soporífero discurrir por el costumbrismo pastoril (¡qué obsesión por la cosa rural tenemos en este país!) aderezado con un par de muertos y un policía, invariablemente Mosso de Escuadra bienpensante, progresista y de vida sana y moral impecable. En definitiva: un Mosso de bien, tal como debe ser. Algo muy oportuno en la novela negra, como todo el mundo sabe.

Consulté y descubrí que Pau Juvillá ha publicado cuatro cositas, una de ellas una historia del PSUC "a les terres de Lleida" que debe ser muy interesante y luego, si, efectivamente, un par de novelitas negras.

Juvillà esgrimirá la represión contra la disidencia catalana, ya lo saben, la matraca habitual. No dirá que la justicia quizás se haya equivocado de delito, pero en el caso de que le halle culpable, la inhabilitación y la multa le estarán bien empleadas por sus débiles novelillas y por algo que llama la atención: su curioso pluriempleo. El chico escribe novelas aún siendo diputado, miembro de Òmnium Cultural, miembro de la CGT (¿CGT y Òmnium todo junto? ¡jolines con la confusión!), tras haber sido técnico en gestión ambiental, concejal de Lleida y, por fin, desobediente al Tribunal Constitucional. Su capacidad es de vértigo, y claro, en esas situaciones algo se tiene que resentir: se resiente su prosa, fácil y simplona.

En Cataluña hay una buena colección de escritores y de escritoras que, de existir el delito penal de mal/a escritor/a, darían con sus huesos en la cárcel por decenios. Conozco a una buena pandilla, se lo aseguro. Lo que pasa es que escribir lo puede hacer cualquiera y todo es líquido, y del mismo modo que se puede transitar por los sexos y los géneros, también se puede transitar por las novelas y los cargos públicos. Lo que les digo: estamos asistiendo al siglo de oro de las letras catalanas con novelistas como Pau Juvillà, el pobre escritor perseguido por un estado opresor del que lleva cobrando, cargo público tras cargo público, toda su vida.


3 comentaris:

  1. Pensa que en Juvillà farà una bona i llarga carrera política, està contraent tots els mèrits.

    Salut.

    ResponElimina
  2. Si hay un oficio difícil, este es el de escritor.
    Sucede que hoy, y en estos pagos, hay mucha editorial autóctona que imprime lo que escribes siempre que sea en la lengua de Guifré el Pilós. Por qué ?, sería la pregunta, porque así se llevan la subvención pertinente y con ello los costes no sólo están cubiertos y asegurados, sino que además constan como editores "pro", esto les da la garantía de estar en el circuito koine y de seguir recibiendo limosnas por parte de quién corresponda.
    A partir de aquí, los plumillas como el que nos describes, se creen escritores sólo por el mero hecho de haber llenado unas hojas.
    Salut

    ResponElimina
  3. El discurso de Aragonés y la Borrás ya aburre hasta a las ovejas. Si quieren ver lo que es un estado represor, que vayan a Cuba y vean como trata el régimen de Diaz Canel a los disidentes. Es muy fácil "llorar" la "falta de democracia" desde una poltrona muy bien pagada, y después coger el coche oficial e irte a almorzar a un buen restaurante.

    Y de la filiación política de este tipo, yo diría que apuesta a varios números en la ruleta, para que salga lo que salga, le toque también alguna poltrona en el sorteo.

    Un "estomago agradecido" mas entre miles, a la mayoría de los cuales no conocemos, pero que "pastan" en los presupuestos de la Generalitat.

    Son como la roña y las costras que se acumulan en un vieja olla de cocina que nadie limpia a fondo.

    Me pregunto cuanto dinero se podría ahorrar en cada presupuesto si se eliminasen estas regalías innecesarias, y cuantos sueldos de médicos y enseñantes se podrían pagar.

    ResponElimina