17 de jul. 2021

A dialogar hasta enterrarlos en el mar

Quienes creemos en las virtudes del diálogo y del pacto como una opción de la vida (y lo aplicamos a rajatabla en nuestra vida personal y profesional) no dejamos de sorprendernos ante determinadas visiones del diálogo que tienen algunos políticos. En especial, los políticos que insisten en el diálogo como quien insiste en un mantra. ¿Creen de veras en el diálogo o lo confunden -dramáticamente- con el monólogo?

A esos políticos de poco les sirve que incluso la antropología nos cuente que las sociedades antiguas que prosperaron fueron las que entablaron pactos y alianzas con sus vecinas, las que se fusionaron, las que cooperaron.

Graecia capta ferum victorem capit. ¿No es acaso eso una magnífica reivindicación antigua del diálogo y del intercambio?

Es fácil que un monologuista engañe a un dialoguista exigiéndole diálogo, solo como táctica para encontrar un púlpito en el que lanzar su tedioso monólogo. El dialoguista caerá en la trampa como caería yo, de bruces y por ingenuidad, pero también por principios: creer en el diálogo implica aceptarlo siempre, con quien sea y sin remilgos. Incluso con quienes sabemos que solo simulan creer en el diálogo.

El monologuista disfrazado de dialoguista lo tiene bien con su chantaje, e incluso se llevará el gato al agua con su relato, el tan cacareado relato. Su posición es exactamente esta: dialogar hasta enterrarlos en el mar.

Se debe reivindicar el diálogo. Ahí se equivocan Vox o el Partido Popular: diálogo siempre, ante todo. Incluso cuando hay que dialogar sobre la composición de los tribunales. La democracia es un pacto entre distintos: no es poner urnas. Es pacto entre diferentes. El señor Casado anda muy equivocado y quizás debe pensar un poco más y un poco mejor: a su partido no le va muy bien en Cataluña. Hay que dialogar y exigir actitud dialogante. Ahí andan igual de equivocados Casado y Aragonés, dos hombres con muchos más puntos en común de lo que ellos piensan. Y ahí está el asunto: se parecen demasiado.

Hay que creer en el diálogo. Pero se deben conocer las reglas del diálogo, y el señor Aragonès parece que las ignora, por ignorancia o por mala fe. El señor Aragonès ignora, por ejemplo, que antes de ir a dialogar a Madrid debe dialogar entre las distintas sensibilidades de Cataluña. Y le recuerdo, por si lo ha olvidado, que el partido más votado en Cataluña fue el PSC, cuyo representante es el señor Salvador Illa. Con el señor Illa es con quien debiera pactar el señor Aragonès.

Dialogue, señor Aragonès. Dialogue sin miedo con el señor Illa para empezar. Y recuerde que dialogar no es intercambiar monólogos.

 

9 comentaris:

  1. Temo que el Sr Aragonés sólo sepa entablar conversación con un aparato a su medida, el espejo, que es, al fin y a la postre, el instrumento capaz de convertir un monólogo en un diálogo.
    Salut

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    1. Quizás con alguien más, pueda dialogar. Con quien en ciertos aspectos piense igual que él.

      podi-.

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    2. Es cierto: hay algo de egolatría en el discurso de este político, ya que suele hablar solo de suyo y solo para los suyos. Creo que los presidentes de la generalitat no terminan de comprender que son gestores de toda la ciudadanía de su región, y no solo de aquellos/as que les han votado.

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  2. Yo voté a Illa y de ello me arrepiento porque la Cataluña alternativa se ha quedado sin voz porque los votos a Illa están en manos de Sánchez, se ha apoderado de ellos e Illa no representa a esos cientos de miles de catalanes no independentistas sino que solo son parte de una estrategia de Sánchez. Los catalanes no independentistas podemos elegir entre qué opciones perder el voto. Ciudadanos fue inoperante, pero el PSC es un rehén del nacionalismo y no de diferencia en esencia de él. Es más de lo mismo, pero ahora mi voto está ahí para ser manipulado.

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    1. Yo voté a Illa y sigo convencido de mi elección, lo cual no significa que no tenga una actitud crítica y sea capaz de verle los déficits o lo mejorable. No voto como un creyente sectario, no lo he hecho jamás. Lo que me pregunto es ¿qué otra cosa hubiera podido votar? Y mi respuesta, que no es feliz, es esta: ninguna. Por eso mismo debo seguir confiando en sus capacidades, que son muchas. Y debemos darle margen de tiempo: el procés se está desmoronando a toda velocidad.

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  3. También yo voté a Illa. Por varios motivos. El primero porque creo en sus postulados y es el que más me convence. El segundo porque lo conozco personalmente y es un tipo honrado. Pero JOSELU ha dado en el clavo. La frase " Los catalanes no independentistas podemos elegir entre qué opciones perder el voto", es la que nos representa.
    Salut

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    1. Aún aceptando que los catalanes no independentistas lo seguimos teniendo mal, Illa y su partido están revirtiendo lo que el PP estropeó por dejadez y por estupidez.

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  4. Pues si no votais a Illa, ni a Ciudadanos.....los unos por lo uno y los otros por lo otro... poco mas nos queda, bueno quedan los "otros" que nos defenderán contra "groguis"los que nos quieren expulsar de nuestra comunidad por ser "catalans dolents", borrarnos nuestra idea de Patria Comun por la del terruño casinero y futbolero...Ah pero los otros, a mi igual me someterían a una lobotomía o peor aún castigarme con misas y rosarios y amanazarme con acabar en el infierno por pecador y obseso sexual irreductible, Tan solo por ser como soy, tan solo por querer vivir mi vida
    En fin, paciencia y a resistir.

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    1. Completamente de acuerdo, Jordi. Me parece muy oportuno mencionar el terruño futbolero y eso me recuerda lo que dijo hace pocos años Arcado Espada: sin Guardiola y sin Messi hubiésemos tenido menos euforia nacionalista. Yo he aplicado la paciencia muchísimas veces en la vida y nunca me he arrepentido de haber recurrido a la paciencia. El procés se desmorona. Un poco más de paciencia y el nacionalismo independentista será un parque temático. Al tiempo.

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