28 de des. 2019

La soledad de Krajina (y la cuestión de Tabarnia)

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Vukovar durante la guerra.

Lo que cuenta la prensa no se puede creer a pies juntillas. Pero está bien que esos señores (y señoras) estén negociando, sentados, bien comidos, con el aspecto de haber regado bien la comida. Además, en Madrid se come muy bien. Está bien que intenten devolver el asunto a la política y que se hagan reconocimientos mutuos. Habría muchas cosas que matizar, pero así a grosso modo, digamos que está bien lo de hablar y negociar. Parece más civilizado. Aunque, a mi, los jueces como Marchena y Llarena, las leyes y los tribunales también me parecen un buenísimo ejemplo de civilización, de democracia y de inteligencia. Me gustan Marchena y Llarena.

Creo que los independentistas le han pedido al futuro gobierno que reconozca la existencia de algo llamado "conflicto catalán", que para ellos es un conflicto territorial entre una región y un estado, España. Para mi el conflicto catalán siempre ha sido otra cosa: el conflicto de convivencia entre catalanes que han creado una parte de los catalanes. Una parte que, aún siendo minoría, se otorga la legitimidad, excluye de catalanes al resto y asume, por lo tanto (abracadabra) que lo que ellos quieren es lo que quiere Cataluña. Me gustaría que los negociadores catalanes aceptasen esa segunda acepción del conflicto. Si no lo hacen, no habremos negociado nada de nada. Si no lo hacen, los catalanes que no somos independentistas nos habremos quedado solos, genuinamente solos.

Mientras pensaba en esas cosas (y en qué cocinar al mediodía), el libro que ando leyendo me sorprende con un capítulo dedicado a la república serbia de Krajina, un suceso casi olvidado que aconteció alrededor del año 90 del siglo pasado, durante las guerras en los Balcanes. Cuando Croacia se hubo independizado, una gran región del nuevo país (cuya bandera es la bandera que le diseñaron los nazis) intentó independizarse de Croacia, a su vez, para integrarse en Serbia: sus habitantes eran, mayoritariamente, de origen serbio. El ejército federal yugoslavo (lo que quedaba de él) se desentendió del asunto, y la guerra quedó en manos de las milicias pro-serbias y de las croatas. Se masacraron los unos a los otros. La región, esa Krajina que dio nombre a una república efímera, fue devastada. Su ciudad más importante, Vukovar, arrasada varias veces por las artillerías de ambos bandos.

La guerra balcánica avanzaba en otros frentes y, aunque Serbia les prometió a los habitantes de Krajina que no les abandonaría, usó Krajina como pieza para negociar otro asunto y, finalmente, se olvidó de Vukovar y de los serbios que habían quedado del lado de la república Croata. Que no fueron muchos, a decir verdad: muchos miles murieron (jamás se llevó al tribunal de La Haya a ningún militar croata) y muchísimos otros miles huyeron y emigraron hacia Serbia, que les acogió con desánimo. Los serbios de Krajina quedaron solos, a merced de una negociación lejana, abandonados a su soledad por obra de un cálculo estratégico. Uno se puede detener a pensar en la soledad de aquellos serbios de Vukovar: campesinos, peones, maestros de primaria, tenderos, obreros.

Cuando alguien planteó por aquí la hipótesis de Tabarnia, no se supo si se trataba de una broma, de una broma inteligente, o si de veras había un proyecto político detrás. Recuerdo haberlo comentado con algunos conocidos, y casi todos opinaron lo mismo: plantear la secesión de Tabarnia respecto de una hipotética Cataluña independiente sería terrible, un paso hacia la balcanización de España. También me dijeron: si se proclama la autonomía de Tabarnia, incluida en España y fuera de Cataluña, nos olvidamos de nuestros hermanos españoles de Lérida, de Gerona. No estaría bien abandonarles, dejarles solos en esa Cataluña excluyente, me dijeron. Acuérdate de Krajina, recuerdo que me dijeron.

Es cierto: en Croacia hubo otras regiones que no querían ser croatas aparte de Krajina, y todas fueron olvidadas. Hubo grandes desplazamientos de personas, exilios masivos, miles de familias que lo perdieron todo, que tuvieron que marcharse con lo puesto de los lugares en donde habían nacido, que habían amado, que fueron su paisaje, su pequeño país. Todo eso pasó en nombre de derechos "nacionales", de derechos inventados sobre la marcha y respaldados por armas, la ley del fuerte, las razones del poderoso que se otorga la mayoría. En nombre, por otra parte, de negociadores que buscaban equilibrios políticos o algo así. Croacia consiguió ser un estado pero es un país triste con una bandera nazi, su democracia es más que dudosa y allí mandan, más que nadie, los oligarcas locales, los hijos de los croatas que se aliaron con los alemanes para joder a Serbia y más que nada para joder al socialismo. En todo ese lío, tremendamente complicado, los serbios de Krajina se quedaron solos. Y luego fueron vendidos.

Lo que me impresiona de veras es imaginarme la soledad que debieron sentir los serbios de Krajina, la soledad genuina e inenarrable que sintieron. Es posible que algunos de esos serbios optasen por quedarse. Quizás hoy todavía protestan, ellos o sus hijos, seguro que si protestan lo hacen en voz tenue y son inaudibles para el mundo. Quizás alguno escribe algo al respecto, lo ignoro. Nadie escribe sobre ellos, nadie les menciona como héroes.

20 comentaris:

  1. Comparar el "conflicto catalán" con las guerras en los Balcanes es completamente desatinado.
    Y lo de "..los jueces, las leyes y los tribunales también me parecen un buenísimo ejemplo de civilización, de democracia y de inteligencia." Bueno, depende de la posición en la escala social de cada uno. Claro, si me comparas el sistema actual con una dictadura de algún país en el pasado siempre será mejor lo que tenemos ahora, eso tan común que se dice "..piensa que podría ser peor", pero ¿Por qué no se piensa que podría ser mejor?, ya que las dos son posibilidades incumplidas por igual.

    Salut

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    1. El caso de Krajina no es desatinado, aunque pueda parecerlo así de golpe. Depende de por donde se agarre el tema. Se comparó hace tiempo (y lo hizo un escritor francés) con el caso de Euskadi: si bien es lícito que una entidad pretenda disociarse de un estado porqué no quiere seguir formando parte de él: ¿qué hacemos con las personas que viven dentro de esta entidad y que prefieren formar parte del estado en donde vivían?. Esta pregunta es la pertinente en el caso catalán. En su grado más dramático, es la pregunta de Krajina. Pero la situación en Cataluña podría ser parecida. Y ya me callo, porqué si me pongo a largar sobre la Cup y los Cdr no podré evitar compararles a las milicias fascistas de Croacia.

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    2. Asesinatos, violaciones, exterminio de etnias, por suerte aquí no está pasando como ocurrió en los Balcanes. Lluís, no te lo tomes como un ataque, pero creo que la decepción de estar viendo una Cataluña que te a defraudado, por decirlo de alguna manera te lleva a exagerar, igual soy yo el que lo estoy interpretando mal...no se.

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    3. El tiempo nos dirá. Es cierto que vivo con dolor psíquico lo de Cataluña. Y es cierto que Cataluña me defrauda. A día de hoy me avergüenzo de ser catalán y me avergüenza hablar la lengua que fue la de mi madre, es por eso lo del dolor psíquico.

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    4. Creo que es muy inverosímil que se pudiera dar una situación parecida, los independentistas no tiene ni armas, ni estrategia militar, ni recursos, cosa que el estado Español si tiene todo eso.

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    5. Totalmente respetable Lluís.

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    6. Pero tienen a los mossos de escuadra, convertibles en milicias. Y tienen a los Cdr, y al Tsunami. Tienen poder y presupuesto. Y se creen superiores, y creen que existe una raza catalana o algo así. Incluso creen que existe una nación catalana. A la gente que cree cosas como esas se le puede presuponer cualquier maldad.

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    7. No creo que los mossos y Cdr quieran sacrificar sus comodidades y sus Jaguars por un fusil.

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    8. Ojalá. Y puede que tengas razón. Pero están muy locos.

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  2. Es una buena comparación, tanto en lo ideológico como en lo temporal.

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  3. L'home ben educat ha de saber necessàriament en quines ocasions està obligat a ser això que se'n diu un maleducat - deia Fuster -, malgrat no compartir res del que dius, prefereixo no contestar-te, no puc ni vull ser maleducat amb tu ni amb les teves opinions.

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    1. Gràcies per ser educat amb mi, Francesc. Però no dubtis que si mai em dius el que opines jo no seré gens ni mica educat amb tu: el que és menyspreable ho és. I els nacionalisme català ho és. Com qualsevol altre nacionalisme. El nacionalisme català, com qualsevol altre nacionalisme, és una apologia de la mort i de la guerra. ¿Tu series educat davant de la mort i la guerra?

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  4. Lluís, el nacionalisme català és una bleda i el més inofensiu de tots els nacionalismes, perquè és un nacionalisme de cap de setmana. L'Espanyol és el perillós i el que cal combatre.

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    1. No estem gens d'acord. El nacionalisme espanyol estava mort i enterrat fins que el català el va desenterrar, perquè tot nacionalisme necessita l'existència de l'enemic per sobreviure. En aquest sentit, el mal que ens ha causat a tots el nacionalisme català és enorme i encara no en coneixem tot el seu potencial maligne. Al tiempo.
      A mi (ara parlo sobre la qüestió personal i prou), el nacionalisme català m'ha provocat tensions i trencaments familiars, malestar al lloc de treball, pèrdues d'amics. I dolor psíquic: ara em fa vergonya ser català quan surto de Catalunya, un dolor nou que no havia experimentat mai. Salut i bon any nou!

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  5. Quisiera hacer un inciso. Recordar que el Sr TORRA Quim Torra en 2018 avaló la vía eslovena como una camino para llegar a la independencia:

    https://www.lavanguardia.com/politica/20181209/453445198374/independentismo-via-eslovena-comin-torra-consell-republica.html

    Recordemos que tras la independencia, Eslovenia solventó el problema con lo que se denominó “los borrados”, 18.000 ciudadanos yugoslavos residentes en Eslovenia perdieron sus derechos. Fueron borrados de todos los registros. Un auténtica limpieza étnica administrativa. Perdieron no solo sus derechos, sino también pensiones o ahorros. En la actualidad, las reclamaciones siguen en proceso, con sentencias a favor de la Justicia internacional. Un día te quitan la nacionalidad y al siguiente te suprimen del registro de la propiedad. Tanto el Consejo de Europa como la ONU han reconocido y condenado este fenómeno.

    Un año antes del pronunciamiento en favor de la vía eslovena, en 2017, el entonces portavoz de la Generalitat, Jordi Turull insistió una y otra vez en que los catalanes que no apoyaban la independencia eran “súbditos”, no ciudadanos. Hizo estas declaraciones desde el atril de la sala de prensa del Palau de la Generalitat.

    Ni quito ni pongo, sólo me limito a insertar lo que leí y que ha quedado registrado.
    salut

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    1. Correcto, triste pero así también lo leí yo y aun sigo quedado pasmado.

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    2. De Turull me contaron, hace poco, que de niño era muy majo y que por eso le consideraban un buen tipo. Fue una de las voces más beligerantes no solo contra los catalanes no independentistas, si no contra los que se oponían a los recortes presupuestarios de Mas, el que recurrió (ante el TS) la sentencia contra los que rodearon el Parlament de Cat, ya que le parecía demasiado blanda la sentencia, y en su recurso habló del delito de sedición, ni más ni menos. Turull estuvo a favor de la Ley Mordaza y jamás ha mostrado ningún atisbo de empatía con las causas sociales.

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  6. Yo no soy catalán sino gallego, de y desde Galicia, territorio de una de las comunidades consideradas históricas.

    Después de más de 60 años de vida, de los que tendría que descontar algunos años producto de los tiempos pasados estudiando fuera de mi tierra, de los de trabajo en Costa Rica, de los incontables y largos viajes al extranjero, etc., sigo pensando lo mismo que pensaba el día que voté la Constitución del 78 y el Estado de las Autonomía: que nunca jamás se debió haber traspasado cuatro de los pilares de un estado de derecho democrático, como son la Sanidad Universal (con mayúsculas), la Educación Universal (ídem), la Justicia (ídem) y el Orden Público (también ídem).

    Y el reconocimiento de los Fueros Vascos, un absurdo legal que no tiene justificación de ningún tipo, es un anacronismo sinsentido similar al que tendía aceptar como “derecho gallego histórico”, el nunca suprimido derecho Irmandiño: todos, gallegos, vascos o catalanes, estamos conviviendo en los siglos XX y XXI, y lo que podría parecer razonable en épocas en las que, por no existir, ni existían los derechos laborales, a estas alturas de la historia no se debería considerarse como razonable un derecho extemporáneo que estamos obligados a respetar el resto de los territorios de un Estado moderno, y encima, a pagarlo de nuestros bolsillos comunes (la caja única).

    Los desórdenes que de todo tipo generó esa dejación de las funciones propias de un Estado, además de la propia falta de presencia EFECTIVA y DIARIA de ese Estado en Catalunya y Euskadi (lo de Galicia y el PP es otra cosa), es lo que ahora estamos pagando todo, seamos gallegos de Galicia (que como marxista nunca jamás seré nacionalista), catalanes de Catalunya o vascos de Euskadi. Y en ese territorio de carencia de “Estado” dentro del propio Estado Español, es la fuente en la que beben los nacionalistas e independentistas, ya sean de Bildu, de ERC, PNV, BNG, de Vox… Todos, TODOS, beben y beben de ese cultivo insano que es el nacionalismo exacerbado y reaccionario, cuando no racista.

    No sé si es hora de recentralizar partes del Estado o de fijar normas básicas de OBLIGADÍSIMO cumplimiento de todos y por todos, sin hacer distingos entre comunidades históricas, comunidades de medio pelo o comunidades medio pensionistas. Pero lo que sí sé es que a este paso, haciendo dejación del concepto “Estado”, es el argumento que a VOX no sólo le servirá para comerse a una parte de la derecha (civilizada), sino también a una parte del electorado menos concienciado de la izquierda, como estoy empezando a notar en reuniones de mi agrupación socialista, actos en los que algunos, así sea votando mientras se tapan la nariz, están planteándose ejecutar votos de castigo que hagan reaccionar a los partidos constitucionalistas. Y eso sí que es grave: cuando la extrema derecha (o el extremo nacionalismo) consigue el poder, lo colonializa, lo hace propio (por activa o por pasiva) y se aprovecha de él hasta dejar el “Estado” vacío.

    Y si eso es así, y está pasando entre los votantes de izquierda, no quiero ni pensar qué se dirá en las reuniones de los partidos de derechas: creo que si me pongo a imaginar algunos de los comentarios que saldrán por las bocas más exaltadas de militantes del PP, C’s o Vox, estoy seguro que a todos nosotros se nos podrían los pelos de punta; y ese recuerdo que hiciste a la triste historia de Krajina y su cruenta relación con Croacia o Bosnia, y su posible similitud con lo que podría pasar en Catalunya, no nos parecería tan descabellado.

    Alfredo

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    1. Te agradezco muchísimo tu texto. Lo he leído más de una vez (y de dos) y en cada párrafo encuentro temas para pensar. Y para escribir. De modo que mi agradecimiento es muy grande. Yo también pienso que el estado se debe repensar, y que debería haber algo así como unas normas básicas y comunes para todos en algunos temas. Lo otro es anacronismo y, desde luego, no es democracia. La democracia es igualdad más que votos. Y aquí votamos mucho, pero no somos iguales. España debería repensarse con urgencia, antes de que nos la repiensen en esos foros de PP y de Vox.

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