24 de juny 2018

La autoridad literaria en Cataluña

Resultat d'imatges de tiana negra

El estado de la literatura catalana en Cataluña (3).
La autora, el autor, la traductora
y el mito del entretenimiento

Una vez me enfrasqué en una discusión pública sobre la calidad de la producción literaria catalana actual, y se me ocurrió juzgarla. Fue una mala ocurrencia: el auditorio era catalán y (huelga añadirlo) muy nacionalista. Debo aprender a no juzgar a los demás, incluso si son nacionalistas. Dije que la producción literaria en catalán me parecía de muy poco nivel. Lo dije generalizando, por supuesto. Antes de proseguir por este camino debo decir dos cosas: hay buenos autoras/es y buenas obras (cito, casi al azar: Marina Garcés y J.L. Badal). Y algo muy importante: hay grandes traductoras (también cito a dos: Maria Antònia Escandell y Anna Cortils). No me canso de proclamarlo: si el lector de obras en lengua catalana le debe algo a alguien, se lo debe a las traductoras.

Alguien me pidió que concretara la hipótesis de la mala calidad y que pusiera ejemplos, deseoso de sentirse agraviado para poder argumentar que yo, en virtud de mi antinacionalismo, desprecio todo lo que sea catalán. No caí en la trampa. Pero si dije que, a mi parecer, la producción literaria catalana es mayormente nada ambiciosa y que, des del punto de vista artístico, es irrelevante des de hace varias décadas. Dije que se busca el entretenimiento pero no el arte, ni la calidad, ni la universalidad. Eso lo mantendría ante cualquier auditorio. Creo que el último escritor catalán ambicioso fue Josep Maria de Segarra con su "Vida privada". 

[La búsqueda del entretenimiento vendible ha provocado el "auge" de la mal llamada novela negra catalana, que solo es costumbrismo con policía -o costumbrismo a secas, costumbrismo moralizante al que se le añade un crimen (Núria Cadenas o Rafael Melero)- y que permite augurar que la literatura catalana ha entrado en una nueva "decadencia", peor y más aguda que la del XVIII -y quizás definitiva-, con la que tiene muchas similitudes.]

También me han dicho que la literatura de entretenimiento es necesaria porqué cumple una función social y que, como la literatura "popular", debe existir. 

Por supuesto que debe existir el entretenimiento. Soy un usuario entusiasta del entretenimiento. No me apetece cada día leer a Séneca o a Schopenhauer, ni siempre deseo revisar a Dostoievsky mientras repaso el análisis que hizo del ruso otro ruso tan memorable como Mikhaíl Bajtín. Ni pretendo entretenerme leyendo a diario los estudios de neurociencia de Eric Kandel. Cuando quiero entretenerme (evadirme) me pongo una peli serie B de las de Roger Corman, o sintonizo la Cuatro para ver a Iker Jiménez. Es más: prefiero entretenerme con "Cazatesoros" en un canal de tv cuyo nombre no recuerdo que leer una novelita negra catalana de Ana María Villalonga o de Jordi de Manuel (autores que, con su digna pretensión de entretener, desprecian la inteligencia del lector y lo tratan de discapacitado intelectual, a los cuales es imposible leer sin sentir el rubor de la vergüenza ajena). Lo dijo mucho mejor que yo el admirado Thomas Ligotti: cuando quiero evadirme miro telebasura. Ligotti habla con entendimiento cuando habla de entretenimiento.

El entretenimiento puede ser bueno, aunque se debe saber que del entretenimiento solo surge más entretenimiento, pero no el aprendizaje ni la cultura. Todo el mundo sabe que de Harry Potter no se pasa a Virgilio: de Harry Potter solo se pasa a Dan Brown. Leer (crear lectores) está bien, pero... no de cualquier lectura se saca aprendizaje. ¿No sería mejor darles a los niños buenas adaptaciones de clásicos universales como El Lazarillo, Dickens, Kipling o Cervantes? ¿Y ejemplificarles, así, que el entretenimiento y la cultura no están reñidos? 

La dicotomía entre aprendizaje y entretenimiento es falsa: uno puede entretenerse viendo una cinta de Fellini o de Buñuel, de Weir, de Leigh, de Zulawsky o de Sorrentino. Tanto o más que viendo "Torrente 3" o una serie de Tv3. Y se puede aprender a la vez que se distrae uno leyendo a Álvaro Mutis, a Eduardo Mendoza, a Patrick Deville, a Houellebecq, un cuento breve de Cortázar. Diría más: ningún autor contemporáneo me evade tanto como Mircea Cartarescu, porqué me traslada a otras dimensiones del mundo, de la vida. Su lectura me exige un esfuerzo, y ese esfuerzo que me pide es lo que le aplaudo, eso es lo que le agradezco. Quizás todo depende del modelo cultural que elegimos transmitir a la sociedad del futuro.

He ahí el problema: que la ambición de más del 80% de la producción catalana es entretener pero, como es natural cuando uno se propone eso, lo únco que consigue es aburrir. Aburrir soberanamente. Y eso tiene una consecuencia trágica para la pseudoindustria editorial del "país": el lector huye de la producción catalana tras no más de una o dos experiencias, que siempre son una o dos decepciones. Luego viene el drama pequeño, el íntimo: la pseudoindustria editorial catalana no funciona, no vende. Por consiguiente recorta en gastos y no le paga al autor. El autor, en correspondencia, escribe sus novelitas durante los fines de semana (una "novela" en no más de tres o cuatro findes): ¿alguien puede pensar que Miguel Delibes escribió "El hereje" en cuatro fines de semana? ¿Rafael Chirbes redactó el manuscrito de "En la orilla" durante unas vacaciones en verano de 2012?. ¿Antonio Soler pudo escribir un relato sobre Cataluña tan importante como "Apóstoles y asesinos" en los ratos libres de quince días? (Dice Stevenson que escribió "El doctor Jekyll y Mister Hyde" en una sola noche, pero no existe un equivalente catalán a Stevenson, creo que eso no me lo van a discutir).

Por supuesto que no.

En consecuencia, el autor se desentiende, se desprofesionaliza, se amateuriza y por lo tanto se vende barato o gratis (el pago es publicar, le dice el editor, con eso debes darte por pagado, ya sabes que el mercado está mú malito). Y el lector huye escamado, sintiéndose estafado por el autor, por la editorial y por el bloguero que ha loado la bazofia publicada como "novela", por la que le han cobrado 17 euros en la librería. ¿Cuántas cosas buenas se pueden obtener por menos de 17 euros? En mi barrio, un shawarma con ensalada y chips y un refresco gaseoso vale 5 euros. El canal DMax es gratis. Filmin ofrece más de mil pelis por 8 euros al mes. Por 13 euros me compré, seis años atrás, un par de zapatos de trekking en el Decathlon del pueblo, con los que llevo cientos de horas andando por senderos del Parc Natural de la Serra de l'Obac. Por cierto: el libro de Kandel (premio Nobel) está en la biblioteca pública, a 5 minutos de la casa.

Pasear por el parque es gratis (o casi, o por lo menos es una acción que no está sometida al copago). Y si uno sabe escoger el parque y la hora para hacerlo ¿para qué malgastarse los euros en el librito de un autor catalán que escribe pseudonovelitas negras (o gris perla o gris asfalto) para distraerse haciendo patria?

8 comentaris:

  1. Argumenté en una ocasión algo similar, aunque sin el largo razonamiento que hay expuesto aquí, y se me contestó que yo lo único que hago son "juicios de valor".

    Después pensé que no había respondido con la oportunidad que merecía el comentario, porque me di cuenta enseguida que si, que si hubiera dicho que lo que escriben, y en lineas generales, Monzó, la Rahola, el Baños o la misma Empar Moliner es de trascendencia borgiana, al igual me hubieran apostillado que era un "buen juicio de valor".

    A mi edad, y empiezan a pesar lo años, he logrado que me resbale la opinión de los que no me importan, y no me importan más que unas seis o siete personas, todo lo demás es humo embotellado, o sea nada.

    Salut

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    1. Hay que insistir en la distinción entre ciencia y ocurrencia, que es fundamental para emitir juicios. Cuando un autor catalán dice que la producción catalana tiene un nivel alto, y equiparable a la de cualquier otro país, se le debe exigir que aporte datos. Aunque, sin una crítica literaria digna, eso es imposible. Yo voy coleccionando datos, para evitar que me respondan con opiniones ocurrentes pero acientíficas. Lo hablamos algún día.

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    2. Ahora que no hay cole podríamos quedar. Te tengo reservado unos ejemplares de órdago.
      Salut

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  2. Lluís, l'autor de "Vida privada" és Josep M.de Sagarra. Joan de Sagarra és el fill que ara és un senyor molt gran crític literari i articulista-periodista. Suposo que et volies referir al dramaturg i poeta i no al seu fill crític i periodista.

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    1. Gràcies, Gabriel! Tinc massa noms al cap i no és la primera vegada que m'ajudes a corregir les meves errades!

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  3. La trascendencia no vende entre un público que no está educado para consumirla. Se escribe y se edita material de consumo rápido y fácil, un pienso que sacia pero no alimenta.

    Editado también para que alguno de sus lectores alimente un poco su ego, y piense que por leer un par de libros de calidad ínfima al mes ya es todo un intelectual

    Si los editores apostasen por obras con mas calidad, quizás venderían bastante mas y ya no tendrían excusas para vivir solo de las subvenciones. Tendrían que comportarse como editores de verdad.

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  4. Por cierto, TV3 pasó hace tres o cuatro semanas una nueva versión de "Vida Privada" de Segarra con bastante calidad. Eso si, la directora de la producción era nada menos que Silvia Munt.

    Hay que reconocer que la obra de Segarra no ha perdido nada de calidad con los años. Quizás porque trate el eterno tema de la decadencia social y humana.

    Saludos.

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  5. Uno, de mayor, puede ser escritor, editor, y hasta puede ser concejal de cultura, pero si ha ido a una escola donde ara i sempre lo han obligado a leer a Pedrolo... Qué mas quieres Baldomero?

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