15 de nov. 2020

Libro de Autoayuda para catalanes no independentistas

Los catalanes independentistas se pueden autoayudar cada día --en el sentido onanístico--, con Tv3, con Catalunya Ràdio, con El Punt/Avui o con el Ara. Por no nombrar la muy onanística Vilaweb, que es pura pornografía nacionalista. Y disponen de más medios para autocomplacerse: las ruedas de prensa del gobiernito regional, sobretodo, amén de otros medios subvencionados y de muchos compatriotas afines a la causa. A la Causa.

Pero ¿cómo diablos nos autoayudamos los catalanes unionistas, botiflers, constitucionalistas o simplemente no nacionalistas?

Lo tenemos entre mal y muy mal. Incluso la Cadena Ser (su franquicia catalana), se ha permitido decir, el día 12 de noviembre de 2020, que el partido Ciudadanos es alérgico a la inmersión lingüística. ¿No bastaba con decir que el partido es contrario a la inmersión en catalán? ¿Dirán algún día que el consejero Bargalló es alérgico al castellano de Cervantes, de García Márquez y de Vargas Llosa?

Bueno, el asunto es que los catalanes no nacionalistas nos ayudamos entre nosotros y como buenamente podemos, sin presupuesto a cargo de ninguna consejería, ministerio ni comisión europea: leemos a Ramón de España en Crónica Global, a Albert Soler en el Diari de Girona. Nos conformamos con un comentario caído al azar en TVE, con una frase recóndita de Inés Arrimadas, con un artículo medio oculto de uno del PSOE que tiene un blog de consumo propio, con un tuit perdido en una miríada de tuits, una entrada subrebtícia en facebook, con una columna de aquí y otra de allá, columnas dispersas en una galaxia lejana.

Los catalanes no nacionalistas nos conformamos con poco y nos reconfortamos con menos. Aplaudimos la serie Patria. Y nos hablamos entre nosotros, casi siempre a media voz. Nos mandamos mensajes de solidaridad y de ánimo, generalmente en privado. Soñamos con encuentros presenciales, algún día, cuando nos permitan entrar en los bares o salir de nuestro pueblecito. Planeamos encuentros, reuniones, paellas en restaurantes libres de banderas estrelladas. Aunque sean dos cervezas y una tapa en una terracita sin fotos de Cuixart. Algunos haylos, y me consta, que han encontrado grandes amistades e incluso ligues. Si yo fuese Milan Kundera escribiría una versión de La insoportable levedad del ser situada en esa Cataluña protofascista en la que dos disidentes se conocen en medio de un mundo aborrecible de banderas con una impertérrita e inocentona estrellita blanca, blanca con el blanco de las cosas que simulan ser limpias e inocentes para ocultar su negrura y su fealdad.

¡Cuántas veces me habré metido en conversaciones virtuales que planean encuentros de autoayuda entre catalanes no nacionalistas! Algunos independentistas se sorprenderían si supieran quienes se suman a esos sueños. Del mismo modo que hay adictos inconfesos que desean curarse, también hay equidistantes y gente así que desea encontrarse con sus más verdaderos similares. En los clubes de autoayuda hay sitio para todos y no se expulsa a nadie. Si usted cree que la independencia es mala cosa pero que un referéndum sería bueno, tiene lugar en este club ficticio: incluso eso lo podemos tolerar para debatirlo con calma, aún cuando yo pienso que un referéndum de esa clase no es democrático.

Algo muy grave está detrás de todo eso, de esa penosa situación: los catalanes no independentistas nos movemos en la oscuridad de las catacumbas mediáticas. Damos por hecho cierto que perderemos las próximas elecciones, ya sea por la terquedad ciega de los votantes nacionalistas o por la maldita ley electoral. Nos resignamos a las catacumbas. Damos a Cataluña por perdida. ¡Qué penosa es la autocompasión!

Alguien me dice que los cristianos empezaron en las catacumbas y echados a la arena, con los leones de Roma. Pero que luego, mira por dónde, ahora dominan medio mundo. Es fácil y agradecido pensar así. Por eso nos autoayudamos, ya que las verdaderas ayudas (las ayudas con euros) van para la autoayuda nacio/necionalista: millones de euros para El Nacional, para Vilaweb, para el Ara, para El Punt/Avui. Millones y más millones para Tv3 y Cat.radio, para RAC1 y sus etcéteras.

Nos autoayudamos sin dinero y con promesas vanas, ensueños, . Quizás los desheredados de Cataluña heredaremos la tierra catalana, quizás, vete a saber, quizás será así algún día. Sería mucho peor sin Facebook, sin whatsapp y sin llamadas, como lo tuvieron que hacer nuestros padres. 

Los catalanes no independentistas empezamos a tener aspecto de resistentes míticos, mitológicos. Y a mi no me gusta este aspecto. Yo solo quería vivir, sin más adverbios. Sin patrias, sin anti-patrias. Vivir más o menos protegido por una constitución más o menos democrática, y solo sufrir por la miseria, las injusticias sociales y cosas así. Sin patrias, sobretodo sin patrias.

11 comentaris:

  1. También podemos ver los documentales o las entrevistas de Gemma Nierga en la 2 o las intervenciones de Miguel Maldonado con Buenafuente en Movistar.... No todo está perdido

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    1. Bueno, y leer el Triangle, por ejemplo. Aunque de los que nombras haylos que de vez en cuando nos pegan un susto, y no es solo por Halloween...

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  2. Te quedan Miquel Jimenez y Gregorio Morán o las declaraciones de Eduardo Mendoza ...hay mucho donde trillar.
    Un abrazo

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    1. Es cierto: bueno, escribir eso me habrá servido para recordar que no todo está perdido...

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  3. No entiendo cómo una mayoría, aunque sea por poco ahora todas las mayorías políticas son por poco, sea tan maltratada por el conjunto de una sociedad. Ánimo, son ustedes los que mantienen la dignidad que el pueblo catalán nunca tiene que perder.

    Saludos.

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    1. Mantener la dignidad, en esto como en cualquier otra cosa, es algo que se pone difícil. Bueno, quizás siempre haya sido una opción difícil.

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  4. ¿Entendeis ahora los sufrimientos y las luchas de los homosexuales nacidos si o si en medio de un mundo hetero sexual?...
    A los demás les importa un bledo como piensan y como se relacionan...les niegan sus derechos en colegios y en las relaciones entre ellos son puestas en el escaparate de lo ridículo... ahora que si Carmen de Mairena, antes La Veneno , rodeados por los mariaxis de Jorge Javier, Boris,Vazquez... por no hablar de mas chupópteros similares...
    ¿Recordais de los chistes catalanes?...
    En fin corto y pego que no viene al caso como direis mas de uno, y pensad que no sois los únicos...

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    1. Aunque veo muchas diferencias entre ambos colectivos y no me acabo de creer la división de la sociedad en "colectivos", el símil es válido.

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  5. Un poco arrinconados, has descrito bien la atmósfera.

    Besos.

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    1. Es un arrinconamiento muy raro: en realidad, los no independentistas somos algo más de la mitad de la población. El asunto es que los gobiernos regionales, amparados en su ley electoral, han adbdicado de ser nuestros representantes. Ellos suelen decir, por ejemplo al rey: el Rey no nos representa. No se dan cuenta de que son ellos quienes no nos representan a más de la mitad de ese "pueblo".

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  6. Hola a todos. ¿Supongo que recordaréis que en el País Vasco durante decenios no se podía hablar de política si te posicionabas contra el nacionalismo, PNV y demás? No digamos ya, si uno tenía el coraje de plantarse públicamente contra ETA y sus secuaces. Te jugabas el tipo, y el pellejo. Ya conté aquí mi caso. Digo esto, a cuenta de lo que comentáis sobre la realidad de los no nacionalistas catalanes. Su situación en Cataluña. Sin la espada de Damocles que supone una organización terrorista que no dudaba en asesinar al disidente que pudiera hacer una mínima sombra, o como poco, organizar una campaña de desprestigio que llevara al "disidente" a dejar su entrono. Exiliarse es la palabra. Poco antes de 1986, algunos empezamos a movilizarnos discretamente. Con pequeñas acciones de apoyo a amenazados. Se creó Gesto Por la Paz. Cuatro gatos nos juntábamos en concentraciones para rendir recuerdo a asesinado tras cada acción de ETA. Nos tacharon de minoritarios. Nada representativos. fascistas al servicio del Estado. Nos agredían en las concentraciones. Al principio, éramos cuatro gatos. Con paciencia y resignación, aguantamos carros y carretas. Poco a poco, fueron sumándose gentes de distintos colores políticos, y muchos otros sin ningún tipo de ideología. ya no éramos cuatro gatos. Unas docenas, centenas. Abrimos una brecha social en un lugar en el que si te significabas, ya he dicho el riesgo que se corría. La gente, comenzó a perder el miedo. A plantar cara. Aquello, era incomprensible para el mundo nacionalista. Tanto, que hasta el PNV, viendo que podía perder su poder, dejó de agitar con fuerza el nogal. Ya sabéis, aquella frases de Arzallus: "Unos mueven el árbol (PNV), y otros recogen las nueces (ETA-HB). Se fue aproximando a posturas combativas contra ETA. Hoy en día, gracias en buena parte a aquellos cuatro gatos, ETA ha desaparecido. Bueno, pues en Cataluña, sin la amenaza de las armas, se puede hacer algo parecido. Disputarles la calle.

    Saludos.

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