25 de març 2020

¡Denunciad!, dice


Un policía autonómico de una población del Pirineo catalán tuvo una ocurrencia: abrir un grupo de Facebook para animar a denunciar a los malos vecinos, los que no observan correctamente las medidas del estado de alarma. Este es, sin duda, un policía vocacional. Un Charles Bronson de la era virtual. El grupo tuvo un éxito arrollador: en poco rato tenía más de 300 seguidores y las denuncias iban a todo tren. Estamos hablando de una población de unos 2.000 habitantes.

El caso apareció en la prensa y el grupo se cerró. Alguien denunció al denunciador y el denunciador sintió vergüenza de su iniciativa. Es imposible saber si se arrepintió tras reflexionar o quizás solo se asustó. Parece que muchos se quejan del cierre de este grupo. Les gustaba la idea. Delatar. Delatar por canales populares, al margen de cualquier ley, de cualquier ordenamiento, de cualquier racionalidad. Un Somatén digital. Una forma nueva de practicar la violencia contra el vecino sin mancharse de barro, sin ni tan siquiera salir de casa y exponerse al frío, a la lluvia, a las tediosas patrullas nocturnas con bates de béisbol, escopetas de caza y azadas al hombro.

De no haberse cerrado este grupo, nos habría dado información muy relevante sobre algo de la especie humana, aunque es algo que ya sabíamos. El miedo puede sacar lo peor de cada uno, se conecta con el odio en algún recoveco del cerebro.

Manuel Chaves Nogales relata en "A sangre y fuego" como la guerra civil fue una oportunidad para denunciar al vecino: acusándole de fascista o de comunista, según la coyuntura de cada pueblo, el marido celoso mandaba al paredón al amante de la mujer, o el amante al marido. Para apartar un destorbo. La delación dio grandes beneficios: por fin, algunos consiguieron hacerse con las tierras del vecino. Cuando el vecino está tirado en la cuneta de la carretera no necesita tierras, ni casa, ni mujer. Lo que vino después de la guerra fue una España de miedo, autoritaria.

Hay quienes justifican públicamente su salida a la calle. Incluso se justifican quienes van a trabajar porque no hay otra: o trabajas o el hambre, le dice el patrón encerrado en su casa confortable, con gimnasio y sala de juegos, ciudadano responsable y ejemplar. Leo a uno que cuenta: mi hijo tiene una enfermedad mental y tengo que llevarle a pasear un rato cada día para calmar sus ataques de angustia, sus crisis. Pide perdón por tener un hijo enfermo.

Es probable que la sociedad resultante del virus y el confinamiento responda a un modelo que no conocemos la mayoría de los vivos. Más autoritario, controlador y restrictivo. Y la mayoría lo aplaudirá: son los mismo que admiran los países autoritarios, que se han mostrado más eficaces contra el virus. De repente, la prensa no nombra que la China es un estado comunista. Hace pocos días vi una entrevista a Josep Piqué, que fue Director General de Indústria con Pujol y ministro con Aznar. Piqué se siente deslumbrado por China y dice, con una sonrisa mal contenida: "la China nos ha demostrado que no hace falta la democracia para progresar económicamente".

3 comentaris:

  1. Gato negro, gato blanco, ¿qué más da?, si caza ratones...

    Piqué llegó tarde. Felipe Gonzalez de la mano del líder supremo chino, Deng Xiaoping, pronunció esa frase en 1985 a su venida de la China y tras preguntarle los periodistas si aquello no era un estado totalitario y tirano, y si era ético hacer negocios con ellos.

    Trenta y cinco años son muchos años. Guste o no, Isidoro demostró ser un estadista y no un político, ya vio venir lo de hoy.

    Salut

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  2. Habría que recordarle al señor Piqué que Hitler sacó a Alemania de la crisis económica mas importante de su historia en poco menos de tres años.

    ¿ Ese triunfo económico justifica a un estado criminal pilotado por asesinos, que realizaron el mayor genocidio de la historia ?.

    Y del interior de China llegan algunas noticias inquietantes sobre el comportamiento del gobierno con las minorías étnicas, a pesar de la férrea censura de Pekin

    Sacrificar libertades a cambio de bienestar es un error que siempre acaba fatal.

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  3. Anteayer una chica de Madrid contaba en Twitter cómo, yendo por la calle, una señora desde la ventana la recriminó, insultó y escupió (por este orden). Cuando ella le dijo que volvía a casa desde su trabajo de enfermera, la respuesta que recibió fue "no me cuentes tu vida"

    Y es que esto es como el chiste del gitano que se encuentra un tricornio y al ponérselo le entran ganas irresistibles de liarse a hostias con los otros gitanos. El "policía interno" que aflora cuando se dan las circunstancias adecuadas.

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