26 d’abr. 2020

"Tot anirà bé", dijo Míster Torra

foto de Manel Concernau Robles.
Todo irá bien. La frase ha aparecido en muchas ventanas catalanas. Está escrita con letras azules debajo de un gran arcoiris. Algunos le añaden sus detalles personales: unos pájaros volando, unas flores primaverales y muy coloridas, una mariquita, rostros sonrientes. Es obra de niños, a juzgar por su factura. El cartel está pegado mirando hacia la calle, para mandar el mensaje a los escasos transeúntes, camino de la tienda de comestibles o en su errático discurrir tras el perro que les permite el paseo. O para el vecino de enfrente, encerrado detrás del cristal, convertido en voyeur involuntario.

Todo saldrá bien, que es equivalente a "Todo terminará bien". Por supuesto: todo tiene un final y este, sea el que sea, siempre es el mejor en tanto que es el posible, el único. "Todo irá bien" es lo que le dijo el espermatozoide ganador al óvulo, sin mirar atrás y sin pararse a pensar en los millones de congéneres que morirían poco después.

Más allá de este optimismo pueril y de apariencia escolar, de escuela de primaria, la frase y sus colores parecen sugerir algo relativo a lo colectivo, a la esperanza común y, en cierto sentido (o al menos así lo veo yo) a la solidaridad, lo colectivo. Sería absurdo imaginar que el mensaje solo desea un final feliz a quien lo escribió, o exclusivamente a los habitantes que están tras esa ventana.

Otras frases que hacen fortuna: la oficial "Este virus lo paramos unidos" y la espontánea "De esta saldremos mejores". En ambos casos, el mensaje habla de lo colectivo, o eso creía yo. Sin embargo, en el caso de la segunda, parece ser que en Cataluña sufre de una interpretación espuria: algunas autoridades autonómicas le han añadido algo: "mejores que tu". Es decir: los catalanes somos mejores que los españoles. Es casi impensable por lo atroz, pero ahí está. Lo ha dicho con todas sus letras una vicepresidenta regional y subyace bajo cada declaración de consejeros varios e, inevitablemente, del presidente de la cosa autonómica. El gobierno regional no pierde la ocasión, y eso es casi una patología, una manía que distorsiona su pensamiento y embota las ideas. Luego se extrañan (o niegan) que la imagen del catalán, en España y en el resto, sea la de una persona egoísta y antipática.

Ayer, camino del Mercadona, hice algunas fotos de la calle. La basura se acumula al lado de los contenedores. El confinamiento nos produce efectos variados y, por lo visto, a muchos les da por tirar trastos viejos, cambiar el colchón y deshacerse de la butaca carcomida. Sospecho que es una actitud masculina, de hombre que pasaba poco tiempo en casa y ahora, dueño y señor del espacio doméstico, actúa al dictado del reyezuelo que le habita. Otros detalles: la cantidad de guantes de látex tirados por las aceras dibujan recorridos que se pierden, como las piedrecitas que soltaba Pulgarcito. Más: los paseadores de perros han olvidado, mayormente, recoger las cacas de sus canes. Al fin y al cabo no hay nadie en las calles y nadie les ve. Nada nos indica que los catalanes seamos mejores que nadie. Podríamos ser mejores personas, mejores versiones de nosotros mismos, pero esto tampoco sucede. Parece más bien, en definitiva, que el egoísmo funciona.

Siendo así ¿a qué obedece el mensaje de superioridad cultural (o incluso étnica) que promueve el gobierno regional?. Su actitud no solo es egoísta y antipática, también es profundamente desleal con el resto del país. Siendo esos valores tan negativos, ¿cómo es posible que se arriesguen a promover un discurso autista y sin rastro de empatía?. ¿Cómo se explica que ese discurso cuaje en muchos ciudadanos?

Para llegar aquí hacían falta alforjas, y esas alforjas se han rellenado a conciencia durante décadas. Casi imposible saber cuándo empezó todo, y cada uno tiene sus hipótesis: el carlismo, el nacionalismo del XIX, Jordi Pujol, etc. La solución del enigma, como siempre, es la más compleja: es la suma de todo. Pero sin duda los gobiernos autonómicos a partir de la Transición no han dudado nunca en ahondar en la diferencia. ¿Cuántas campañas identitarias recuerdan ustedes? Yo, muchas. Algunas más sutiles que otras. Y luego está la Tv3, convertida en órgano de propaganda indisimulado y cada vez más osado, más desafiante. Yo crecí en este caldo de cultivo nacionalista y a veces no me explico cómo salí inmune puesto que yo, con apellidos catalanes y familia de tradición catalanista, tenía enormes posibilidades de caer enfermo de nacionalismo y de odio. Lo combatí siendo crítico y, sobretodo, denunciándolo. Quizás denunciándomelo a mi mismo por algo así como un imperativo moral. Llevo casi diez años en ello.

Para llegar aquí hacía falta un largo trayecto previo, y asimismo un largo historial de dejadez y permisividad por parte del Estado. Parece que ahora sea tarde, pero si nos atenemos al "Tot anirà bé" quizás no lo sea. Aunque se debe actuar, por supuesto. El nacionalismo catalán aprovecha la situación para profundizar en su mensaje de odio y de diferencia, y del mismo modo el Estado debería aprovechar el momento para profundizar en la solidaridad, la unidad y lo común. En la lealtad que nos permite avanzar, encontrar caminos. El momento es favorable a las dos opciones, pero se debe actuar para que prospere la ilustrada, la democrática, la empática.

De lo contrario se les regala el triunfo a la grosería permanente del señor Torra y a la vulgaridad ofensiva de la señora Budó.
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La ilustración de la cabecera es de Manuel Concernau, a quien le agradezco la idea y su realización



16 comentaris:

  1. Torra es un estaquirote*, hay muchos tipos de estaquirotes y Torra es un mal estaquirote. Incluso hay mucho independentista que no le gusta, que ya es decir.

    *[Estaquirote, castellanización de estaquirot]

    Salut

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  2. Lo del espermatoziode como ejemplo paradigmático de egoísmo me ha recordado un aforismo de E.M. Cioran en "Silogismos de la amargura" que dice así: "Un espermatozoide es un asesino en estado puro".

    Manel C.

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    1. Mira, no lo conocía. La verdad es que Cioran me parece una curiosidad (con todos los respetos) pero nunca me ha interesado mucho. Ahora quizás me lo repiense.

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  3. Aunque esté catalogado como "nihilista" a mi su humor sarcástico en forma de aforismos o de textos desarrollados me resulta vivificante. Un escritor que sostiene que "Qué sentido tendría escribir para decir 'exactamente' lo que se quiere decir?", que es de lo primero que leí en "La tentación de existir", ya me enganchó. Leo y releo los más de 20 títulos suyos que tengo. Salut!

    Manel C.

    P.D.: he colgado en FB un foromontaje un tanto añejo: https://www.facebook.com/photo.php?fbid=231994191480050&set=a.102748721071265&type=3&theater

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  4. Sobre Cioran leí no hace mucho que, tras promover el suicidio como la mejor opción, murió de muerte natural a los 84 años.

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    1. Habiendo leído (creo,...?) el 100% de su obra, la escrita en francés desde que se afincó en París y, tras su muerte, su obra en rumano traducida 8aquí en Tusquets editores), todas sus alusiones al suicidio en forma de aforismo o desarrolladas son de lo más irónico y de lo más disuasorio:

      - "Sin la idea del suicidio, hace tiempo que me habría matado"
      - "No merece la pena matarse. Siempre lo hace uno demasiado tarde"
      - "'¿Por qué no me mato? Si pudiera responder a esa pregunta, podría responder a TODAS las preguntas"

      Mis tresaforismos preferidos de Cioran:

      - "En un mundo sin melancolía, los ruiseñores soltarían eructos"
      - "Cuando la Idea se hallaba buscando refugio, cuán carcomida debía estar para no hallar mejor hospitalidad que la del cerebro"
      - "Mi misión es matar el tiempo. La misión del tiempo es matarme a mí. Todo queda entre asesinos"

      Salut!

      Manel C.

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  5. Sobre Ciorán. Creo es uno de los mejores. No dejar de lado "En las cimas de la desesperación", que por cierto, Mayte me prohibió tenerlo a la vista, porque le espanta la cubierta.

    Y dos) Recordemos al Mito del anillo de Giges, de camino a Mercadona. Nos guste o no ha de haber un castigo, pues no hay comunidad sin miedo y se da la protección a cambio de obediencia (Platón).

    Nunca se actua por amor a la justicia, sino por miedo al castigo (sabe mal decirlo), sólo cuando no estamos controlados somos lo que somos, y no resulta bueno.

    Poder y Ley son lo mismo, la Ley no es m´ás que una convención y la única realidad auténtica es el egoísmo (ley de la Naturaleza).
    Tememos las consecuencias de la Ley. Así, cuando no nos ve ni elsanto Cristo, por muy Colegio Francés que se haya ido, la basura se tirará a el suelo si nos viene de gusto, los perros cagarán y nadie recogerá nada, dejaremos la puerta del portal medio cerrada si no se ha cerrado del todo porque no volveremos atrás a empujarla, y nos meteremos en la boca una chuche del super si sabemos que nadie mira y no hay cámaras de vigilancia.

    Ahhh el anillo de Giges ¡¡¡

    Ahhh Pujolet...y eso que todos te miraban...¿que tropelías hubieras realizado si hubieras sabido que jamás te pillarían ?...Ahhh...De todas formas, tito Pujol, eres genial...3500 millones rondando por el mundo y tu en Queralt..en plena naturaleza..¡pandemías a ti¡
    Toreroooo ¡

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    1. Un comentario genial y muy inspirado, amigo Miquel. Irrebatible.

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  6. Benvolgut Tot Barcelona, "En las cimas de la desesperación" es un libro escrito (en rumano y mucho después traducido) por un Cioran prácticamente "adolescente", lo escribió a los 21 años. Tiene un regusto de pataleta, de rebote contra el mundo, de esas "ganas de abofetear universos" que expresa no recuerdo si en "Breviario de podredumbre". La cubierta a la que te refieres supongo que es la de Tusquets, un detalle del cuadro de Bronzino "Alegoría del Amor"... el personaje o está loco o sufre una migraña...

    Salut!

    Manel C.

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    1. De Cioran leí algo, casi nada. Me asustó lo poco que leí. Quizás porqué, a mi, la vida no me gusta mucho. Las cosas se deben decir tal como son.

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    2. Si...Tusquets, cierto, MANEL C
      Gracias por citar a Bronzino, he buscado el cuadro y ciertamente, lo es.
      Curioso que haya personas que siempre tengo presentes: Mircea Eliade, Tristan Tzara y el mismo Ciorán y que sean de origen rumano.
      Otra vez , gracias

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  7. Bajando a ras de suelo, a mi Torra me recuerda al siniestro Arias navarro, alias "carnicerito de Málaga".

    Tras la muerte de Franco, a Arias no le quedaba otra que demostrar su lealtad al régimen por encima de todo.

    Y a Torra, tras la "mascletá" fallida de la República de Puigdemont, no le queda otra que demostrar que es mas independentista que nadie.

    Vidas paralelas, dos comparsas extremistas. A uno la historia ya le ha puesto en su sitio : el vertedero de la ignominia.

    Al otro, no tardará en ponerlo, y mas rápido de los que el cree.

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    1. Fantástica tu visión del pobre Torra. A mi me da una pena similar a la que me da el pobrecito Arias. Los dos comparten una talla intelectual similar: cerca del 0 absoluto.

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  8. Quizas un sistema electoral que da más valor a unos votos que otros pudiera ser la clave, yo te apoyo y tu me dejas hacer. Eso unido a los complejos que nos transmitio "el centinela de occidente", una izquierda con menos visión "queelojodelculo" y una derecha conservadora y casposa, que no liberal, han hecho este despropósito de estado que sufrimos.
    Libertad, Igualdad y Fraternidad se han visto sustituidas por libertad para mi pensamiento no para el tuyo, Igualdad para depende quien y donde ha nacido y Fraternidad entre nosotros contra los otros (bandos, mujeres contra hombres, izquierdas contra derechas, los del norte contra los del sur, y esas estupideces que nos hacen perder un tiempo precioso).
    Un saludo y salud.

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