24 de maig 2018

Bon cop de falç

Resultat d'imatges de himno

Jamás he cantado ningún himno. Ni tan solo el del Rayo Vallecano. Una vez me llevé una reprimenda pública por ello. Trabajé en una escuela que disponía de himno (aunque escaseaba de personal docente y de buena armonía) y tres veces a lo largo del curso bajaron los niños al patio, los dispusieron en formación y les hicieron cantar el himno de marras. La primera vez medio perdonaron mi mutismo selectivo porqué era nuevo en el centro. Pero en las ocasiones siguientes ya no: una de las autoridades del colegio me amonestó.

Cuando era jovencito, tras la muerte de Franco y en los albores de la democracia con sus reivindicaciones, asistí a muchos actos que terminaban con el canto de "Els Segadors". No conseguí aprendérmelo. Y, además, me parece una canción trasnochada, belicosa, con una melodía que deja mucho que desear. Recuerdo que miraba a mi alrededor y me fascinaba el ardor que veía en los ojos, el gesto solemne y trascendente, la rigidez, el enrojecimiento de la cara y el ensanchamiento de las venas del cuello. No pude comprender porqué generaba tanta emoción aquella letra más bien zafia y brutota, tan poco civilizada, tan ruralista, acompañada por una música repetitiva y cansina.

Con el paso de los años descubrí que "Els Segadors" tiene su origen en una canción tavernera cuyo tema es erótico (lo llamo "erótico" por pudor). No hay que ser muy avispado: donde ahora se canta "bon cop de falç" antes se decía "bon cop de...". El asunto es curioso pero no extraño: al fin y al cabo, de la testosterona excitada al patriotismo hay pocos centímetros y todo el mundo sabe que la patria y el patriarcado comparten raíz etimológica. (Si el asunto le interesa a alguien, es fácil encontrar información sobre el origen de "Els Segadors" a través de Mr. Google).

A lo largo de la vida uno se da cuenta de que las letras de los himnos, del país que sea, son malas y ridículas, y que sueltan tal cantidad de sandeces que parece imposible su pervivencia. Yo, por mi talante ingenuo, pensaba hasta hace poco que los himnos estaban en decadencia. Tengo mis motivos para la hipótesis, pero ahora no los voy a exponer. Más que nada porqué la hipótesis se ha demostrado incorrecta.

En Cataluña se habla a menudo del himno: de quien lo canta y quien no, y se sueltan barbaridades a propósito de eso, y se insulta, y se apela a grandes emociones e incluso a obligaciones de carácter sagrado. También se habla del himno español, ya que hay miles de personas dispuestas a viajar para reunirse y pagar cientos de euros para acceder a un campo de fútbol con la determinación firme de silbar el himno del "enemigo". Fascinante. Yo pensaba que "Braveheart" era una peli muy mala de Mel Gibson y resulta que es la peli preferida de muchos de mis congéneres.

El otro día leí que el señor Torra cree que los españoles sufrimos una fractura en la cadena del ADN. ¡Toma! Igual eso explica el déficit de concentración que me impide aprender himnos. A ver si, al final, lo que yo consideraba una opción consciente solo es una discapacidad mental...

Casi no pasa día en que no lea algo sobre himnos. Lo último es la pretensión de ponerle letra al himno de España, sin poner en valor lo bien que está sin letra, todo lo que se ahorran. Leí que el señor Albert Rivera anda empeñado en la letra del himno y, si yo pudiera, le diría: ¡Albert! ¡No lo hagas, por lo que más quieras!.

Creo que es mala idea combatir a un himno con otro. Cuanto más se cante uno, más se cantará el otro. Si lo que pretende Rivera es rebajar el nacionalismo agresivo catalán, que no se le ocurra azuzar el nacionalismo español, porqué nos la vamos a pegar nosotros. Los que, como yo, no cantamos himnos: creo que seremos los primeros en recibir, y quizás por duplicado. Es decir, por ambos lados, en ambas mejillas, como cristianos ejemplares. Ni canto himnos ni soy cristiano, y por eso le temo tanto a ser mártir de causas que me importan un bledo.

Puestos a buscar canciones que agraden a todo el mundo y que apelen a un sentimiento de fraternidad o por lo menos a cualquier sentimiento bueno, yo me inclinaría por buscar entre las canciones de Joan Manuel Serrat, que es un clásico inmortal. Y, además, Serrat no ofende a nadie y encima tiene melodías magníficas. El otro día repasé el "álbum" dedicado a Antonio Machado y encontré varias piezas a tener en consideración. Pero... ¡ay! cuando me disponía a escribir a mis autoridades con esa sugerencia, me acordé de que el independentismo furibundo considera que Machado forma parte de la horda de colonizadores, y le acusan de españolista y proponen borrar su nombre del callejero catalán. ¡Vaya!

Tanto pensar en el himno y total para nada. Por eso estoy tan harto y tan aburrido con el nacionalismo: porqué solo sirve para perder el tiempo, enfadarse y terminar recibiendo palos. Esos son los beneficios de la dieta nacionalista. Me voy a cantar un Virolai y luego me acuesto.


3 comentaris:

  1. Los himnos son verdaderamente crueles sin distinción de la etnia que la canta.
    Muchas veces pienso en los bosnios-croatas-serbio-albano-kosovares. Muchas. ¿qué diferencia hay entre ellos ?, sólo la religión. Solo. Y el hecho de pertenecer unos kilometros más arriba o más abajo de unas lineas geográficas marcadas tras años de guerras interminable.
    Muchos se apellidan de la misma manera, y se odian. Cierto que la religión ha trabajado duro para ello. Divide y vencerás, es el dicho.

    Escuché durante breves segundos el tema cantado "a capela" por la Sra Sanchez. Su cara emocionada y sus lágrimas. Pensé que ya teníamos eurovisiva para el 2019 y cerré la caja idiota.

    No me gustan Els Segadors. No quiero darle a nadie un buen golpe de azadón y rebanarle nada porque opine diferente. Para eso ya tenemos leyes, como las que ha puesto el Ay untamiento de Arenys de Munt por quitar los lazos amarillos de la vía pública. Imitación chusca de la Ley Racial de 1933 en el Parlamento alemán, que no condenaba las pintadas de las estrellas de David en las fachadas de las casas judías, sino a todo aquel que las borrara.
    Era, como el de Arenys de Munt, un parlamento elegido democraticamente, con ediles de varios partidos, todos elegidos y conformado por la Constitución alemana, como el de Arenys de Munt, que lo está por la española y evidentemente es patromonio catalán.
    Los romanos diferenciaban entre lo Iustum y lo Honestium. Una ley puede ser justa, está votada democraticamente, pero no por ello tiene la equivalencia de honesta.
    He aquí el ejemplo.
    Salut

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  2. Sabent tot això, per què ocupar la ment en aquests temes?

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    1. perqué no ?. O és que la distancia és diferent ?
      Salut, PASTANT.

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