1 de des. 2020

La villa de Valls, del calçot al carallot

El alcalde de la villa de Valls conmina a sus jóvenes a no decir gilipollas. Deben decir carallot. Eso sucede a finales del año 2020, no a finales del 1920. ¿Llegan tarde? ¿Nunca es tarde para la patria?

He estado pocas veces en la villa de Valls, población discreta y gris cercana a Tarragona, conocida por ser la patria del calçot, y reina de esa tradición bárbara y deplorable de los "castells".  Valls es otra de esas poblaciones entre chicas y medianas que vivieron un cierto momento, los cinco minutos de gloria que prometió a todo el mundo el artista Andy Warhol. Luego, como tantas otras poblaciones catalanas, se hundió en lo gris y lo triste. Todavía tienen a medio montar su museo dels castells, obra faraónica, carísima y, decididamente, estúpida.

Valls había desaparecido del mapa, como Gomorra. Se la tragó el nacionalismo y la decadencia. Es otra más de esas pequeñas ciudades que declinan, asombradas y estupefactas, por la pendiente de la decadencia catalana. Pronto deberá ser aceptado que, en Cataluña, el único hecho diferencial es Barcelona: todo lo demás tiende a la oscuridad, al lacito que imita un rayito de sol extinto, a las moscas y al abandono.

Recuerdo la entrada a Valls: una avenida entre restaurantes feos y mastodónticos dedicados a la cocina del calçot, algo que ni Masterchef puede resucitar. La carretera se convierte en avenida del Calçot entre arbolillos esqueléticos, solares polvorientos para dejar el coche y ruinas de la vieja industria, ya olvidada. El calçot es una de esas comidas indigestas que le sacan, al comensal, el ser primitivo que lleva dentro. Tras pegarse una comilona de calçots, más de uno se ha sentido poseído por un Braveheart anxaneta.

Así que, quizás para combatir con alguna ocurrencia la pérdida de visibilidad, sus señorías las autoridades municipales de la villa han dado con un proyecto novedoso: nada más y nada menos que conseguir que los jóvenes de Valls se insulten en catalán. Saben que una idiotez de ese tamaño les pondrá en los titulares del planeta. En efecto. En eso acertaron. Y para tan noble fin no han reparado en gastos: han editado una cantidad indeterminada de carteles en donde instan a la juventud a rescatar los viejos improperios vernáculos: torracollons, carallot, figaflor, matat... que equivalen a los insultos de la lengua del opresor borde, gilipollas, pava, pringao. Y hay más.

Cuando yo era jovencito hubo una primera campaña de normalización lingüística, muy agresiva, que nos conminó a dejar de decir buzón para pasarnos a la muy genuina bústia. Hay que reconocer que fue un éxito rotundo. Por aquí decíamos bussó, bussón. Ahora todos decimos bústia. Ej.: M'han deixat a la bústia el pamfletu de la Laura Borràs.

No tendrá la misma suerte la campaña del insulto que la del buzón. Se lo advierto. Habrá que ver si cambian gilipollas por carallot los jóvenes. Lo que les puedo asegurar es que la campaña da una risa muy oronda y plantea preguntas: ¿porqué dirigen a los jóvenes la campaña del insulto? ¿Debemos inferir de eso que, en Valls, cuando uno se hace adulto deja de insultar? Eso sí sería algo remarcable y maravilloso para contárselo al mundo entero.

Llevo años sin pasar por Valls, y no creo que vuelva pronto. De Valls es (o vive en ella) la escritora Margarida Aritzeta, escritora narcisista (sin motivos racionales), que intentó escribir novela negra en catalán y prorrumpió en un ridículo majestuoso: el catalán es parco, discapacitado para ese género. Entre otras razones porqué no dispone de vocabulario que haga verosímil ese subgénero. Que se lo pregunten al Koiné Pau Vidal, que lleva años emperrado en resucitar a un muerto. No me sorprendería nada que ambos, Aritzeta y Vidal, estuvieran detrás de la campaña para los jóvenes vallencs. Ya que no les dejan hacer castells, que se insulten en catalán. ¡La patria necesita insultos en catalán!.



10 comentaris:

  1. Gilipolles és posterior a 1920 amb l'afegit de la incorreció gramatical. Carallot és anterior però vigent alhora, és la paraula correcta i a més, és més contundent. Amb la resta, totalment d'acord.

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    1. La meva incredulitat no es basa en l'anterioritat o posterioritat de la paraula gilipolles respecte de carallot, si no en la campanya en general. Als anys 20 i 30 es feien coses similars, com ara "La Lliga del Bon Mot". Sorprèn que es vulgui influir els joves (i perquè només els joves?) a l'any 2020.
      D'altra banda, sobre "carallot", la RAE recull "carajote" amb el significat de bobo, tonto, a Andalusia i a Venezuela. Pel que em diuen, a Cádiz "carajote" és vigent: pretendre que hi ha paraules catalanes pures és una ximpleria.

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  2. https://www.elperiodico.com/es/politica/20170110/donde-viene-palabra-gilipollas-5735565

    Por lo demás, sin novedad en el frente, ojala me equivoque, pero viene una época durísima en el aspecto económico que se traspasará al social y aquí andamos con estas, todo muy racional e inteligente, sobre todo inteligente.
    Un saludo.

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    1. Maravilloso. Cada día se aprende algo, y hoy he aprendido la etimología de "gilipollas".

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  3. Valls també és coneguda per la seva llonganiça, ¡no estás informat¡ les llonganisses més llargues són de Valls , i els llonganisers més poderosos son de la ex Banca Catalana.

    Uiiii¡¡¿Venezuela?...millor Veneçuela.

    No m´agrada gilipolles, no; millor "gil i polles", és més grandilocuent.

    Sobre carallot, és i será carallot per ells, i carallotes, per elles.

    Falta "tros d´asa" per "burra", y ahora no fotis i diguis "tros d´asado" per ells. Això no rutllaría bé.

    salut



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    1. Bueno, Miquel: no añadiré lo de la llonganissa porqué el texto ya es lo bastante largo para mi gusto. Pero que conste que en Valls hacen más cosas.

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  4. Ahora podremos calificar a esta pandilla de sectarios de "torracollons", "esgarrapacristos", "chonafreda", "cap de cony", "tap de bassa", "pixaesquifida", "ase de conselleria"...

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    1. Aumentar el léxico es cosa buena. Y el conocimiento de varios idiomas, también.

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  5. Recomiendo una revisión inmediata del "Diccionario Secreto de Tacos" de Camilo J. Cela, hay que incorporar con urgencia los insultos en todas las lenguas vernáculas de Celtiberia.

    ¿ Porqué será que "carallot" me suena a los carajillo de coñac "Tres Cepas" que me "enchufaba" en las mañanas de invierno cuando era joven e inmortal ?.

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    1. Pues ya lo ves: en Cádiz dicen "carajote". Es decir: no era tan genuinamente catalana.

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