19 de jul. 2018

Cotarelo en Tarragona (los catalanes somos hispánicos)

Resultat d'imatges de cesar augusto

El señor Ramón Cotarelo se fue a Tarragona hace unos días, invitado a dar una charla en un local de los Comités de Defensa de la República (CDR) de la ciudad antaño civilizada por los romanos. El señor Cotarelo es un intelectual más bien mediocre pero ha sacado partido de su mediocridad, y Tv3 lo pasea a menudo por sus platós, ya que el señor Cotarelo se nos ha vuelto independentista catalán. No solo eso: se ha trasladado a vivir a Gerona, que le parece la ciudad más indicada para cuando uno es fervorosamente patriota catalán. El señor Cotarelo es nuestro Saulo de Tarso.

El señor Cotarelo piensa, con su mente intelectual, que la conversión merece un premio, a poder ser de índole tangible. Quizás un chalé ampurdanés cedido por la cosa pública (la república) o una nómina poderosa como asesor gubernamental de algo. Yo le auguro, como mucho, una Creu de Sant Jordi. Aunque ya le anticipo que ese galardón de inspiración católica no conlleva emolumentos. Quizás debería conformarse con los cheques que Tv3 le ofrece a cambio de soltar perogrulladas sazonadas con pimienta de intelectual de tercera división.

Nuestro Saulo... Pero, como Saulo, es un hombre malhumorado y proclive a la ira.

Esa característica de su talante (líbreme Dios de criticarla) explica, sin duda, el extraño y desagradable suceso que aconteció en la ciudad que vio nacer a San Fructuoso (y de la cual fue obispo). El señor Cotarelo, en virtud de su categoría intelectual, aceptó dar una charla para los CDR, pero exigió que le pusieran hotel, puesto que el viaje de Gerona a Tarragona se le antojaba demasiado largo y penoso para ir y volver en un solo día. Los CDR, obedientes y deseosos de agradar, le reservaron una pensión. Nótese el conflicto semántico que se produce por la fricción de los dos sustantivos: "Hotel" y "Pensión".

El señor Cotarelo protestó por la baja calidad del alojamiento. Y lo hizo de forma pública. Los CDR le pidieron excusas y le ofrecieron, a cambio, pagarle al día siguiente una comida en un buen restaurante de la ciudad en la que nació el pintor Opisso. El señor Cotarelo montó en cólera ante semejante oferta, y de nuevo lo hizo público. Atención a su queja:

"No se porqué quieren independizarse de España cuando tienen un comportamiento tan hispánico" (por lo de invitarle a una comilona compensatoria).

Muy enfadado, el señor Cotarelo no acudió al acto en donde le esperaban los CDR tarraconenses. Y ellos, en correspondencia, redactaron un comunicado, público y extenso, en donde se sacuden las responsabilidades, pormenorizan los detalles del incidente y ponen en evidencia las exigencias del señor Cotarelo, que se les antojan propias de "la vieja izquierda clasista". Huelga comentar que, como todo el mundo sabe, a la clase obrera le encantan las pensiones cutres con su aura de antro bohemio, de poeta nihilista.

Es un incidente menor y poco más que una anécdota que poco o nada tiene que ver con el independentismo, ya que solo nos ilustra sobre la miseria humana, las ínfulas desmedidas de ciertos personajes que creen ser alguien (sin tener evidencias objetivas de ello) y, en definitiva, sobre la mala educación, más transversal que el republicanismo catalán.

Pero... hay algunos detalles, quizás secundarios, que me parecen muy divertidos entre tanta bronca soez, entre la bravuconería chulesca de ambas partes.

  • La acusación de los CDR a Cotarelo, ese "hedor a izquierda clasista" me huele a insulto que solo puede proceder de planteamientos ideológicos que no son, en modo alguno, de nadie izquierdoso. Por favor: no me digan más que hay un independentismo de izquierdas. Eso es populismo derechón y nada más.
  • El descubrimiento que ha hecho el señor Cotarelo, de que en Tarragona son muy hispánicos, es bello y enternecedor. No se cual es su grado de intelectualidad, pero me alegro de que haya descubierto lo que muchos ya sabíamos, sin ser intelectuales: que los catalanes somos hispánicos. Más vale tarde que nunca.
  • En el fondo del incidente hay un viejo secreto mal guardado: el asunto de Gerona, nunca bien ponderado. Puigdemont es gerundense (bueno, de un pueblecito de la provincia), y Quim Torra nació en el primer pueblo de esa provincia que uno se encuentra cuando va, por la costa, des de Barcelona hacia Colliure. Cotarelo eligió esa ciudad para residir una vez convertido a la causa nacionalista.
Creo que este último punto debe ser estudiado con detenimiento. ¿Son más catalanes de pura cepa (de pura ceba) los gerundenses que los tarraconenses? Podría ser. La ciudad de Gerona es, sin duda alguna, la más indepe de todas las ciudades catalanas y muchos de sus habitantes (los oriundos, por supuesto) tienden a creer que encarnan los valores más profundos y sagrados de la esencia catalana. Creo que eso les viene de cuando les asediaron, siglos atrás, tropas extranjeras. Incluso san Narciso intercedió por la ciudad, mandando enjambres de moscas horrorosas al enemigo.

Por todo eso (aunque lo haya resumido mucho), le quiero proponer al señor Pedro Sánchez (con la humildad y el respeto debidos) que, cuando negocie con el señor Torra, le ofrezca un trato: que se declare la provincia de Gerona estado independiente, y que nos dejen en paz a los demás, que somos muy hispánicos y ya estamos hartitos. Que de una moratoria de un año a todos los buenos catalanes que no residen en Gerona (provincia) para que pidan la nacionalidad de la RIGC (República Independiente de Gerona-Cataluña). [Creo que deberían habilitar un campo de refugiados en Blanes (el pueblo del señor Torra) para acoger a los solicitantes en espera de ser admitidos].

¿Qué perderíamos los demás con la pérdida de la provincia de Gerona? En realidad, poca cosa: un sinfín de granjas porcinas, toneladas de purines fastidosos, un aeropuerto en horas bajas y poco más. Ah, y unos hoteles horribles llenos de hooligans. Amén de algunas playas, pero su estado actual es muy triste y yo recomiendo las de Cantabria, Asturias o Cádiz.

A mi solo me duele por el Mueso Dalí, que me gusta mucho. Pero eso tiene solución, puesto que los buenos catalanes consideran a Dalí un mal catalán y, por lo tanto, se avendrían a desmontarlo para ser trasladado, piedra a piedra, cuadro a cuadro, a una de las provincias hispánicas que hay más al sur.

10 comentaris:

  1. Desde luego que el incidente mueve a la risa.

    Y sobre la filiación izquierdista de todos ( Cotarelo y los CDR ), no me cabe ninguna duda : pertenecen a la "internacional bobalicona", esa presunta "nueva izquierda" que proclama ser ecologista, anti-sistema, feminista, anti-taurina, vegana, ciclista y LGTBI. Todo un relleno para cubrir la falta de una auténtica ideología de fondo y un compromiso progresista que reconozca que aún existe la lucha de clases.

    Aunque lo mas obvio es que realmente pertenecen a una clase adinerada que se acompleja de mostrarse públicamente como es, e intenta disimular su procedencia social a toda costa.

    Una reedición de la izquierda "pija-caviar" de los años setenta que pululaba por los locales de la calle Tuset, reivindicando la revolución a golpe de gin-tonic.

    Yo añadiría a tu "lote" la zona de la provincia de Barcelona que hay hacia el norte a partir de Vic. Curiosamente por allí, también hay aromas a purines, ignoro si eso tiene algo que ver con la tendencia política del que los aspira continuamente.

    Saludos.

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    1. La verdad es que no creo que esos se parezcan mucho a la gauche divine de la calle Tuset. Esos no pretenden ser de izquierdas. Incluso Susan George, invitada por Òmnium Cultural a participar en un video, se dió cuenta de que el movimiento es racista y de extrema derecha. Hay un pequeño subgrupo de "izquierdas" dentro del independentismo, pero yo diría que son bastante ignorantes y, además, cada vez tienen menos peso en la cosa.

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  2. Uyyyyyyyyyyy... uyyyyyyyyy... uyyyyyy ¡
    Debería, amigo Lluis, de aclarar que la Hispania a la que se refiere es la Citerior, nada que ver con la Ulterior. La primera es la poblada por gente trabajadora, laboriosa, con "seny", vamos. En cuanto a la segunda, la Ulterior, fueron un grupo de romanos emigrantes que no tuvieron más remedio para poder comer que subir hacia el norte, y que gracias a las gentes de la Citerior, acogedora, amable, complaciente, y a un partido político que jamás ha salido en los anales de la historia, el Partidus Citerior Amalgamus Tradicionalis, o sea, PdCat, dieron casa y comida a todos los ulteriores que lo desearon.
    Ya lo ve, hay dos Hispanias desde tiempo inmemorial.
    Salut

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    1. Gracias por esa clase de historia con humor. A pesar del humor, algo hay de la Hispania Citerior y la Ulterior en todo el lío.

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  3. Si no recuerdo mál, el lider del Partidus Citerior Amalgamus Tradicionalis en aquella época era un tal Arcturus Pijus Magnificus.

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  4. Correcto, RODERICUS; y su Protector oráculi se llamaba Giorgius Pujolotus Amalgamate Pecunia.

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    1. ¡Ah! Ese Pujolotus es el que se llevó los sestercios de los tarraconenses a Genevensis, ¿verdad?

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    2. Si ¡¡ al grito de "Carpe díem " ¡¡

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    3. Exacto, a un depósito de los Helvecios, donde coincidió con Julio César, que también estaba depositando unos cuantos kilos de oro procedentes de las Galias.

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  5. Que bueno! Da gusto leeros 👍😂👏🏻

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