17 d’ag. 2017

Roberto Zucco en las Ramblas de Barcelona

Resultat d'imatges de roberto zucco

Pienso en Roberto Zucco cada vez que se produce un "atentado terrorista" como el de hoy, día 17 de agosto, en las Ramblas de Barcelona. Pienso en Zucco (Italia, 1962-1988) y me acuerdo de Mohamed Merah, quizás el pionero de un cierto tipo de acciones en un país europeo. Pero el caso Zucco todavía me parece el paradigma a tener en cuenta.

Sobre Roberto Zucco hay mucha documentación y además una gran obra de teatro de Bernard Marie Koltès, que tuvo una buena adaptación al cine. El veneciano Zucco mató a su padre y a su madre (como el Pierre Rivière que nos contó Michel Foucault) y luego se embarcó en una carrera enloquecida de asesinatos en serie, en una huída por las carreteras del norte de Italia y después por Francia. Cuando le detuvieron, y una vez ingresado en prisión, proclamó que su periplo asesino obedecía a una militancia anarquista por la rama nihilista. Esa actitud, su filiación explicada a posteriori, obtuvo mucha predicación entre los grupos nihilistas de Europa, y creo que de ahí rescató Koltès el asunto para su estremecedora y genial dramaturgia.

Muchos años más tarde, en 2012, apareció un hombre que se llamaba Mohamed Merah en la prensa, que quizás algunos recuerdan. Merah terminó acribillado por la policía francesa, y muerto definitvamente por un tiro en la cabeza. Antes de eso se lió a tiros por la región de Midi-Pyrénées, cerca de su natal Toulouse. Merah coleccionaba un largo historial de pequeños delitos de hurto y de robo.

En el capítulo final de su vida, Merah protagonizó una serie de actos en Francia muy parecidos a lo que luego hemos visto y que han sido asociados al perfil del "lobo solitario" de filiación islámica violenta. El uso del coche, el desafío suicida, la exhibición de la locura, el desprecio por la vida -tanto la propia como la ajena-. La mayoría de los "atentados terroristas" (las comillas son muy deliberadas) tienen poco de eso y mucho de ataque de rabia desatada, locura ultraviolenta. Y ese tipo de arrebatos tienen mucho que ver con la salud mental y muy poco con el "terrorismo", que implica un cierto nivel de militancia y de sometimiento a una organización, elementos que no se pueden rastrear en esos casos que tanto nos afectan hoy.

La prensa francesa encontró en la biografía póstuma de Merah pruebas irrefutables de una "radicalización islámica", un concepto que hoy nos empieza a parecer algo así como un leitmotiv de la prensa y de los órganos de información policiales. Eso es posible, por supuesto: quién escribe no se pretende experto en terrorismo, tal como si se pretenden infinidad de tertulianos.

Pero yo siempre pienso en Zucco -y luego en Merah-, porque intuyo que hay algo de ellos en cada atentado con coches y furgonetas de los que nos afligen (y nos matan) en las ciudades mediáticas de Europa. Dicho de otro modo: no se puede hablar de esos hechos sin tener en cuenta la psicopatología social. Hay algo muy enfermo en nuestra sociedad, y esa enfermedad puede estallar a través de personas psicológicamente débiles, con historial biográfico terriblemente desgraciado.

No me gusta usar toda la artillería cuando hay muertos en una calle de mi ciudad, pero uno tampoco puede soslayar ciertos fenómenos: los miles de muertos en el Mediterráneo cuando intentan llegar a Europa, el pésimo futuro que se les ofrece a los inmigrantes africanos (incluso en su segunda y tercera generación), la nula capacidad de acogida de unas sociedades europeas golpeadas por la pobreza derivada de la crisis financiera, el clima agresivo y xenófobo que crece en nuestra cultura. Vivimos en un mundo cuya hostilidad crece: solo hay que ver lo que pasa en Virginia o las propuestas que exhiben los nacionalismos en auge. ¿Qué equilibrio mental y qué aprecio por la convivencia se puede esperar en los más débiles de un mundo con  las algaradas de Trump o el desprecio arrogante por el diálogo de funcionarios tan oscuros y mediocres como Puigdemont?

Nadie tiene la fórmula para volver a la cordura. Yo tampoco. Des de mi ignorancia casi infinita, diría que deberíamos buscar otros lenguajes y valorar el diálogo por encima de cualquier opción. Sin despreciar el respeto por las leyes de nuestras democracias, se debería promover un espacio de acogida y de escucha atenta del otro, del distinto. Aceptar que estamos enfermos como colectivo. El desequilibrio provoca la muerte. Hoy han sido los paseantes de la Rambla, ya sean turistas o autóctonos. Mañana puedo ser yo. ¿De veras queremos un mundo de fractura y de muerte?

8 comentaris:

  1. Un apunt com el teu reconforta. Avui és un dia estrany, confús, difícil, intimidant. D'altra banda, absolutament previsible. La vida s'enrareix i es fa dura.

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  2. Sí, som un col.lectiu malalt i sembla que només pensem a trobar una medicina en moments puntuals,i precisament aquesta malaltia es cura amb el dia a dia si és que volem, podem o la sabem curar..

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    1. Aquestes són les preguntes: volem? podem? en sabem? Sobretot la primera. Aquests dies he començat a treballar en un projecte sobre com vam acollir els inmigrants murcians i andalusos, i es qüestiona de seguida que Catalunya sigui una "terra d'acollida".

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  3. Mi más sincero sentir por las víctimas de este atentado de Barcelona y de cualquier otro de cuantos se producen cotidianamente en el mundo ante la indiferencia de los medios. Pero si siguiéramos el rastro de su sangre en busca de los verdaderos responsables, llegaríamos finalmente a los despachos de muchos de los que mañana se darán verbales golpes de pecho y guardarán minutos de silencio. Sin embargo, no es hora de guardar silencio, va siendo hora de que el clamor de las gallinas empiece a señalar al taimado zorro que dice protegerlas.

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  4. Continuar alimentant les hostilitats (qualsevol d'elles) me sembla que no mos ajuda, lluís. Clar que no és fàcil, perquè quan algú creiem que tenim "la veritat", esta creença mos porta a mirar, sentir, pensar i viure la vida (i als demés i a natros mateixos) només "des d'allà", oblidant, negant, despreciant i rebutjant tot el que no s'ajusta a aquella cuadrícula mental i emocional que hem anat construint. No patiria tant per la "bogeria" o la mort (de fet, sempre m'han semblat dos grans consols). "les veritats", la voluntat d'imposar-les i el despreci pels altres i per un mateix me semblen més nocius ( i a vegades són més subtils, quotidians i inconscients del que pensem).

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  5. ¿I quants "atropellaments" de trens hi ha cada dia a víctimes del terrorisme neolliberal capitalista?.

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  6. Mi amigo:
    Cuando un servidor contrataba y despedía estilo Henry Miller en Correos reflejado en su Trópico de Capricornio, y en una capital de provincias, Vic concretamente, todos estaban contentos.
    Por mucho menos de mil euros trabajaban todas las noches, incluidas las de los domingos...y todos contentos.
    Los residentes de la capital del pueblo, porque alquilaban un piso a cuatro magrebies, a 200 euros cada habitación.
    Los de la empresa, porque por mucho menos de mil euros tenían mano de obra barata.
    Los de les botiguetes, que vendían muchos kilos de patates y de tomaquets a los ecuatorionos, albaneses, magrebies, peruanos, senegaleses, cameruneses...así hasta 34 nacionalidades...
    Los del Ay untamiento, porque veían una capital de pueblo próspera y donde el dinero corría.
    Los de los bares, que esperaban la salida de los "sudacas" para ver como vaciaban la nevera de cerveza.
    El colegio, porque veían que el control de la natalidad había aumentado y ahora podían pedir más subvenciones debido a la cantidad de críos que habían con la llegada de los foráneos...

    Pero llegó la crísis del 2007/8/9... Y Miquel recibió la órden de cerrar una línea, y como Miquel todos los de RRHH de aquella capital de pueblo dedicada a la matanza del cerdo.
    Y de 1200 cabezas se pasó a matar 700. Y la mitad del personal a la calle.
    Ahora, quien está contento es el Anglada. porque puede decir que los "negros", los "moros" y los "sudacas" no hacen nada, que están todo el día en la calle, y que nos han venido a quitar el pan y a violar nuestras mujeres.
    Som terra d´acollida, si, pero per el nostre interés. Aixó també.
    salut

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  7. Por cierto, me he olvidado...También estaba contenta la banca...préstamos para los pisos, hipotecas para las casitas bajas, dinerillo para el Dacia, y unos miles para arreglar el cuarto de baño y poner la ducha...También la banca estaba contenta.

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