27 de juny 2021

Los tres grandes poetas catalanes

En respuesta a una sugerencia post mortem de Roberto Bolaño (in memoriam), pensé quienes eran los tres mejores poetas catalanes y tomé una decisión. La que pueden leer en la foto justo encima de estas palabras.

A lo largo de la vida uno toma opciones éticas y políticas. Es inevitable y se hace, consciente o inconscientemente. Entiendo que tomar una opción ética y política es algo tan simple como decidir a qué supermercado se acude para comprar, o si no se acude al supermercado y se prefiere el mercado municipal de la plaza mayor (yo suelo ir al Mercadona). Si uno se suscribe a Filmin o a Netflix, si uno se pasa unos días de sus vacaciones en una fonda del Maestrazgo o en un resort de Punta Cana. Todas y cada una de esas elecciones son elecciones políticas. La política no está los votos: el votismo no es política, es una confesión. Adorar a las urnas es como adorar a Baal.

Así, por ejemplo, este mes he optado por mostrar mi adhesión al colectivo LGTBI, con todas las cautelas y las dudas que me conlleva. Pero siempre estaré a favor de defender a los colectivos cuyos derechos están pendientes. No hay que ser homosexual para defender los derechos de los homosexuales, del mismo modo que no hace falta ser negro para defender los derechos de las personas de piel oscura: si cada colectivo lucha por sus derechos excluyendo a los demás, jamás llegaremos a ser una especie digna y entonces quizás nos merecemos el cometa redentor, esa expiación final caída del cielo como meteorito de mayo.

Hace pocos días me interesé por una empresa algo siniestra, llamada Sigma Vox, cuyos operarios ejecutaron el desahucio de unos vecinos y ante mis narices. Interpelé a los trabajadores. Uno de ellos era un chavalote de piel blanca y de gimnasio, y el otro un chaval negro sin gimnasio, de esos a quienes llaman subsaharianos como si a nosotros nos llamasen subpirenaicos para indicar cierta deficiencia. Ambos me miraron con sorpresa y disgusto.

-Aquí vivían unos gitanos. O unos moros, yo que sé. Estaban ilegales y les echaron, ya sabes, okupas de esos.

Yo pensé: han echado a la calle a una familia por gitana o por mora o por ilegal o por okupa. Hemos aceptado todos esos términos como sinónimos de personas de segundo orden, que pueden ser echadas a la calle con toda la moralidad posible, y con toda la legalidad de la parte del que echa a la calle. Mañana podría estar yo en la lista de los de segundo orden. Por catalán botifler, por ejemplo.

A los que nos sentimos de izquierdas nos lo ponen difícil: debemos aceptar giros de guión un poco raros por parte de nuestros partidos preferidos. Y, a la vez, nos resulta muy difícil (por no decir imposible) votar a esa derecha rancia, iliberal y neanderthal que se opone a todo: al divorcio, al aborto, al matrimonio igualitario, a la eutanasia. Quizás más de uno nos plantearíamos votar a un partido derechón pero liberal, pero nunca a esos que  nos quieren nacionalcatólicos y sumisos, ya a la vez hipócritas.

Es difícil ser socialdemócrata en España, e imposible ser conservador. Estamos a la espera de una democracia liberal europea, sensata, ecuánime, tolerante. Por lo menos para pensar si es una alternativa posible. Los de Casado y Ayuso, sin duda, son inviables y no ganarán nunca unas elecciones. Su España no es un sueño: es una pesadilla retrógrada e inaceptable.

Así que me reitero en mi elección ética y política. Los tres grandes poetas catalanes son dos: Jaime Gil de Biedma. Ya que esa selección molesta a la derecha identitaria catalana y a la derecha rancia española por igual.


4 comentaris:

  1. Me vale, pero no me dejaría a otro gran desconocido, Juan Eduardo Cirlot. No lo dejaría.
    De hecho, me llevaría sus libros a una isla, Diccionario de símbolos, En la llama y el Inventario de Símbolos. (El mejor libro para mi es En la llama, una barbaridad de bueno y a ver si lo encuentro esta semana para regalartelo cuando nos veamos).
    Ahhh esos tres y el 2666 del Bolaño, libro que he leído cinco, 5 veces y que lo tengo todo absolutamente todo acotado.
    Por cierto Dieste, el del Testamento Geométrico, libro colgado del tendedero por el protagonista, perteneció a la generación del 27, y nunca lo he visto señalado como tal, pertenecía a la tertulia de Valle Inclán, junto a Maruja Mallo, y allí conoció a María Zambrano, una de nuestras mejores filósofas para no separarse jamás.
    Cuidate ¡¡

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    1. Me apunto "En la llama" con toda la codicia de la que soy capaz. Tengo aquí "La pintura abstracta" de Cirlot, segunda edición de Ediciones Omega, Barcelona 1957. Es una prosa exquisita, que trata de pintura pero si tratase de instalar tuberías de desagüe seguiría siendo exquisita.

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  2. No te lo apuntes, mañana después de Teresas iré con Mayte a la Casa del libro.
    Así que déjalo de mi cuenta
    Cuudate

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