8 de set. 2020

La raza catalana


Hace unas semanas me pregunté: ¿el nacionalismo catalán es xenófobo? ¿Cómo lo podemos afirmar?. Y en caso afirmativo: ¿cuándo empezó el desastre?. Tuvimos un pequeño debate. ¿Fue Pujol con sus lamentables opiniones sobre el carácter andaluz? ¿Fue Heribert Barrera?.

¿Cuándo se jodió Cataluña?

Pues bien, hay un libro que ha buceado en la historia para ofrecer una respuesta. Una respuesta documentada, seria, analítica y bien trabada, a la que dudo de que se la pueda confrontar. Es este libro, en dos volúmenes, fascinante y atronador. "La raza catalana. El núcleo doctrinal del catalanismo". Una lectura necesaria.

Según Francisco Caja, el asunto arranca en la época dorada de los racismos europeos (o racialismos): el primer autor que cita es Valentí Almirall (1841 - 1901), con su librito "Lo catalanisme". No solo señala el libro de Almirall: en el prólogo, brillante, de Jon Juaristi, se sugiere que Almirall pudo haber inspirado a Sabino Arana. Del prólogo saco esta cita:
Frente al racismo explícito y no disimulado del nacionalismo vasco, se tiende a percibir el catalán como limpio de excrecencias racialistas y abierto a la integración de los foráneos: un nacionalismo, en suma, cívico y no étnico. Las pruebas en contra de este percepción acumuladas en el ingente estudio de Francisco Caja vienen a demostrar lo contrario: que el racismo inherente al nacionalismo vasco palidece ante la abundancia y las pretensiones científicas de las teorías de los ideólogos del nacionalismo catalán. Más aún: que el racismo de Sabino Arana fue probablemente una versión del incipiente racismo que se cocía en los medios políticos del federalismo catalán (...)
Hace muchos años, cuando yo era joven, tuve un amigo que se había casado con 23 años y se divorció a los 25. Su padre, de casa menestral catalana, le espetó que "eso de divorciarse es cosa de charnegos" y cuando me lo contó, me quedé pasmado. Jamás se me hubiese ocurrido darle una lectura étnica al divorcio. Aunque ya por entonces pensé (lo pensé a la manera de mis veintipoco añitos), que su padre debía estar expresando algo que tenía que ver con el asunto de las clases sociales: el término "charnego", lo tengo claro, es un concepto que define a los foráneos de extracción social baja. Es decir, casi nadie le llama charnego al andaluz rico y exitoso (y si lo hace, es en círculos muy íntimos y con una sonrisita de conejo listo).

Más tarde, ya pasados los 40, me reencontré con una amiga de los tiempos del instituto. Había vivido muchos años en Francia y regresó a Barcelona. Intentó recuperar viejos contactos. Entre ellos estaba uno que se metió a la política catalana y que, por entonces, gozaba de un cierto reconocimiento cultural y académico. Al descubrir su militancia en la cosa nacionalista, mi amiga le pidió que le recomendase libros para comprender el catalanismo contemporáneo. Se quedó estupefacta cuando el político le indicó que debía leerse, antes que nada, "Lo catalanisme", el libro de Almirall publicado en 1886. Ella regresaba de Francia y esperaba algo más acorde con el siglo XXI. Y sin embargo, poco después, mi amiga regresada de Francia se proclamó nacionalista independentista.

Me interesan esos relatos, los íntimos, los personales: los casos concretos y de veras en los que nos hemos topado con el nacionalismo xenófobo, el racista o racialista. Creo que hay que escribir sobre eso, hay que reportarlo y mostrarlo, ponerlo en negro sobre blanco, en los papeles y en las pantallas. Para poner en evidencia las raíces xenófobas de lo que nos está pasando y, sobretodo, para desenmascarar a quienes pretenden vender el movimiento independentista como algo progresista y muy democrático. Lo que estamos viviendo es un desastre de grandes magnitudes, un desastre mayúsculo. Y esa urgencia exige relatos personales. Una anécdota solo es una anécdota. Pero mil anécdotas no son mil anécdotas: son un paradigma.

Seguiremos con el asunto, lo prometo.

21 comentaris:

  1. Mi mujer, Mayte, bajó de un pueblo del Pirineo oscense lindante a Francia a los 11 años. Sabía escasamente las cuatro reglas matemáticas. Ingresó en el Bachillerato con 13 años, cuando se hacía a los 11.
    Ya, en esa época, se reían de ella llamándola charnega (siempre lo tiene presente y nunca lo ha olvidado), y se encontraba menospreciada (hoy se llama bulling) dentro del entorno dels "nois i noies" del colegio; pero es una tia de tesón y voluntad. En tres años acabó el Elemental, y en uno el Superior. Hizo el Preu y lo demás...
    Mi caso fue diferente. Yo siempre lo he arreglado con un par de "yoyas", ya sabes que los charnegos de las chabolas "semos" gente peligrosa...al menos ese era el rumor que corría y que yo nunca hice nada por desmitificar.
    Hoy, desde mi perspectiva canosa, me doy cuenta de la cantidad de hijos de puta racistas que pululaban por los Isntitutos, ya en aquel entonces. Niños, porque eran eso, que inducidos (de lo particular a lo general) por los comentarios en casa (no podía ser de otra manera), se creían superiores, mejores, diferentes al resto de la emigración que, por aquella época, (años 60 siglo pasado) venía sino en busca de mejores condiciones laborales, porque no las había, si en busca de trabajo, porque este si que escaseaba en una España triste y decadente, la misma que se nos amanece hoy día, con la diferencia de que han pasado 60 años y no hemos aprendido nada.
    Un abrazo
    salut

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    1. Estoy coleccionando relatos como este, de modo que perfecto. No sé muy bien qué cosa haré con el material, pero algo saldrá.

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    2. Lluis yo, que no he pisado nunca Cataluña, tengo la anécdota del velatorio de mi tío, que es digna de una película de Berlanga, te la mando por privado, ya que atañe a mi familia, y alguna que otra más, un abrazo

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  2. Los de la raza catalana, ¿también se reclaman de un RH específico, al estilo de aquellos de Arzallus y cía?

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    1. Bueno, desconozco sus planes. Pero Junqueras explicó que los catalanes son más franceses que españoles, un razonamiento bastante extraño. También leí que los catalanes descienden de los griegos y el resto de los españoles, de los romanos. Tampoco sé muy bien qué se puede pensar de eso. Incluso Roberto Bolaño cuenta que en Chile circuló la idea de que la raza chilena era una raza aria.

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  3. Nosotros FACKEL, inventamos el hilo de cobre. Con eso tuvimos bastante. Te explico: en cierta ocasión dos compatriotas míos, se encontraron una peseta conjuntamente. Como no querían repartirla empezaron a tirar de ella cada uno por su lado...
    Un abrazo

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    1. Ese chiste también circula por Andalucía refiriéndose a los granaínos. Me gusta más granaíno, que granadino. Tal vez por ser escuchado mucho más. Granadino me suena a fruta. También está la versión de "un granaíno y un catalán se encuentran una peseta..."

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  4. Mi primera novia, de una muy convergente familia de Sant Feliu de Llobregat, no sabia hablar en español. Si, era universitaria, y no sabia hablar en español. Supongo que ya habrá aprendido, no lo sé, hace décadas que no sé ya nada de ella. Quien conozca el Bajo Llobregat, entenderá los extremos de ciega y fanática endogamia en la que se debió criar, no hay mas que pasear por esas poblaciones para entenderlo. Para su familia yo era: " el xarnego aquest amb el que vas". Hicieron todo lo posible para que la relación se fastidiarse y lo consiguieron. A mí, me hicieron un favor, les estoy muy agradecido. Ta!mpoco nos engañemos, la humanidad suele ser mezquina y vil. Aquí ésto se expresa del cansino modo catalanista, en otros sitios, otro será el remoquete. Rodeémonos de buena gente y hagamos nuestras vidas sin una sola concesión a los que pretendan cohibirnos. Poco mas podemos hacer

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    1. Tu conclusión es la buena, pero me temo que hay gente dispuesta a fastidiarnos los planes.

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  5. Siempre se ha cocido el caldo del racismo en la sociedad catalana. Aquí, en la edad media, se asaltó en innumerables ocasiones los barrios donde se recluía a los judíos. Bastaba una epidemia o una sequia para que se desatase el odio contra los hebreos.

    Y ahora resulta que el "Call Jueu" de Girona se ha convertido en un atractivo turístico. Primero los odiaron, persiguieron, casi exterminaron y finalmente los expulsaron. Y ahora, se "vende" la nostalgia de una inexistente época en que aquí convivían idílicamente diferentes religiones y culturas. Falso, siempre hubo sometimiento y persecución mas o menos dura. Nunca existió la tolerancia hacia el otro, hacia el extraño.

    No me sorprende que haya racismo y supremacismo, lo que me sorprende, es que exista en la Cataluña de hoy día, donde supuestamente todo el mundo tiene acceso a la cultura, a la información y a los viajes.

    Esto es lo extraño.

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    1. Siempre se ha dicho eso de que "viajando se te quitan los nacionalismos" y yo también lo pensaba, hasta que di con uno que realmente viajaba mucho y me dijo "pues precisamente es viajando como he tomado conciencia de la necesidad de que Cataluña sea independiente" Así que... yo ya no doy nada por sentado con esta gente.

      También tengo una amiga que es una bellísima persona, la mujer más dulce y amable que he conocido nunca, ella dice no tener nada contra España (y la creo) pero si se habla del tema, ante cualquier razonamiento lógico responde "seguramente tienes razón, pero es un sentimiento que yo tengo y que no puedo evitar", así que contra eso no hay razonamiento posible. Bien es verdad que tenía un padre con bigotillo facha que era separatista de rancio abolengo y se debió ocupar de transmitir a sus hijos ese "sentimiento" desde el minuto cero de sus vidas.

      Tengo que dar la razón a Vargas Llosa (aunque no sea santo de mi devoción) cuando dijo que el nacionalismo es como una religión.

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    2. Exacto: el pasado está lleno de odio, y eso no se puede cambiar. Por eso no me gusta nada que alguien diga "cualquier tiempo pasado fue mejor", porqué es obvio que fue peor. Eso sorprende en el nacionalismo catalán, que aparte de racialista añora un pasado medieval.

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    3. J. Vicente: yo también conozco buenas personas con ese "sentimiento", algo completamente irracional. Creo que los sentimientos (al contrario de las emociones) se pueden educar y mejorar, pero no parecen muy dispuestos. Además, vivimos tiempos en que se exalta lo emocional y lo sentimental.

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  6. Con tu permiso y aprovechando que me he cogido el dia libre, voy a contarte una anécdota de cuando empece a vender cosas de "verdad". Mi primer trabajo fue en una agencia de publicidad, vendía anuncios para el Diario de Burgos y las emisoras locales de radio, aparte de buzoneos y esas otras cosas. Como era muy joven había clientes que me impresionaban, es decir, les tenía miedo y era algo que me quitaba fluidez y naturalidad a mi conversación. En la laboriosa tarea mental de quitarme esos miedos, un dia "hablando con el señor Roca",(wc), templo de no se cuantas ideas mías me dio por pensar que esos clientes "también cagaban" y que seguramente también se limpiaban el culo y lo que hacia era que antes de entrar a verlos imaginarmelos cagando y se acabaron los miedos. Estos cagan como yo me pensaba, y fuera miedos. Con los supremacistas les sugeriría que practicasen esto y no es que yo piense que todas las personas hacen lo mismo, ni que no haya personas con mejores pensamientos o aptitudes y actitudes, simplemente creo que estas características no tienen nada que ver con el sitio donde hayas nacido, la lengua con la que te expresas o demás panoplias solo aptas para gente acomplejada, que a falta de cualidades propias e intelecto inquieto, buscan auparse por encima de los demás en los brazos de unos símbolos gregarios colectivos que les dan autocomplaciencia. La verdad es que son más merecedores de lástima o de una cariñosa colleja que de odio, si no fuesen tan peligrosos, digo...
    En esto todos los patriotas son iguales, los de la región catalana y los del resto de España, los del Pais Vasco que conozco muy bien son igual, un dia en una comida hablando de árboles forestales, les comente que esos pinos que veíamos por el ventanal del restaurante no eran vascos, sino traidos de California, de Monterrey, y se rieron de mi descaradamente casi ofensivamente, hasta, claro.. les enseñe que eran Pinus Radiata y se tuvieron que callar, la realidad es muy dura para este tipo de analfabetismo emocional (que no suele coincidir siempre con el intelectual, ojo).
    Un saludo.
    Un saludo.

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    1. Te agradezco mucho tu aportación. Me la copio y me la guardo.

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  7. He releído el comentario, disculpa la redacción y la puntuación. En mi caso tengo más de ignorancia intelectual que emocional... Pero sigo aprendiendo... que conste...

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  8. Soy malagueño. Criado en Bilbao desde los dos años. Viví en el "Botxo", hasta los 27. Tengo 60. Mi cuadrilla d eamigos, casi todos somos o emigrantes, o descendientes en primera línea de ellos. En 1978, una prima de Málaga, fue d evacaciones a Bilbao, por fiestas. Empezó a salir con Mikel, un chaval nacido en Bilbao, de padres burgaleses. Durante tres años, mi prima y Mikel viajaban a uno u otro lugar para verse. Estaban enamorados. Cuando se plantearon casarse, los padres de él, sobre todo la medre (burgalesa) se opuso rotundamente a que su hijo se casara con una "andaluza "maketa"". Tal empeño puso la madre, que destrozó la relación.

    Cada día es más evidente el racismo/xenofobia en el nacionalismo catalán. Algo que el vasco disimula muy bien hoy en día. Pero sólo disimula. La esencia la tienen muy enraizada en su interior. Incluso, los vascos de antiguo origen y, no nacionalistas lo conservan.

    Saludos.

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    1. Siempre se ha percibido el aire del supremacismo, creo que tanto aquí como en el país vasco. Quizás hay matices, o épocas en las que es más o menos desacomplejado. Han tenido ideólogos, libros y discursos elaborados, no es una simple manía. Según el libro que cito, Sabino Arana aprendió de Valentí Almirall y los federalistas catalanes el racialismo.

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