22 de març 2013

Narciso 2.0



Ahogarse en su propio reflejo de agua no es la única acción que hizo el héroe mitológico. Sin embargo, a Narciso se le recuerda precisamente por esta proeza. Muchas veces he temido que las cosas escritas en este blog sean mi reflejo acuoso. Aquí he contado demasiadas cosas, y la tentación de borrar algunas se me pasa por la cabeza. No sé si aquel Narciso griego suspiró alguna vez ya casi al final, si no pensó en vaciar el estanque, volver a casa e intentar llevar una vida normal.


[Este es uno de los videos que me gustan de todos los que he dejado aquí. Entre otros motivos me gusta porqué contiene dos errores flagrantes: el primero es la pronunciación incorrecta de Besan, que debe pronunciarse /bazan/. El segundo es la apreciación incorrecta del significado de la ropa tendida: en los pueblos de la alta montaña del Pallars, la ropa tendida no indica que la casa esté habitada, si no que sólo expresa el intento de su propietario por reivindicarse y simular la vida en la casa, evitando así la entrada de los ocupantes ilícitos.]

Bueno, creo que no voy a borrar nada y me limito a contemplar, des de la playa, como el barco surca el mar con las velas extendidas, alas de hilo y fragilidad. Navega a la deriva, pero a veces esa deriva toma el aspecto de un destino, de una dirección. Nadie sabe adónde va, pero parece que va hacia alguna parte (quizás porque es imposible ir a ninguna parte). A veces dirías que se dirige al amor, a veces hacia la paz. Aunque a veces parece que busque bronca o que, enfebrecido y angustiado, busque más fiebre y más angustia.

Kazantzakis dice que la mayor tentación de cualquier hombre es querer ser un hombre normal, y que Jesucristo evitó caer en ella. Jesucristo y algunos más, le objetaría yo, tentado de hacer una lista muy extensa de personas que evitaron la normalidad.

La verdad es que llevo una vida normal y que en esta normalidad están la a, la o, la m, la n y lade aburrimiento. Para escribir hay que vivir o haber vivido, así como también tiene que haber aburrimiento, lecturas, sopor y algo de dolor. El blog y sus textos y sus vídeos son el espejismo de lo otro y del otro que siempre me acompaña, el que no quiere ser normal. No, no voy a borrar nada y así tengo un espejo de agua en donde asomarme a veces como un Narciso 2.0: cobarde y tramposo, agarrado con prudencia de beata a la barandilla de lo virtual. Admiro y envidio (casi con rabia de impotente) a quienes escriben en su blog sin fingir ni crear personajes. A quienes no necesitan la argucia del relato porqué son voces que se relatan a sí mismas. Les envidio, les admiro y les amo. Les amo rabiosamente, eso es lo que quería decir.


Notas:
El video que encabeza este texto está ahí por puro narcisismo o por coquetería de cuarentón. Creo que es el vídeo que más me gusta de los que he colgado, porqué ahí me resulto interesante a mi mismo.

Punto final, intro. Y ahora me marcho a la cocina: me prepararé una tortilla con un poco de queso fundido, y la meteré dentro del pan que le acabo de comprar al tendero paquistaní de la esquina. Alea iacta est.

5 comentaris:

  1. Narcís mai compraria el pa a un paquistani, ell mai ho faria, i tu no ho hauries de fer lluís. Catalunya: terra de flequers.

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    1. carai Francesc, tens raó. Em temo que al final em duran a judici per reincidir en la meva poca catalanitat.

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    2. segurament el flequer catala si li demanes et donaria feina, pero, clar, tu vas i compres als pakis. excomulgat!

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  2. LLuis si Narciso levantase y viese el mundo blogueril, se volvería a morir por la competencia tan feroz..
    Por cierto, creo haber entendido perfectamente lo que has dicho en el blog, ya sabes que yo, como Aznar, solo hablo catalán en la intimidad. Un saludo..

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  3. No soy capaz de recrear la imagen de Narciso hincándole sus perlas mandibulares a un bocadillo de tortilla -por mucho queso fundido que se le haya añadido-; en consecuencia, sigues siendo tú. No me he equivocado de portal.

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