9 de maig 2012

Enagua




He soñado varias veces que me ahogo. Bajo toneladas de un agua verdosa, turbia y a la vez transparente. Cada vez que eso sucede me despierto boqueando, angustiado, con las sábanas pegadas a la piel húmeda. Como si en verdad saliese del agua. El sueño es real. Quiero decir realista. Sin trucos, sin trampas que delaten que sólo era un sueño. Y cada vez me acuerdo de que el agua me ha querido llevar dos veces ya. A los catorce y luego sobre los treinta y pocos. Una playa revuelta, unas olas sucias. Parecía imposible avanzar hasta la arena, aunque sólo me separaban de ella un par de metros.

De pequeño me llevaron a un curso de natación con mi hermano, en una piscina de la Barceloneta. A mi me gustaba porqué luego, al salir de la piscina, mi madre nos sentaba en la cafetería y desayunábamos allí, y venía un camarero a servirnos. No me acuerdo de como fué, pero quizá porqué eran otros tiempos, allí me tomé el primer café con leche de mi vida. Aún me parece recordar una mueca en el rostro de mi madre como diciendo no se si son demasiado pequeños esos dos mocosos para el café, pero enfin... Pero la piscina me angustiaba un poco. Lo llamaban calle, pero era un tramo de agua delimitada por unas boyas pequeñas, unas bolitas amarillas enlazadas en una cuerda roja. Si te cansabas y te agarrabas a ellas en mitad de la calle, las bolitas simplemente se hundían contigo.

Cuando murió mi abuelo paterno llovió a cántaros. Me acuerdo de aquélla lluvia furiosa. Yo tenía once años y todavía me tragaba los cuentos de la iglesia. Pensé que, con aquella lluvia, el espíritu del abuelo no iba a poder ascender, sinó que lo arrastraría hacia las cloacas para desaguarlo en las aguas de la Barceloneta. Mezclado con dodotis, mierda y colillas.


Muchos años más tarde me encontré confuso y perdido y acudí a libros y curanderos. A uno de estos le conté lo del agua. -Uhm, murmuró: el agua representa a la madre, él útero. Tu tienes un conflicto con tu madre o, en su defecto, con tu parte femenina. Me hechó el Tarot y me salió la carta de la luna. Me contó algo sobre la Luna, el agua, las mareas y el escorpión que aparece en el dibujo. Lo comprendí a medias, como intuyendo algo remoto e inalcanzable, pero cierto. Hace muy poco, en La Fuentona de Muriel de la Fuente, descubrí la existencia del bicho cuyo nombre es escorpión de agua. Ese es el animal representado en el Tarot, ahora lo he comprendido.

Hoy, comiendo con los compañeros del trabajo, hablamos de hundimientos: el hundimiento de la economía, de la confianza en los políticos y el sistema. El aniversario del Titanic. El sistema se hunde y no tenemos muy claro si nos alegramos, o tememos que nos vaya a arrastrar a nosotros -pobres personitas sin flotador y sin hacienda- hacia el fondo fangoso y maloliente. Me viene la imagen de una película de gángsteres en la que a un desgraciado le ahogan en el agua del inodoro (¿o era un cubo?). A lo mejor -intuyes como en el ensueño- el barco de la civilización europea era un espejismo.

Me acuerdo de Esbjörn Svensson, que murió ahogado mientras hacía submarinismo. De la angustia que sentía mientras leía Nosotros, los ahogados. El frenesí asesino del mar en Puerto humano. La figura de Holly Hunter hundiéndose en el mar, en el final de El piano. ¿Porqué vivo con miedo? Lo del paro y la pobreza está ahí, a la vuelta de la esquina. El hundimiento de Bankia lo anuncia más todavía: el Estado sacará dineros de otras partes para sanear el banco, y los maestros interinos muy posiblemente vamos a irnos al paro para reflotar al banco. La pobreza será, sin duda, la mejor metáfora del ahogamiento, de la sepultura de agua que me anuncian los sueños. Pienso en el cuento de Cortázar, el Axolotl.


A lo mejor allá abajo, en el fondo, nos encontraremos de nuevo y nos diremos pues no había para tanto. Igual está el espíritu del abuelo, encarnado en un rechoncho pez globo. A lo mejor me acostumbro a respirar agua y me reencuentro, como en el útero. A lo mejor yo sólo era un aliento de agua dentro del agua. A lo mejor resulta que no éramos nada más que eso. Quizá nos habíamos obsesionado en ser de otra materia. Unos de papel moneda, otros de madera flotadora, otros de acero alemán o incluso de piedra.

Pero éramos de agua. Y el agua es el único elemento del mundo que no puede ahogarse jamás.

[El tarotista me mira, se rasca la barbilla. -¿No será usted ascendente Piscis? pregunta. No. Soy acuario -le respondo. En contra de lo que sugiere el nombre, es un signo de aire.]


13 comentaris:

  1. LLuis, lo del agua también pueden ser malas digestiones (que lo sepas) y lo que es en principio, un problema existencial, se puede transformar tan solo o tan mucho en una ulcera. El capitalismo no se esta hundiendo, más bien todo lo contrario, esta en su máximo apogeo. La ley del más fuerte es la imperante en Europa, mejor dicho, no del más fuerte, sino del más chulo. Porque... ¿que pasa si no pagamos nadie a los bancos?, ¿que pasa si sacamos todos nuestro dinero?, pues eso, que hace falta hablar con los mercados y lobbies y dejarles caer estas cosas de vez en cuando, para poner a cada uno en su sitio.
    Ocurre que la casta política que sufrimos en Europa esta más preocupada por conseguirse el puesto para cuando dejen la política, que en ejercer su labor de cuidado de la población.
    Eso se trransmite en el actual desamparo que sufrimos, es triste pero real como la vida misma.
    Cada día veo más cerca una salida violenta a este desaguisado económico, político y social.

    ResponElimina
    Respostes
    1. Por desgracia, a mi me pasa lo mismo: veo difícil una solución buena que no incluya alguna forma de violencia. Me sabe mal darle el portazo al bueno de Ghandi, pero la cosa está así. Igual por escribir eso me empapela el violento de Felip Puig, pero ya está dicho.
      Llevo un tiempo repescando memorias y biografías de los anarcosindicalistas de los años 20 y 30, y cada día les comprendo mejor. Ellos promovieron el atraco a los bancos como forma de lucha política. A mi ese intent de elevar el atraco a la categoría de lucha social me había hecho sonreir, pero ahora creo que esa gente eran unos sabios.

      Elimina
  2. No habia caido en que el agua no se puede ahogar. Igual deberías cenar ligero, a veces una mala digestión propicia sueños confusos.

    Ah! no conozco a nadie que se haya ahogado en whisqui.

    ResponElimina
    Respostes
    1. Francesc, me he imaginado un mar de whisqui (es que soy muy visual) y he visto peces con la cara de Hemingway nadando en sus profundidades.

      Elimina
  3. Pues verás, la luna es todo lo sentimental, lo sensual incluso... lo inconsciente. La luna es el yang.

    Y no es tarot, es símbolo (Cirlot nos vale).

    El agua es lo mismo, exactamente lo mismo. El agua es, además, el principio procreador: el agua da vida, sin agua nada nace. El agua por tanto es sexo. Que yo me la llevé al río, creyendo que era mozuela, pero tenía marido (ahora es Lorca quien nos vale).

    El agua es, por tanto, todo lo inconsciente que nos abruma. Lo que no queremos que nos abrume pero nos abruma igual. Los miedos.

    ¿La madre? Antes también las brujas eran argentinas y freudianas. Así que no hagas caso a quienes siempre iban buscando edipos por todas partes. Bloqueadillas que estarían esas brujas.

    ResponElimina
  4. Tengo el diccionario de Cirlot habitualmente cerca, por lo que pueda pasar. Es un libro especial, que puedes abrir al azar y ponerte a leer como una novela.
    Lo que pasa es que este texto mío ha empezado a escribirse a si mismo, precindiendo de las cosas que se, pienso o he leído.
    Muy buena imagen esta de las brujas argentinas y freudianas...! Y lo de Edipo, bueno, en eso sí creo que el pobre Sigmund está pasado de moda.

    ResponElimina
  5. Si tu temor es ahogarte en el mar, puedes sentirte aliviado, porque que hay parajes mas profundos y oscuros donde nos puede llevar todo este embrollo. Al fin y al cabo, tarde o temprano, el agua siempre te lleva flote, a no ser que te pille algún Berlusconi de los de por aquí, y te hunda los pies en cemento por decir las verdades.

    Puede que sea un mal augurio del Tarot...! pero, "la madre de todas guerras"
    -que tan lejana veiamos- se está acercando, y no por Oriente...

    ResponElimina
    Respostes
    1. Bueno, no se si tu comentario me sirve de consuelo o me asusta más...

      Elimina
  6. Jo sic que sóc Piscis. L'aigua m'agrada però no sé nedar, només suro. Diuen que l'important es nedar i saber guarda la roba.

    ResponElimina
    Respostes
    1. Amb això del signe astrològic em faig un embolic. Es veu que jo sóc sagitari (foc) amb ascendent aquari (aire). Què deu implicar aquesta combinació?

      Elimina
    2. es una combinació explosiva, les persones així solen acabar fent revolucions o similars...;)

      Elimina
    3. Si? Ostres... doncs que es prepari el Mas, a qui potser li arribarà el seu Sant Martí de la mà d'un Sagitari-Aquari.

      Elimina
  7. Mira, yo he nadado desde que tenía dos años y ahora a estas alturas me ha dado por lo de las travesías a nado y cosas de esas. Sé nadar donde sea. Pero también me daba miedo ahogarme porque lo soñé muchas veces, pero no ahogarme en el mar o en la piscina, ahogarme en el hielo. Y un día Markku que era un cocinero de Ivalo se hundió en el hielo pero lo sacaron vivo con una pala. Desde entonces me empezó a dar más miedo y no quería ir ni a pescar ni a nada. Y un día me hundí yo. Yo siempre decía que si me pasaba como a Markku no iba a intentar salir del agua, metería la cabeza hacia abajo y mira, si s'ham de morir que no tardem. Que nada de ponerme a bracear y a intentar salir. Pues cuando se me rompió el hielo debajo te digo que milésimas de segundo tardé en ponerme en horizontal a ver cómo coño salía de allí, que ganas de hundirme ningunas.

    ResponElimina