28 de set. 2018

La patria del deseo no entiende de ética

Resultat d'imatges de deseo

(Ni la ética entiende de deseo)

Después de algún tiempo trabajando en la prevención de la violencia machista, uno entiende algunas cosas. Entre las importantes está el conflicto entre el lenguaje del deseo y el lenguaje de la ética. La violencia es atractiva, la bondad no lo es. Todos los que hemos pasado por el instituto recordamos el éxito seductor de los malotes y el fracaso de los buenos, que no se comían un rosco. Hay una promoción enorme del malo atractivo sexualmente (James Bond, sin ir más lejos), y la creencia muy extendida en la falta de atractivo sexual del hombre igualitario, el que friega los platos y pasa la mopa: ese hombre es bueno, pero no despierta la líbido. Es un hombre bueno (ética), pero no deseable para irse a la cama con él (deseo).

En la prevención de la violencia de género hablamos de cosas así. Ramón Flecha, Jesús Gómez o Lidia Puigverd entre otros (tres autoridades en el asunto) hablan del probema: el lenguaje del deseo y el lenguaje de la ética. La ética no le puede responder al deseo. Cuando a una joven se le dice que el maltrato no está bien, que el maltratador no es bueno, le estamos hablando desde la ética, cuando ella solo entiende de deseo. Los autores citados han hallado la solución: se trata de hacer deseable al chico igualitario, el que trata bien a su pareja (ya sea esporádica o duradera).

Pensando en eso, un día me di cuenta de cual era el asunto en Cataluña. Eso es lo que nos pasa, eso exactamente. Los independentistas hablan desde el deseo: el deseo de tener una patria, una patria que sea un país, un país que sea independiente de España. Qué les importa a ellos si la patria es mítica, si jamás ha existido un país llamado "Cataluña". Lo que saben es que lo desean, que su padre -ya fallecido- lo deseaba, que su abuelo lo deseaba. Que sienten el deseo en sus entrañas, en sus sueños, en su duermevela. El deseo de la patria ocupa el mismo espacio que el deseo sexual y se manifiesta en los mismos instantes. El deseo de la patria excita, calienta: hay mucho léxico erótico metido en la palabrería patriótica y no es por casualidad ni es anécdota. Hace unos años, cuando Alfred Bosch era diputado en las Cortes españolas, dijo: "el independentismo es sexy". Machismo puro y atracción por el malote. Sin saberlo y sin quererlo, Alfred Bosch nos dió la definición del problema y su solución. Pero nadie lo entendió.

Los que no somos independentistas queremos debatir con ellos usando el lenguaje de la ética: esgrimimos la Constitución, el orden legal, el respeto a la ley, a la norma. Hablamos de riesgo de fractura social, del valor de la democracia, de la convivencia... Todos esos términos pertenecen al discurso de la ética y jamás podrán rebatir al lenguaje del deseo. Es algo tan sencillo como eso.

Lo que los autores citados proponen para eliminar la violencia de género es hablar del asunto des del lenguaje del deseo: hacer deseable al hombre que pertenece a lo que se denomina Nuevas Alternativas Masculinas (NAM). promover su figura como una masculinidad atractiva, evidenciar que el hombre que friega los platos y pasa la mopa es deseable y mejor que el malote que maltrata y tiene éxito sexual.

Se trataría, por lo tanto, de hablar del deseo ante el deseo de la patria catalana independiente. Es difícil hacer de España un deseo, pero no es difícil hacer deseable la convivencia en paz, el acuerdo entre vecinos, el diálogo entre diferentes. Se trata de hablar de una España de El Quijote, de una España de Machado, de una España de Pablo Alborán (reconozco que ese cantautor, al que conozco poco, no me ha atraído nunca, pero también reconozco que plantea unos valores cívicos y respetuosos poco vistos en el mundo de la música popular española).

Españas hay muchas: la hay facha, rancia y casposa, claro. Del mismo modo que hay una Cataluña ídem, cosa que debería decirse con insistencia. Es decir: que no todo lo catalán es guay por el mero hecho de ser catalán: hay caciquismo, casposidad y facherío en Cataluña. Hay que decirlo, hay que repetirlo. Lo catalán no es atractivo por ser catalán.

Hay una España progresista, divertida, interesante. Atractiva. Hay artistas, músicos, escritores, pensadores y gentes con las que mola estar a bien, estar juntos, trabajar juntos por una España guapa y seductora, de debates interesantes, de éxito. Hay una España moderna y atractiva que vibra, que lucha, que trabaja por lo apetecible. España no son sus jueces de talante franquista ni sus caciques peperos. España es El Niño de Elche, el Gran Wyoming, Max Aub, Almodóvar, Antonio Soler. España es Marina Garcés, Rozalén, Dolores Redondo, Rosa león, Carolina Marín, Sonia Hernández, Eva Vila. Y luego están los hombres y las mujeres de la latinoamérica de habla hispana. Entre las cuales Claudia Llosa, Lucrecia Martel.

Al lenguaje del deseo se le debe responder con el lenguaje del deseo. Qué mayor deseo que vivir en fraternidad y en paz con la gente que desea lo mismo. Qué mayor atractivo que eso.

Después de algunas discusiones sobre el asunto catalán/español, siempre vi que la discusión se terminaba con la oración: "me gusta ser español como Cervantes o como Juan Marsé, o como Rozalén": el uso del deseo liquidaba unas tediosas diatribas sin sentido.

12 comentaris:

  1. Dos asuntos con muchas aristas, si señor.

    Desde el principio caí en que el separatismo no necesita la racionalidad para nada, es sencillamente una fé ciega e impulsiva,que podríamos equiparar al "forofismo" del fútbol, o el fanatismo religioso.

    Y si hacemos una analogía del separatismo del sexo, seria una violación en la que la voluntad del otro no cuenta para nada, ha de ser violentado, poseído y humillado.

    Nunca he conseguido entender a los maltratadores y violadores. Porque lo realmente pleno del sexo, es la capacidad de seducción, el llevar de la mano a tu compañero/compañera a un mundo de placer compartido y deseado hasta la saciedad para los dos.

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  2. https://ellaberintogrotesco.blogspot.com/2018/09/cuando-la-patria-del-deseo-no-entiende.html

    Con textos como los tuyos uno aprende más de cuanto acontece. Gracias por tus aportaciones; la de hoy me tomo la libertad de divulgar.

    Salud y libre pensamiento.

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  3. Siento convertirme en la voz discrepante ante tantos aduladores, y desconozco las teorías de los autores que citas, pero simplificar de tal modo la violencia machista le hace flaco favor a la identificación y a la prevención de los abusadores. El primer paso del maltratador no es la chulería, sino el abuso psicológico, y ese abuso comienza desde la premisa de la persona ideal y del amor perfecto. Cualquier malote ya sabes por donde va y no te va a dar sorpresas, el maltratador no, es simplemente un monstruo con careta de Príncipe Azul que, con el tiempo, cuando ya te tenga en su telaraña de amor perfecto, te mostrará su aguijón y ya estarás perdida. Cuidado con eso. Bastante trabajo tenemos ya intentando parar el feminicidio como para andar confundiendo con premisas equivocadas.

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    1. También es una cuestión de reparto del poder dentro de una relación. Se trata del empoderamiento de una parte frente a la otra. Siento utilizar ese nuevo palabro con una connotación negativa. En lo de la premisa del amor ideal te doy la razón. Como sabrás, después del estreno de Pretty Woman, las chicas querían parecerse a la protagonista en todo (hasta en ser puta). Las idealizaciones hacen mucho mal.

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  4. "...Los que no somos independentistas queremos debatir con ellos usando el lenguaje de la ética: esgrimimos la Constitución, el orden legal, el respeto a la ley, a la norma. Hablamos de riesgo de fractura social, del valor de la democracia, de la convivencia... Todos esos términos pertenecen al discurso de la ética y jamás podrán rebatir al lenguaje del deseo. Es algo tan sencillo como eso..." (sic)

    Creo que ya lo hemos hablado en anteriores entradas, LLUIS. Se confunde el deseo (metafísica y por lo tanto no cuantificable), justificándose con una cuestión moral, con legalidad (Ley -veredicto-, cuantificable en tiempo) apoyándose en una cuestión de derecho político).

    Agua y aceite no comulgan. El deseo es como el amor, el odio, la nobleza, la pena, la fiabilidad...nada que podamos decir : ¿ Del uno al diez...¿cuánto me quieres?. O me quieres , o no me quieres. No hay más. Se desea o no. Así de simple.

    Conozco poca gente que no deseé paz y fraternidad. Conservadores unos; social-demócratas, otros, lo que sucede es que ultimamente hay tanta fragmentación de ideas minúsculas que los que se han apoltronado con unos cuantos miles de votos no desean (otra vez sale a la palestra la palabra), perder la Visa con los 6.000 dineuros mensuales. Y hete aquí en el quit del meollo.

    Los metafisicos deseos de la gran mayoría se han visto trastornados por los contingentes dineuros en la Caixa al fin de mes. Esos, LLUIS, no son metafísicos, no son vistuales, no son deseos, son activos tocantes y sonantes, y ahora y así, quizás, puedas darte cuenta del porqué, el lenguaje del deseo es diferente al lenguaje de lo cotidiano.

    Dicen en Galicia que teta y leche no hay, o teta o leche. Los gallegos saben.

    Salut

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  5. La ley del deseo. (Almodóvar). Siempre me llamó la atención ese título de película. Cómo va tener una ley el deseo. Pa' salir loco.��

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  6. Estos españoles deben de estar locos jejeje. Menos mal que nosotros tenemos el seny.

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  7. Perdona Lluis si embarullo tu certero análisis. Ah! Y Marina Garcés se fue a Zaragoza a dar clases porque no tenía el nivel C de catalán. Aunque ya ha metido la cabeza en la UOC.

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  8. Al filo de lo comentado por JUAN CARLOS ESPARCIA.
    Hay deseos que se legalizan, como por ejemplo "un Master", título cuantificable en cuanto a tal y que está legalizado por la firma de varios miembros del comité y bajo el parámetro de una Universidad que da fe en su legalización. Pero la cosa es imposible sino estudio y me examino. Luego legalizo el deseo pagando y lo hago ley en un papel para poner en el curriculum.

    Por otra parte, y esto va para la entrada en general, la Ética es el estudio de la moral, no debemos confundir el nombre de Ética como una "sola cosa". Se puede ser moral, inmoral o amoral. De hecho tenemos políticos en las tres formas.
    Pondré un pequeño ejemplo de cosecha propia: "Si has de hacer el mal, hazlo bien", o sea, si has de robar hazlo en cantidad ingente, sin armas, sin ruido, sin hacerlo a un particular...hazlo con ética, vamos.
    En fin, un abrazo
    Salut

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    1. Algunos quieren que un desideratum sea legal: la independencia. Ánimo que con buenos abogados se consigue. Lo malo es que si algún día te dan la razón habrá que ver cuánto te ha costado. Es como la separación de algunos matrimonios. Al final se arruinan los dos y han enriquecido a los abogados.

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  9. Encantada de descubrir tu blog. Haces un certero análisis del sentir independentista. Lo que más excita es la utopía. Pero creo que debería hacerse compatible con la ética, que es la que hace posible la convivencia pacífica de los contrario.
    Mi enhorabuena.
    Salut.

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  10. Claro, la ética exige analizar desde el principio de realidad, valorar las posibles pérdidas y enfrentarlas a las probables -o improbables- ganancias sociales; pensar en la sociedad con el respeto que merece porque, esa maldad intrínseca que atribuyen al Estado, es una invención de quienes aspiran a tener el poder sin contrapesos ni límites. Su deseo nos llevaría a un sociedad totalitaria, la única que admite el capricho de un grupo que aspira a que la calle siempre sea suya, tal como quería Fraga.

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