12 de des. 2011

Solaris

en el veinticinco aniversario de la muerte de Andrei Tarkovski





Tres instantes del agua

1. Clepsidra, clepsidra, reloj de agua. Le pusieron este nombre bello y musical, y era un reloj que medía el tiempo con un mecanismo de agua. Se usaba por la noche, cuando los relojes de sol morían de tiniebla. Parece ser que es un invento egipcio, de la época de Amenhotep. Eso es hace tres mil quinientos años.

Un reloj de agua que se parece a un reloj de arena. ¿En qué se parecen el agua y la arena? ¿Los dos avanzan en olas por la superficie del planeta? Tu vientre es más bien de agua pero tu piel tiene el color de la arena.

No se si será culpa del cine, pero solemos imaginar un Egipto de arena y dunas, amarillo y polvoriento. Sin embargo era un país de agua. El país era un río, y del agua salían los feroces cocodrilos, pero también el agua anidaba toda la vida. Sus inundaciones garantizaban la cosecha y en torno a ellas se organizaron los ciclos, los ritos. Los faraones difuntos disponían de un navío para después, y hay dioses que son aves zancudas, de la ribera. Los amantes se citaban en la orilla o entre los juncos y la planta del papiro, y allí debían de prometerse amor, y luego se libraban al deseo.

Las grandes piedras viajaban desde las canteras hasta los templos y las pirámides. Enormes masas de roca arenisca o de granito flotaban en el relámpago del sol sobre el agua. La roca se transformaba en escultura de dios navegando el río enorme.

Hace poco tu y yo nos bañamos en unas aguas termales con olor a azufre. Ese azufre fué una roca, y sin embargo nadamos en ella. Y tu vientre dorado flotaba entre los vapores.



2. Me encontré un reloj de agua. Eso me pasó una tarde, cuando iba a visitar una antigua ermita oculta entre la vegetación, más arriba del Santuario de Santa Maria de Talló y en dirección a Santa Magdalena. El sol se desplomaba. Dirías que el Sol chocaría contra la Tierra, que ese momento era el fin.

Yo andaba tan aprisa como podía, para llegar antes que la noche. Pero eso sucedía después de una jornada de trabajo, y mis pasos no eran tan enérgicos como quería. Quizás fue por esa lentitud que me fijé en el pequeño reloj. Delicado, frágil, imposible. A un lado del caminito, silencioso y casi tímido. Recuerdo que me arrodillé ante él con la excusa de sacar una foto.

3. Solaris es una narración sobre el deseo sobre un fondo de agua. Deseos, terrores y agua están estrechamente vinculados en las ideas y las imágenes de Freud y de Jung. El agua profunda es la madre y a la vez el subconsciente, el territorio infinito. En su negrura profunda nos sumergimos en sueños, y por eso despertamos húmedos de las pesadillas pero también de los sueños eróticos. En el orgasmo, nuestro cuerpo busca la licuefacción. Quizás lo que más tememos es aquéllo que más deseamos, y no nos atrevemos: eso dice Freud en el análisis de un cuento de E.T.A. Hoffmann, El hombre de la arena.

Los personajes de Solaris flotan sobre un mar infinito y esférico que está en sus sueños. Pero sospechan que ellos son tan sólo un sueño del mar, un pequeño e imperfecto sueño que ha tomado forma humana. Al fin y al cabo eso no es nada sorprendente: a nosotros también nos soñó el mar original, y algún día volveremos, despiertos pero soñando, hacia su vientre lleno de deseo. La próxima vez que hagamos el amor te voy a proponer la bañera.

Solaris aparece de nuevo en el firmamento cinefílico de la mano de Lars von Trier, aunque esta vez se llama Melancholia.


14 comentaris:

  1. fascinants imatges, com aquelles del final de la pel·lícula en que es cremava una casa. No em sorprén la teva devoció per Andrei Tarkovski, és cinema en estat pur.

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  2. Francesc: si t'agraden les imatges no te n'estiguis de veure les pel·lis senceres, que no et decebran.
    Com que el meu aniversari s'escau el dia de Sant Andreu, algú que m'estima em va regalar les obres completes de l'Andrei. Ara em falten hores... i tot i que ja les tinc vistes, el plaer és enorme.

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  3. Apunto el consejo y las sugerencias. Con el reloj de agua me dejaste estupefacto. Es muy bonito.

    Hay un poeta español, Fernández de Andrada, lo suficientemente barroco como para escribir cosas extrañas, que tiene un poema maravilloso, la Epístola moral a Fabio. Acaba con un "antes que el tiempo muera en nuestros brazos" que se interpretó durante mucho tiempo como una personificación del tiempo. Pero voces importantes sugirieron que el tiempo sea ese reloj, tic tac, tic tac, que como el de agua, tic tac, no deja de marcar el tiempo en nuestros pulsos hasta que éste muere en nuestros brazos.

    Esta anécdota no es de agua pero sí es de tiempo. Abraçades.

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  4. Eastriver: dicen que cada día se aprende algo ¿no? Pus bueno, hoy he aprendido quién era Fernández de Andrada. O por lo menos lo he descubierto, que ya es mucho.

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  5. No sé si es poesía en prosa. De verdad que no lo sé, pero te lo agradezco Lluís.
    Un abrazo

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  6. Juan: yo diría que tu texto si lo es, pero es una opinión.

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  7. L'aigua en moviment té un poder hipnòtic, Podriem estar hores comtemplant la teva clepsidra. O les onades del mar. O les algues que dansen de Tarkovski.
    Hi ha altres moviments que ens hipnotitzen com poc crepitant que preparem abans de fer-nos verdures a la brasa. O el vent que mou es fulles dels arbres.
    Vent, aigua, terra, foc. Tots són complementaris.

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  8. Solaris es una pel·lícula que van restrenar amb 2001, però es molt més críptica i molta gent s'anava decebuda del cinema, esperaven més un film d'aventures...

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  9. El text m'ha semblat exquisit, però fes-te un favor i descarta la banyera. L'aigua serà el que vulguis, però la llauna és d'allò més incòmode.

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  10. Eulàlia: no sabem què tenen els elements, alguna cosa dintre nostre ens deixa petrificats en la seva contemplació i fins i tot sentim d'una manera diferent quan mirem l'aigua o el foc. Crec que justament per aixo Tarkovski fa un cinema emocional més que intel·lectual, i ens obre finestres i portes.
    Ara mateix em faria una bona brasa i em posari a coure esbargínies i carxofes mentre contemplo les flametes.

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  11. Aris: és cert que Solaris i 2001 van coincidir en el temps, però no sé fins a quin punt tenen gaire a veure. Les dues aconsegueixen dur la ciència ficció al terreny de la filosofia i l'especulació però per vies molt diferents, i amb finalitats diferents. Van iniciar una ciència ficció més adulta i amb un component estètic que, paradoxalment, no ha influït massa en el cinema de gènere posterior. En el marc soviètic sí que Solaris és influent, i van aparèixer altres cintes a Polònia i a Txecoslovàquia que en són deutores.
    Fa pocs anys els ianquis van fer un pobre remake amb el galán de torn, el George Clooney. No és dolenta però és prescindible.

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  12. Joan: la banyera no la puc descartar d'entrada. És la mena d'experiències que cal viure en primera persona i sense por. I si ´s incòmode doncs no res, es desestima per a les properes ocasions. Però a mi em dóna morbo, vès.

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  13. Molt bó, cada vegada m´agrada més la teva serie dedicada a Tarkovski. Un relat genial "El hombre de arena" i la seva fixaciò amb els ulls tan inquietant.
    Recordo que hi havia gent que s´en sortia del cine on feien "Solaris" però també molts despistats s´en anaven d´on feien "2001" veient que no era un altre "Star Wars" com pensaven. Borgo.

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  14. Miquel: "L'home de la sorra" em segueix semblant un dels millors contes de por, i dels millors del Hoffmann, encara que costa molt escollir.

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