Se supone que los republicanistas son gente de progreso por costumbre, inercia o vicio. Aunque no necesariamente de izquierdas. Sin embargo, tras escuchar el discurso del señor Aragonés, líder de los republicanistas catalanes, uno se da cuenta de que los republicanistas pueden ser muy pero que muy carcas. El señor Aznar, por ejemplo, ejemplo de carcas, era muy antimonárquico y no lo ocultaba: despreciaba sin remilgos al monarca hoy oculto y emérito en un hotelito bereber. El señor Aragonés aprovechó que el Pisuerga pasa por su pueblo para largar una invectiva decimonónica contra el Rey. Unas frases trilladas, vacías, redundantes y con un eco de radio en blanco y negro. Son, quizás, las frases que espera su parroquia. Y nunca mejor dicho lo de parroquia, en este caso.
Otra líder del partidillo le exigió al Rey que pidiese disculpas por haber ofendido a la mitad de los catalanes el día 3 de octubre de 2017. Bueno, lo mismo se le podría exigir a Junqueras respecto de la otra mitad de los catalanes, a quienes agredieron los días 6 y 7 de septiembre con una insoportable pretensión de poder. Se lo podríamos exigir, también, al tipo que se metió en el maletero de un Audi para instalarse en un chalecito belga y vivir a cuerpo de Rey. Sí, de Rey. El mismo que exige que le vayan a rendir pleitesía a cambio de un pequeño feudo en la administración, en el partido o en donde sea, por favor, ¿qué hay de lo mío? Y no estaría de más que se disculparan los demás y las demás, y en especial la señora Forcadell.
El republicanismo catalán huele a tradicionalismo rancio, a sacristía y a hostia consagrada. No duden nunca cuando les digan que ERC tiene sus raíces hundidas en el carlismo, y no confundan el carlismo con la adoración de Carlos Puigdemont: los carlistas eran unos del XIX que querían a un rey más que a otro y que estaban dispuestos a matar por su rey, o a dejarse matar por los del rey enemigo. No se olviden, tampoco, de los escenarios de las guerras carlistas: Navarra, País Vasco, parte de Aragón y Cataluña entera, salvando las comarcas civilizadas del entorno de Barcelona, incluyendo Barcelona. No se olviden de que al carlismo se le opusieron los liberales. Por fortuna, los liberales derrotaron a los carlistas. Pero ellos nunca se dan por vencidos: ¡Ho tornarem a fer!, grita todavía hoy un tal Jordi Cuixart, tal como antaño gritaron los numantinos ante el empuje de la civilización (romana, en aquélla ocasión). Los cavernícolas se resistieron a la civilización: les parecía más seductora la caverna y al Cuixart le seduce más la tribu que la ciudadanía democrática. Vivir para ver. Cuixart presidía un organismo creado por tres falangistas.
Quizás no hay nada más rancio que un republicanista catalán. Esta es la evidencia que el señor Aragonés se esfuerza en divulgar, con toda su capacidad pedagógica disponible. El señor Aragonés cree que el socialismo es malo. El señor Aragonés, cuando era solo vicepresidente, intentó sacar adelante la "ley Aragonés", que era el intento más brutal visto hasta hoy de transferir el dinero público destinado al bienestar social a las empresas privadas, lavarse las manos del asunto y dedicarse a otros asuntos.
El señor Aragonés, a día de hoy, es algo así como un vicepresidente en funciones de presidente pero sin ser presidente, y si le añaden que es vicepresidente en funciones de un presidente que era el sustituto de un presidente que era el valido de uno que vive en Waterloo y que fue nombrado presidente para un rato por otro presidente que se creía Moisés pero en verdad de la buena solo le guardaba la silla caliente a uno que era presidenciable por ser hijo del presidente más presidente de todos... ahí lo tienen. Ese es el retrato de la degradación institucional de la región catalana. ¿Con quién dialogará el señor Sánchez en la mesa negociadora que le exigen los republicanistas catalanes? Lo tienes difícil, Pedro: al fin y al cabo tú eres un presidente legítimo y de veras, el representante de una democracia europea: ¿negociarás con un espantajo que sustituye a un sustituto de un sustituto de un provisional? ¿Negociarás con el espantajo que representa a una región cada día más empobrecida, insignificante y a la vez pretenciosa?
Dicen por ahí no sé qué cosas del abuelo del señor Aragonés, pero a mi lo que fuese o hubiese sido su abuelo me la trae al pairo. Al fin y al cabo, mi abuelo, aún sin ser alcalde de ningún pueblo, también era más bien franquista, católico y empresario. Eso no me parece justo: a cada uno que le juzguen por lo que él mismo ha elegido. Sin olvidar el árbol genealógico, por supuesto, pero sin colgarlo de él con la soga genética. La verdad, sin embargo, es esa: el primer discurso del señor Aragonés sonaba tan rancio, hueco, tópico y vulgar como lo que quizás, en su día, pronunció el abuelete. Eso solo es una hipótesis.
Sin embargo, apreciado Lluís, en mi opinión, el carlismo nunca fue hispanófobo y los nacionalismos fraccionarios son abiertamente hispanófobos, por lo que en realidad, este antihispanismo no coincide con el carlismo realmente, pienso yo (que sería antiliberal pero no hispanófobo) sino con la Reforma de Lutero en su versión política. En mi opinión, los nacionalismos fraccionarios pueden ser la versión nueva de las Guerras de Religión que desangraron Europa en los S.XVI Y S.XVII que fueron entre católicos y protestantes, entre los príncipes alemanes, la familia Orange, los hugonotes franceses y los católicos flamencos, alemanes, franceses (de La Vendée y vascos franceses) y el Imperio Español. ¿Nos equivocamos de Dios en Trento? y esta frase no es mía sino de Paloma Pájaro, hay mucha gente que piensa que los católicos nos equivocamos en Trento, atribuyendo al protestantismo la luminosidad de la razón de la que los católicos de la Contrarreforma carecían supuestamente, pero nada más lejos de la verdad, creo yo, Lutero rechazaba abiertamente razón humanista católica por ello desató la más espantosa caza de brujas en Europa, precisamente el nacionalismo tiene mucho de irracional. El protestantismo de Lutero comparte, con la ideología nacionalista junto a las iglesias nacionalistas, la falta de vocación a la universalidad, por ello promueven la exclusión identitaria y etnicista, unido al principio de "cuius regio, eius religio" máxima que los protestantes hicieron suya, de tal modo que, precisamente, es una Iglesia unida al poder político, completamente ideologizada al servicio de los entonces príncipes locales, ahora llamémosles gobernantes locales, muy privilegiada por esa razón también y que se retroalimentan una a la otra. Añadida a su fuerte hispanofobia, que hunde sus raíces en la leyenda negra antiespañola, con fundamento en el racismo científico del S.XIX, su antisemitismo y por ello en su aversión al mestizaje del Imperio Español, tanto el producido en Hispanonamérica como especialmente, el que se dio en la Península Ibérica por las conversiones forzosas de judíos y musulmanes. Es mi opinión y por lo tanto abierta a discusiones y rebatible, un abrazo Lluís y un placer leerte, como siempre.
ResponEliminaBueno... no sabría por donde empezar. Lo que escribes exige mucho y no es fácil. El carlismo, creo yo, sin ser hispanófobo para nada, obviamente, buscaba una España medieval. Lo mismo que buscan los nacionalistas actuales. Eran antiliberales, tradicionalistas, lo más opuesto a un estado moderno.
EliminaLas diferencias entre catolicismo y protestantismo se me escapan en los matices: si bien el protestantismo parece más adelantado en algunas cuestiones, sigo creyendo que el catolicismo ha sido más hábil, más tolerante y más abierto. La historia es más favrorable al catolicismo. Ofrece algo insuperable: el perdón por el arrepentimiento y la confesión. Algo que niegan los protestantes y, curiosamente, los musulmanes. El catolicismo triunfa en Europa y el protestantismo en América. Yo soy europeo y me quedo en Europa. El catolicismo dio pie a la mayoría de los valores que hoy comparto, y el protestantismo a las cosas de Trump, que no comparto para nada. Pero todo eso lo escribo a bote pronto. Como te dije una vez, de eso no se puede hablar por mensajes, comentarios o videoconferencias.
Has hecho un gran análisis de la situación actual y del carácter de un grupo muy alejado de la izquierda y el socialismo europeo. ERC es un partido antiguo pero no con solera, sino con la carcoma de los bancos de iglesia y las huellas de las rodillas de las beatas de pueblo. Quieren vendernos que son abiertos a un modelo transformador cuando sus formas burguesas, ñonas, tradiocionalistas de tortell de nata els diumenges amb la fadrina , el discurso soporífero del odio al borbón y recelo a lo español es algo caduco, muy aburrido. Mis conocidos de ERC tienen de 40 años para arriba multiplicado por dos. Muy interesante la mención carlista y protestante de Dolores, ahonda en los orígenes históricos y quizás sociapata de un grupi de intelectuales con cadira en el Liceu que eran hijos de su tiempo. Ahí te doy la razón, Lluís. El señor Aragonés no es un hijo de su tiempo. Otro sustituto y prostituto moral de los peores presidentes que una CCAA pudo tener y tendrá.( Con excepción de Madrid, que tela, telita , estos también). Y eso de jugar al amigo invisible, a la silla vacía, al escaño nebuloso. No se puede ser más infantil, más fariseo y más ridículo. Y no tendremos en esta bendita tierra catalana algún día un Che , una Juana de Arco , yo qué sé.. alguien que los enfile eternamente de una patada a su puto planeta irreal de abuelos cebolletas y reprimidas teñidas.
ResponEliminaCreo que hace poco ha aparecido un libro sobre ERC, pero me temo que no será un buen trabajo de investigación, que sigue pendiente. Un repaso a sus líderes, a partir de la Transición, nos muestra a una colección de personajes de ideologías vaporosas. Quizás el más honesto fue Ángel Colom, que podía ser algo friki en muchos asuntos pero creo que no engañaba. Aunque tuvo la mala ocurrencia de juntarse con la señora Rahola, muy de derechas. Pero luego están el impagable Joan Hortalà, presidente de Bolsa de Barcelona, Carod y la peña de la avellana, nuestro admirado Bargalló, Ernest Benach (cuyo curriculum profesional y académico es espectacular) y un largo etcétera de personas que cayeron allí para medrar, sin duda, y por lo tanto con un gran ánimo conspirador. Un poema.
EliminaHas hecho un gran análisis de la situación actual y del carácter de un grupo muy alejado de la izquierda y el socialismo europeo. ERC es un partido antiguo pero no con solera, sino con la carcoma de los bancos de iglesia y las huellas de las rodillas de las beatas de pueblo. Quieren vendernos que son abiertos a un modelo transformador cuando sus formas burguesas, ñonas, tradiocionalistas de tortell de nata els diumenges amb la fadrina , el discurso soporífero del odio al borbón y recelo a lo español es algo caduco, muy aburrido. Mis conocidos de ERC tienen de 40 años para arriba multiplicado por dos. Muy interesante la mención carlista y protestante de Dolores, ahonda en los orígenes históricos y quizás sociapata de un grupi de intelectuales con cadira en el Liceu que eran hijos de su tiempo. Ahí te doy la razón, Lluís. El señor Aragonés no es un hijo de su tiempo. Otro sustituto y prostituto moral de los peores presidentes que una CCAA pudo tener y tendrá.( Con excepción de Madrid, que tela, telita , estos también). Y eso de jugar al amigo invisible, a la silla vacía, al escaño nebuloso. No se puede ser más infantil, más fariseo y más ridículo. Y no tendremos en esta bendita tierra catalana algún día un Che , una Juana de Arco , yo qué sé.. alguien que los enfile eternamente de una patada a su puto planeta irreal de abuelos cebolletas y reprimidas teñidas.
ResponEliminaHas hecho una buena síntesis, LLUIS, y hay una respuesta (sin dejar de lado las demás, donde incluiré la mía), que es muy buena, la de Dolores Ozaez, porque además corrobora un pensamiento de un Dr en Teología que tuve de profesor en esa faciltad hace años, "los nacionalismos fraccionarios pueden ser la versión nueva de las Guerras de Religión que desangraron Europa en los S.XVI Y S.XVI"; sin lugar a dudas que es una visión acertadísima de la situación.
ResponEliminaPor otra parte, los nacionalismos fraccionados (una frase que está muy bien elaborada), son todos de comunión tradicionalista católica. La Eta nació en un seminario; el Carlismo tiene por lema "Dios, Patria, Rey"; CiU se formó bajo el amparo de un Abad de Montserrat...
Algún día debatiremos sobre la religión cristiana, no es necesario entrar en la musulmana porque no nos atañe para este espectáculo, pero hay una acotaciones muy interesantes sobre Lutero. Falta Calvino y Zuinglio, no nos olvidemos, y si, ciertamente, tal como dice Dolores, es una Iglesia unida al poder político, convendremos que no lo es menos el panorama del papado católico romano, que incluso tiene una bandera (cuestión política) para guiar a su "ejército" como símbolo de ese poder.
Conversación más que interesante, ciertamente.
Gracias Lluis, Dolores...me gustaría saber quien hay detrás de Unk, pero es lo que tienen los anónimos, no se les puede agradecer la aportación, de todas formas, gracias y Salut ¡
Los vínculos de la religión con la política nacionalista catalana también piden un debate a gritos, pero me temo que deberemos esperar unos 500 años para hacerlo, ya que para ese debate se necesita paz y sensatez, factores que hoy no concurren. Pero sería muy instructivo.
EliminaAsí es, en la Iglesia Católica es necesario debatir sus vínculos con la política y el dinero, pero esto viene desde muy atrás, y además es muy complejo, tiene muchas aristas, no sólo basta en señalar al neoliberalismo como el culpable de todos los males, no dejamos pasar la paja ajena pero nos tragamos nuestros camellos, quiero decir, maldecimos el capitalismo pero tenemos la Banca Vaticana que es la más opaca del mundo, por ejemplo. Criticamos el neoliberalismo salvaje de los EEUU y nos olvidamos de que en la neocomunista Venezuela se pasa, literalmente, hambre y necesidad, esto último me lo dijo así una monja venezolana que había venido a España con el fin de pasar unas "vacaciones" que consistían en poder comer tres veces al día y recaudar material humanitario para volverse a Venezuela. Obviamente en España la Iglesia nacionalista, las Iglesias nacionalistas, mejor dicho, funcionan intentando conservar sus privilegios estamentarios desde ese punto son herederas del carlismo y del Antiguo Régimen pero... ¿en comunión con Roma?, no, con los políticos y neocaciques locales ahí es donde hace aguas la universalidad de catolicismo. Por otro lado, el neoliberalismo está vinculado al protestantismo y al calvinismo, pues la tradición católica proscribía el préstamo con usura, el caso es que todos siguen las mismas leyes del Deuteronomio por las que se regían y rigen también los judíos, pero las interpretan de maneras distintas, los judíos interpretan que el préstamo con usura está vedado entre ellos pero no lo está si se hace con gentiles o goyim, es decir, prestar a usura a otros pueblos, esto chocaba con el concepto de universalidad del catolicismo de considerar a todos los pueblos iguales pero no con la interpretación "nacionalista" protestante que era la misma que la de los judíos, es decir la base del liberalismo y capitalismo económico funciona realmente con la idea "nacionalista" del préstamo con usura. Igualmente Católica es la Doctrina Social de la Iglesia, cuyo fin primordial es la Justicia Social, fruto de esa Doctrina nacen los primeros sindicatos en España, más concretamente en Cataluña los sindicatos de L'Agulla, la HOAC y luego USO e incluso CCOO. Pero...lamentablemente se han ido pervirtiendo al igual que la Iglesia nacionalista y, añado, como o más bien, junto a la famosa deriva reaccionaria las izquierdas que denuncia Félix Ovejero, necesitan del privilegio en forma de subvención, subvención que les da el poder político local y resulta que el poder político local es, esencialmente, caciquil y nacionalista, es una gigantesca perversión del sistema, pero no del Antiguo Régimen sino del nuevo, del nacido a partir de la Revolución Francesa, que en su día se suponía progresista y universal, como por otro lado universal también es el marxismo. En fin, seguimos debatiendo, buenas noches.
EliminaSería muy interesante y muy productivo seguir con ese debate en donde sea. Ahí hay mucha tela.
EliminaPrefiero el anonimato. Soy algo difícil. Muy buenos días y lecturas gratificantes para todos.
ResponEliminaMe gustaría ser ese desconocido que prefiere el anonimato. Pero no lo soy. ¡Lástima! Subscribo una a una sus palabras. Y también las de Dolores Ozaez (esa magnífica descripción: nacionalismos fraccionarios) y las de Tot Barcelona, habitual de este blog. Lo de Luis vale un copón, por atreverse a decir en voz alta lo que tantos pensamos y por ceder este espacio para el debate. ¡Enhorabuena, una vez más!
ResponEliminaPere, lo que más me gusta del blog son las aportaciones de las personas que participan, así que gracias. Me pasa lo mismo que en clase: cuando estoy acertado lo mejor de la clase es el debate. Lo del nacionalismo fraccionario también me lo quedo, es una estupenda definición. Sobre religiones sé poco, así que mejor me callo. Sin embargo, no me veo como atrevido ni valiente, creo que ejercer la ciudadanía es expresar lo que uno piensa con intención de verdad y no solo votar cada 4 años o portarse bien.
EliminaYa sabes que llevo años diciendo que "esto" es la cuarta guerra carlista, y que no me he equivocado de diagnóstico.
ResponEliminaLa diferencia en cuanto a la "hispanofobia" de ERC y el resto de fuerzas "separatas", es que es el aglutinante del "neocarlismo", así como la religión católica tradicionalista del latín y el mossen de espaldas a los feligreses en la misa, era el aglutinante de los carlistas primigenios, para enfrentarse a los "sin-dios" liberales.
Es lo que ahora los modernos llaman una "idea-fuerza", un eje de gravedad para unir intereses dispares en una causa común.
No hay nada nuevo, todo está ya inventado desde la Grecia clásica.
Los mismos perros carcamales, con diferentes collares, y que defienden lo mismo, el dinero de unos pocos.
Saludos.
El carlismo que está en el sustrato del independentismo actual es evidente. Pero por lo que parece es más complejo, y lo que hemos aprendido es que hay que tener en cuenta la complejidad del mundo.
EliminaBueno, lo de "dios, patria y rey" es de los antecesores de los actuales independentistas. Pio Baroja los definió muy bien:
ResponElimina" (el carlista) es un animal de cresta colorada que habita el monte y de vez en cuando baja al llano al grito de ¡rediós! atacando al hombre"
Normalmente son personas contrarias al progreso, la razón y la luz. Viven de supuestos hechos pretéritos que a nadie beneficiaron (en la mayoría de los casos inventados) y tan solo buscan seguidores ciegos que les acompañen en sus "iluminaciones". Normalmente tienen la opinión de que por haber nacido en un sitio u otro, uno es superior a otro, lo que no deja de ser una estupidez enorme que dice todo de ellos.
Un saludo.
A propósito de Baroja, hace poco di con un artículo muy bueno en el que se cuestionaba que en el currículum de secundaria catalán se hable de Narcís Oller pero no de Baroja: sin Baroja no habría existido Oller.
EliminaNo coy a entrar en nacionalismos, religiones, o carlismo. ¡Coño! Tres conceptos muy relacionados entre sí con mucha frecuencia. Voy a entrar en el concepto república-monarquía.
ResponEliminaNinguna de las dos formas de Estado son sinónimos de Libertad. La Libertad va encadenada al pensamiento de cada uno y de sus ansias de buen gobierno si tuviera la oportunidad de hacerlo. ¿Son los países nórdicos, Países Bajos, Reino Unido ejemplos de antidemocracia y anti-libertad como achacan a España los independentistas, y pseudorepublicanos españoles? Creo que no. Y lo digo desde mi pensamiento no demócrata. Que no antidemocrático. Tenemos multitud de repúblicas que para nada son ejemplos de regímenes democráticos. Sin que sean necesariamente dictaduras. Estados Únidos es un ejemplo muy claro de ello. Antes he mencionado al Reino Unido como ejemplo de democracia. Una democracia muy a su manera. En realidad, todo aquel que se define demócrata, lo es a su modo. No existe un modelo único de ser demócrata. hasta Franco lo fue. Recordemos aquello de "democracia orgánica". Que por cierto, me suena como a lo de "nacionalismos fraccionario". Me suena raro. Pero, pienso según escribo, suena bien. Lo de "nacionalismo fraccionario" me refiero. "Fraccionario" en contraposición a "unificador". Nacionalismos a fin de cuentas.
Vuelvo al republicanismo. Al español actual en concreto. Si una futura república dependiera en España de los actuales dirigentes políticos que la defienden, yo, sin ser monárquico ni republicano, dejaría mi ya muy larga trayectoria abstencionista , para votar a favor de la actual monarquía. Qué aunque maltrecha y con muchas dudas, aún es el lazo de unión en unos mínimos exigibles para la convivencia.
En España nunca hubo monárquicos, ni republicanos con pedigrí. Hubo, y hay, interesados en lo suyo. En el clásico español de "¿cómo va lo mío"? Según los vientos que empujen lo suyo, así somos los españoles. A los españoles nos falta sentido de ciudadanía. De hacernos responsables de que lo común, (lo público) es de todos y a todos nos corresponde hacer que sea bien administrado. Sea en una monarquía, o lo sea en una república. O en una sociedad libertaria. Y estamos muy lejos de aprenderlo.
Saludos.
El republicanismo actual tiene mucho de ese ¿qué hay de lo mío? En el caso de la región catalana, me parece indudable que no obedece a ningún impulso democrático ni igualitario si no más bien a todo lo contrario: es un estrategia más para conservar privilegios de algunos sectores. Su republicanismo es solo instrumental y codicioso: están evaluando qué privilegios les ofrecería una república al estilo de Croacia, por ejemplo.
EliminaMuy buena reflexión. El caso es que nos lleva siempre al mismo sitio: las ideas, ya sean políticas, religiosas,etc. en sí no son malas salvo excepciones extremistas. Los malos somos los que las llevamos a la práctica. El problema está en ciertas personas. Conozco a gente cercana a mí a nivel ideológico y sin embargo muy distante a mí en otros aspectos. Y lo contrario. Y del nacionalismo, qué diré que no se haya dicho, que atufa a integrismo identitario, nada positivo para una convivencia sana con los diferentes.
ResponEliminaUn saludo.
El nacionalismo no puede ser progresista por definición. El identitarismo nos lleva a un mundo fragmentado y por lo tanto violento.
Elimina