21 de maig 2017

Marta Pascal connais pas Convergència

Resultat d'imatges de marta pascal

Marta Pascal lleva el apellido de un filósofo francés pero se comporta como un comisario político tosco y cualquiera, de cualquier parte del ancho mundo autoritario. Le han encomendado la tarea árdua de crear una niebla conceptual tremebunda cuyo objetivo es convencer a las buenas gentes de que Convergència Democrática de Cataluña desapareció en la nada, en un agujero negro perdido, lejano, olvidado. Y de que el PDeCAT es un partido político-bebé, tierno como todos los recién nacidos, todo él pura inocencia, sonrisa, cariño y ternura impoluta, sin interés. No tengo ni idea de cuánto le pagan a Pascal por ejercer ese papel que tiene algo de cortafuegos, de embarullador y de prestidigitador de feria, pero debe ser bastante suculenta la contrapartida económica, ya que la señora Pascal lo arriesga todo y con ilusión desmedida. Igual es como una de las stagiers de Jordi Cruz, el mesonero engreído, igual resulta que no cobra y lo hace todo por adornar un currículum con aspiraciones. En Cataluña, la juventud lo tiene jodido. Excepto la Pascal y los Pujolets, que lo tienen bien por familia y por partido.

Pero en realidad lo tiene mal la Pascal, porqué la maniobra de CDC que le convierte en PDeCAT llega en una era en la que la mentira, la postverdad y todo eso ya no cuela. Y ella lo sabe porqué se ha formado en las mejores escuelas y en las universidades más prestigiosas del mundo, incluyendo su paso por no se qué mítica universidad de los Estados Unidos, cuna del federalismo. Pascal me parece un personaje bastante shakesperiano aunque no sabría situarla en ninguna tragedia en concreto de las que escribió el genio de Stratford-upon-Avon. Quizás podría tener un papel oscuro y secundario en Ricardo II, pero lo digo a bote pronto y sin esa convicción de mártir procesista que a ella Dios le ha dado.

Pascal es la portavoz del PDeCAT y se presta a ser su cara visible en los malos y terribles momentos por los que transita su putrefacto partido, el que fundó el gran Jordiet Garbancito del Eixample. Lo cual dice de ella que, o bien es muy ingenua, o bien le han prometido algo en un futuro incierto. ¿Una consejería? ¿La embajada catalana en Prístina? Marta Pascal es un rostro joven con un destello de familia buena de las de pueblo del interior, auténtico y entrañable, y exhibe un aire de sana salud pastoril criada en una masía carlista, como la versión en joven y femenino de Francesc Homs, una vez que el pobre chico Homs está inhabilitado, amortizado y crepuscularizado.

La prosodia de Pascal la remite a un origen provinciano, comarcal, convenientemente alejado de los señoritos de Barcelona que fundaron la vieja -y corrupta- Convergencia, y desprende un aura como de persona verosímil, de las del campo, las abejas y las flores, la fiesta del segar i batre vista des del palco de los señoritos aunque luego baja y habla con el populacho sin remilgos y es tan natural y accesible. Ay... ¿quién no la recuerda bailando con la música de Els Pets en la festa major como una chica más, tan como asín, tan sencilla?. Pascal es de esa clase de señoritos rancios y a la vez campechanos, como lo fué el monarca Juan Carlos en su día.

Pero cuando hay que sacar el genio, Pascal va y lo saca. ¡Vamos si lo saca! Menuda es la Pascal. Porqué los de su clase saben que la clase se defiende con uñas y dientes. Ya lo decía Vázquez Montalbán: que en Cataluña solo queda una clase social con consciencia de clase, y esta clase es la burguesía, incluso la del sector porcino-rural, la de la Pascal. Ahora, por ejemplo, Marta Pascal solicita vía Tuiter -como un Trump de Idaho -uy, perdón de Vic- que la justicia (¡española!) empapele a la tertuliana de RAC1 Gemma Galdón por osar decir que el gobierno catalán es la cueva de Alí Babá, cosa que todos sabemos a ciencia cierta. Dice la Pascal en el Tuiter que quién insulta al governet catalán insulta a los catalanes, pero en eso comete un error monumental: a mi no me han insultado. ¿Acaso insultan al "pueblo de España" Pablo Iglesias o el español Pedro Sánchez cuando dicen que su gobierno es un gobierno de corruptos? Igual en España (en el "resto de España) están más sanos que en esa pobre Cataluña que es más española que la España de la meseta.

Marta Pascal es, como Carles Puigdemont, paradigma de la deriva rústica de la nueva política catalana. Estamos gobernados por rústicos exitosos, por descendientes de la pequeña menestralía rural y, cuando no, por hijos de los empresarios del sector porcino, procedentes de las lúgubres comarcas de la neblina y los purines vertidos ilegalmente.

Uno de los mejores cineastas catalanes de las últimas décadas, mi añorado Joaquim Jordá, dirigió una cinta gamberra y lúcida, "Un cos al bosc", mezcla de cine negro y de parodia de las esencias catalanas precisamente en la comarca de Pascal, la comarca de Osona. Vista a día de hoy, la cinta de Jordá es un retrato de la Cataluña profunda y lúgubre que quiere imponerse a la Cataluña real, con sus referéndums y sus martaspascals y sus carlespuigdemonts.

Haber nacido y vivir (todavía) en Cataluña es divertido gracias a personas como Joaquim Jordá. Pero es indescriptiblemente dadaísta gracias a personas como Marta Pascal, que podría haber aparecido en la cinta "Un cos al bosc" en el papel de la hija de un muy digno caciquillo de la región.

Si yo pudiese... le diría a Marta Pascal que se cuide de sus colegas de partido, que son gente muy cabrona. Cuidado, Marta, vete con cuidado y cuídate de que no te usen y te tiren luego, porqué eso ya lo han hecho varias veces, y sobretodo no te tomes tan en serio el asunto de eso de la "nación catalana" y sus derechos extramundanos, porqué en tu partido eso no se lo cree nadie y las patrias, ya lo sabes, son como los kleenex: se usan y se tiran cuando converge -perdón, cuando conviene. Al tanto que no te manden de embajadora catalana en Kosovo, que es un país independiente y con un clima por el estilo del clima de Vic, sí, pero un paisito de mierda.

2 comentaris:

  1. M'interessa molt més el que diu la Gemma Galdón i les reaccions que suscita. Pascal em resulta tan grisa com el partit que defensa. Ja cal que es calci. Un apunt esmolat en el punt just. Enhorabona

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