4 de des. 2022

WAKA Y LA EDUCACIÓN EMOCIONAL

Hablo a menudo con las alumnas y suelen contarme sus cosas. Entre ellas, que no se pierden un finde en Waka, la discoteca más de moda por la zona. Cuando les pregunto qué es lo que encuentran en Waka, la respuesta suele ser unánime, clara y muy convincente:

-Allí está lo peor de la zona: extranjeros babosos, borrachos, tipos que te tocan el culo, maduros salidos y etcétera.

Estas alumnas se están sacando un grado superior de formación profesional, del ámito social: es decir, quieren trabajar con personas y con valores positivos, para el progresos social. Y es más: cuando hacen un examen se saben la teoría al dedillo: empatía, cohesión, inclusión, perspectiva de género. Son capaces de organizar buenas actividades de educación emocional. La teoría está aprendida. Pero luego llega el fin de semana, y el finde tira más que una carreta.

La prensa recoge a menudo graves incidentes en esta discoteca: peleas en donde terminan varios detenidos por agresión, violación. Puñaladas, bofetones, puñetazos. Ha habido de todo. Y ellas están allí, para poder contarlo. El aprendizaje sentimental del Waka es superior al de las aulas, claro. Pero lo paradójico del asunto es esa escisión: sabemos todas las teorías, pero nuestra práctica se olvida de la teoría tras cruzar las puertas del Waka: en este infierno de pago se ponen a prueba las verdaderas emociones con la ayuda inestimable del cubata.

Algo está fallando en la educación emocional y en la gran insistencia en la perspectiva de género, la coeducación y el discurso sobre feminismos y buenas masculinidades: a la hora de la verdad, tira más el ambiente chungo, complejo y peligroso del Waka. El morbo de toda la vida. La adrenalina del riesgo atrae  más que la sapiencia. Esas alumnas, por su edad, ya han vivido una escolarización des de la más tierna infancia que les ha insistido en toda la retahíla de valores, emociones, y teorías.

Antes se machacaba al alumnado con la religión, la Virgen y Jesucristo. Y a la salida del cole se ciscaban en Dios. Ahora pasa lo mismo, pero ya no es a Dios a quien se deja en la puerta: es la nueva catequesis. Lo cuenta Rousseau en el principio de sus Confesiones: cuando era un adolescente, cada d´çia al levantarse se calzaba primero el zapato del pie derecho. Hasta que su profesor le dijo: haces lo correcto, Juan Jacobo, hay que calzarse primero el zapato derecho. A partir de aquel día, Rousseau se calzó siempre primero el zapato izquierdo. 

Algo muy profundo está fallando. Y aunque cuando uno trabaja en educación debe saber que las cosas son así, y que la paradoja es lo más habitual, no deja de asombrarse. Quizás -me digo- algo queda de todo el discurso, de las lecturas, de las reflexiones, del eco lejano de las aulas. Esperemos que sea así, que algo quede. Pero quizás fue tanta la insistencia en el discursos que las adolescentes, por ley natural, se van a lo opuesto en cuanto cierra el instituto y llega el ocio.

4 comentaris:

  1. No se que contestar, no tengo experiencia en estas lides. No se lo que hace la juventud cuando sale de clase, si se que en ocasiones decimos que los chicos son diferentes a las chicas y por lo que he observado las chicas han logrado igualarse en desafección y mala educación. No encontrarás a ninguna que ceda el asiento a una persona mayor en un trasporte público, y en cuanto a desparpajo las hay que les dan vente vueltas a los casi imberbes.
    La adolescencia es un tema complejo, y supongo que hoy, con la información que hay, todavía lo tienen más difícil. Por regla general suelen hacer lo contrario de lo que los adultos recomiendan, pero eso ya es otro cantar, por ahí hemos pasado todos, no espero que esta generación sea diferente.
    Salut

    ResponElimina
  2. En los finales de los setenta,era director de la parte nocturna de un cole en la Verneda.Una chica,quizo hablar en mi despacho conmigo.La conversacion difícil,porque no se mostraba clara en lo que quería. Pude entender,que le gustaba una chica,pero por lo que me decía le creaba desasosiego.Era un tiempo que eso era tabú, asi que ni sabía respuesta y me creaba intranquilidad.Como mejor pude la convencí, para que hablara con el sicologo del centro(disponiamos de ese servicio a tiempo parcial).No quise saber más del asunto,para mi era algo que me sobrepasaba. Lo que ha cambiado el mundo,desde entonces.

    ResponElimina
  3. Si te sirve de consuelo, te copio algo que leí hace tiempo nosedónde:

    La vida del humano pasa por tres etapas
    En la primera piensa "¡cuánto sabe mi padre!"
    En la segunda, "¡qué sabrá mi padre!"
    Y en la tercera, "cuánta razón tenía mi padre!"

    Seguramente cambiando "padre" por "profesor" también tiene sentido

    ResponElimina
  4. сайн уу намайг гэдэг.
    танай вэбсайт маш сайн байна. Би найзууддаа санал болгож байна

    ResponElimina