13 de jul. 2021

Al final solo es carne

La Cataluña de Queralt Lahoz

Cuando yo era pequeño había un puente cerca de mi casa, un puente que cruzaba las líneas del tren. Bajo el puente, la chabolas. Era el Puente del Trabajo. Los jovencitos del barrio de al lado nos íbamos allí a contemplar la miseria de los otros, sin comprender que nosotros estábamos tan cerca. Nosotros no éramos como aquel Josep Maria de Sagarra que se bajaba al Chino a ver la pobreza des de su atalaya en los años 30. Nosotros éramos chavales pobres viendo el abismo bajo nuestros pies en los 80. Recuerdo a Emilio, a Andrés, aragoneses ambos, mis mejores amigos de aquellos años y los tres pobres. Nosotros teníamos una parte de ese abismo esperándonos en el pisito del Camp de l'Arpa.

Algunos de los que vivían en las chabolas en las orillas de las vías hoy son profesores, y algunos de ellos son muy catalanistas, otros habrán muerto, algunos a saber donde andarán. Cada uno elige su infierno, su cariño y su penitencia. Vivir tenía precio.

Por entonces, a los quince, no hubiese comprendido que hay más de una Cataluña. Aunque lo podía ver con mis ojos, por entonces no era capaz de comprender esas fronteras invisibles. Me parecía un error de perspectiva, un pequeño fallo en la máquina. Hoy algunos políticos niegan que existan dos Cataluñas, otros afirman que haylas infinitas y muchos nos cuentan que siempre hubo dos y que casi nunca se encontraron. Tras afirmar la desaparición de las clases sociales nos dijeron que solo había naciones y nacionalidades para afirmar, por fin, que somos un solo pueblo exigente pero feliz.

Oigo a esos políticos y periodistas y cierro los ojos un segundo. Por algo será que siempre recuerdo aquel yo de los quince, con sus compañeros del instituto, contemplando las chabolas bajo el Puente del Trabajo. Solo con entornar los ojos me despierto de nuevo allí, y veo corretear a los chavalines medio desnudos, los bidones ardiendo al atardecer, el agua turbia y fétida dibujando riachuelos entre las barracas, las mujeres sentadas preparando la cena con los pies en el barro, los hombres fumando al lado de las hogueras, los esqueletos de coches, neveras, cocinas, lavadoras. Uno se afeita ante un espejito roto colgando de un cordel, en la fachada de su chabola. En este espejo roto estaba concentrado el mundo y todo se reflejaba en él, en el brillo del sudor en esa cara enjuta, cobriza, que jamás olvidaré. Cuando pienso que cosa es el ser humano se me ocurre antes que nada, antes que nadie, el hombre de la chabola que se afeitaba, en camiseta imperio ante un espejito roto. Barcelona, 1982.

Cuando uno ponía la radio no escuchaba jamás hablar de las chabolas del Puente del Trabajo, como hoy no escucha nunca a sus hijos e hijas: alguno hay por ahí que lo cuenta, pero nadie le escucha. Nadie quiere haber sido el niño descalzo corriendo entre cartones y planchas de uralita. Algunos se ponen como ejemplo de superación, de integración, de asimilación de la buena, y los jefes insisten en las virtudes de la tierra de acogida o incluso exigen agradecimiento sumiso y genuflexo en forma de adhesión a la patria.

Sin embargo, a veces suceden cosas. Y el último suceso que conozco se llama Queralt Lahoz, de quien no se ni su historia ni nada, solo esa música que es la voz de la Cataluña que existe, a pesar de todo, y que levanta esa voz escalofriante.

No se la pierdan. Esta mujer nació en Santa Coloma de Gramanet, y ha venido a recordarnos aquella Cataluña, quizás la única que existe. La única que ha existido siempre, la única que es de carne. Porque al final solo es carne.



9 comentaris:

  1. UN tema que me toca de lleno, las chabolas.
    Si hubo algún político que supiera de ellas y se ponía en la piel de ellos, ese fue Candel.
    No busques a nadie más. Se da la paradoja de que los actuales políticos que tenemos llevan sus hijos a colegios privados. Eso sería de esperar entre partidos conservadores, pero no, se da, ¡porca miseria que diría un calabrés¡, entre los de izquierdas.
    Los que nos gobiernan, independientemente sea su linea política, se creen alcurnia, y como tal desean "algo mejor" para sus hijos.
    Es, a grandes rasgos, lo del casoplón del podemita. "Los niños necesitaban espacio y por eso los 2800m2 de casa", dijo sin inmutarse, casa que por cierto, ojo al dato porque quiero le prestes atención, le fue financiada a un interés muy, muy bajo por la Caja d´Ingeniers, caja muy vinculada a la movida prossesista. Ya sabes que 600.000 euros se pueden dejar siempre que cuentes con un sueldecillo decente.

    La historia no ha cambiado, y para mi, no soy escritor sino que pasaba por ahí, siempre ha habido dos Cataluñas.
    Gracias por insertar la voz de una cantante que sabe lo que dice y dice lo que sabe, que no es poco.
    salut

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    1. Conozco perfectamente el asunto. Tu, como Candel, sabeis de lo que hablais y quizás deberías contarlo más. Es curioso (es decir, sintomático) que se hable tan poco de Candel actualmente, y cuando se hace está bastante tergiversado. Hoy, como todos sabemos, hay otro chabolismo que solo aparece en los medios cuando hay una desgracia.

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  2. Siento descubrirte que Queralt es de la Cup y simpatiza con los movimientos independentistas de Andalucía. Me gusta su música que no es solo suya, sino también herencia de sus antepasados. No nos olvidemos de eso porque cuando lo olvidamos, el presente pierde sentido y el futuro, ni lo puedo imaginar.

    Admito que desde que conozco sus preferencias políticas tengo que hacer un esfuerzo por olvidarlas cuando escucho su arte, no entiendo que quiera imponer una frontera entre dos tierras hermanas que comparten tanto. Cuando pienso además en la defensa del "fet diferencial", las últimas declaraciones de la Cup sobre la lengua de preferencia y su apoyo incondicional a la lacra de JxC, la admiración que sentía por esta chica se desvanece.

    Entonces me imagino la cara de su abuela al saber las opiniones de su nieta, ella que hizo todo por su madre, y haría todo por su nieta, su cariño del alma. La abuela, como andaluza (o extremeña, o murciana...), solo merece la miseria y la pobreza, que se quede en su rincón sin molestar a los ricos. Que no abra la boca porque como todo el mundo sabe aquí, ella y los de su especie no saben hablar. Que tampoco comparta su sabiduría porque solo se quiere el "conocimiento normativo" que podría salir en tv3. Sin embargo, la nieta canta como hacían sus ancestros cuando era el único recurso que tenían ante el sufrimiento, pero a la vez, niega a sus ancestros perquè és clar, ella és millor, ella mereix un estat nou, sense colons, ni nyordus. Això sí, que li paguin molts calés perquè fa música ètnica i és artista. De esta manera podrá comprarse un chalet a las afueras para porner la estelada más grande que encuentre.

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    1. Sobre las idea de los artistas aplico siempre el mismo principio: no me interesan. ¿Me seguiría gustando Beethoven si supiese sus preferencias políticas? Solemos poner el ejemplo de Vergas Llosa, pero es aplicable también a Lahoz. Dicho de otro modo: Llach no me gusta, pero no por independentista, si no porque me aburre su música.

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    2. si, si... jajaja si llegas a saber que es de la CUP , no la pones.

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  3. Gracias Lluís por mencionarme en tu artículo. Recuerdo perfectamente la situación de pobreza que se vivía en las inmediaciones del Puente del Trabajo.
    Un abrazo enorme, amigo de la infancia. Soy Emilio Alegre.

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  4. No la conocía. No está mal pero hay ya unas cuantas (aquí y en Andalucía) que se parecen. Todas en la estela de Rosalía, no diría que le copian el estilo pero se le asemejan.

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  5. El consistorio de Matadepera, el municipio más rico de España, cuanta con tres concejales de la CUP, unido a una abrumadora mayoría independentistas en la que solo hay un concejal de Ciudadanos. Los independentistas de la CUP de Matadepera constituyen una radiografía de este partido en Cataluña solo apto para outsiders con posibles o muy destacados. Si yo fuera millonario, también votaría a la CUP. Tiene morbo psicoanalíticos
    quemar Barcelona y tener millones bien guardados. Que le den a Queralt.

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    1. Intento, como Lluis, separar las personas de su obra, pero no siempre lo consigo. La verdad es que estoy contigo, no trago a nadie de la CUP. Y mis ideas son más bien de izquierdas pero es que esa gentuza no es de izquierdas. Son eso, niñatos de papá (y alguna abuelilla que también hay entre ellos y que tampoco trago)

      ¡Que les den a todos ellos!

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