21 d’oct. 2021

EL REY QUE QUERÍA LA REPÚBLICA

Amadeo de Saboya, duque de Aosta nacido en Turín, rey de España accidental con el nombre de Amadeo I por breve tiempo, era hombre sensible, delicado y de ideas republicanistas. (Hay una cinta fascinante, Stella Cadente, que cuenta con grandes dosis de poesía visual su breve reinado español, en uno de los mejores papeles que le he visto desarrollar a Alex Brendemühl). Tras el fiasco aconteció la primera república española, presidida por Estanislao Figueras.

Amadeo no veía bien la monarquía: era un hombre de cultura exquisita, lector de filosofía y con muchas aficiones artísticas. En resumidas cuentas, se parecía poco a los Borbones. Vivió mal en España y des del principio supo que no le gustaba el clima político español, demasiado airado y violento. No le tocó vivir en una buena época y el hombre, sabiamente, aceptó la renuncia y regresó al bello valle de Aosta, lugar en el que a muchos nos hubiese gustado haber nacido.

Lo que viene luego todos lo conocen. O eso creo.

Actualmente, en España tenemos el privilegio de tener a dos reyes, del mismo modo que en Roma tienen dos Papas y en Cataluña dos presidentes (uno en Pineda de Mar y el otro en Waterloo, aunque según Tv3, Cataluña tiene 132 presidentes, pero eso ya es otro asunto). No todo el mundo puede presumir de tener dos de lo mismo, ya que eso es muy español. Se cuenta que los españolitos que regresaban millonarios tras expoliar Venezuela entraban en las joyerías de Madrid y de Barcelona y siempre se compraban dos de lo más caro: dos Rolex, dos collares de diamantes, dos pulseras de oro macizo.

Uno de los dos reyes de España hace lo posible y lo imposible por agradar, por reivindicar el papel activo y relevante de la corona, por mostrarse útil, por ofrecer un perfil medio bajo y medio eficaz. El otro, inexplicablemente refugiado en un país árabe, hace lo posible por promover la república española. Creo que a los Borbones siempre les ha traicionado el subconsciente, hay algo freudiano en esa saga y no me extraña, tras tantos siglos de endogamia. Es muy posible que, en sus sueños más internos, el rey emérito desee terminar con todo y ansíe, secretamente, una España republicana. Aunque el trabajo de rey sea una ocupación bastante cómoda, le hubiese gustado bastante más no estar atado a ninguna ocupación. El emérito tuvo unos años de cierta dedicación, los famosos de la transición y del golpe de estado de Tejero. Pero luego ya pasó todo y entonces se enfrascó en los yates y el lúgubre cobro de comisiones, aparte del deporte de matar animales. Si uno echa cuentas, descubrirá que se ganó el sueldo (?) durante unos 10 años, bastante menos de los 35 que me exigen para optar a una pensión.

Intento discernir lo que puede sentir el otro rey, Felipe, pero quizás esté cansado. Y lo comprendo. Tengo casi casi su misma edad y me jubilaría ya mismo si las circunstancias se pusieran a favor. Todo el mundo intuye que las monarquías europeas han entrado en periodo de descuento, nadie lo duda aunque algunos pidan que el árbitro les de algo más de prórroga, por si se obra un milagro.

A mi, Felipe no me cae mal, y además no se puede demostrar que las monarquías europeas funcionen peor (ni mejor) que las repúblicas europeas. Dicho de otro modo: prefiero una monarquía europea, tipo Holanda o Suecia, que una república como la de Moldavia o la de Togo. Pero por principios éticos, prefiero una república, aún sabiendo que, en España, el Presidente electo podría ser alguien como José María Aznar, hombre al que le encantaría, sin duda, patear el trasero del rey y mandarle a la silla de pensar en cualquier país extranjero, incluyendo Panamá.


 

3 comentaris:

  1. Yo hace ya muchos años que pienso que la Monarquía decaerá por voluntad propia y en su día decía que "Felipe será Rey y también su hija reinará. Después, y quizás durante el reinado de Leonor si extinga la Institución". Aunque no sería de descartar que fuera el propio Felipe VI quien impulsara ese proceso, claro; todo podría precipitarse por acontencimientos imprevistos.

    Creo que el independentismo, si bién ha deteriorado la figura del Rey en sus adeptos de manera prácticamente irreversible, ha contribuído a fortalecerla en muchos sectores a los que anteriormente les traía un poco sin cuidado, un poco en el modo en que el "tejerazo" consolidó con Juan Carlos I una buena imagen de la Monarquía.

    podi-.

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  2. Carlos Portillo -Podi- , amigo LLUIS, ha descrito en pocas palabras lo que más o menos intuyo, que la saga tiene los días contados. Este es un país de odios y medias mitades, y cuando la cosa se calma vienen los nuevos a buscarse el espacio y para ello sacuden las viejas historias y rememoran los añejos sucesos, así levantan otra vez el odio y la repulsa entre nosotros.
    Lo bueno de Aznar y compañía gaviotera es que sabes por donde van, y eso en el ring es de agradecer, puedes fajar. Sin embargo jamás sabrás por donde te saldrán los Sánchez, estos gobiernan a salto de mata, y matan todo aquello que haga sombra a su gobierno.
    Salut

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