Si no quieres estar en política, en el ágora pública, y prefieres quedarte en tu vida privada, luego no te quejes si los bandidos te gobiernan.
Aristóteles
El logotipo de la editorial (ED Libros) es un dibujo que presenta a un hombre andando por el filo de una najava en dirección a la empuñadura, es decir, hacia la salvación.
No había leído a Nuria Amat, y eso, ahora, me parece un desastre por fortuna corregido. Ojalá la hubiese leído antes, claro, pero nunca es tarde cuando la dicha es buena. Pocas personas vivas escriben tan bien como Amat en esta Cataluña de hoy. Su prosa es arrebatadora y fascinante, un aliento, una esperanza. La literatura catalana, que algunos dábamos por muerta, está viva. Eso se debe celebrar como Dios manda.
Me recomendaron el libro hace poco, y lo hicieron con insistencia y con una pregunta que no pude soslayar: ¿no has leído El santuario de Núria Amat? ¿Cómo es posible? ¡Ese libro parece estar escrito para ti!.
Les contaré la verdad, que es tal como la que sigue. El libro que ahora mismo está en mis manos lo encontré hace pocos días en una tienda ReRead, es decir, en una tienda de segunda mano: alguien se lo vendió por 20 céntimos para que yo lo comprase por 3 euros. ¿Quién fue esa alma benefactora? Jamás lo sabré. Entré en la librería de segunda mano por pura casualidad. El santuario estaba allí, justo tras el dintel. Incluso diría que me estaba mirando en silencio, expectante, como una fiera agazapada en la maleza. Había algo diabólico en esa mirada del papel que un día fue vegetal vivo y ahora es papel de palabras sangrientas, papel hecho verbo, hecho carne. Si nos pinchan, sangramos.
¿Es una novela? Si es una novela ¿es una novela distópica? ¿Es un reportaje novelado? No lo puedo afirmar. Es un libro de los que vienen para quedarse contigo, es decir, conmigo. Tu te quedas, le dije al papel, mirándole fijamente a sus ojos de pupilas negras sobre fondo blanco. Nuria Amat pudo haber escrito un ensayo pero eligió la novela, del mismo modo que lo hace Michel Houellebeq, que es nuestra referencia para la literatura de las ideas y no de los entretenimientos narrativos. Ni Houellebeq ni Amat podrán ser adaptados a una serie de Netflix. Ambos se libran del desastre con su prosa densa, lenta, para saborear durante las largas tardes de calor, mosquitos y perfume de jazmín: libro comprado en primavera para ser leído en verano. Me detengo tras cada párrafo y luego, sin pensarlo, regreso hacia atrás y recomienzo el párrafo leído, que ahora me presta nuevos matices.
Así empieza la novela que no es ni novela ni ensayo, si no ambas cosas a la vez y otras que no acierto a nombrar, y con eso les dejo. Solo les añado que la novela se publicó en 2016 y en Cataluña. Al buen entendedor pocas palabras le bastan.
Vivo en un país enfermo y su decorado apunta que me tocará envejecer aquí y de ningún modo en la cafetería del World Trade Center de Nueva York, como eventualmente sería mi deseo, ni jugaré tampoco con la posibilidad de dejar mi cuerpo al cuidado de un gimnasio para jubilados en las playas de Florida, idea que por otro lado me repugna, sino en este Sanatorio ancho como un reino donde sus residentes, me refiero a millones de ellos, deambulan hostigando a todas horas el aire viciado del entorno.
El escenario en el que me encuentro, lejos de ser aquel hermoso y apacible territorio de origen, ha terminado por convertirse en reducto artificial, monotemático, seriado y sometido a un eslogan teledirigido desde las alturas, día y noche, por cometas patrióticos.
Para mi, la (buena) literatura es eso. Cuando el autor/a crea un diálogo conmigo, desde su soledad del redactado hasta mi soledad de la lectura. Y cuando es un diálogo pleno, rico, lleno de matices y de sonrisas cómplices o de discrepancias más bien amables.
Entonces el título es "el sanatorio", ¿no? También Mercedes Milà habló en su día de "el santuario", ¿una confusión disléxica o de corrector automático? Vaya lío...
ResponEliminaPODI-.
Has visto el error, gracias, en efecto es "El Sanatorio". Está corregido.
EliminaApuntado. Si la entrada me gusta, que me gusta, adquiero el libro.
ResponEliminaGracias por el apunte ¡
salut
Si le encuentras lo comentaremos, estoy segurísimo de que no te decepcionará.
EliminaYo no se mucho de Literatura, pero si se de encontrarme a gusto con un libro, con muchos libros debiera decir. Cuando tu mente y el libro son uno, visualizas, compartes, sientes..
ResponEliminaA mi me han encontrado dos libros, y cuando digo me han encontrado, es que lo pienso de verdad.
Un saludo.
Este libro me ha encontrado a mi, también puede decirlo. No hay muchos así, apenas tres o cuatro. Me lo nombraron, me insistieron en el título, pero lo olvidé en la prisa y las cosas de los días. Poco más tarde, paseando, di con él en un escaparate, y entre las dos decenas de libros que había, mis ojos se posaron encima de él como respondiendo a una llamada.
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