No salgo de mi asombro ante la campaña Yo dejo propina de la señora Ayuso. Hay un retorno a la caridad medieval, premeditado y oficial: una lección de neoliberalismo salvaje en un minuto. Alguien le dijo a la señora Ayuso que es muy lista (quizás ella misma se lo dijo) y que las personas listas pueden cometer los atropellos que sean.
Me he preguntado por las propinas y me doy cuenta de que no soy mucho de propinas. Las he dejado pocas veces, hay algo que me hace sentir mal en ese gesto soberbio e inútil. Sin embargo, pronto voy a dar una propina. Al señor Pedro Sánchez.
Voté a Pedro Sánchez. Bueno, mejor dicho: por ser residente en Cataluña, voté al PSC. Soy de convicciones socialdemócratas y, siendo así, no me quedaba otra opción. Voté a un partido del 155, es cierto. Y hubiese preferido un 155 algo más contundente que el 155 de Rajoy.
También soy de los que, por un segundo, creyeron que Sánchez y Rivera serían capaces de pactar un gobierno de coalición de centro-izquierda. Sin embargo, Rivera cayó en un delirio de grandeza y creyó que podía arrebatarle el puesto al PP, de modo que agudizó su perfil derechón y se dio de bruces con su ego. El pobre Rivera no tan solo liquidó su carrera política con un giro de guión estúpido, que derrochó la victoria en las elecciones catalanas de Arrimadas: también arruinó el futuro de la formación y la mandó al olvido.
Esos "Ciudadanos" que llegaron a ser una puerta al liberalismo político y una alternativa real al nacionalismo catalán se disolvieron en la inopia de su líder.
Entonces, Sánchez quedó en las manos de Podemos, organización que -con más lentitud que Ciudadanos- también siente la atracción del abismo y la desaparición.
Llegados al día de hoy, y cada vez más cerca de las elecciones legislativas, uno se pregunta si volvería a votar al PSOE de Sánchez. Por supuesto que veo muchos peros: las concesiones al independentismo me parecen fuera de lugar, excesivas y generosas en demasía. Yo soy uno de esos catalanes que sufrió los años del acoso nacionalista, uno de los catalanes llegaron a escuchar "aquí no te queremos", "no eres de los nuestros", y botifler, y no pintas nada aquí, y puedes largarte cuando quieras.
Tampoco me gustan los pactos con Bildu, y la figura de Arnaldo Otegi me parece nefasta sin paliativos. Dicho esto: no es cierto que Bildu sea ETA. Esa equiparación es burda y solo demuestra ignorancia (o mala fe): ¿acaso Vox es Fuerza Nueva?.
¡Tengo un dilema difícil! ¿Difícil? Bueno, la verdad es que el PP intenta resolver mi dilema y se pinta la cara con los colores más bochornosos del espectro, cosa que le agradezco de veras. Lo último ha sido ese spot deleznable sobre las propinas en los bares .
Se habrán olido ustedes la conclusión de este texto: solo puedo volver a votar al PSOE de Sánchez. Con todos sus peros y mis dilemas, con todas las dudas. Mi propina es para Pedro. A la espera de una derecha española inteligente, liberal y democrática.
Hoy, en Tot Barcelona, tengo una entrada dedicada al tema. Las respuestas son variadas, algunas las encuentro graciosas, otras, las más, razonables.
ResponEliminaHay quien me tacha de generalista aduciendo que mezclo conceptos.
Yo, que puedo ser muchas cosas, lo que no soy es parco de entendederas.
El sistema es el mismo que encuentra normal dejar propina en el bote, la misma propina que dejamos en la barra del mercado del bar después del café, el mismo café que nos tomamos al acabar la compra, esa compra que nos parece carísima y que así se lo hacemos saber al carnicero, a la frutera y al de las olivas.
Por cierto, al de la barra del bar, tan bien defendido por la Sra Ayuso, no le hemos preguntado el precio del café, sin embargo, al de la carne, al frutero y al de las olivas le hemos recriminado el no tener los precios a la vista.
No dejo propinas. Tampoco se las han dejado nunca a mi mujer limpiando las babas y los culos en urgencias del Hospital, esas que no defiende está analfabeta funcional y por la que la patronal estará dispuesta a ponerle una estatua.
PD: Todavía no he escuchado a las centrales sindicales manifestarse sobre el hecho. Será que este año también lo tienen regado de subvenciones.
Salut
Esta es, más bien a nivel filosófico (aplicando la Lógica aristotélica), LLUIS, un trocito de una de las respuestas que he enviado a una bellísima persona que tiene la deferencia de entrar a comentar el hecho en Tot, con tu permiso:
ResponElimina"...Creo que la Lógica es la acompañante de la palabra "responsabilidad". Hay declaraciones que no son lógicas y que no entran por lo tanto en el campo de la Ética (estudio de la Moral). Creo que todo va interconectado y que no se puede particularizar, sino que como está engranado se ha, guste o no, de generalizar.
Como bien sabes, la Ética en su clave actual (personal o bien cívica o bien como en este caso profesional e incluso a nivel organizativo) no desea ser "un aparte de lo social". No es lógico lo que propone esta señora, y no es lógico (que no se responda con los mismos medios -que los hay y me refiero a las subvenciones- y por eso digo que todo va ligado y que es aquí donde guste o no se ha de generalizar) a la "fragilidad" de las personas afectadas..."
Siguiendo con el "rollito",de a quién voy a votar, porque la verdad el voto es secreto y las personas lo hacemos según nuestros intereses y creencias. Mira,yo supongo(pero no me creas mucho,puedo cambiar),en Cataluña lo hare por los socialistas catalanes y en España,seguro,seguro que no lo haré por el socialismo de Sánchez, que tiene muy poco de socialdemocracia
ResponEliminaPropongo y no es una broma la ilegalización y detención de todos los miembros de la miserable derecha española para meterlos en campos de concentración modernizadora y si no funcionan, podría hablarse de ejecuciones correctivas. También proclamar a Sánchez como tribuno eterno, representante del poder popular. También acabar con el Tribunal Constitucional, refugio de fachas. El poder de las leyes burguesas no puede estar por encima del poder del pueblo representado por el tribuno de la plebe. ¡Ejecuciones ya!
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