Conozco pocas ocupaciones más aburridas que mirar una pantalla en la que 22 tipos en calzoncillos persiguen una pelota con el único propósito de darle puntapié. Dirías que es algo estúpido pero, por alguna razón desconocida, existen personas a quienes esa contemplación absurda les produce una enorme emoción y jolgorio en el alma. Y lo más grave no es eso: lo más grave es que a esa actividad se le destinen miles de horas en los medios audiovisuales, toneladas de papel en la prensa "deportiva", millones de presupuestos -no solo privados.
Que le presten atención y micrófonos a un entrenador zote, a un presidente de club con aspecto de rufián de barrio o de mafioso de un pueblo del Kazajstán, a un jugador zoquete (por más multimillonarios que sean) es algo que me tiene tan asombrado como molesto. Jamás comprenderé esas cosas, pero ahí están. En esa Cataluña tan severa y vigilante de las esencias, le perdonaron a un tal Messi (casi paradigma de la incapacidad verbal) que no dijese nunca ni una sola frase en catalán: a mi vecina de Jaén, 68 años 54 de los cuales en el tajo levantándose a las cinco de la mañana, le recriminan su idioma y la tratan de colona, cuando no de genocida cultural.
Resulta más enigmático que alguien se sorprenda por el asunto de unas comisiones de muchos millones de euros, como estamos viendo esos días: ¿acaso alguien se sorprende del bajísimo nivel moral de esos individuos? ¡Vamos!
Los valores del deporte, sueltan, a veces, sus defensores: es muy difícil descubrir algún valor remarcable en el mundo del deporte, que todavía esconde abusos de todo tipo y ya des de los lindos patios de las escuelas, presididos por la inevitable cancha de fútbol. Quien haya visto, por suerte o por desgracia, un partido de cuarta regional infantil sabrá de lo que hablo: el fervor tabernario trasladado al césped (generalmente artificial).
¿A santo de qué se rasgan las vestiduras quienes se escandalizan de las comisiones del tal Piqué y de un tal Rubiales? ¿Alguien pensó que eran ejemplares en algo? Y cuesta más comprender ese escándalo en un país cuyo anterior Jefe de Estado ha dedicado toda su vida a sacar enormes tajadas por sus comisiones: el Emérito ha sido un comisionista por encima de cualquier otra dedicación, incluso por encima de su amor a las mujeres rubias.
Rubiales, tipo de quien tenía el gusto de no saber de su existencia, es un hombrecito deplorable que se ha echado a llorar en una rueda de prensa: el llanto es algo muy común en los deportista televisados, y sorprende esa reivindicación de la llorera en hombretones que se han pasado décadas presentándose como muy machos per ¡ay! llega el instante en el que se quieren presentar tiernos y sensibles y muy dignos.
El problema de ahora son las comisiones y los trapicheos con los sátrapas árabes, si. Pero el problema real es el fútbol.
Poco se puede añadir a lo que dices, me identifico totalmente. Pero me repetiré una vez más: ¿cómo se pueden pagar millones a individuos cuya única aportación a la sociedad es su habilidad con el balón?
ResponEliminaPero si yo fuese hincha de fútbol pensaría que tampoco tiene lógica alguna que partidos entre equipos españoles se celebren en sitios tan lejanos como Arabia Saudí.
Pero como no lo soy ni comprendo ese fanatismo, por otra parte pienso que se lo tienen bien merecido (los hinchas) que en realidad son los que pagan esas millonadas, las que se llevan los futbolistas, las que se llevan los gestores de equipos, estadios, y toda la mafia que hay en ese mundillo. Que, como bien dices, no todo es dinero privado, pero hay gente que paga fortunas en localidades y viajes cuando se trata de partidos importantes.
Vamos por partes, amic LLUIS.
ResponEliminaLa primera parte es en lo que nosotros clasificamos como "deporte" lo que en realidad es "industria", que no desarrollo. Industria porque mueve miles de millones de euros al año.
La segunda parte es la necesidad que tienen las "autonomías" de identificarse a falta de ejército, con un equipo de la región, y la obligación imperiosa de lucir el trapo representativo, o sea la bandera en algún lugar visible de la camiseta. El ejemplo fehaciente lo tenemos en el Barcelona : Narcís de Carreras inventó aquello de "Sóm més que un club" y la bandera catalana en el cuello es cosa de no hace mucho, no más de diez años.
De hecho, el lenguaje (argot) futbolístico es el del ejército: "Muero por mi equipo", "Vencer o morir", "Contigo hasta la muerte", etc, etc, etc
Te recomendé que leyeras "El origen deportivo del estado" *, de Ortega, y se que lo hiciste, allí se explica bien todos estos entresijos.
Piqué dijo una cosa sobre la Ética** que me dejó prendado: "Cada uno tiene la ética que tiene y le han enseñado en su casa" (sic). Cada uno saque sus consecuencias.
Para acabar diré que el fútbol es una vía de escape para frustrados. En conjunto se disfruta más por joder y/o que jodan a tus oponentes (cuantos más goles mejor) a ganar el partido al contrincante.
Todos, absolutamente todos, los partidos están comprados. Se entenderá
enseguida.
La F.E de Fútbol es un ente "privado"
El presidente de este ente "privado" tiene la potestad de elegir los árbitros para cada partido.
Es cierto que no cobra sueldo fijo, pero no es menos cierto que va a comisión, que esa es la palabra, cuanto más le paguen a la Federación que él representa más cobrará él en primas. Comisión de regla de tres directa.
Los árbitros cobran 4.200 € por partido más 12.500 € mensuales fijos.
Los equipos que quedan en los seís primeros lugares de la clasificación son los que después juegan las copas, recopas, finales y demás, y se les paga en función de su clasificación (derechos televisivos, imágen, premio metálicos por ser primeros, campeones, etc.etc.etc...
Un equipo "gordo" es aquel que tiene entre sus filas a los jugadores con mayor "caché", y son los que generalmente hacen más goles.
Si un árbitro no gusta o es denostado por un equipo de los "gordos" (R Madrid, Barcelona, Atlético de Madrid, Valencia, Sevilla...) ese árbitro ya no arbitra, con la consiguiente pérdida de salario (4.200 € y gastos pagados) e incluso se arriesga a perder la categoría y con ella el salario fijo mensual.
Luego, siempre, siempre, los árbitros favorecerán la victoria del equipo con más poder adquisitivo, bien marcando un penalty a su favor, bien alargando los minutos si el encuentro no va bien , bien expulsando un jugador contrario.
Por otra parte, al "sistema " le interesa el fútbol, que hace de "adormidera" (Marx) a la masa. A suplantado a la religión y ahora hace la función del "opio del pueblo"
* Está en PDF y se puede bajar gratuitamente por Internet
** Solemos hablar de Ética, cuando deberíamos hablar de moral. La Ética es el estudio de la moral. Las personas que estudian Ética Aplicada (Bioética) no pueden decir que estudian "moral aplicada" o "Biomoral", estudian Ética, y la misma engloba lo que denominamos moral, o inmoral, o amoral y sus aplicaciones en la Ciencia o en el devenir cotidiano.
Dices que "En conjunto se disfruta más por joder y/o que jodan a tus oponentes", tienes razón y me viene a la memoria un chiste:
EliminaUn culé de toda la vida, en una visita médica le detectan algo grave y le dan un mes de vida. El hombre va e inmediatamente se da de baja del Barça y se afilia al Real Madrid. Y cuando un amigo le pregunta por qué si toda la vida ha sido socio del Barça ahora se cambia al Madrid, contesta "Prefiero que se muera un cabr´n del Madrid que no un honrado culé"
Perdón por el mal chiste, pero es que me lo has puesto a güevo XDD
He sido socio del español durante años, J VICENTE. Es la idiotez más grande que he hecho en mi vida, y he hecho muchas.
EliminaA medida que me he ido haciendo mayor y veía las caras, los gritos, las preocupaciones de la gente que me rodeaba iba pensando en lo idiota que era. En lo idiota que era yo. No por ser simpatizante de un equipo de fútbol, sino por pagar anualmente y formar parte de las ovejas del rebaño.
No critico al fútbol como tal, me gustan los crios cuando juegan sin nada más que la ilusión, lo que me disgusta es el manejo de la masa.
Así que se de que hablo por experiencia propia.
Y creo que es normal que a las personas les agrade más un equipo que otro, lo que encuentro anormal es el lavado de cerebro a la que someten a los socios. No hago distinción de equipos, todos se mueven bajo los mismos parámetros.
UN saludo