Si el mar tingués baranes
Si el mar tingués baranes
i el tomb del cel mollons
prou sabria on cercar-te,
més no hi vindria, no.
Si pogués posar en gàbia
el plomatge del foc.
Si el vent tingués andanes,
brides i estrep el cor.
Si pogués alçar tanques
al jardí de l'amor,
prou sabria on cercar-te,
més no hi vindria, no.
No ho sents? S'obren les portes,
portes i porticons.
La pluja trenca ribes,
finestres i balcons!
I és aquí on et cerco,
no sé perquè ni com.
dins la nit esmolada,
com la tempesta el torb,
pel mar sense baranes,
pel cel sense mollons.
El poema es de Maria Mercè Marçal.
Estos días se cumple un año desde que este blog se pasó a la lengua castellana, y el poema de M.M. Marçal, en catalán, me pareció una buena forma de celebrarlo, porqué esa celebración tiene algo de contradictorio y me gusta que, cuando miro mi ombligo, pueda ver un ombligo contradictorio. Me parece un buen síntoma.
Vivimos días de discusiones y confrontaciones, y podría parecer que el cambio de lengua tiene un significado que no tiene. Como tantas cosas de la vida responde casi a un azar y a un impulso irracional: como doblar en la primera esquina o en la siguiente, sin razón ninguna. Empezar a escribir en mi segunda lengua ha supuesto un reto para mis neuronas, y me ha llevado a comprobar que incluso entre dos lenguas tan próximas hay grandes diferencias. Hay algo díficil de explicar (aunque la socio y la neurolingúística y la gramática generativa ya lo han hecho ampliamente) y que tiene que ver con la visión del mundo.
Cada lengua, más allá de un sistema complejo, es una traducción distinta de la realidad y del pensamiento. Aunque ya lo sabíamos, es placentero vivirlo. Hay distintos tempos, cadencias, ritmos. Es muy difícil traducir, incluso autotraducirse parece imposible: la única opción es conseguir pensar en el idioma en el que estás escribiendo en este momento. Es como si uno quisiera cambiar no sólo algunos engranajes mentales, sinó también algo más profundo y visceral. Así es como, finalmente, uno se da cuenta de que escribe con el cuerpo y el cuerpo es quién impone, irremediablemente y sin concesiones, sus límites.
Los límites son los del cuerpo, y por eso el poema escogido habla de límites, jaulas, puertas, mojones e incluso barandillas.
Cuando me pregunto qué pretendo escribiendo en castellano (de momento no tengo ninguna intención de cambiar porqué me lo paso muy bien con ese ejercicio) no se qué responderme. Quizás alterar algo de mi cuerpo y a la vez, también, provocar una respuesta más corpórea en quién lee. Porqué cada vez me aburren más los asuntos mentales y no se porqué será que en el camino de cumplir años y de envejecer uno vuelve a mirar su cuerpo y sus cambios, y se da cuenta de que no es nada más que esto. O todo esto.
Según la ciencia de la psicología, parece ser que la primera cosa que aprendemos de recién nacidos es justamente las medidas de nuestro cuerpo: qué son esas cosas como pies y manos, adónde llegan, nuestra extensión y nuestro límite, la relación entre nuestras medidas y las dimensiones del mundo. Curiosamente, el encargado de la morgue -nadie se acuerda, pero es el último humano que nos tocará- también va a tomar las medidas de este cuerpo.
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Curiosidades nacionales. Por estos días, un escritor que hasta hoy había escrito su narrativa en catalán se ha pasado al castellano argumentando algo corpóreo (nada ideológico, nada mental). Y otro escritor bromea con la posibilidad de pasarse a la otra lengua.
jo m'ho vaig ben creure que el Marse escriuria un llibre en català...tampoc m'esperava veure el Mas vestit de revolucionari separatista i mita'l!
ResponEliminaPiedras más grandes han caído, que diuen... Pel què fa al trasvestisme del Mas, veurem quan li dura aquest passamuntanyes de Subcomandante Marcos de l'Eixample. Jo diria que el 26 de novembre se'l treu.
Eliminapara muchos es más fácil escribir en castellano que en catalán, sobre todos los de cierta edad. Cometemos menos faltas de ortografía y normalmente disponemos de más vocabulario.
ResponEliminaY sin embargo, los textos que se producen en cada lengua (ortografía aparte) tienen tonos distintos.
Eliminalimits dels cos ? segur que només son del cos ? cullons matxu !!!
ResponEliminaEls límits són a tot arreu: a la cultura, a la família, etc. Però allò que transita és un cos, i crec que canviar les relacions amb el cos és el principi.
Eliminaau idò , ioga mental però en català.
EliminaUn poema excel·lent i la interpretació de Roger Mas encara més.
ResponEliminaTens raó...els límits són a tot arreu.
Ens passem mitja vida que obliguen a aprendre coses. I curiosament ens passem l'altre mitja vida desaprenent aquelles coses i aprenent les coses que realment ens interesen.
La Marçal segeix sent l'autora que més m'agrada (em refereixo a la poesia en català), i ara per ara el Roger em sembla un músic impressionant. Encara li tinc preparat algun altre video-clip, mentre no em demandi.
EliminaNosaltres som éssers limitats. Reconeixer els nostres límits ens empeny vers l'utopia personal. El problema, o el què, és que hi ha tantes utopies com persones.
ResponEliminaSí, podríem dir que les limitacions són allò que estimula, des del principi de la vida. Jo no veig cap problema amb les utopies personals, sempre que no ens pensem que la nostra ha de ser també la dels altres.
EliminaÉs cert tot això que dius. Pel que fa als límits incorporis només tenim els que ens autoimposem. I si ens els autoimposem, també ens els podem deixar d'imposar, però els límits corporis, físics, l'edat, el volum corporal, això ja ens bé donat.
ResponEliminaUn petó.
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ResponEliminaI ben retrobat ;-)
ResponEliminaEns anem seguint, salut!
Eliminael cuerpo se construye.. dicen..
ResponEliminaponer el cuerpo en.. sin lo cuál toda expresión carece de sentido, la vida está donde se pone el cuerpo
la construcción se elige? la construcción, el cuerpo, són lenguaje.. pueden ser dos? o tres? o.. los que sean..
quizás nos contruímos de múltiples formas y las distintas lenguas nos lo hacen evidente, no somos uno..
pero que difícil a veces no ser uno..o que difícil solo ser uno.
no sé si avui se m'en va la pinça...(seran la copichuelas del bar de la esquina):)
Y el asunto es que cada uno de esos que somos cambia con el tiempo, lo que significa que de alguna forma se multiplica. Cuando visito un lugar o un libro veinte años después me doy cuenta de que, aún sabiendo que soy el mismo, ya no soy el mismo.
EliminaYo no tengo ese dilema, aunque hablo cuatro idiomas (español, castellano, "portelefono" y "avoces"). Lo que si tengo claro que los que domináis dos idiomas, la mayoría escribís mejor que yo y eso me da envidia (de la mala y ruin, desde luego).
ResponEliminaBueno, no creo que eso sea una norma ni una ley universal, conozco a varios políglotas que no sabrían escribir mejor que un monógamo, perdón, que un monolingüe.
EliminaEs curioso que sin embargo haya tanta gente empeñada en imponer el monolingüismo, o esa variante rara del bilingüismo que es chapurrear un poco el inglés.
Chapurreamos ingles, pero lo peor es que por doquier se adora la estulticia como "algo bueno". Desde el yo no soy tonto al namber guan.Per eso es una campaña publicitaria, claro.
EliminaCuriosa cuestión la de las lenguas, te entiendo totalmente ahí. Yo, que vengo de familia que se ha expresado siempre en catalán, escogí la lengua castellana, seguramente inducido porque en mi adolescencia todo lo que yo quería leer no estaba en catalán. Desde entonces esta lengua se ha convertido en algo parecido a mi lengua de cultura (cómo entiendo lo que dices, lo de traducir y autotraducirse, y todo eso). Luego, el castellano fue lengua de lucha para enfrentarme al nacionalismo y para luchar por el bilingüismo. Que luego esa lucha mía me acabase pareciendo una gran farsa, no por la lucha en sí sino por los actores sinvergüenzas que la protagonizaban, sería otro tema que no viene al caso. De aquella época me ha quedado una certeza: de que nunca las lenguas son culpables de nada. Y que la riqueza que supone tenerlas es un activo que yo sí reivindico, no como tantos que también las reivindican pero luego sólo hablan una. Yo hablo y escribo las dos, y siempre ha sido algo mucho más natural de lo que sospechan algunos.
ResponEliminaEl poema de la Marçal es de los que producen un embotamiento emocional intenso. Suspende el ánimo porque ella se asomó al abismo y lo supo contar con palabras dulces.
Por lo que veo nuestra relación con la lengua castellana es muy parecida, y supongo que debe ser similar a la de muchas más personas. Cuando me convertí en un lector irrefrenable había poca traducción al catalán, y la mayor parte de la literatura la leí en castellano. De niño, algunos de mis cuentos los escribí en castellano, hasta que me metieron en la cabeza la idea e un conflicto que luego he descubierto inexistente, porqué los idiomas no tienen esos conflictos: sólo los gobernantes que, malintencionadamente, los crean.
EliminaMarçal, a quién tuve la suerte de conocer brevemente, es de las escritoras que me empujaron a escribir porqué a través suyo comprendí algunos de los usos de la escritura.
Eliminaqué suerte tener dos lenguas. (por cierto, el último párrafo es muy bueno, me ha encantado esa idea de que el de la morgue es el último ser humano que nos tocará y que lo hace para tomarnos las medidas)
ResponEliminaSeguramente es una suerte ser bilingüe, aunque preferiría serlo en un país con menos manías que este.
EliminaEstoy con Layla en que es una suerte ser bilingüe. Me quedo en castellano parlante que chapurrea el poco inglés que puede.
ResponEliminaMuy interesante la reflexión :) ¡Saludos!
PD: ¿Hubo suerte con el cartel? ¡Este año lo de los alumnos se ha dado fatal! La crisis, supongo.
La crisis-estafa nos está maltratando, obviamente a todos. De momento mi suerte es la uno de los 700.000 parados de la Cataluña de Artur Mas. En castellano se habla del "paro", que en catalán es "atur". Como verás, la gracia del bilingüismo es que puedo hacer bonitos juegos de palabras con "atur" y Artur.
EliminaLa verdad es que el catalán te lo ha puesto "a huevo", como se suele decir. Yo no estoy parada, pero sabes que es como si lo estuviera... 340 euros saco al mes entre aula matinal y los dos alumnos que he logrado que me salgan en septiembre. En verano es que no tuve a nadie. Es increíble, llevo dando clases desde 2007 y jamás había pasado un verano sin clientela. Creo que eso dice mucho.
EliminaUn día esto revienta, ya verás.
¿Sinceramente? Espero que reviente. A ver si así sufren un poco los que no sufren. Y luego igual levantamos algo entre todos.
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