De repente, se me vino a la mente aquella frase que no recuerdo quien diablos dijo: "Hay un cielo, y está en la Tierra". La verdad, no se en qué lugar de la Tierra podría situar el Cielo: ¿en un paraíso fiscal? ¿En Dinamarca? (No lo creo, hace mucho frío, un factor que contrapesa la tanta política socialdemócrata). Andorra es poco celestial, aunque a la família Pujol se lo pareciese. Se me ocurrió la réplica: "Hay un purgatorio en la Tierra, y se llama Cataluña".
Decir que Cataluña es el Infierno sería una exageración desmedida, como decir que los políticos nacionalistas de acá son nazis: a lo sumo, son aprendices, nada más que becarios. El infierno quizás está en el Yemen bombardeado por los amigos árabes, en el Afganistán en guerra permanente, en la Libia, en la Palestina. Eso se parece más al infierno. Cataluña, sin embargo, se parece más al Purgatorio, que es lugar de penitencia, contrición y suplicio suave, con mesura. Como todo lo catalán: con mesura, sin pasarse. La propia sardana tiene algo de baile penitencial, ridículo, con las pertenencias amontonadas cual pequeño vertedero de residuos enmedio del círculo. Como la barretina, que es el gorro más ridículo jamás pergeñado por la mente de un diseñador de gorros. Como la literatura catalana en catalán, pobre y anémica, caricatura de la literatura universal.
El otro día vi al presidente cantando, en sede palaciega, "L'hora dels adéus", enlazando sus manos con otros. Un ejercicio de nostalgia vacía, rememorando cuando era un chavalillo con pantalones cortos y de pana, cuando ya tiene la frente arrugadita, como la pana. Solo en el Purgatorio es posible un presidente así. Hace un tiempo, el dramaturgo Albert Boadella dijo que la lengua catalana crea infelicidad. Fué una de sus boutades, una provocación. Pero quizás solo fue una boutade aparente, quizás no era una provocación. Puede que sea así, y eso reforzaría la hipótesis purgatorial. Me gustaría recibir testimonios de eso para reforzar la formulación de la hipótesis ¿es el catalán la lengua del Purgatorio?
Hace unos días, sentado en una mesa con siete alumnos de origen magrebí, debatíamos sobre cierta cuestión estética y buscábamos propuestas. Cuando se dirigen a mi lo hacen en catalán, y cuando se lo cuentan entre ellos, en otra lengua. ¿El árabe? ¿El amazig? No. El español. Entre ellos hablan en español. Esa es la lengua vehicular que funciona entre ellos, la lengua de encuentro, la compartida, la reconocible. La lengua común es el español. Creo que, cuando se dirigen a mi en catalán, lo hacen así porqué saben que esa es la lengua de la institución, la que toca. Pero no la que mejor les va. Si entre ellos hablasen en árabe pensaría que, como es muy natural, recurren a la lengua materna. Pero sin embargo no es así: recurren al español. Que cada uno piense lo que crea más oportuno, pero eso es una evidencia. Las cosas son así, no me invento nada. Lo que cuento es empírico. Creo que cuando se dirigen a mi, en catalán, saben que deben hacerlo así por la normativa vigente, la ley y todo eso. Porqué esa es la ley del Purgatorio. Sus padres eligieron (sin saberlo, me temo) emigrar al Purgatorio. Los niños y las niñas aceptan la realidad, renuncian: son estoicos en estado puro. Pero saben.
Que los niños y las niñas hablen español en el patio del cole es algo aceptado: hay un deje estoico, también, en los políticos del Purgatorio catalán. Que lo hagan en las aulas, cuando hablan entre ellos, es otro asunto. Es algo más profundo. Yo podría supervisar, prohibir, reprimir: pero ¿para qué? ¿Quién puede ponerle puertas al campo? Sin embargo cumplo con mi función: les recuerdo que la lengua de la escuela es la que es. Se lo repito. Ellos me miran, asienten. Obedecen. Obedecen durante diez o quince segundos. Luego vuelven a lo suyo. ¿Puertas al campo?
El otro día leí un artículo en El Periódico firmado por Jenn Díaz, diputada por ERC en el parlamento catalán. ("Jenn" es la apocopación de Jennifer, tal como usted suponía. Jennifer Díaz Ruiz). La diputada dice, en su artículo en la prensa, que en Cataluña hay una cultura que se expresa en idioma español, y que debe ser respetada. Lo dice en noviembre de 2018. ¡Bienvenida al mundo, Jenn! Más vale tarde que nunca, Jenn. Tu amiga Bel Olid no se ha enterado de nada todavía, ella vive en su Neverland cuya capital es, quizás, Waterloo, por lo menos. O algo peor. Celebro que Jenn haya descubierto un fenómeno llamado "realidad", que podríamos definir (aunque eso es muy difícil) como el conjunto de las evidencias empíricas y demostrables compartidas por la mayoría. Jenn ha descubierto que en Cataluña hay quien escribe en español. Quien canta en español. Creo que Jenn quería referirse a Rosalía, la cantante que ha dado al traste con la bromita indepe del pueblo imaginario de Sant Esteve de Les Roures, ya que la artista nació en Sant Esteve Sesrovires. Y no solo eso: Jenn también ha decidido que esa evidencia debe ser respetada. Creo que el descubrimiento de Jenn demuestra mi hipótesis: Cataluña es el Purgatorio. Quizás estaría bien que Jenn hablase con Laura Borràs, la consejera de cultureta. Por lo de las subvenciones a la cultura, que son pocas pero solo atañen a quienes se expresen en lengua catalana.
Bueno, sea lo que sea, creo que debemos ir recogiendo pruebas de que haber nacido en Cataluña es algo así como un castigo pero algo menos. El Purgatorio. Aunque no soy muy de misa, creo que eso del Purgatorio existe. Y tiene grados: en Gerona es más duro, más estricto. En Barcelona algo menos severo y, en Tarragona, más dulce. En función de los pecados cometidos en la vida anterior, uno cae más al norte o más al sur del Purgatorio cuando, tras la muerte, nuestro Señor le sitúa en una latitud u otra del mapa purgatorial catalán. Hay un Purgatorio, sin duda alguna. Creo que yo pequé bastante. Pero no mucho: de haber sido mucho, habría nacido en la ciudad de las flores y las moscas de San Narciso, como el prófugo Karles.
Bueno, hay partes en la que disiento de tu escrito.
ResponEliminaSobre el Purgatorio recordarte que el emérito Papa ya nos dijo que el Purgatorio no existía como tal, sino que era "un fuego interior que nos hacía recordar el pecado cometido" , y que este se mitigaba a medida proporcional a nuestras oraciones.
Sobre la sardana comentarte que no estoy del todo de acuerdo. No me desagrada eso de entrelazarse las manos. Lo prefiero a los bailes separados, cada uno por su lado. Cosas de nostálgico quizá, pero me gusta. Y me gusta la tenora, vete tu a saber si la Eléctrica Dharma tiene algo de ver con todo esto.
Sobre la Rosalía, decirte que me apasiona la fusión que lleva. Y las letras, que no se quien se las trabaja, pero que están niqueladas.
Convendrás conmigo que no es lo mismo que la cigüeña te deje caer en la chimenea de un chalet de Sant Gervasi, entre la Bonanova y Tres Torres, que si te deja tirado a la sombra de un platanero, en Can Valero Petit, al abrigo de un chabolo con el techo de uralita. Podríamos decir que en Catalunya hay un cielo al cual, y por ley de compensación, le corresponde un infierno. Vamos como el Ying y el Yang, pero en autóctono.
De todas maneras San Agustín vuelve a estar denostado. Ahora también nos quieren sacar el infierno.
Los que somos rencorosos no se a quien debemos implorar para que lo vuelvan a reponer. Un abrazote
Yo nací en un hogar muy pobre, pero también muy ateo. Tardé mucho en descubrir que el cielo, el purgatorio y el infierno se me habían ocultado cuando, en realidad, eran muy reales. Solo sabía de la lucha de clases y poco más. Ahora se que, además de la lucha de clases (que lo explica todo) también están el cielo y el infierno, que explican lo demás.
EliminaSi perooo... El artículo de Jenn, esa pirpireta cuya vida, obra y artículos, todos, son un continuo acto de contrición, una aspiración de redención de su charneguidad, tan sonrojante que sería enternecedor leer ése artículo.... Pero no, al final el detalle, el continuo remoquete, por costumbre, cortijero y servil- la culpa es de esa odiosa España- que no reconoce, que no entiende, ay!...
ResponEliminaNuestros "separatas" tienen una amplia y sólida experiencia en lo que a ignorar la realidad se refiere.
ResponEliminaLas declaraciones de esta señorita demuestran que no son un bloque homogéneo, aunque por su nombre y apellidos sospecho que ella procede de un estrato social y de un vecindario donde la diversidad de orígenes es la normalidad absoluta.
Pero cuanto mas se asciende en la pirámide del poder separatista, lo raro es encontrar reflexiones como la suya.
Hay veces en que cruzo purgatorios. Pequeños pueblos donde veo mástiles de diez metros de altura donde ondea una "estelada" de cinco metros cuadrados, y donde la diversidad está emparedada tras un muro de silencios temerosos.
El Papa dirá lo que quiera, pero el purgatorio, los purgatorios existen, yo los conozco.
Aunque yo vivo en Hospitalet, donde el plato nacional es la Ensaladilla Rusa, y es lo mas parecido posible al Limbo, otro lugar mitológico.
No estoy de acuerdo con lo de la sardana esa que dicen que (esladansamesbellaqueasfáyadsdesfá)...vamos de Juzgado de Guardia, y que se tengan que coger las manos y enseñarlas en un "manos arriba" como jugando a polis i lladres ya me diréis....si no es para vigilarse los unos a los otros para no robarse las pertenencias amontonadas en el centro...
ResponEliminaCHORDI......
ResponEliminaTres Padres Nuestros. Dos Ave Marís. Una jaculatoria y prohibdo marturbarte el fin de semana..
¡ Para que aprendas por lo de la sardana ¡
Amén
¿Pero podré seguir con mois observanzas?....mossen Miquelis?
EliminaUmmmmmmmmmm...bueno ....vale...pero poquito ¡¡¡ehhh¡¡¡
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