-Mira, ahora no me acuerdo de como te llamas pero si que se que eres venido de por allá abajo, de Murcia o de Málaga, o quizás fue tu padre, el nouvingut a Cataluña. Cataluña. Ya debes saber que Cataluña es tierra de acogida, te habrás dado cuenta, claro, porqué a pesar de charnego eres listo. No te creas que yo nací en Cadaqués, pero Cadaqués me acogió muy bien. No a mi, si no a mi abuelito, que llegó a Cadaqués hace mucho tiempo para veranear y hacer negocios veraniegos y salieron todos los pobres del pueblo a aplaudirle, porqué mi abuelo les llevó prosperidad y cultura, a esos, a esos que eran unos analfabetos de mucho cuidado. Pero mi abuelo les ilustró, como yo ahora te ilustro a ti y te cuento cosas para que sepas más de Cataluña. Cataluña -el mancebo se percata de que cada vez que la señora María P. pronuncia "Cataluña" procede a una sensual caída de párpados, ya lleva cinco- Mi abuelito llevó prosperidad y millones, si, ¡millones! a ese pueblucho, lo digo porqué hay desalmados y botiflers que le acusan de cosas horribles... Mi abuelito llegó, se hizo levantar la gran mansión que tu sabes y luego invirtió en la industria local, y así contribuyó a levantar no solo el pueblo si no Cataluña entera. Cataluña, lo que oyes. Cataluña es lo que es (una nación grande, próspera, libre e indivisible) gracias a los hombres como mi abuelo y las mujeres como yo, generaciones de Rodoles sacrificados para aumentar Cataluña. Cataluña. Te dirán los malos de siempre que mi abuelo fue un especulador o un falangista, pero nada más lejos de la verdad. Mi abuelo se marchó del país cuando empezó la guerra civil pero no por falangista, eso no, si no por prudente. La prudencia de la Cataluña bien entendida. Tu de eso no sabes nada. Y volvió en el 39, volvió para empezar a reconstruir el país, Cataluña. Cuando digo "pais" digo Cataluña, igual te has dado cuenta. Se sacrificó por Cataluña y volvió, y empezó esa labor de reconstrucción nacional lenta y fatigosa, y le dió un montón de pesetas a l'Òrgan Cultural para que le salvaguardasen la lengua y la identidad, que vienen a ser lo mismo. La lengua catalana, que es la lengua de Cataluña. De Cataluña, oye bien lo que digo. De Cataluña.. Digan lo que digan los babelianos. Mala gente, los babelianos. O sea que es gracias a los dineritos que mi padre les dió a los de l'Òrgan Cultural que tu tuviste la oportunidad, qué digo la oportunidad, ¡el privilegio! de aprender a hablar en catalán en la escuela de los pobres de tu barrio. Si, ya se que tu sabes que yo llevo a mis hijos a la escuela suiza, pero es porqué mis hijos tienen el privilegio de tener una madre que les habla en catalán en casa, la lengua materna lo primero, y no necesitan aprender en catalán en la escuela como tu, ya que su señora madre, yo, les habla en lengua materna. Así tu tienes la oportunidad (qué digo oportunidad, ¡el privilegio!) de comprender y poder hablar un poco la lengua del gran poeta Redemptor Emprius, y de la gran novelista Mercè Rododèndrom, que como sabes son los grandes hitos de la literatura galáctica, ya que de otro modo te verías reducido a comprender solo la lengua del pobre Cervantes y del minúsculo García Márquez, un don nadie al lado de la Rododèndrom, porque debes saber que la literatura, como la democracia y la banca, se inventaron en Cataluña. Cataluña, como lo oyes. Y la filosofía: ningún filósofo supera a Ramon Llull. Ya se que te cuesta pronunciar "Llull", pero juro por el abat de Montserrat que si igual como has aprendido a decir "cony" aprenderás a decir "Llull", aunque deba empotrate la cara entre mis muslos. Muslos catalanes, de Cataluña. Eso se llama logopedia catalana. Catalana, de Cataluña.
En este mismo instante suceden dos hechos que interrumpen el discurso de María P. Rodola: le suena el teléfono móbil que lleva en el canalillo y el remero se da cuenta de que, cada vez que rema, el chapoteo de los remos suena "Cataluña, Cataluña", y de que han empezado a aparecer cabecitas de peces que sacan sus bocas circulares a la superfície para corear "Cataluña, Cataluña".
-Hostias -prosigue la descendiente del viejo cacique de Cadaqués- Dicen por tuiter, vía satélite, que lo del meteorito fue un error de la NASA y que nada de nada. Que no hay meteorito. Cataluña tendrá una agencia espacial mucho más especial que la NASA, con la ayuda de nuestros amigos israelís, y eso no volverá a suceder jamás. Así que ya lo sabes, da media vuelta y ponle proa a Cadaqués, con un poco de suerte y un poco de tu esfuerzo igual la paella no se nos ha pasado y todavía la salvamos. En cuanto lleguemos tu te vas a lo tuyo, y sigues con la poda de los geranios, y hablando de poda ¿ya sabes que llamarle "polla" al órgano masculino es catalán genuíno y no español? Te lo contaré un día de esos, y si me enrecuerdo te dejaré sorber las cabezas de las gambas.
La barca vira el rumbo y pone proa hacia lo que era la popa, la vieja Cadaqués. María P. percibe y agradece el esfuerzo que ha hecho el joven malagueño y le obsequia con una felación.
-Lo llaman "hacer un francés" pero deberían llamarlo "hacer un catalán" -suelta al fin- Porqué hincarse de rodillas es muy de catalán, de Cataluña. Pero que conste que ni mi abuelo ni mi padre no le hicieron ningún catalán a Franco, eso no. Eso nunca. Quizás nos arrodillamos ante Franco, eso igual si, pero los Rodola no llegamos a chuparle nunca jamás, aunque hay que admitir lo que es admitible, que el viejo gallego nos dejó muy bien apañados, a los Rodola y a los demás. A los Curulla y los Sufraguja, y los Puñol, y los Gordó, los Monyins, los Brías de Res, los Quidal-Fuadras, los Serrall, los Joca-Runyent, los Marganall, los Reventat, la Gimpera y los Feliu-Mas Denfeliu, Feliu pero nada que ver con la cantaora de barrio de Sants. Porqué la pobre cantaora de barrio de Sants se apuntó a nuestro rollito de gratis, solo por salir un rato de la Tele3. Y ya lo ves: Franco está muerto y nosotros vivos. Y los de las izquierdas, muertos también. Estamos rodeados de muertos, lo señoritos de Cataluña. Cataluña, claro. Muertos en la cunetas, como los maricones. Cunetas catalanas. De Cataluña. Y nosotros ya los ves, ricos. Vivos y ricos. Rodeados de muertos y de charneguillos sumisos como tu. Todo gracias a Franco, pero que conste que al caudillo no le chupamos la polla jamás ni mi abuela ni mi madre ni yo. Bueno, lo de mi madre no lo juraría, pero igual fué por amor o por admiración, o por reconocimiento. O por la patria catalana: Cataluña. Pero jamás por convicción, eso no. Y nos vamos a zampar una paella rica rica. Anda, rema, guapo. Que para eso te pago. Con dineros catalanes. De Cataluña. Cataluña. ¿Ya sabes que el dinero y la prosperidad se inventaron aquí, en Cataluña? Cataluña. Sí.
(Continuará)
Me encanta la acepción de "charnego". Es lo que soy. Un charnego por parte de padre, al que conocí poco y temí mucho.
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