20 de set. 2012

¡Nos la hemos follado!


-¡Nos hemos follado a la rubia! ¡Sí señor, nos la hemos follado!
Lo dice el hombrecito enardecido, con las axilas sudorosas y la respiración exaltada. El último fotograma de Zorras ardientes en Río se funde en rosa y el rosa inunda la pantalla, se extingue y aparecen letras que forman nombres. Él sonríe y mira a los lados buscando complicidad aunque la habitación esté vacía. Como no encuentra otra mirada contempla el cuadro del cazador inglés abatiendo a un ciervo que lleva tres décadas en la pared, esa partida de caza infinita que no cesa, ese animal siempre predispuesto a la muerte, esa mueca aguerrida del cazador ajustado dentro de una levita roja, de rojo inglés, ligeramente afeminado.

El hombrecito se levanta, abre el frigorífico de soltero, abre una lata de cerveza Dia y le pega un buen trago, y se deleita en ese aullido de las burbujas abriéndose paso por las tuberías digestivas. Se sienta de nuevo mientras recoge la gota que surfea la barbilla, escucha el canto del líquido estallando en el estómago y rebajando unas décimas la temperatura corporal. Lanza el kleenex a la mesita y todavía le brillan las pupilas encendidas por la emoción. Bebe otra vez y se arrulla en el sofá como un gato viejo y satisfecho. En la pantalla se terminan los créditos y dan paso a un color uniforme y tedioso, un gris marengo como de niebla en los páramos cerca de la ciudad. Busca el mando a distancia, pulsa un número al azar sólo para salir de ese color asqueroso y contempla un documental sobre hombres que persiguen y matan cocodrilos, en los pantanos cerca de New Orléans.

En este instante le sobreviene un dolor leve en el pecho, una tristeza rencorosa.



-¡Hemos ganado! ¡Con dos cojones, les hemos ganado!
Exclaman Javier y Susana, repentinamente tomados por el impulso de abrazarse. Y se levantan y se abrazan enmedio del comedor ante los amigos, inesperadamente. Durante el abrazo a Susana le viene a la mente algo raro y perdido porqué esa fuerza en el abrazo, esos brazos de Javier tan elásticos y prensiles no los sentía desde tanto, tanto tiempo atrás. No recuerda cuál fué la última vez que Javier le abrazó así, con las venas hinchadas, con el corazón palpitante. Quizás fue aquélla tarde de otoño, en 2007 -ella tiene una memoria excelente para las fechas y las efemérides-, en la carretera del rompeolas. Pasó un coche y les alumbró con unos faros azulados, casi místicos.

Los amigos también están de pie y aplauden al delantero de los nuestros que acaba de marcar el gol definitivo: el equipo extranjero está abatido y exhausto. Con la cabeza gacha y los ojos derrotados retroceden, miran con miradas perdidas al cielo inclemente, intentan huir del grito despiadado del público. David, que se ha quedado en el sofá, recuerda vagamente un cuento de Julio Cortázar. ¿Cómo se titulaba? Debe de ser Todos los fuegos el fuego, un cuento que hablaba de los gladiadores en el circo de Roma o algo así. David observa, casi congelado como la esfinge, esa mirada de Susana. No sabe qué significa. Desde que se acuesta con ella -los miércoles alternos mientras Javier juega al pádel- jamás ha visto una mirada tan húmeda y brillante en sus ojos marrones. Y en ese momento, David se compadece del equipo extranjero y perdedor sin saber porqué.



-¡La independencia nos hará libres y seremos más ricos!
Y el hombre se levanta. Es una persona comedida y no le gusta soltar puñetazos encima de las mesas, por eso sólo subraya la frase levantándose de la silla. Se levanta y repite la consigna porqué es lo que piensa. Y no tan sólo es lo que piensa: se lo dice su corazón, y su corazón no le ha engañado jamás. Y además eso lo dicen todos los corazones, según la prensa. El hombre está decepcionado con su amigo, porqué su amigo no parece entusiasmado: ¿dónde debe de estar su corazón? ¿Es que acaso el corazón de su amigo no late al ritmo de la patria?

Esto sucede en el Telepizza de la calle de San Tomás, en el corazón del barrio de Can Anglada de la ciudad de Terrassa. La tarde ha caído y las sombras deambulan tras los cristales. Los chavales van tomando posiciones entre la penumbra. Allí estan Ízan y Fouad y Bilal, amigos desde hace tres días. Ízan les confiesa a sus colegas que tiene hambre. ¡Hambre! piensan los otros dos. ¿Qué coño sabrá este tío del hambre? En este preciso momento cruza la calle un rugido inconfundible. Es el Toyota Celica negro que surca cada noche la calle a la misma hora, lanzado como si el infierno le esperase con una promesa radiante día tras día, como maldito. Los tres chavales se callan y fijan sus pupilas en la silueta más bella que jamás hayan visto sus ojos de agua. Por un instante -una décima de segundo- los cristales del auto les han mostrado sus miradas y cada uno de los tres ha tenido una visión, como en sueños.



12 comentaris:

  1. Toby Dammit em recorda Blow up, que es de la mateixa época. La independencia os hará libres!

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  2. follar como trofeo, y el trofeo de cazar, el de nacionalizar.. l'adrenalina reina del mundo, facundo!
    y los ojos de agua..en què es convertiran? quins seran els seus somnis?

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    1. Em pregunto perquè l'espectador que mira el futbol diu "hem guanyat" quan ha guanyat un equip on ell no hi participa. Aquest és el somni, tristament.

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    2. Lluis, és veritat quan dius que hem guanyat" quan ha guanyat un equip on ell no hi participa. però no creus que és una qüestió de sentiment?.Jo dic. A mi m'agrada com dibuixes, o fas vestits, i et sento com una cosa meva. Et puc xiular o aplaudir, però el dibuix i el vestit no és meu. Però i jo? jo no participo en res?.
      Digues. On m'equivoco?

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    3. No crec que t'equivoquis ni que jo sàpiga la veritat, perquè és opinable tot. A mi em sembla que alguna cosa (potser la psicologia social ho pot explicar) fa que busquem sempre identificacions. Tot i això, si Messi marca un gol l'ha marcat ell i no jo. Si m'agrada molt com pinta Velázquez no crec que jo també pintat Las Meninas. L'exemple de la pel·li porno és justament per evidenciar-ho: l'espectador no és el que està a la pantalla amb l'actriu. I finalment: si em diuen que "amb la independència serem més rics" en desconfio, perquè jo sé que no seré més ric, sinó que ho seran determinades famílies i persones que tots coneixem.

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  3. L'euforia col·lectiva o la depressió col·lectiva és la gran dinamitzadora. Perquè un equip guanyi ha d'haver un altre que perd. L'alegria d'uns sempre contrasta amb la pena dels altres i l'adrenalina que gastem per guanyar de manera col·lectiva ha molta gent els fa viure independentment del problemes que tinguin, que són molts!

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    1. Aquests fnòmens col·lectius fan una mica de por, no tan sols pel seu poder anestèsic (que potser és necessari) sinó perquè acostumen a desviar l'atenció. De moment, inici de curs amb 3.500 docents menys.

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  4. Salut Lluis, ja no se com he arribat aqui ( ah si recomenació .agradable per açò.)

    Apart de coincidir amn llinatge ( casualitat? ) em van identificar per estar a l´atur , esser ironic , punyent i acrata .Més o manco en aquest ordre...i tenir un bloc , clar.

    Bé..no res que endavant , la lucides maldamnet no es patrimoni generalitzat i patent queda en aquest , teus ( nostros , podriem dir ? ) , escrits.


    .enhorabona company. salut i bona lletra .

    p-d m¨em alegr molt de no saber-me rara avis.

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  5. L'esquerra s'ha d'apropar a la gent, no limitar-se a jutjar-la, ni que sigui de bon rotllo. Perquè mentre jutgem no influim. I hem d'influir molt. Molt, Lluís, molt, que les coses estan canviant i no podem deixar el futur en mà de certs partits. Bé, això és el que jo penso.

    Això pel que fa al missatge. Pel que fa al text, irreprochable que es diría en castellà. Sempre es un regal llegir-te.

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  6. I tant. Quan veig algú fent bots per un gol em dic: que l´has marcat tu, potser?
    Molt bó Tobby Dammit. Sens dubte el millor sketch d´aquelles "Historias estraordinarias" Salut. Borgo.

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