27 de juny 2022

EL LIBRERO PROGRESISTA Y CENSOR

Hay, en Barcelona, un librero que ejerce de censor. Lo hace a ratos, en Twiter.

Debo contar que la librería regentada por el librero convertido a librero y censor fue una librería que tuve en gran consideración durante tiempo, y a la cual le compré bastantes libros. Se los compré porque me parecía una buena librería, de las que se deben tener en cuenta cuando uno siente la tentación de comprar por Amazon. Aunque me separan más de 30 quilómetros de ella y que ese desplazamiento me exige un buen dispendio de tiempo en transporte público, siempre -hasta hace poco- pensé que esos sacrificios estaban sobradamente justificados. 

Durante los años volcánicos del procesismo catalán, ese librero mantuvo una actitud muy decente y respetuosa con todas las opciones y las sensibilidades, cosa casi sorprendente en aquellos años, y esa actitud me reafirmó en mi opción de acudir a su establecimiento y dejarme parte del sueldo. Creo que fue una buena decisión contribuir a quienes fueron capaces de torear al monstruo.

Pero los tiempos avanzaron y llegó el día en el que el librero -creo sospechar que- se rindió a alguna presión. A partir de cierto momento intuí que el librero se alineaba con el sector más duro del independentismo, quizás por necesidad. Nadie puede juzgar lo que hacemos cuando nos empuja la necesidad, y quien lo haga no sabe nada de la necesidad.

Pero el tiempo siguió su curso y el librero, una vez superado el periodo del independentismo irracional, se puso a ejercer de censor y publicó tuits en los que contaba los libros que había rechazado y que no estaba dispuesto a tener en sus anaqueles. Eso me entristeció y entonces decidí que el librero es libre de decidir los libros que vende y los libros que no vende, pero yo también soy libre de prescindir de su librería. El librero censor publicó un tuit en el que contaba, sin excusas, que no disponía de un libro que él considera transfóbico. El libro en cuestión es obra de un señor de derechas, claro, pero creo que tenemos derecho a leer obras escritas por señores y señoras de derechas, de centro y de izquierdas. ¿Qué dirían los aficionados a la censura de una librería que se negara a vender libros de autores de izquierdas?

No creo que se mejore a una sociedad a la que se le imponen cánones de lectura. No creo que le sirva a nadie una librería que selecciona los libros que vende en función de parámetros ideológicos, ni creo que ese ánimo censor beneficie en nada al pensamiento progresista.

Antes el censor era un funcionario estúpido. Ahora es un voluntario progresista. Yo seguiré votando a los partidos del progreso, pero la actitud del librero es lamentable y muy triste para el progresismo.

3 comentaris:

  1. Te digo de otra librera, la que está en el pasaje Calders, antes pasaje Parlament. Fui a pedir un libro de Gregorio Morán y me contestó que allí ella no vendía ese escritor.
    Hace dos años largos que ya no piso esa censoría.
    Ahhh , también te puedo decir que editorcillos se niegan a publicar en castellano, eso ya es más por pasta, se ve que si lo haces en el otro idioma cobran subvención y que si lo haces en el cervantino te quedas sin papear.
    Un abrazo

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    Respostes
    1. Lamentablemente hemos coincidido: estamos hablando de la misma librería.

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  2. Consecuencias del simplismo "buenista" que nos invade. Hay que leer todas las opciones posibles, hasta las que no nos gustan. Solo así quizás tengamos la información adecuada para rebatir argumentos.

    Me pregunto si ese tipo vende alguna obra de Céline.

    Saludos.

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