Me cuenta: que hubo una discusión familiar. En su familia, por tradición y convicción, siempre se ha votado a Convergència. Des de la noche de los tiempos: cuando lo de Atapuerca, su familia ya votaba bien y a Convergència. Algunos, los díscolos, votan a Erc a veces, esa es la máxima licencia tolerada. Uno de ellos, el tío abuelo, tiene una foto al lado de Jordi Pujol en el comedor de casa, en un sitio alto, fuera del alcance de los niños. A su lado, una bella imagen en cuero repujado de la Virgen de Montserrat, con un halo de las cuatro barras en forma de arco iris.
La discusión empezó cuando uno de los familiares, de una cierta edad, sorprendió a todo el mundo al anunciar que, en estas elecciones municipales, votó al candidato Jordi Ballart.
-¿Cómo? ¿Votaste a un socialista? ¿De veras has hecho eso?
-¡Acabáramos! -ruge entre mugidos uno, al que creían dormido- ¡Dios mío! ¿Adonde vas, Cataluña? ¿Quo vado, Catalonia?
-Ballart no es socialista -afirma en su defensa el cónyuge, y lo repite- Ballart no es socialista: rompió el carnet de socialista cuando lo del 155. Acordaros de eso.
-Memento huius -murmura otro, provecto pero despierto, aunque dudando de la corrección del latinajo.
-Remember this -aporta el más joven, sin levantar la mirada de la pantalla en donde zumba el Fornite.
Los comensales se callan durante unos segundos. Calibran la gravedad del acto de traición a la tradición secular. Pujol y la Moreneta les observan desde la altura del enorme mueble bar biblioteca, color caoba, serios y circunspectos. Los parientes evalúan los hechos, sopesan mientras mastican anchoas de l'Escala, aceitunas de la Terra Alta y rabanitos de Peratallada, están en los entrantes estrictamente catalanes, estrictamente adquiridos en el supermercado Esclat: hay que valorar, por un lado, que no ha votado a los nuestros y, por el otro, que ha votado a uno que dimitió de socialista y ahora ha pactado la alcaldía con Erc. Eso último no deja de ser una cercamiento al redil, a lo correcto y a lo nuestro. Eso está bien. Sin embargo... ¿uno que fue socialista es verdaderamente de los nuestros? ¿Se puede pensar que quien tuvo retuvo y sospechar que el bicho socialista, ahora letárgico, no se desvelará en la primavera menos pensada?
-Os diré la verdad -interviene de nuevo la señora- Le voté porqué es un tipo simpático y cercano. Me felicitó por mi cumpleaños. Por el twiter. Os lo leeré.
La mujer se levanta, se va a por su smartphone (que reposaba ante los tomos de la Gran Enciclopèdia Catalana y del "Paisatges de Catalunya. Els nostres paisatges" que regaló La Caixa en el 84), se pone las medias gafas de lectura y tras un rato rebuscando por la pantalla lee: "Estimada Antònia: perdona que et feliciti amb dos dies de retard. Per molts anys. J.B.".
-¿Lo veis? -les espeta, con una sonrisa ancha y satisfecha- No es un mensaje que mande a todo el mundo, me lo manda a mi y solo a mi.
Uno de los familiares abre el mueble bar y agarra la botella de ratafía, medio llena.
Cuentan por el pueblo que Ballart ganó las elecciones con trucos como ese, con esos acercamientos al pueblo a través de twiter. A mi me cuesta comprender que la democracia funcione así, pero también debo reconocer que me cuesta mucho entender lo que se entiende por "democracia" en la desdichada tierra catalana.
Para el lector que no sea del pueblo en donde vivo debería contarle un poco quién es el candidato (ahora ya flamante alcalde) Jordi Ballart. Fué el candidato del Psc en las anteriores elecciones y obtuvo la alcaldía con la candidatura socialista. Su gobierno fue algo caótico, me contó una fuente bastante fiable que hizo la lista a su medida, no digo yo que fuese una lista de amiguetes pero sin embargo eran personas jóvenes y con escasa experiencia de gestión pública. Por lo visto había un cierto desmadre. El alcalde Ballart tuvo que recuperar a la vieja guardia socialista, a quienes había desplazado, para recolocarles a ver si le ayudaban a poner algo de orden. Eso creó malestar. Entonces llegó la aplicación del artículo 155 y el joven Ballart vio la oportunidad de dimitir con dignidad (esa dignidad tan catalana, tan cacareada de un tiempo a esta parte: no olvidar que el señorito Rull es de este pueblo).
Contó que dimitía por su disconformidad en lo del 155, ofendido porque el Psoe votó a favor de la medida. Fue entonces, en su despedida, cuando pronunció una frase muy tremenda:
-Me voy porqué el partido no me representa.
Bueno, la ocurrencia es bastante penosa. Por lo que me ha sido dado a entender, la cosa sería del revés. Es él quién representa al partido, digo yo, pobre de mi. Esta frase la puede soltar el votante que cambia su voto, pero es casi grotesca en el alcalde a quien el partido ha llevado a la alcaldía. Bueno, esas cosas indican bastante bien el nivelito de la política catalana, de larga tradición pueblerina, pero ensimismado y arruinado con todo lo del procés.
El candidato ha vuelto ahora a las elecciones sin el Psc, con partido propio y con una candidatura en la que, a pesar de haber figuras que conozco y son respetables o incluso admirables, también está trufada de viejas glorias del deporte local, una actriz de series de Tv3 venida a menos y lindezas por el estilo. Ha pactado con Erc porqué le faltaban algunos votos y, por lo que parece, la primera acción política de relieve que afrontará será colgar un buen lazazo amarillo en la fachada de la casa consistorial, y quizás una pancarta con algo alusivo a unos delincuentes encarcelados.
Pero lo de felicitar el cumple por twiter a sus seguidores está muy bien. Quizás es una práctica más inspirada en la conducta de un cacique que de un político democrático, pero no soy nadie para juzgarlo. Es lo que hay en esa Cataluña tan entrañable.
Estoy tan liado con las siglas, las refundaciones, los nombres de los que actuan en solitario pero arrejuntaos, las coaliciones y demás que me he perdido, me he perdido, de verdad.
ResponEliminaPara mi hay sociolistos, neoconvergentes, esquerra nadaesquerrana, trolemos, suicidaos y los del Blas Piñar.
Todas las demás siglas no se a quien pertenecen, ni con quien se han aliado.
De todas formas el, Comín, de infausto recuerdo para la sanidad catalana, hizo tres cuartos de lo mismo.
Estamos rodeados de trepas, así de claro.
Un abrazo
Dentro de muy poco sabremos de la única ley que prepara el gobiernecito regional de Torra, redactada por el tipejo que responde por Pere Aragonès (ese con cara de niño tontaina que no rompió un plato). Se trata de una ley de privatización de varios sectores públicos. Verás como las gastan los que se otorgan la izquierda nacionalista.
EliminaSErá por alcaldes ¡¡¡¡
ResponEliminahttps://www.vozpopuli.com/opinion/celestino-corbacho-ciudadanos-valls_0_1255675781.html
Jajaja, qué personaje y qué trapisondas Se. Bosch. Me recuerda la historia de los peludos ful de Bono, cuando era presidente de La Mancha- Castilla. El tipo tenía un programa diario en la TV regional, donde iba visitando los pueblos haciendo la rosca a los vecinos sacándolos en la tele. Fuera de cámara, en un espontáneo arranque de amor por ese pueblo trabajador, de todas las clases, al que tanto amaba, tenía por costumbre arrancarse el reloj de la muñeca y regalárselo a algún labriego que anduviera por allí. Era fama que llevaba en la americana unos cuantos relojes, muy relucios y aparentes, para repetir el numérico cuanto fuera necesario. Haría la militar en La Mancha el alcalde Ballart? Todo pudiera ser!
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