14 de maig 2021

CATALUÑA Y TABARNIA, O ISRAEL Y PALESTINA

La madre de los conflictos presentes. En el conflicto entre Israel y Palestina están los elementos de los demás conflictos en los que la identidad y el territorio, la codicia y la crueldad compiten por llevarse el premio. Como en tiempos medievales, pero en el siglo XXI.

Quizás no sea casualidad que la derecha nacionalista catalana siempre le haya puesto ojitos a Israel: ahí está Pilar Rahola, por ejemplo, que de desvive por elogiar al estado israelita y no duda en presentarse como martillo de musulmanes, herejes y botiflers. Artur Mas y su gobierno de los Más mejores tuvieron buena relación con la derecha nacionalista de Israel, y se proponían imitarles aunque no sepamos muy bien en qué sentido. Por otra parte tenemos a nuestra izquierda acrítica, algo paternalista y generalmente desnortada, que se propone ayudar a los palestinos. La izquierda se muestra partidaria comprensiva de su causa o les manda algún dinerillo, sin pasarse, claro, y algún que otro cooperante de vez en cuando. La comunidad europea se calla y los EUA de Biden siguen en la línea de Trump, pensando, sin duda, que en boca cerrada no entran moscas.

Entre las propuestas que hay sobre la mesa, en el caso israelí-palestino, está la idea de crear dos estados. Del mismo modo, no falta quien, en Cataluña, está por la opción Tabarnia, que se mueve en el filo entre la broma y lo serio sin saber de qué lado se cae. Reconozco que, como broma, Tabarnia es ocurrente porque confronta a los nacionalistas o, dicho de otro modo, les obliga a probar su propia medicina. Por eso les duele y Tabarnia no les hace ni pizca de gracia ni tan solo a los más graciosos de la república mediática de Tv3.

La idea de partir Cataluña en dos, con una mitad independiente y otra adscrita como región autónoma de España, crea grandes dudas si uno se sale del registro bromista: ¿qué pasaría con los ciudadanos unionistas que caerían en la parte independiente? Y lo mismo alrevés, claro: la idea de Tabarnia es una forma de prolongar el conflicto o incluso de agravarlo, o de hacerlo más dramático. Imagínense el asunto de las fronteras, el embrollo comercial, las familias partidas por una línea absurda. Y el tráfico de trabajadores que, del lado independiente y pobre, quisieran trabajar en el lado español, formado por casi toda la provincia de Barcelona y gran parte de la de Tarragona. La Cataluña independiente según el modelo Tabarnia es la Cataluña rural, la que ofrece pocas oportunidades laborales. No lo descarten: hay más días que longanizas y todo puede pasar.

En Canadá (por lo de Québec), las autoridades canadienses amenazaron con tabarnias infinitas y los independentistas quebequeses se dieron cuenta del dislate en el que se metían. Percibieron que sus ansias separatistas les iban a meter en un atolladero y, por consiguiente, lo dejaron para otro día. Los canadienses son gente sensata.

Por cierto, y siguiendo con el excurso canadiense: a día de hoy, Québec, que fue la región más próspera del país, se ha empobrecido y ya pinta poco en la economía nacional. Ese detalle quizás debería promover algunas reflexiones en las sedes de Òmnium, de la ANC e incluso en la Casa dels Canonges.

La comparación de Israel y Palestina con las dos Cataluñas es odiosa, pero da mucho de sí. Si lo piensan despacio lo verán. Para empezar, deberíamos admitir que el nacionalismo catalán ha conseguido crear, argumentar y sostener que existen dos Cataluñas: por tanto insistir en la unidad del pueblo catalán, nos han demostrado que no solo no existe tal cosa si no que estamos profundamente divididos, con pocas opciones de diálogo y casi ninguna de entendimiento. Ni tan solo la conllevancia de Ortega se vislumbra por ahí. A día de hoy, los partidos de ERC y de JuntsxCat se disputan la representación del pueblo catalán, aunque en realidad solo hablan de una mitad de la ciudadanía. A la otra ni la nombran.

En este sentido, esperemos que Tabarnia siga como una broma y que, con el tiempo, se disipen las similitudes entre Israel-Palestina y Cataluña-Tabarnia. Estamos obligados a convivir y debemos convivir, ya que la vida y el mundo son de todos. Los indepes y los unionistas estamos condenados a compartir el tiempo y el espacio. Estamos obligados a conllevarnos y, por lo tanto, a acordar.

6 comentaris:

  1. Solo una cosa, yo que soy español - y también, a la vez, catalán - no puedo admitir formar parte de unos supuestos "unionistas". Yo no considero que deba unirme a nada. No soy separatista; unionista sería quien admitiendo unidades independientes pretende fusionarlas, como si Portugal pretendiera integrarse en España; en el momento actual, quien lo pretendiera sería "unionista". Es un término que viene muy bien a los indepes pues da a entender que España y Cataluña son diferentes y que la cosa está entre continuar juntos o separados.

    podi-.

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    1. El término "unionista" es ofensivo y absurdo. No pretendemos la unión con nada, ya que formamos parte de ese algo y no tiene sentido. La palabra la impuso un medio separatista y yo la uso en tono irónico. Soy incapaz de definirme con una sola palabra (y menos esa). Además, la palabra se robó de la situación irlandesa, que tiene poco que ver con la catalana. Sobra decir que el medio que nos trata así está muy generosamente subvencionado por la autonomía catalana.

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    2. Pues yo no lo veo tan disparatado. Yo soy español a la vez que catalán, por el mero hecho de que Cataluña forma parte de España, y mi deseo es que siga formando parte, que continúe unida a España, así que no me parece ofensivo que me lo llamen.

      Al fin y al cabo, queda más corto escribir "unionista" que "contrario a la independencia" y ambas expresiones vienen a significar lo mismo.

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  2. Atención: algún malnacido ha denunciado a Google y Firefox esta página como sitio engañoso. El aviso de Firefox decía algo así como "este sitio puede intentar instalar malware". Tus enemigos, Lluis, son cada vez más retorcidos.

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  3. Si intentas acceder con Firefox o Chrome verás una pantalla como la imagen que he puesto aquí: https://imgur.com/M1xtttf.jpg

    con este aviso: "El sitio web al que vas a acceder es engañoso
    Es posible que los atacantes que se encuentren en mildimonis.blogspot.com intenten engañarte para que realices una acción peligrosa, como instalar software o revelar tu información personal (por ejemplo, contraseñas, números de teléfono o tarjetas de crédito). Más información"

    Te quieren callar. Cuídate.

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  4. Cierto es que la sra Rahola es embajadora a título honorífico del estado de Israel, pero ya te comenté que dentro de lo que era CiU, el sr Puigdemont y compañía querían poner el servicio militar obligatorio, obligatorio estilo Israel, claro, porque decían que un estado propio no podia estar sin defensas, pero que no se podía pagar una mili voluntaria, pero que no se podía decir porque no era algo que agradaría al electorado joven de su partido.
    Israel vive de defenderse. Eso tampoco lo dijeron nunca, como nunca han dicho que en Israel el estado obliga a hacer tres años de mili a ellos y un año y medio a ellas, y que siempre han de estar en reserva una vez superada la mili. Y se olvidaron de decir, porque no han dicho, claro, que en la mili se levantan a diana de las 6 de la mañana, se entrena, se obedece, se hacen campamentos, se está militarizado, no se replica, no se hace el payaso cortando calles, se prohiben las manifestaciones, se pelan patatas, se arrastran y siempre se está a la espera de órdenes superiores.
    eso no lo han dicho nunca, forma parte del secreto de la república, pero lo sabe la Rahola, y los Mas y los Pujol.
    Mira si lo saben, que saben que no hay que decirlo, porque sino no saldrían ni al balcón.
    Salut

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