Me cuentan que, a los trabajadores de la administración de la Generalitat catalana, les han ordenado hacer una lista de aquellas iniciativas que quedaron bloqueadas durante los meses de la aplicación del artículo 155. No me voy a entretener en detallar a que se debió que fuesen tantos meses, porqué todo el mundo sabe quienes retardaron la decisión de nombrar a un nuevo gobierno.
Digo yo que buscan un nuevo inventario de agravios (una costumbre muy catalana) para defenderse en el día en que se decidan a abrir de nuevo el Parlament y la oposición les cuestione por su inexplicable (e imperdonable) inactividad legislativa. Y operativa. Se trata de poder achacar su incompetencia a la aplicación del artículo 155. Dirán que no han hecho nada porqué no les han dejado hacer nada. ¿Les suena de algo el victimismo como excusa para todo?.
El primero en terminar su tarea ha sido el conseller de Ensenyament, supongo, porqué leo que ya se ha expresado en público sobre el asunto. El conseller de Ensenyament es el señor Josep Bargalló, hombre por quien, en el pasado, sentí simpatía. Bargalló fue conseller de la misma disciplina durante el primer gobierno tripartito, con Pasqual Maragall al frente. Hay muchísimas cosas a comentar acerca de aquella legislatura, y también muchos peros que ponerle a la gestión de Bargalló. Pero le reconozco una cierta valentía en algunos temas, y una voluntad (quizás esotérica o demasiado críptica) en la lucha por valorar la educación pública en contraposición a la privada. Es por eso que Bargalló se ganó mi respeto.
Pero ahora el conseller Bargalló cuenta que en Cataluña muchas escuelas siguen instaladas en barracones por culpa del artículo 155, y que así deberán empezar el curso: en esos barracones lamentables e indignos. ¿Por culpa de España y del artículo 155? Eso me deja perplejo. Él, mejor que yo, sabe cuantas escuelas permanecen en barracones desde hace lustros, décadas. No son pocas. Hay decenas, centenares. ¿Debo pensar que el señor Puigdemont firmó el decreto que ordenaba construir escuelas públicas dignas para sustituir a los barracones justo antes de largarse a Bruselas cual Houdini y que la maldad de España impidió el cambio? Bueno, eso me resulta muy difícil de creer. Y más sabiendo, como se, de la inoperancia mitológica de la Generalitat por lo que respecta a algunos asuntos. Aquí somos pocos y nos conocemos todos. A la Generalitat, la salud de la escuela pública nunca le ha importado mucho. Salvando lo de salvar la lengua catalana. Que eso si les gusta, porqué es gratis. Eliminar barracones y construir edificios dignos es mucho más caro que proclamarse firme defensor de la lengua catalana.
Justamente durante estos días, el digital "Crític" -un medio nada sospechoso de unionismo- publicó un reportaje sobre los barracones escolares. Puede leerse aquí.
Me sabe mal la respuesta del señor Bargalló. Incluso diría más: dudo de que sea una respuesta sincera. Al señor Bargalló le destituyeron, antaño, por su poca lealtad con el presidente Maragall. Es posible que ahora quiera evitar una segunda destitución. Con el respeto debido y con la antigua admiración que le profesé, lamento que el señor Bargalló haya culpado al 155 de la persistencia de las aulas en barracones. Creo que ni una sola escuela concertada está ubicada en un barracón. El tema está ahí. Y lo sabe.
Y luego están los muchos centros escolares públicos que se alojan en edificios construidos en pleno franquismo. A alguno de ellos les han añadido un ascensor, una rampa, o les han sustituido las ventanas de madera por ventanas de pvc. Pero llevamos 40 años sin Franco y un ascensor o una reforma de las ventanas sabe a poco. La excusa del 155 es pobre y falaz. Y lo sabe.
Me gustaría seguir admirando el señor Bargalló. Pero a mi, el señor Josep Bargalló, me parece el Mickey Rourke catalán, un hombre que envejeció mal. Señor Bargalló (con el debido respeto): los problemas de la escuela pública catalana son los mismos que los de la escuela pública española. Los barracones no son una consecuencia del 155. Seamos serios.
Pude escuchar una entrevista radiofónica a Bargalló hace tres o cuatro dias.
ResponEliminaY sí, achacó el retraso de ciertas obras a la aplicación del 155.
No dejan de ser las excusas de un mediocre. Y aunque fuese cierto, ¿ quién provocó la aplicación del articulo 155 de la Constitución con sus actitudes golpistas ?.
De hecho estamos en una prorroga técnica del articulo 155, ahora ocasionada por la parálisis del Parlament impuesta por los separatistas al resto de la cámara.
Se está perdiendo un tiempo precioso y unos recursos muy necesarios en otros menesteres con esta forma de gobernar.
Es duro el inventarse excusas, sobre todo si vienen de la boca de una persona que tiene larga experiencia. Él no se cree lo que dice, y nos compromete. Nos compromete porque si hacemos como que le creemos, o sea, que las iniciativas en Educación quedaron bloqueadas unos meses por el 155, nos hacemos pasar por tontos, y si no le creemos, pues apostamos a que miente.
ResponElimina¿Porqué darnos este dilema a los contribuyentes cuando el culpable es ud. y el gobierno que representa?
Al final, lo de siempre, la culpa es fea y nadie la quiere, pero no hacemos ascos al sueldo, aunque estemos tres meses con el Parlament cerrado. ¿De eso quien tiene la culpa ?, el 155 tambien?
Con permiso, a mi me parecen excusas de mal pagador. Y creo que no tengo que dar más explicaciones a lo obvio. La culpa la tenemos los de Burgos, que quede claro..
ResponEliminaUn saludo