La Juez de la Audiencia ha puesto a los dos Jordis en el talego. Me los imagino esta tarde, charlando animosos en el patio soleado del presidio junto a Jordi Pujol Jr. y Sandro Rosell. Cuidado, juez, porqué de ahí puede surgir una mafia de aúpa. He visto muchas pelis que tratan de eso, y se de que hablo.
Lo advierto: no voy a juzgar a una juez, siendo yo un pobre Juan Nadie que, a estas alturas, todavía no es capaz de juzgar si es mejor el Gazpacho Alvalle que el Gazpacho Hacendado, o del revés. Pero mucho me temo que la decisión de enchironar a los dos Jordis la vamos a pagar cara los catalanes. Bueno, la mitad de los catalanes. La mitad B de los catalanes, los catalanes de serie B (debería habituarme a nombrarnos así). O sea: los que no queremos la independencia. Me temo mucho que nosotros pagaremos el pato, porqué esos dos Jordis saldrán del talego algún día y cuando lo hagan saldrán en volandas, y les harán homenajes y les pondrán coche oficial y secretaria y programa propio en Tv3 y muchas más cosas que no digo, y quién sabe si a uno de los dos patanes, con el subidón, no se le va ocurrir presentarse para cargo público y -eso se lo digo yo, entre nosotros-: a los catalanes igual les da por votarles, porqué haber pasado por Soto del Real viste mucho, viste de mártir patrio y en Cataluña los mártires patrios se llevan, por más burros que sean.
Sin juzgar a la juez, me temo que voy a sufrir a los dos Jordis. Eso si no es que se matan entre ellos por celos o algo, en una reyerta patibularia, porqué ya se sabe que el ambiente en las cárceles degenera el espíritu y envilece el alma, que es la esperanza que me queda: la ficción. Esos dos petimetres saldrán endiosados por la turba, eso a ver quién lo evita. Y eso será una desgracia gorda, porqué los dos Jordis deberían pagar por lo que nos han hecho pero deberían pagar ante la opinión pública y la prensa mejor que ante los carceleros de Soto del Real.
La historia de los dos tipos es, en realidad, como un cuento de Nikolai Gogol. (Estoy pensando en "Las almas muertas"). Nadie sabe como llegaron adonde han llegado. Representan sendas organizaciones privadas con unos pocos miles de socios (y socios rancios de los rancios de veras, un porcentaje de los cuales está probablemente difunto, no se extrañe nadie: el socio muerto es una figura habitual en las organizaciones patrióticas catalanas), pero se reúnen cada día con el Molt Puigdemont y se les ve en todos los saraos, como aquellos falsos príncipes rusos que, de codazo en codazo, de polvete en polvete y de timo en timo, llegaban hasta los banquetes del zar y además le echaban los tejos a la zarina, a la hora de los chupitos de vodka. (De ratafía, en el caso que nos ocupa). Es decir: a esos tipejos nadie les ha votado (salvo sus socios) pero ahí están, comiéndole la oreja al presidente y al vice, a sus secretarias, a la presentadora de Tv3, a la directora de Catalunya Ràdio, al Pare Abat de Montserrat.
A lo que iba: alguien debería contarnos como es eso que dos entidades tan menores son tan influyentes. ¡Tienen más socios el Barça y el Club Super 3, pero a esos no les invitan a sus banquetes! Y luego lo otro: ¿como que dos entidades como la ANC y Òmnium Cultural reciben tal catarata de millones de euros en subvenciones?. Subvenciones ¿para qué? ¿a cambio de qué?.
En mil novecientos sesenta y pico, el escritor Terenci Moix ya se cachondeaba de los socios de Òmnium Cultural (en su novela "El sexo de los ángeles" aparece como "Òrgan Cultural") como un club decadente y polilloso de pseudointelectuales, escritores amateurs que por la mañana trabajan en La Caixa y por la tarde debaten el futuro de Cataluña, Minyons escoltes de la cultureta, tipejos católicos y ridículos, sainetescos. Todo el mundo sabe quién fundó Òmnium Cultural (y quien lo dirige todavía): la alta burguesía catalana afín a Franco, la que decidió intervenir en la cultura catalana para que no cayese en manos de la siniestra izquierda. Yo diría que repiten la jugada: por si acaso Cataluña se independiza, no vaya a ser que caiga en manos de la Colau y de la Cup, no vaya a ser que los rojos nos jodan el chiringuito secular.
Y luego está la Assemblea Nacional Catalana, que de asamblea no tiene nada y se parece más bien a la ANR, la Asociación Nacional del Rifle: un lobby fascistoide. ¡Qué miedo me dan las cosas que llevan el adjetivo "nacional" metido entre otras palabras...! ¿De dónde sale la ANC? ¿De dónde salió la pasta para montarla de la noche a la mañana? ¿Qué vergüenzas oculta ese montaje que huele a perro muerto?
Lo dicho, señora juez: yo no soy nadie para discutir, ni para apostillar ni para comentar una sentencia. Pero la decisión de enchironar a los dos Jordis podría oscurecer el debate sobre quiénes son y a quienes representan, y podría salirnos muy caro a los catalanes B.
Me temo lo peor.
Jordi Pujol Jr. y Sandro Rosell, no estan al mateix mòdul de Cuixart i Sánchez. Com diria el meu net adoctrinat: no te entera de naa.
ResponEliminaO SIA QUE QUI NO PENSA COM TU..."GROTESCOS"I ALTRES FLORETES...VAS BE PER ANAR A SANTS¡¡¡.PER CERT AVANS DE ESCRIURE INFORMAT.
ResponEliminaSr.Lluís Bosch, he leído su relato sobre los llamados 'jordis', y una vez releído y leidas a su vez las réplicas, le traslado mi más sincera admiración como ejemplo de ciudadanía libre y, por tanto, le transmito mis respetos. Coral Ginto
ResponEliminaEn esta vida, bueno, más que en la vida en el propio mundo , ( se acepte o no) todo lo mueve el " dinero", casi podría decirse que dinero es "poder" aunque suene poco romántico.
ResponEliminaBs.