Si bien Laura Borràs se queda apoltronada sin sorprender a nadie con esa decisión, Jordi Cuixart se va a vivir a Suiza y sorprende a unos cuantos. Aduce unos enigmáticos "motivos profesionales". Bueno, nada que objetar, Jordi. Aquí debemos aplicar el viejo dicho: "a enemigo que huye, puente de plata". Bye bye Jordi el del mullet.
El que fuera hasta hace unos meses presidente de Òmnium Cultural (ya lo llamaba Òrganum cultural el gran Terenci Moix) se larga a Suiza, y algo hace sospechar que también lo hará la dirección fiscal de su empresa, pero eso es especulación sin fundamento. Veremos. Un amigo me suelta su sospecha: el hombre del peinado curioso... ¿se habrá encaprichado de la mujer del peinado batasuno? Mi amigo se refiere a Anna Gabriel, también residente en Suiza. Pero mi amigo no debe saber que Gabriel ya no lleva el corte batasuno, y quizás tampoco lo sabe el pobre Cuixart, eterno héroe romántico.
El peinado de Cuixart no es tema baladí, aunque parezca frívolo juzgar a alguien por su aspecto: algo de adolescente cronificado hay en Jordi, y no solo lo insinúa su peinado. También sus ideas contienen esa adolescencia ¿acaso no es de un romanticismo adolescente pensar que una Cataluña independiente sería una Dinamarca del sur?
Cuixart se larga a Suiza por motivos profesionales, algo que suena a rarito o a agente de alguna organización secreta, o a marido que necesita una excusa rocambolesca para contarle a su mujer que necesita un poco de espacio. Quizás todo lo de Puigdemont (¡otro peinado adolescente!) no fue nada más que un intento patriótico de pedirle espacio a su esposa mediante el alquiler de un chaletazo muy espacioso en Waterloo.
Quizás había más de eso que no de patrias independientes, que a lo mejor solo son la metáfora de unos tipos anclados en una pubertad fosilizada que proyectan sus frustraciones en ficciones medievales, en donde se sueñan condes o duques, con sus pelambreras de Sigfrido o, mejor, de Wifredo.
Quizás el procés se resume en una caterva de visionarios perdidos en ensoñaciones y en miles de crédulos necesitados de una fe, de alguna suerte de trascendencia que justifique eso, lo de siempre: una existencia vacía de significados. El mayor terror de la humanidad. En su expresión catalana.
El mesías que nos pareció más tremebundo, ciego y peligroso de entre todos los líderes del procés, nos aporta ahora motivos económicos para largarse a Suiza y se desactiva a sí mismo. Solo quería vivir tranquilo y bien. Quería vivir bien por encima de todo. Y esa es la enseñanza principal del procés.
He leído algo sobre la empresa de J Cuixart. Por lo que parece, Aranow Packaging Machinery, que ese es el nombre de su empresa, se va por motivos profesionales, aunque el diputado en el Congreso Pablo Cambronero, ha denunciado que Europa Press confirma que el gobierno español le dio medio millón de euros que se justifican por "porque era un proyecto de I+D susceptible de recibir ayudas del CDTI".
ResponEliminaO sea, si esto es cierto, se fuga otra empresa que en el 2020 facturó según El Economista, más de siete millones de euros, con 47 trabajadores en nómina.
Es triste que queriendo tanto a Catalunya se nos vaya un empresario de aquí con proyección internacional, y nada menos que a Suiza, paraíso fiscal donde ni las SS hitleriana en la II mundial osó pisar, ni llevarse un céntimo de sus arcas, al contrario, allí, en la tierra donde instalará su empresa, se ponía todo lo robado a los judíos.
¿Será Suiza la Nueva Itaca de la que tanto hablaba su amado Mas?
¿no se olerá una posible anulación de los indultos?
ResponEliminaO sea, que tenía una empresa próspera... Es decir, sabía de antemano que de procés exitoso, nada de nada.
podi-.