Antaño, el pueblo costero de Canet se asociaba a un festival de rock, cumbre del desenfreno catalán de los felices años tras la dictadura y escenario del Pau Riba más lisérgico. A día de hoy creo que se celebra allí un remake con poca gracia del viejo Canet Rock con los grupos más nostrats y más rústicos del decaído panorama musical catalán.
En Canet también estaban (¿están?) la compañía de teatro Els Comediants, que marcaron un hito en la historia del teatro popular y de calle, y que lograron éxitos memorables: a día de hoy, como tantos fenómenos catalanes, languidecen dulcemente, añorando el arte perdido entre brumas melancólicas. ¡Tantas cosas huelen a aflicción, languidez y añoranza en Cataluña...!
Hoy, el signo de Canet es otro: por lo que cuentan, un niño de 5 añitos se ha cargado la cohesión nacional y por ello es acusado, acosado e insultado. Lo que oyen. Canet no es lo que fue. Ahora es un campo de batalla y su enemigo, un crío de 5 años a quien se debe abatir como sea.
La familia de este niño exigió a la escuela (¡pública, del Estado!) en donde aprende a que cumplieran la resolución judicial que obliga a cumplir la cuota de lengua castellana. Traducido, para entendernos: esa resolución obliga a añadir dos horas (¡dos!) de enseñanza en castellano. Es decir: a hablar en castellano las dos horas de una de las 5 tardes lectivas. Por lo visto, las buenas familias catalanas no están dispuestas a aceptar la resolución judicial y, más allá de invitar a la desobediencia, también proponen hacerle la vida imposible a un crío de 5 años: una de las ideas es aislarle y otra, apedrear su casa. Lo que oyen: todo eso se ha publicado. Y todo, por supuesto, en nombre de la salvaguarda de la sacrosanta lengua catalana y, por extensión, de la patria de Wifredo el Velloso.
Dicen que la inmersión lingüística garantiza la cohesión social, que es un modelo de éxito incuestionable. Pero hete ahí que un solo niño de 5 años hace saltar por los aires un modelo de éxito, y que ese niño se ha cargado la convivencia pacífica entre catalanes. Parece increíble ¿no? En el folklore catalán más ñoño existe la figura del Timbaler del Bruc, un niño que, él solito también, hizo retroceder al ejército francés. Hoy tenemos a un nuevo timbaler, esta vez en Canet.
Algo no funciona en una sociedad cuando un niño la pone en la encrucijada. Algo se debe repensar. Que las demás familias de la escuela reclamen su aislamiento pone ante el espejo a una sociedad enfermiza, marcada por el veneno de un nacionalismo que ya no es capaz de disimular su raíz excluyente y malsana. Ha tenido que ser el propio Consejero de Educación el que -desplazado a Canet- haya murmurado que la paz social es un bien más caro que dos horas de lengua catalana en una escuela Infantil.
La que se ha montado en Canet se repetirá en otros pueblos. En algunos de ellos la prensa no acudirá a levantar ampollas: si sucede en l'Hospitalet, en Badalona o en Santa Coloma, nadie dirá nada. Por eso digo lo del "Paradigma de Canet".
Pero al tanto: cuando un pueblo se moviliza contra un niño de 5 años hay que encender todas las luces rojas. En el Canet melancólico de los viejos indianos, los viejos conciertos de rock y el teatro popular postrado, algo muy grave ha acontecido. En efecto, señor Consejero de Educación: lo primero es la convivencia pacífica y el bienestar de todas las personas en esa región en la que usted tiene plenas competencias en materia educativa.
Te doy toda la razón.
ResponEliminaSalut
algú li ha preguntat a aquest nen de cinc anys en quina llengua vol ser ensenyat?, o potser hauria de dir pervertit.
ResponEliminaYo estoy con Francesc, que dejen elegir al niño de forma natural, pero parece que en la "Cataluña democrática" esto no es asi, no hay libertad de Educación y algunos con la disculpa que quieren "salvar una lengua" que lleva hablándose siglos, increíblemente sin su ayuda, se dedican a pisotear la libertad de Educación, a señalar, a segregar, a aislar, una estrellita amarilla en el pecho puede ser la siguiente y "democrática" sugerencia.
ResponEliminaQue "semos mu democráticos" los separatistas... y los fascistas no nos entienden...
Un saludo.
Lo de Canet tiene una buena definición : fascismo cuatribarrado con estrella añadida.
ResponEliminaNos han dado una buena lección de lo que entienden por "democracia".
Cuando se utiliza una lengua como arma para imponer ideologias, tan solo se consigue pervertirla y prostituirla, ni mas ni menos.