16 d’ag. 2021

Mansplaining y cinefilia

Aunque quizás había escuchado el término, y quizás incluso su definición, hasta ahora no me habían acusado de cometer mansplaining. Pero mire usted por donde, ya lo han hecho. Siempre hay un primer día.

En un grupo (de Facebook) en el cual participo, dedicado a hablar de cosas del cine (reseñar pelis, recomendar, desrecomendar, etc), escribí el texto siguiente: 

Quizás me adelanto a un debate que todavía no he visto en este grupo, pero les voy a contar que las dos últimas mejores pelis que he visto en Filmin son debidas a directoras, si, a directoras mujeres. Son distintas aunque comparten cierta sensibilidad. Una es una peli documental, "Libéranos", de Federica de Giacomo. La otra es "Lourdes", de Jessica Hausner (Hausner tiene varias cintas más en Filmin, y yo las recomendaría todas). Ambas se aproximan al documental desde perspectivas distintas pero con resultados brillantes. Quizás no sea casual que la otra peli que más me ha interesado sea "El agente topo", de la chilena Maite Alberdi -como ven, también mujer, y que también trata el documental de ficción. Algo se mueve en el cine, y lo que se mueve lo están haciendo mujeres cineastas.
¿Cuál era mi intención? A mi modo de ver, pretendía celebrar la visibilización del cine hecho por mujeres que se hace en esta plataforma. Si uno acude a la cartelera del cine comercial, será difícil (no imposible) que vea oferta de cine dirigido por una cineasta, y eso es lo que se pretendía contar en mi breve texto, que incluye tres recomendaciones concretas para reforzar el mensaje. Sinceramente: yo pensaba que estaba recomendando algo para personas aficionadas al cine, pero no tardé en descubrir que había cometido la falta (el delito, el pecado) del mansplaining.

Es cierto que la mayoría de los comentarios (121, que son muchísimos en este grupo) los comentarios son positivos, pero hay una buena serie de comentarios que me señalan por el delito (o la falta o el pecado), y algunos de ellos lo hacen con sorna, otros con severa regañina y con un estricto juicio. Uno de los comentarios, que no reproduzco, indica que he tardado mucho en descubrir el mansplaining porque se oculta muy bien, pero ya he aprendido a cazarlo.

Si les digo la verdad, mi primera reacción fue de tristeza, e incluso me sentí estúpido por haber dado pie a tan lamentable resultado. Quizás lo podía evitar. Es más: podía haber evitado escribir en ese grupo. Y listos. Luego, uno piensa un poco más y puede aportar algunas reflexiones:
  • La plataforma Filmin, organizada por etiquetas, contiene la etiqueta "Directoras", en cuyo archivo constan 1.239 cintas a fecha de hoy. Por consiguiente, no debe ser nada raro ni nada malo clasificar (entre otros muchos criterios de clasificación) las obras en función de si están dirigidas por una mujer o por un hombre. Del mismo modo que se pueden clasificar por géneros cinematográficos, duración, temática, nacionalidad, etc.
  • ¿Estamos sometiendo a la observación bajo lupa (o microscopio) las aportaciones que hace un hombre a cualquier cuestión femenina? ¿Hay algo de inquisidor en esa actitud? ¿Se está ampliando el catálogo de faltas que cometemos los hombres cuando hablamos sobre mujeres? Y en este sentido...
  • ¿Hubiesen aparecido los comentarios sobre la comisión del mansplaining en el caso de que quien firmaba el texto hubiese sido una mujer?
A todo eso, llego a otra reflexión, y esa trata sobre las propias redes sociales. En este grupo no nos conocemos nadie en persona, de modo que quien tiene ganas de juzgar al otro lo hace basándose en unas pocas palabras escritas. Estoy casi seguro de que si me hubiesen conocido en persona no habría sucedido el incidente, ya que en mi praxis diaria (y especialmente en la profesional) llevo muchos años practicando la perspectiva de género y soy un convencido de las bondades del feminismo sin tapujos ni manías. Y les advierto: no nací feminista ni lo aprendí en la familia. Tuve que aprenderlo por mi cuenta, del mismo modo que aprendí la socialdemocracia y el igualitarismo en general. Del mismo modo que aprendí sobre resolución alternativa de conflictos, sobre asertividad. Del mismo modo que aprendí el amor a la literatura y al cine.

Cuando uno tiene a un 90% de mujeres en su alumnado, lo más normal des del punto de vista ético y moral es que se incline por una praxis feminista que empieza por lo profesional y termina por lo íntimo. Todo eso no tienen porque saberlo quienes juzgan cuatro líneas en Facebook, ni creo que deba explicarlo. Yo no cambiaré mis ideas por el momento, pero estoy seguro de que todo el mundo puede aprender a ser algo más comprensivo y tolerante, y a perder ese ansia por la lupa inquisidora, ese gusto algo atroz por la denuncia pública, tan pública como fácil. ¿De donde nos viene ese placer por la lapidación pública?

Y algo más, para terminar: mi sensación es que, cuánto más estricta sea la actitud inquisidora por una parte, peor será la respuesta que ejercerá la ultraderecha antifeminista y despótica. Debemos evitar la talibanización en todos los campos en donde nos sea posible, ya sea en el nacional como en el ideológico o en el de género. Y les ruego que no vean en esta última frase otro indicio del pecado (o la falta o el delito) de mansplaining.

2 comentaris:

  1. También es mi primera vez que oigo esa palabra y he tenido que buscar el significado. Según la Wikipedia, «explicar algo a alguien, especialmente un hombre a una mujer, de una manera considerada como condescendiente o paternalista».

    A tenor de lo que cuentas, no me parece que ese sea el caso. De todas formas yo de ti no me lo tomaría muy a pecho, más parece una pedantería de alguien que utiliza palabras inglesas, que está de moda, sin siquiera saber bien su significado.

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  2. Primera vez , como J. Vicente, que escucho el vocablo, bueno el diseño de vocablo.
    Esta semana pasada, y a raíz de un detalle sino similar, si parecido, tomé la decisión de escribir con menos asiduidad y con más lejanía las cosas que me parecen remarcables de mi ciudad y aledaños.

    Hoy, no se porqué pero lo intuyo, todos y todas (no excluyamos a nadie que eso es jodido en estos momentos) se la limpian con papel de fumar.

    Como observo que en el interior no hay quien no lleve un sargento de policía, y que lo que sienta mal a unos es refrigerante para otros, lo más sano es publicar menos, y que lo que se publique sea...trasversal ¿a que esta palabra si que la has escuchado?.

    Pero no nos engañemos, eso al final no es más que una autocensura. Ya te dije en una ocasión que hay personas que han dejado de entrar al bloc por mi querencia a escribir en otros blocs que no son de su "cuerda".

    Hablamos de talibanes por lo de Afganistan. Aquí colgamos un cartel en cada esquina rotulado con un: "Ni oblit, ni perdó" e inventamos palabros tipo "Mansplaining", y parece de lo mas normal.

    Somos fatuos y banales. Ellas también; ya te digo que no deseo dejarme a nadie, no sea cosa que después se censure el escrito no por lo que dice, sino por los que no incluye.

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