4 de gen. 2021

Guerreros de Cataluña

Algo muy extraño sucede en Cataluña. Hay quienes se proclaman guerreros de la lengua catalana por el simple hecho de escribir en esa lengua. Sin embargo, esos guerreros de la lengua catalana escriben en un catalán miserable, empobrecido y lamentable: su catalán desconoce los principios más básicos de la sintaxis catalana. Quien se proclama guerrero de algo no dispone de armas pero sin embargo se presta a la batalla. La batalla ¿contra quién?. No tiene ni idea del uso de los pronombres catalanes, algo que cuesta un poco de aprender. Que se lo pregunten al pobre Ramón Cotarelo, al cual su admiración por la Cataluña de Puigdemont le sirvió de nada a la hora de escribir en la lengua del pastelero de Amer.

Está sucediendo algo muy raro: los defensores de la lengua catalana, convertida en bandera nacionalista, maltratan la lengua de su nación. Es un fenómeno observable y objetivo.

Es un fenómeno observado en infinidad de ocasiones: los más altos defensores de la nación catalana y de su lengua escriben en un idioma casi incomprensible, repleto de faltas. ¿Será eso una demostración de que la inmersión linguïstica es un modelo de éxito? De éxito ¿de qué?. Si acaso, será del éxito del adoctrinamiento ideológico, pero no del dominio ni de la competencia de la lengua escrita. Es algo muy raro. Pero, tal como pueden ver en la foto, quien se escandaliza de un bilingüismo sano y natural, escribe en un idioma surrealista. No se escandalicen todavía: quién se burla del bilingüismo es una persona que ha publicado por lo menos dos novelas en catalán. Y es la misma persona que, pocos años atrás, me soltó la siguiente barbaridad: quienes escribimos en catalán somos guerreros de la lengua.

Hace muchos, años un juez imputó a Macià Alavedra, consejerito de economia de Pujol, por corrupción. Salvador Sostres, en el diario Avui, dijo que había caído un soldado de Cataluña. Sostres parece haber visto la luz mucho más tarde, quizás por obra de algún whiski escocés. Sostres no es de fiar: hoy dice A y mañana B, en función de la resaca. Soldados de Cataluña y guerreros de Cataluña. Qué más da.

Cataluña no existe, se lo digo a Sostres y a Mayans. Sostres escribe bien en catalán y en castellano. Mayans no escribe, no tiene ni idea de escribir.

Uno tendiría a creer que quien se autoproclama guerrero de la lengua escribirá en una lengua exquisita. Pero en vez de eso lo hace en una lengua casi ilegible, ridícula, bochornosa. No se puede declarar una guerra y presentarse desnudo en el campo de batalla. Por suerte, nadie escuchó su declaración de guerra y nadie se reirá de la desnudez del oponente. No existe ninguna guerra entre el castellano y el catalán, no hay campo de batalla, no hay nada. Aprenda usted a escribir en el idioma que crea que le atrae más, eso es todo. Pero sepa que no hay guerra alguna. Sepa usted que nos alegramos del bilingüismo con todas us consecuencias. Convivir en distintas lenguas es nuestra felicidad, y su desgracia es no saber escribir en ninguna de las dos. Sepa usted que no hay guerras más allá de las que ustedes declaran. Sepa usted que sus guerras las han perdido. Las lengua nacen y mueren. Mueren cuando sus defensores no tienen ni idea de escribirla, tal como nos cuenta usted, la guerrera de la lengua.

4 comentaris:

  1. Hace poco puse en otro bloc que el fenicio se hablaba en todo el Mediterráneo. Anteriormente el semítico, con el arameo a la cabeza y el hebreo antiguo, dominaban un vasto imperio.
    En el s. XIII imperaba el latín. No había confín donde no se le copiara en legajos.
    jamás Stalin pudo soñar que el inglés imperaría en los diseños de las naves espaciales soviéticas, y que sus cosmonautas tuvieran que hablar a la fuerza el idioma del imperio yanqui para poder navegar por el espacio.
    Los idiomas son antropología. Nacen y mueren y están...y desaparecen. Quien haga de ellos su campo de batalla tiene la lucha perdida, pues no se sabe los límites del campo, ni tampoco en batalla lucha.
    Un ejemplo: mucho Koiné, si, y con ello subvenciones a quien vive de ello, también, pero no se ha logrado que se hable en el patio del cole como lengua mayoritaria. Yo lo veo con mis nietos.
    salut

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  2. Es así, tal como dices, quienes declaran su horror por castellanismos y por la pérdida de influencia social del catalán (lo mismo vale para cualquier otra lengua) ignoran la dinámica de evolución de las lenguas, siempre al compás de influencias ajenas al terruño. Esta natural evolución les asusta, es como esos momios que no aceptan su decrepitud física y luchan por mantener un estado artificial de juventud eterna. No comprender el ciclo de la vida, la naturaleza y las sociedades te aboca a una desgraciada prisión personal, quieren encerrar la lengua en un cofre a salvo de influencias. Vivimos en un mundo con idiomas pujantes y otros menguantes, como ha sido siempre, así que mejor aceptarlo y disfrutar de las lenguas que hablamos y escribimos, y si es posible, añadamos otras.

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    1. Creo que los guerreros de la lengua, cuya mayor expresión son los fascistoides del Manifiesto Koiné, Laura Borràs y el desdichado Pau Vidal, no han entendido jamás la realidad en la que viven. Si en algo es buena Cataluña lo es por su bilingüismo, y no por otra cosa. Se quieren cargar lo único bueno. Ellos sabrán lo que se hacen. Pero por lo menos que lo hagan con algo de decencia, y que sepan escribir en la lengua que dicen defender. No se puede defender a una lengua sin saber escribir en esa lengua, aquí pasa algo muy grave. Imagínese usted que yo quiero reivindicar a Shakespeare y digo que " Xaquepespiare es un gran escritor". Increíble. Pues eso es lo que hace Sílvia Mayans, y se queda tan pancha.

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  3. Toda esta pandilla de ayatolás de la lengua ignoran un principio básico ; las lenguas evolucionan con el tiempo y sgún los diferentes territorios donde se habla.

    No es el mismo catalán el que se habla en las tierras de Ebro, de que se usa en Barcelona o en la Cerdanya.

    Pompeu i Fabra tuvo que "inventarse" una gramática catalana usando las diferentes variantes habladas, y lo mismo sucedió con el euskera en su momento, ya que había tal variedad dialectal, que había habitantes de valles incapaces de entenderse con los pueblos vecinos.

    Si usásemos su inmovilismo y su lógica perversa, ahora mismo aquí hablaríamos una variante del celtíbero.

    !! Ahhhh !!, pero lo que realmente les importa, son las subvenciones y las mamandurrias.

    Money for nothing, como ya cantaban hace años los Dire Straits

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