3 de febr. 2019
El Virolai de Junqueras, en Montserrat (2)
Hace unos meses participé en una excursión colectiva a Montserrat. Era una salida escolar, y fuimos con los alumnos a visitar la montaña y el templo. Nos invitaron a sentarnos ante el altar (en el suelo de mármol rosado), para asistir en primera línea al concierto de los niños cantores, esos "escolans" tan bien inseridos en el imaginario nacional. El concierto era breve de veras. Se componía de dos piezas: la una, el "Salve Regina". La otra, el Virolai.
Cuando empezó la interpretación del "Salve Regina" me levanté para ver al coro. Permanecí de pie durante esos minutos. Cuando se terminó y se dispusieron a entonar el Virolai vi que todo el mundo se alzaba para escucharlo de pie, en un gesto de homenaje (de vasallaje). Yo, que estaba cansado, decidí sentarme y reposar las posaderas en el suelo de piedra gélida. Mi acto fue, también, una respuesta instintiva, visceral: si la turba se levanta entonces yo me siento. No pude hacer nada más que eso. Un gesto personal, íntimo. Nada más que eso.
Ese reflejo contra el nacionalismo, sus mitos y sus manías lo arrastro des de la primera juventud. Algo me obliga a no participar, a ausentarme. Debe ser ese lado racional y racionalista de mi alma, tan racionalista que niega la existencia del alma, de Dios y de la Patria.
Allí sentado observé los rostros rígidos, prestos a la trascendencia nacional, hieráticos y emocionados, como esperando la aparición inminente de algo, algo que tiene que ver con el destino y la historia, la historia de Cataluña. Sin embargo, no sucedió nada. Terminó la canción, se retiraron los niños cantores y la gente empezó a desfilar hacia afuera con poca voluntad ya que, afuera, una niebla espesa y turbia te helaba los huesos.
Los alumnos de la escuela son de mayoría musulmana, marroquíes. Eso se les nota. En el atuendo, en los rasgos. Esas características no les pasaron desapercibidas a dos señoras de edad provecta que estaban en primera fila. Aprovecharon a que una niña marroquí pasaba ante ellas para espetarle: "No me parece bien que los moros vengan a Montserrat, qué quieres que te diga". La niña quedó impresionada. Algo en su mente se quebró y no comprendió el comentario. No se indignó. Es muy joven. Solo se quedó pasmada. A su edad saben poco de la Cataluña de veras: viven en un gueto magrebí, en una ciudad de provincias más de provincias que Barcelona. Su contacto con la catalanidad es tan escaso que jamás pudo haber escuchado algo así. Sí lo han escuchado sus madres, pero sus madres se callan esas cosas. Se las callan a sus hijas. Las madres confían en un futuro mejor para su progenie, del mismo modo que mi madre confiaba, y del mismo modo les ocultan el horror.
La señora mayor que soltó su opinión ante una niña de 12 años era una de las que había escuchado el Virolai con el corazón henchido por la emoción. La niña me contó el suceso y yo, más entristecido que ella, le conté lo que pude. Y lo que pude fue, más o menos: que en el mundo hay muchos ignorantes y que las opiniones de los ignorantes no deben afectarnos. Ya lo ven: hay ocasiones en que incluso los maestros les mentimos a nuestros alumnos, por ese raro instinto de protección que sentimos.
De modo que me llevé el dolor de la alumna para mi casa. Una vez calmado, me alegré haberme sentado durante el Virolai: ¿qué respeto me merece una pieza que emociona a los insensatos, a los supremacistas y a los xenófobos? Pero esa alegría es muy pequeña, demasiado pequeña, me dije.
Otra vez en la pena, comprendí que incluso una aplicación seria y responsable del artículo 155 no iba a afectar ni al Virolai ni a esas señoras, ni a esos rostros hieráticos que los escuchan. Quienes aplicarían el artículo constitucional también sienten respeto y veneración por el Virolai. No por su carga nacionalista si no porqué ese canto es un canto a la Virgen. Catolicismo rancio, chupacirios, lo de siempre. Las dos Españas. Una de las cuales ha de helarte el corazón (tras lo cual quizás te meta en una fosa común). En una de esas dos Españas está la Cataluña rancia y nacionalista: nada gusta más a un nacionalista conservador, católico y de Virolai que otro nacionalista conservador, católico y de Salve María. Es sorprendente pero es así: los nacionalistas catalanes no han comprendido que son un fenómeno profundamente español, de la España profunda, que quizás ellos estén en el corazón de esa España de Cristo Rey, esencias cristianas y nacionales. Es raro pero es así: Puigdemont y Junqueras no han comprendido que son tan españoles o más que don Quijote y Sancho (observen sus figuras, sus gestos y sus andares, y ya me dirán). No saben que Miguel de Cervantes les narró hace siglos, aunque les narró en un espejo. Su proyecto de república catalana es un regreso al pasado: Virolai, esencia, aristocracia decadente, odio a lo racional, exaltación de lo contrario, ideales trasnochados. La España más rancia.
El Virolai, muchos años más tarde de haberlo escuchado en mi infancia, regresó para infligirme dolor y lo hizo en el templo de Montserrat. Ese templo que cierta prensa identitaria ha empezado a nombrar como el "Vaticano catalán", para mostrar, otra vez, que Tartesos era Tortosa o que el pensamiento del Abad Oliva es superior al de Aristóteles, o que la primera democracia del mundo es catalana, o que Cristóbal Colón nació en Vic.
Ayer, anteayer o el otro, leí que el señor Junqueras habló del Virolai: dijo que quien entona el Virolai no puede ser persona violenta, y esa afirmación la dijo en su defensa ante el juicio que se le avecina. El señor Junqueras no comprende el daño que promueve el Virolai. Pero sabe que algunos jueces podrían comprender su adoración a la Virgen y que eso les puede ablandar el código penal del corazón.
Espero que algún día las izquierdas (o lo que queda de ellas) se acuerden del racionalismo y de la Ilustración. Si pudiese rezar, rezaría por ello: para una aplicación del artíulo 155 hecha des del racionalismo.
Hoy ha salido a la palestra lo del abuso de menores en la Escolanía de Montserrat por parte de un sacerdote muy importante de la curia allí enclaustrada. Hay profusión de detalles en el anexo que te inserto :
ResponEliminahttps://germinansgerminabit.blogspot.com/2019/01/la-hipocresia-del-abad-soler.html
Todos lo sabían, desde el malogrado Ernest Lluch, pasando por el estafador económico/emocional del Pujol para acabar con el siempre omnipresente Enric Juliana.
No hubo nadie, ni de pseuizquierdas, ni de ultraderechas, ni calienta sillones subvencionados que sintiéndose catalán, no se sintiera ofendido. Y daba igual la pertenencia a partido político, lo importante era que no podía ser verdad que un personaje benedictino catalán y portador de la senyera (como sale en alguna foto este ilustre metemanos de niños) hiciera una cosa así.
El Enric Juliana, tan comedido él, dijo en el diario cuyo propietario es un conde pero catalanista, eso si, que : "nos sentimos heridos como personas y como ciudadanos”, declaraciones que siempre que se deseen ver no hay más que acercarse a la hemeroteca de dicho periódico.
Lo cojonudo, lo bellaco, vamos, es que un cura metemanos, abusador y denunciado por una pléyade de chicos era más de fiar porque representaba a la institución y a la profunda Catalunya, que no diez denuncias de otras diez víctimas que eran igual de catalanes que el perraco en cuestión.
Y eso es lo que me jode, que no se admitan quejas si detrás se enarbola la catalanidad de quien la representa. Así el ladrón de Pujol sigue siendo honorable; los escritores más horrendos se merecen el Nobel; la ratafia es el elixir de la eterna juventud; el Parlament funciona aunque esté completamente parado, eso si, ellos cobrando; y la DUI era un juego en el que todos sabían que sería imposible implantar pero que valía la pena de poner en práctica, porque en Tejero para implantar otro hijo-puta de Franco cargándose la Constitución, y las palabras de Puigdemont declarando la república , cargándose la Constitución, había todo un mundo, siendo aquella ilegal, y esta con derecho a una legalidad futura.
Mientras las leyes no se respeten por todos, todo lo que no sea constitucional será ilegal, incluso lo son las declaraciones a estilo Madre Superiora Ferrusolana: aquellas de : "No me parece bien que los moros vengan a Montserrat, qué quieres que te diga".
Salut
Hace pocos días apareció en la prensa un caso de abusos a menores en una escuela del Opus de la provincia de Gerona. Por lo que me cuentan, Tv3 hizo extraños giros para obviar que eso sucedió en una escuela del Opus. Aquí tienes a la república catalana, que protege al Opus Dei aunque eso perjudique a menores violados por curas muy devotos.
EliminaNo es un problema de la república catalana, que no existeix, per cert, és un problema de l'esglesia que ve de vell i que tothom va silenciar. No oblidis allò que deia Jesús: Deixeu que els nens s'acostin a mi, i els del Virolai segeuixen el missatge de Jesús, que no debia portar incorporat un manual d'instrucciones adequat, pel que es veu.
EliminaYo, durante años veía al carlismo detrás de la tramoya ideológica de ETA.
ResponEliminaAhora veo claramente al carlismo catalán detrás de todo esto. Podemos substituir tranquilamente al lema de "Dios, Patria y Fueros" por el de "Dios, Patria y República".
¿ O deberia ser "Deu, Patria y Procès" ?. Porque lo de la "República" tardará bastante en llegar, si es que algún dia llega.
Un servidor creía que a estas alturas del siglo XXI las religiones, todas, ya habían mostrado su verdadera cara de falsedad y de instrumento para la dominación a través del miedo y la ignorancia.
Y que cualquier persona formada e informada deberia mantenerse alejada de su influencia ideológica.
Pero algo falla cuando nuestras élites políticas siguen postrándose ante las sotanas, y lo que es mucho peor, ocultando o minimizando sus delitos y sus miserias.
Poder temporal, y poder espiritual, los dos brazos de una misma tenaza milenaria.
L'autor ha eliminat aquest comentari.
ResponElimina" Ni la violencia del Estado despótico ni la del
ResponEliminanuevo Estado revolucionario pueden imponer por la fuerza un cambio moral
en el hombre. No cabe sacralizar, por tanto la acción política y, aunque resulta
especialmente condenable la tiranía del absolutismo monárquico, tampoco
un gobierno revolucionario puede considerarse con derecho de encarnar el
Todo."
Cierto, JOAN FOSCATERRA, ahora bien, cuando la frase hace referencia al " cambio moral", y en esa índole situamos a los que nos hablan de moralidad en el nombre del Señor, monjes benedictinos en este caso, y fallan el mismo pecado "moral" por la que nos condenas en el mismo nombre del Señor, y además no se les acusa para saltarse la Ley que nos defiende a todos de hechos excecrables como estos, es que algo falla desde la misma base, llámese Estado revolucionario o Estado totalitario.
ResponEliminaUn abrazo.
Salut
TOT BARCELONA, si, hay que entender el fragmento en forma de parábola. El extracto está sacado de Hördeling,de una tesis sobre Romanticismo Alemán. Cuando estos hablaban de moral no se referían a la moral del cura de la Iglesia que triunfó. "Cambio moral" se refiere desde una concepción desde ese movimiento.
EliminaLo he transcrito aquí porque me ha parecido que iba a la zaga con el tema del que últimamente se habla mucho en este Blog.
Salud y Libertad.