El fascismo cobra cuerpo entre nosotros y se hace tangible. Cada vez que uno lo nombra, aunque sea para denostarlo, para acusar de ello a los otros, no deja de ponerlo encima de la mesa y, en cierto modo, lo anuncia, como los ángeles al señor.
El debate sobre el fascismo siempre lleva apareado el debate sobre la libertad, y los dos conceptos comparten la mesa, el escenario. Fíjense ustedes: no hay discusión sobre el fascismo en que no aparezca, a su lado, la libertad.
Así, lo que debería ser un debate sobre el uso del espacio común (calles, rotondas, plazas y barandillas de puentes) se ha convertido en un debate sobre fascismo contra libertad. Lo malo del caso es que, en cuanto se transfiere una cuestión de uso de lo público a una cuestión de "libertad contra fascismo", cualquiera de los dos interlocutores puede arrogarse para si la libertad y acusar de fascista al otro. Eso ya es una buena paradoja. Pero hay más.
Se me han ocurrido dos, extraídas de las décadas de los 20 y los 30 del siglo pasado, que son esas décadas que admiramos el señor Torra y yo. Imagínense ustedes una manifestación que pidiese la libertad del preso Alfonso Capone. Imagínense ustedes que esa manifestación es contestada por otra, formada por gente que no quiere la libertad de Capone. ¿Cuál sería la manifestación fascista? Y en cualquier caso: ¿la libertad o la permanencia en la cárcel de un preso debe dirimirse en las calles, cuando uno vive en un estado democrático?
Vamos a imaginar otra situación paradójica, esta vez en Alemania: vamos a suponer, que mientras el preso político (¿o era un político preso?) Adolfo Hitler está en la cárcel por lo del golpe de Múnich, sus seguidores llenan las calles con pasquines, carteles y banderas pidiendo su liberación. Y otro grupo, de signo opuesto, se dedica a quitar dichas banderas del espacio público. ¿Cómo lo hacemos para dilucidar quien es el fascista y quien el defensor de la libertad?
Más allá de las paradojas y los juegos anacrónicos, a mi me parece que el debate sobre poner y quitar lazos amarillos es solo un debate sobre la convivencia. Y la labor (la responsabilidad) del buen gobernante es trabajar en pos de la buena convivencia, el acuerdo y la paz en las calles. No entiendo qué se gana alimentando el fuego, y dudo de que haya un cálculo de ganancias y pérdidas, porqué me temo que nadie sabe adonde nos puede llevar la oscura tentación de nombrar al fascismo con tanto ahínco. Pero sin duda, a nada bueno. En un estado democrático como este, el gobernante gobierna para todos y, ante un conflicto civil, tiene la obligación de mediar.
Cualquier otra postura no parece propia de alguien que se tome en serio la democracia. Aunque quizás no se toman en serio nada, ni tan solo el fascismo, porqué no parece sensato nombrarlo constantemente, no se si para banalizarlo o para usarlo a modo de vacuna oscura. Así, cuando llegue el fascismo de verdad, nadie se dará cuenta o lo confundirá con un defensor de la libertad.
Vuelve, y ahora lo hace ud. ¡ parece mentira ¡, a mezclar conceptos.
ResponEliminaMezclar conceptos se da bien a los políticos de turno, se les enseña y cobran por ello, hoy, sin ir más lejos, Torra cobra un casi 82% más que el sr Sanchez, o sea, casi 147.000 anuales.
"Libertad" es un concepto fundamental en filosofía. Evidentemente se puede ser un idiota y no hacer caso del concepto para aplicarlo como diseño. El diseño de la palabra no es el concepto fundamental de la misma.
De tal manera que tendremos a los lerrouxistas de turno (aquí aplique el que deseé, desde Rufián pasando por Casadp , tumbando por Torra, doblando por Arenas, girando a la izquierda por Monedero, y volviendo a tumbar a la derecha por Ferrusola, la madre superiora), y nos encontraremos por aproximación contraria de "Libertad", que es la palabra "fascismo".
Ninguno e estos idiotas que he nombrado saben de donde sale la palabra. Ni la connotación. A lo más, que viene de las hordas romanas. Otros que vienen del fascio (lazo de trigo); unos que viene de la cara del lider mussoliniano (facha); hay quien te dice que es el pago en mieses, en tiempo de las legiones...todos saben mucho, pero de tanto mal utilizarla, se le ha perdido el concepto.
Nadie puede mezclar lo TRASCENDENTE con lo LEGAL. Y mira que lo he dicho veces. Y aquí mezclamos conceptos que sólo les valen a los políticos de turno,y que son todos dependiendo de quien quiera estar a salvo para aliviarse en su honorabilidad.
El fascismo, NO APORTA IDEAS. No las aporta, ¿luego que hace ?, aporta decisiones. ¿ y? , que estas, dan igual que sean buenas o malas, lo que son son efectivas , y que se ven en las actuaciones; así, hoy toca hacer un escrache, se hace; empapelar la casa de mis socios, se empapela; hacer una manifestación frente al monumento al recién nacido, se va...Y este es el éxito del fascimo. Hoy triunfa gracias a las redes sociales, que no son sociales, pero si redes, y por eso, doscientos tipos, y tipas (no jodamos), pueden paralizar unas rondas en cosa de nada, y mientras se les permita, funcioanrá.
Por cierto, cuando no se les permita paralizar las Rondas, llamarán a las Fuerzas del Órden ...fasistas .
Muy buena reflexión la tuya, Miquel. Tomo nota para reflexionar. Gracias.
EliminaMiquel ha citado al "lerrouxismo" y no le falta razón.
ResponEliminaLo que estamos viviendo ahora es una evolución aún mas simplista del "método Lerroux", adaptada a la corta mentalidad de algunos.
Ya no hacen falta los idearios políticos, sean acertados o erróneos, ¿ para qué ?, en una sociedad donde nadie se molesta en leer algo que nos sea mas profundo que una novela de serie negra.
Ahora lo efectivo son los eslóganes y los lemas simplistas, enviar ocurrencias a traves de "twitter" con un texto mínimo, acusar al adversario de todo lo imaginable, hasta de fascista y nazi, sin saber muy bien quienes eran los fascistas, o quiénes fueron los nazis, por no hablar de las diferencias entre ambos.
Así como vivimos en la era de la "comida basura", asequible y saciante, pero venenosa a la larga, tambien estamos en la era de las "ideologías-basura", de fácil consumo, pero de pésima digestión, sobre todo para todos los que no las consumimos.
Si Goebbels levantara la cabeza, se sentiría satisfecho, su idea de las mentiras y de la agitación política ha triunfado por goleada
Vi hace poco que hay un debate para dilucidar si Puigdemont es más carlista que peronista, o más peronista que carlista. Creo que tiene un poco de cada, aunque las similitudes con el peronismo son bastante patentes, y el carlismo presente en la raíz. Sea como sea, son versiones adaptadas al tiempo presente, política apolítica de consumo rápido, sin proyectos a largo plazo (ni a medio): a estas alturas y todavía nadie ha descrito como sería la república, solo sabemos quién la gobierna y qué bandera lleva. Pero no sabemos nada de servicios públicos, de fiscalidad, de educación: exaltación patriótica irracional y poco más. Los ingenuos hablan de una república ideal inspirada en el modelo de las Cup, pero la realidad todos sabemos cual sería.
EliminaMas bien seria una clepto-república. Nada haría mas feliz a un ladrón que ser nombrado consejero-delegado de un banco. Y mira que ya hemos tenido algún caso palpable ( R. Rato ).
EliminaHonradamente, creo que tras toda su palabrería irracional ni siquiera Puigdemont cree que sus planes de independencia sean viables. Creo que también el plan es instalarse en la permanente reivindicación de independencia, sin preocuparse de hacer política de verdad o gobernar. Es mas rentable el no hacer absolutamente nada, y echar la culpa de todos los males al gobierno central, e ir viviendo de las mamandurrias que proporcionan un buen sueldo complementado con dietas.
No solo no tienen proyectos a largo plazo, ni siquiera los tienen a medio y a corto.
Son como un mono borracho y enfurecido a los mandos de un Boeing 747, sin nadie más en la cabina. Pero nosotros estamos a bordo como pasaje.
Creo que aciertas. Lo malo es que, por el momento, eso no es una disputa de cataluña versus España, si no un conflicto de catalanes contra catalanes. Ese es su mayor logro.
EliminaCon permiso, mi visión del tema es la siguiente, el nacionalismo enraizó por la crisis económica que hemos sufrido, unos más que otros. Normalmente, este tipo de sucesos tienen su origen en crisis económicas, que hacen que gente normal preste oídos a chorradas como "la culpa, lógicamente, es del vecino, nosotros somos los mejores pero no nos dejan prosperar", y esas chorradas que se dicen en tiempo de crisis por políticos parasitarios, inútiles e incapaces de solucionar ningún problema.
ResponEliminaEste tipo de afirmaciones no tenia eco cuando "España iba bien" o casi, porque fue muy bien para algunos sinvergüenzas y a otros les dejaron endeudados y en la estacada.
No es bueno banalizar el término fascista, porque cuando lleguen los verdaderos fascistas no habra forma de distinguirlos.
Hay que cuestionarse y mucho esa identificación publica mediante símbolos, el que lleva el símbolo es el "verdadero" y el que no lo lleva "el traidor", ojo al tema.. Como también meter banderas de opciones políticas en edificios públicos, ¿alguien se imagina la bandera del PSOE en la Moncloa o la de Podemos en el Ay untamiento de Madrid?, pues eso, mucho cuidado con normalizar lo que a todas luces es anormal...
Un saludo
Sempre que hi ha una manifestació, a les actualment putrefactes TV, parlen de feixistes i antisistema (antifeixistes). Normalment als antifeixistes se'ls suposa els bons encara que sempre acabin cremant-ho tot, trencant-ho tot i intentant "cascar" a tothom.
ResponEliminaSi vas contra aquests suposats "bons" ets un feixista.
Tenim mitja Catalunya plena de porqueria groga, de banderes, de rètols (alguns curiosos com els que posa República amb les infrastructures necesàries i altres ben absurds), de pintades a les carreteres etc que ho empastifen tot.
Els que així ho embruten són els bons i els demés som feixistes i ja està. I si treus alguna d'aquestes porqueries ves al tanto que com eet vegi un mosso encara et detindrà. Llegint la història de la pujada de Hitler al poder hom veu moltes coses en comú amb el pe està passant per aquí.
Salut
JFG